13/08/2023

XI Festival Groba de Ponteareas

Ponteareas, 12 al 18 de agosto

La nueva convocatoria del Festival Groba de Ponteareas, alcanza la undécima edición que se reparte entre el Auditorio Municipal de la villa y el Convento de Canedo. El pasado sábado día 12, fue turno para la Orquesta de Cámara Galega, formación residente desde la primera convocatoria, bajo la dirección de su titular Rogelio Groba Otero, un certamen que curso a curso ha contado con prestigiados colaboradores, planteamiento que mantiene en la actualidad como podremos comprobar. Por él han pasado Anastasia Kobekina, Leonard Elschebenbroich, Hélene Deisart, Alba Reirís, Sandro D´Onofrio, Pacho Flores, Lise Bertaud, Judith Jáuregui, Guy Braunst Mariana Prjevalskaia o grupos como el Cuarteto Ophir, Erinys Quartet, Hércules Brass Ensemble, el Coro de Cámara de Pamplona. Solistas de este curso, serán los violinistas Petteri Ilvanen, Benjamin Morrison, Pablo Vidal- con larga experiencia en el certamen-, los chelistas Joaquín Fernández y Gyorgy Anichenko y Alba Reirís Venxiao Zhen (viola), la flautista Jasmine Choi y los pianistas Julien Quetin, y Elisa D` Auria- quien puso en atriles el domingo una selección de las Danzas Meigas. El Dúo Indigo: Gema Arias y Vincent Tohier.

La O.C, Galega, colaboró en el proyecto Atardeceres no Gaiás, durante cuatro años y probó con un primer cd que incluía obras de Rakov, Elgar y R. Groba. Para la Junta de Andalucía, grabaron el estreno en recuperación de la ópera Don Quixote, de Manuel García, en el Teatro La Maestranza de la capital andaluza y en otras dimensiones, una experiencia jazzística con el clarinetista y saxo Roberto Somoza, Polas rúas de Ponteareas, al que se añadirá As rúas do vento ceibe, de R.Groba, en colaboración con el Coro de Cámara de Pamplona, cantata inspirada en poemas de Manuel María. Vendrá después Rosalía na Catedral, homenaje con motivo del 90 aniversario del maestro Groba, que dejará constancia en un registro realizado en el Teatro Colón, de A Coruña. En 2022, abordó la iniciativa del Festival Noites na Cidade Vella (A Coruña). El director, Rogelio Groba Otero, fue clave en la recuperación de la ópera de Manuel García, Don Chisciotte, recuperada del olvido y en su calidad de director, llevó a su formación al Wien Spanish Modern Festival, antes de realizar giras por Latinoamérica. Es titulado por Oviedo, con posteriores fundamentos en Londres, con Detlef Hann, profesor de la Guildhall School of Music and Drama.

Las obras de Rogelio Groba padre, son capítulo esencial como comprobamos curso a curso, el maestro que en la jornada del sábado día 12, tuvo en atriles dos de ellas: Danzas del Alba, en lectura de la Orquestra de Cámara Galega; el Concierto para chelo Añoranzas- Joaquín Fernández, solista-, en su tiempos Allegretto, Adagio molto y Presto, a las que se añadió Carpe Diem: Abrente; Muller muxica; O fastuoso y O trouleiro. Para completar, Ottorino Respighi, con Aires y danzas nº 3: Italiana; Aire de corte; Siciliana y Passacaglia. Un compositor de marcado perfil neoclásico y que algo debería a los aspectos virtuosísticos que encontrará en Richard Strauss y Debussy. Sus tendencias arcaizantes, no dejarían de influir en el resultado de sus obras y particularmente en las camerísticas. Groba pues, en preferencia camerística a  tenor de las posibilidades y del que recordamos Cantigas do mar e intres Boleses, en tiempos de apuro, entonces con la Stuttgart Kammerorchester dirigida por Maximino Zumalave o precisamente Añoranzas, con su apreciada hija Clara, como solista. También el Premio de la Crítica Galega (1979) y el de la Xunta de Cultura (1992), peldaño al que se añade la Medalla Castelao (1995). En el autor, según Hontañón, están presentes todas las caras de Galicia, desde una perspectiva puramente artística. Los temas de raíz etnográfica o histórica, la Galicia supersticiosa y religiosa, la evocación bucólica y la mitología popular. La ironía, el mar, sus gentes, los mil ríos.

