En la pieza Il gesto iluminato, Marta Azparren traduce los gestos de aquel obrero por medio de incisiones grabadas por guantes de uñas con forma de punzones sobre la superficie de un hierro de acero como las que fabricaba Italsider. La repetición durante horas de esa acción y el registro de su sonido se convierte en un gesto iluminado de aquel obrero sordo, un posible diagrama audiovisual de una lucha no sólo obrera sino también de otras luchas y voces paralelas que quedaron invisibles y en silencio. La fabbrica illuminata de Luigi Nono, fue obra de compromiso social al igual que Il canto sospeso (1956); Ricorda cosa ti hanno fato in Auschwitz (1965), sobre el tema del Holocausto; Intoleranza 1966, una acción escénica centrada en la emigración y por los que pueda afectarnos Epitaffio a Federico García Lorca, precisamente por partes Y su sangre ya viene cantando (1952) o Momento. Romance de la guardia civil española (1953) es también obra que aparecen junto a piezas de Antonio Machado, como Canciones para Silvia o sus Canciones a Guiomar (1962/3). Recodemos que la última estancia de Luigi Nono en España fue en 1988, en calidad de profesor de los Cursos Manuel de Falla, en Granada.
El verdadero ingreso de Nono en la música electrónica tuvo lugar en 1964, año en el que compuso precisamente la obra que mayor celebridad conseguida hasta entonces La fabbrica iluminata, gracias aque como creador había madurado en el conocimiento de las posibilidades del medio durante esos años y la afirmación nítida, clara e inequívoca de su personalidad intelectual comprometido con la realidad política y social de su entorno. Para Pestalozza, La fabbrica illuminata desenmascara el trabajo alienado…habla de la música y dice que la música es un medio de comunicación, o antes bien, un trabajo para comunicar la situación concreta de una fábrica, o sea, todo el trabajo considerado en relación a lo social. La fabbrica de Nono, nos muestra la relación del compositor con la tecnología electrónica.
Marcelo Expósito-Cásida de la tierra que no dejan-, es obra sonora compuesta en cuatro piezas editadas en disco de vinilo, un trabajo de diálogo en el que el compositor dialoga con Federico García Lorca, intentando profundizar en las capas acumuladas por la tradición del poeta granadino. Nono se había acercado a su figura gracias a Eunice Catunda, artista brasileña de gran talento con la que había coincidido en 1948, en un proyecto propuesto por Scherchen. Lo que le atrajo de Lorca, no fue tanto el poeta gitano, sino por su vertiente surrealista. Un oscuro y lejanísimo fondo que dejará el Epitaffio per Federico García Lorca, tríptico que verá la luz entre 1951/3, cuya primera parte se titula España en el corazón. La obra de Marcelo Expósito, toma fragmentos de la llamada Trilogía rural, organizada en torno al uso sinfónico de voces de mujeres, como un dispositivo dinámico y también conceptual a la hora de crear el prototipo de una comunidad simbólica convocada por la memoria y la ausencia de cuerpos desaparecidos. La gacela del silencio (Lenin en el diván) y otras piezas que forman parte del proyecto, pasajes de la banda sonora de Mudanza (2008), la película de Pere Portabella, filmada en la querida Huerta de San Vicente que el artista considera obra esencial sobre García Lorca, profunda sinécdoque sobra las muertes del franquismo. El conjunto del proyecto remite también a la coincidencia casi exacta entre dos centenarios, el de Luigi Nono y la muerte de Vladimir I.Lenin, una presencia casi fantasmática en los epitafios que Nono compuso a partir de Lorca.
Andrés Valdés -Y con todo se mueve (O como escuchar a Nono con todo en contra)- la eterna sentencia de Galileo, generalmente atribuida a él y de consecuencias históricas determinantes. Una profunda permanente reflexión que mueve conciencias de forma muy libre permitiendo una poética de insólita riqueza, que vivifica el presente. A medida que penetraba en su universo, según Andrea Valdés, imaginó especular sobre su afinidad con otra figura igualmente erudita y comprometida con esos parámetros, la del cineasta chileno Raúl Ruiz, quien divagaría en la imagen de forma herética y nada convencional, al igual que hizo Nono con los medios del sonido. El texto quedará acompañado con selectas fotografías de Nono en su casa natal de la Giudeca y desde el Hotel Halden, en Alemania, por su atmósfera que podría corresponder a fragmentos de un filme imaginado por el citado cineasta.
Ramón García Balado
Ningún comentario:
Publicar un comentario