19/09/2023

Amancio Prada, con la RFG, en el Festival Maré

 Auditorio de Galicia, dia 20 de septiembre

Auditorio de Galicia

Amancio Prada recuperará los Seis poemas gallegos de  Federico García Lorca en orquestación del director de la Banda Municipal de Santiago David Fiuza Souto con la RFG, primera aportación del Festival Maré que se convoca en el Auditorio de Galicia- 20´30 h-, testimonio de uno de los cantautores de referencia en el ámbito ibérico y en particular en Galicia, y que tuvo el privilegio de participar en las actividades de reapertura del Teatro Principal en 1988, compartiendo efemérides con la O.S. de RTVE, la Compañía de Zarzuela de Joan Margall, el Teté Montoliú Trío, la Compañía de Teatro Orain-Antzerki Taldea y el John Tchicai Quartet. Su sesión ofrecida el 15 de enero de 1988, no pudo ser más representativa por el programa elegido: Piezas de los trovadores galego-portugueses; Leila Doura, de su propia autoría; Rosalía de Castro, cuatro canciones desde Campanas de Bastabales a Corre o vento o río pasa; Como chove miudiño y Adios ríos, adiós fontes, para seguir con Álvaro Cunqueiro, ocupando toda la segunda parte, en un estilo de cantigas de tradición de las que el berciano fue un maestro dotado, en una velada en la que estaría acompañado por el chelista Mariano Melguizo, el pianista Agustín Serrano y él mismo con guitarra y zanfoña.

Los sonetos del amor oscuro lorquianos, fueron preferencia en el cantautor, y que llegó a presentar con la compañía de Lluis Pasqual, en el Centro Dramático Nacional, tras su trabajo musical llevado a cabo sobre el Cántico espiritual de San Juan de la Cruz. La lectura de los sonetos lorquianos, serían determinantes para cumplir con una de sus ambiciones creativas. Un Amancio Prada, que en cierto modo, había recibido un estimulo creativo tomado de franceses como Leo Ferré, Jacques Brel o George Brassens,  en una estancia parisina compartida con artistas del exilio. Poemas lorquianos- La guitarra o Danza da lúa en Santiago-, habían sido incorporados en un trabajo precedente. Una relación de registros que habían sido encabezados por Vida e norte, cada uno con sello diferencial desde el monográfico dedicado a Rosalía de Castro; Caravel de caraveles; Canciones de amor y celda; Leiladoura; Canciones y soliloquios; De la mano del aire; Dulce vino del olvido; la cantata Emboscados o los mentados Sonetos del amor oscuro.

Su estimado compañero del mundo literario Manuel Vicent, de pluma aguda e ingeniosa, comentará que la voz de Amancio Prada, que emerge de un lirismo abrasador, te obliga a cerrar los ojos y muy pronto una lejana memoria de cariz renacentista puebla la luz interior de  álamos y vuelo de halcones, de doncellas bordadoras y rumor de monjes miniados, Una alondra canta en el ciprés de la abadía. Su voz, ligeramente quemada de mística en la  cresta, recita la música, hace manar la melodía de una forma silábica y cristalina. Existe en ella algo de códice, libro de horas o canto de palacio, curiosamente en este artista que en tiempos, había sido infantillo eclesiástico o cantante de orquestinas de pueblo. Otro agudo comentarista y apreciado contertulio, Ricardo Cantalapiedra, tras un recital dedicado a Trovadores, místicos y románticos, celebrado en el Círculo de Bellas Artes madrileño, y en el que ofrecería uno de sus programas emblemáticos con selección del Cantico Espiritual, poemas galaico-portugueses y canciones de Rosalía de Castro, Lorca, García Calvo y su amigo Manuel Vicent, dijo del artista: la voz de Amancio Prada tiene brumas de gregoriano, de fado y de melancolía. Pero sobre todo, provoca un sagrado recogimiento ante las dolencias del amor que no se curan.

El Salón Teatro compostelano, allá por la primavera de 2011, acogió otro de aquellos conciertos reseñables, Camelias para Cunqueiro, acompañado entonces por Hilary Fielding- chelo-; Josete Ordóñez- guitarra y mandolina-, con el artista en canto y guitarra. Poemas tratados musicalmente, desde A dama que ía no branco cabalo, a O cabaleiro da pruma na gorra; Hai unha illa loubada; No niño novo do vento o Amor de auga lixeira, en un total de catorce cantigas. Decía sobre el tema el cantautor: Un día, de 1976, asinado exemplares dos meus primeiros discos, Vida e morte y Rosalía de Castro, nunha tenda de Vigo, apareceu o meu amigo Carlos Casares, en compañía de Álvaro Cunqueiro. Presentuonos e estivemos a charlar un anaco. Dixome entón Cunqueiro que me ía a mandar un artigo que escribirá e publicara sobre as miñas cancións de Rosalía…A verdade é que nunca cheguei a ver aquel artigo; pero fiame ilusión pensar que existe o que existiú na miña imaxinación ainda que quede coas ganas de lelo. Foi a primeira vez que vin a Cunqueiro. A segunda e a última, sería anos mais tarde, no outono do 80; dera un recital en Vigo e, paseando pola cidade, descubrín nunha librería o primeiro tomo recentemente editado da súa obra en galego completa: Poesía e Teatro, merqueino e, coa de que me o asinase, chameino. Quedamos vernos na súa casa. Acompañoume Victor Freixanes. Ofreceunos un café, cunha copa de agardente de herbas. Un sol apoucado douraba as mazás estendidas nun canto da sala, Falamos de Lord Dunsany, dos primeiros trovadores e das novas cantigas do libro que me estaba a dedicar…Cando lle comentei os meus propósitos de poñerlles música alegrouselle a cara. Ao despedirnos, trataba de imaxinar a Cunqueiro mozo, que escribirá Dona do corpo delgado. O mesmo que agora, estará a vivir algún algún dos seus maravillosos mundos soñados, xunto a Merlín y familia, con Bernal de Bonaval e con Mendiño, roldando á princesita aquela da garganta de cristal, que se poñía colorada ao beber ribeiro tinto, sob os abelaneiros frolidos… Vaina estas cantigas como camelias para quen fixo que coa súa obra Galicia viva mil primaveiras mais.

Ramón García Balado

 

Ningún comentario:

Publicar un comentario

El Cuarteto Novecento, en el Pazo de Rubiáns

 Pazo de Rubians, Vilagarcía de Arousa Las matinées del VII Festival Clasclás de Vilagarcía de Arousa , ofrece en el Pazo de Rubiáns - día ...