La tarde del domingo día 13, en el Auditorio Municipal, un programa no menos seductor, por la propuesta de la pianista Elisa D`Auria, en una trabajada selección de las Danzas meigas: Tema do peregrino e Danza da primavera; Danza do verán; Tema do peregrino e Danza do outono; tema do peregrino e Danza do inverno; Danza dos namorados; Danza do minuete y Danza da mascarada e do peregrino. En perspectiva hacia el pasado, nos encontramos con estas Danzas meigas (también en selección), en concreto cinco de ellas, por vez primera con la OSG, dirigida por Dima Slododeniouk, entre obras de M.Ravel C. Saint Saëns e Igor Stravinski. Danzas meigas, se pretendía como un ballet sinfónico para orquesta in modo antico, finalizadas en 1997, en un total de 16 piezas breves, agrupadas en cuatro partes, de cuatro danzas cada una, que alcanzan una duración de tres cuartos de hora, en un rendido homenaje al pintor Rogelio Lorenzo (1921/2003), natural de Ponteareas, un artista que renovaría sus planteamientos estilísticos ya a partir de los años noventa, en plena madurez, apostando por las  vanguardias.

La Sonata para violín y piano en Mi b M.Op. 18, de Richard Strauss, fue cometido para Benjamin Morrison y Julien Quentin, en sus tres tiempos: Allegro ma non troppo, Andante cantábile y Allegro Finale, obra de 1887/8 momento en el que el autor de tan soberbias óperas, era Kappelmeister, en Munich y que él mismo daría a conocer con Robert Heckermann, en una sentida dedicatoria a Robert Pschorr, composición con pretensiones que permitía a los solistas ofrecer sus mejores recursos. El autor, se entregaba precisamente a probar con el género sinfónico de mayores ambiciones, y estaríamos hablando de Aus Italien, el espacio de los grandes poemas sinfónicos.

El día 14, en el Auditorio Municipal-21 h.-, vuelta a las Danzas meigas (selección II), de Rogelio Groba, a las que vuelve con buen criterio Elisa D` Auria, quien también se ocupa de su grabación, en una intérprete que se forjó con Josu de Solaun y el Faust Quintet, llegando a estrenar el concierto para  piano y orquesta de Ignaz Brüll. De las piezas elegidas, nos llegan Danza dos rezos; Danza dos santos; Danza da procesión; Danza dos adeuses; Danza das parellas; Danza dos vellos e dos novos y Danza ritual final. Seguimos en la dedicatoria al pintor Rogelio Lorenzo, un academicista que acabó encontrando nuevos horizontes, los mismos que la composición de Groba pretende encontrar, sin dejarse desbordar por aventuras sin desmesura. Un estilo si cabe clásico sobre temática gallega fácilmente reconocible en sus parámetros, dejando para la intérprete libertad para el ingenio y la imaginación.

En programa, también 5 piezas para violín y piano, de Dmtri Shostakovich: Prelude/Gavotte/Elegy/Waltz y Polca, que ofrecerán los violinistas Petteri Livonen y Pablo Vidal, con el pianista Julien Quetin. Composición que bascula entre la serie de los cuartetos, los tríos o los dos quintetos. El compositor ruso, adalid en el género camerístico, expresa en estas creaciones un romanticismo profundamente dramático, con ciertas afinidades hacia los eslavismo de Béla Bartok o los impresionismos de Debussy, evidentemente con un cuño muy personal. Su música de cámara, es de una vigencia incontestable. En el punto de equilibrio, el nacionalismo español de Joaquín Turina, por el Cuarteto con piano, en La m. Op. 67, en sus tres tiempos que interpretarán el violinista Petteri Livonen; el chelista Georgy Anichenko; Wenxiao Zheng (viola) y el pianista Julien Quentin. Obra dedicada a José  María Guervós, con estreno en la Soc. Filarmónica de Madrid, en mayo de 1932, por Pilar Bayona y el Cuarteto Rafael. Tres tiempos que concluyen en forma sonata muy libre y cuyas secciones de desarrollo y reexposición, parecen fundirse acogiendo alusiones a temas previos, destacando la melodía del chelo.

El día 15, en el Convento de Caneda- 21 h-, la OCGa, con otra selección del maestro Groba, perteneciente a Microconcertos: Ter amores; Liorta; Adeus y Teimosía, destacando como solistas la chelista Alba Reirís y el violinista Rogelio Groba Otero, una composición que estuvo presente en la gala homenaje en recuerdo del maestro, en el Teatro Colón de A Coruña, con los mismos solistas y otras obras suyas.  Para el evento, un estreno que llega a tiempo en calidad de homenaje, Laxeiriana, consideración también para el pintor iluste, y que se reparte en los tiempos: Moderato; Adagio molto y Presto. Rogelio Groba Otero, tuvo a bien recordar una reciente gira neoyorquina, dedicada a su padre, en la que incluyeron dos conciertos para piano, uno en estreno, Malleus animatus, cita en la que se escucharon obras de Andrés Gaos, Carlos Antonio Gómez y Luigi Boccherini. Un Groba que, parte de su vida, le llevaría a Suiza, entre 1962/7, tras ganar el Concurso de la Société de Musique de Perroy, en donde dirigió bandas municipales, oficio que mantendría desde entonces. Para completar, la Suite Holberg, de Edward Grieg-Preludio; Sarabanda; Gavota; Air y Rigodón, que tratarán la OCGa, con  Rogelio Groba, director- concertino. Una obra surgida en Bergen, para conmemorar el bicentenario del poeta Ludwig Holberg, pensador y humorista que tendrá una ajustada comprensión en los pentagramas de Grieg, aunque, en definitiva, no parecía agradarle demasidado. Un eco de un pasado que se convertirá en éxito entre los aficionados.

Para el día 16, en el Auditorio Municipal- 21 h-, el Shostakovich del Allegro del Concierto nº 3, en Fa Op. 73- Ensemble de la Boston String Accademy-, es decir, el Cuarteto nº 3, en Fa M. Op. 73, obra que muestra dos tiempos dentro de esta forma: Allegretto y Allegro no troppo, composición de 1946, año que se veía obligado a la entrega a los estilos de cuarteto, acentuado en esta ocasión por ese sentido del humor tan perceptible y poco común que sabrá desarrollar en muchas de sus obras de todo tipo.  Robert Schumann, con las tres Romances Op. 74, piezas para oboe y piano (versión para piano y flauta): Nicht schnell; Einfach y Nicht schnell-solistas Jasmine Choi (flauta) y Julien Quentin (piano)- encantadoras páginas que perfiles vocales que las acercan al lied, y que habría que esperar hasta 1921, para recuperarlas en el tratamiento para oboe. Un obsequio para su compañera Clara, con fecha en diciembre de 1849. No resulta extraño en absoluto, esa tentación de las acostumbradas transcripciones, según el capricho de los solistas, siempre bien recibidas entre los aficionados. Un Schumann dentro de un exaltado melodismo. Para completar, el Quinteto con piano, en Fa m. Op.34, de J.Brahms- los violinistas Petteri Livonen y Benjamin Morrison; Wenxiao Zheng (viola); el chelista Georgy Anichenko y el pianista Julien Quentin-, obra que para Deiters, resulta grandiosa y profundamente expresiva, dentro de una fantasía luminosa, presentando acentos de vital energía y negra pasión, mientras el tono emocionado del Adagio, recuerda a los últimos cuartetos de Beethoven. Fue siempre una de las obras más apreciadas del autor, a pesar de haber sufrido una laboriosa génesis a consecuencia de las increíbles metamorfosis. Un Brahms en la década de los treinta, en sus años vieneses.  

Para el día 17, en el Auditorio Municipal- 12 h.-, una sesión dedicada al público infantil y familar, para tentaciones como El carnaval de los animales- Dúo Índigo-, de Camille Saint-Saëns, obra que rinde en igual medida en las versiones para el piano o las orquestales. Esa gran fantasía zoológica que atrae de singular manera, y que universalizó la figura del compositor, obra con estreno parisino con ocasión de un Martes de Carnaval, para repetir poco después en el ambiente mundano de la cantante Pauline Viardot. Parodias musicales perfectamente entrelazadas, con la que aprovechará para burlarse desvergonzadamente de otros colegas musicales. Un largo y tentador paseo que nos lleva de la mano a lo largo de 14 cuadritos y que dejan lo mejor de ellos, en la interpretación orquestal por sus recursos tímbricos y pintorescos. A partir de las 21 h., traslado al Convento de Canedo, para escuchar otras tres obras. El trío para cuerdas en La, de Jan Sibelius: Prelude vivace; Andante con moto; Minuetto y Gigue. Allegretto, que ofrecerán el violinista Petteri Livonen; Wenxiao Zheng, viola y el chelista Georgy Anichenko. Jan Sibelius con el Trío de cuerdas en La: Prelude; Andante con moto; Minuetto y Gigue. Allegretto- para el violinista Petteri, el chelista Georgy Anichenko y con la viola, Wenxiao Zheng, una obra que también recibió el título de Suite en La M, para trío de cuerdas, a la que dio vida en 1889, composición en cierta medida de juventud, entre las que igualmente destaca el Trío Lovisa, periodo rico en repertorio camerístico, aunque no todas se conservaron. Estamos en un año en el que con fortuna para el finlandés, comienzan a tener entidad trabajos como el Cuarteto de cuerdas, en La m., apreciada por su amigo Busoni. Cuatro bagatelas de Rogelio Groba, que tratarán el Cuarteto de Boston String Academy y miembros del Conservatorio de Pontereas. Obra sin sobresaltos propicia en su estilo aparentemente convencional, como son el Cuarteto nº 1 (Galaico), o el nº 2 (Lla-Fa) o el siguiente significativamente representativo, Diabolus in música. Catro bagatelas, es obra de 1995, con duración aproximada de un cuarto de hora y para una plantilla de 2 violines, viola y chelo. Sus tiempos: Natural; Romántica; Elegante e Intrépida.  Un Beethoven por la Serenata para flauta, violín y viola, en Re M. Op. 25, de su etapa vienesa- Jasmin Choi, Benjamin Morrison y Wenxiao Zheng-, pieza cuya sucesión de seis movimientos, resultan los tradicionales de la serenata clásica, como también de la variedad de los episodios, la riqueza de las soluciones, la fantasía de los distintos caracteres, para una composición delicada y fresca.

Para la clausura, el día 18, y en el Auditorio Municipal- 21 h-, la OCGa, despide probando entre barrocos en la escuela veneciana de Vivaldi, con dos obras de gran prestancia por su divulgación. El Concierto en Re M. RV 121, de la serie a quattro, sin solista, denominados por el autor Concerto ripieno. La tendencia avanzada de cada uno de esta serie clara y significativa de una idea unitaria, en oposición al concierto con solista. Quien supo detallar sus mejores virtudes, fue el musicólogo Marc Pincherle. Al margen de su cronología, datable entre el período 1715 y 1741, se observan tres tipologías estilísticas claramente diferenciadas, con un primer grupo en el que aparece el elegido para esta sesión. Distinto es el Vivaldi del otro concierto, que no es otro que el Concierto nº 3, en Re M., conocido como Il gardellino (el jilguero)- del que será solista Jasmine Choi-, una reelaboración de un concierto de cámara precedente, composición que concede gran libertad a la hora de elegir el orgánico, ya que el compositor, dejó la posibilidad de ejecutarlo con flauta travesera/ flauta de pico/violín/ oboe/fagot o chelo. Destacan los sucesivos episodios solísticos, en los que inrervienen activamente los violines, en un florido discurso de detalles virtuosísticos.  Para completar, un ruso en la sombra, Nikolai Rakov, con la Sinfonietta: Allegro moderato; Andante; Vivo y Andante sostenuto, músico de la escuela de Rubinstein, formado en el Conservatorio de Moscú, con Glière, y que destacaría como director, teniendo como alumnos a músicos de élite: E. Denisov, Boris Tchaikovski, Alfred Schnitkke o N. Peiko. El maestro Groba, culmina con Grovios, una suite en siete tiempos de 2004, desde No arrolo hasta Na pandeirada. Estamos en el apartado de obras para banda sinfónica, entre las que destacan Cruñesas, Os muíños do Rosa o Danzas Gulansesas, obra que pudimos escuchar dirigida por el autor a la Real Filharmonía  de Galicia y que en su conjunto, destaca por mantener todas las danzas en la misma tonalidad.

Ramón García Balado

   

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