En nuestras manos, la reciente publicación de Alberto Cancela Montes, por su trabajo Taibo. Verso libre da Música Galega, un obsequio recibido por el Consorcio de Santiago y a Central Folque y que condensa un capítulo biográfico junto a una selección de su obra, hasta entonces condenada a un ostracismo como sucede con otros músicos que tendrían que esperar al cuidado de un estudioso que se entregase a tan arriesgada aventura. Trabajo prologado por Montserrat Capelán, dinamizadora del proyecto Organistrum, que abordó iniciativas como Galicia-América: Cantos de emigración e exilio (1875- 1951), publicada por Alvarellos Editorial, conjuntamente con Carlos Villanueva, en el que colaboraron especialistas como Javier Garbayo, Javier Ares Espiño, María Fouz Moreno, Justo Beramendi, Victoria Eli Rodríguez, Xosé M. Núñez Seixas o Inmaculada Matía Polo, entre otros.
Un comentario que nos permite de forma concisa, a destacar algunas de esas obras a modo de guía de orientación. La jota, para guitarra y bandurrias, estrenada por alumnos en enero de 1900, precisamente en el Paraninfo da Universidade, en el que se presento el libro de Alberto Cancela Montes. Adiós ríos (canción galega), interpreta en 1930 por el barítono Máximo Rysikoff, y al igual que Como chove miudiño, dispondrá de dos copias en versión para canto y piano y coral, una versión coral, que se encuentra en el Arquivo da Polifónica El Eco, la misma que tratará Despedida do emigrante, revisada previamente por el autor en 1925, con arreglo Rodrigo de Santiago, para coro mixto a seis voces contando con la Banda Municipal de A Coruña (1958), en una gala que contaría con la presencia del golpista Francisco Franco y la Collares Carmen Polo, terror de los orfebres y artesanos de As Praterías. ¡O rillote ¡ Danza galaica, anterior a su partida para México, cuya versión pianística se encuentra en o Arquivo da Real Academia Galega. Cantar t´ei Galicia, tomando dos poemas de Cantares gallegos (1863) y que conocería una interpretación por el coro ruso Cosacos do Kuban (c. 1924), antes de que al año siguiente, la Sociedad Coral Polifónica El Eco, la reciba con un tratamiento revisado.
Deus Fratesque Galicia, himno creado sobre texto de Alfredo Brañas, encargo del grupo que conformará el Comité das Irmandades da Fala, en Compostela, y que en 1911 había tenido versión para voz y piano. En mayo de 1935, este himno será asumido por As Mocedades Galeguistas, en su Segunda Asamblea, a propuesta de Manuel Beiras. Galaica. Suite sinfónica (1917), se inspiró en la lectura de Aromas de leyenda: versos en loor de un santo ermitaño, de Ramón Mª del Valle-Inclán, poemario de aires modernistas y que hará llegar a Bartolomé Pérez Casas, director de la O. Filarmónica de Madrid, al año siguiente y en versión para orquesta de cuerdas que propondrá a José Raventós, estrenada por la O. S. de Guadalajara (1921), dirigida por Amador Juárez, en el Teatro Degollado. A Praza da Quintana, tuvo a bien recibir la obra en una sesión estival con la RFG, dirigida por Jonathan Webb, en mayo de 2017, y en el Teatro García Barbón, con motivo del centenario de la obra. Obra rescatada en Buenos Aires gracias a las gestiones realizadas por la Fundación do Instituto de Educación Secundaria Arcebispo Xelmírez I, de Santiago, una copia de una partitura depositada en el Arquivo personal de Gloria Taibo.
O pé do muíño. Cadro de costumes galegas (1917), tuvo como compañero de travesía a Alfredo Nan de Allariz, actor y escritor que residía en Cuba y que se reflejará en esta zarzuela cuyo estreno se dará o Día do Apóstolo (1919), en un festival organizado por la Sociedad de Beneficencia de Naturales de Galicia, a la que Taibo no pudo asistir por encontrarse de viaje en su tierra. Zarzuela para coro mixto, orquesta, destacando como solistas Anita Fortuny, Blanca Dopico, Concha Suárez el propio Nan de Allariz (Zacarrós); Alfonso Lapresa, José Collado, Joaquin Riera, Ramón Anca y Modesto Moure. Suite Hispania, cuarteto de cámara en cuatro tiempos: A orillas do Miño; Vega de Granada; Montaña Cantábrica y Aranjuez, estrenada por la Sociedad de Música de Cámara de México (1924), dirigida por José Rocabruna, alternando obras de L.v. Beethoven y Ernst H. Seyffard. El tercer tiempo fue arreglado para violín y piano en dedicatoria a Manuel Quiroga, bajo el título de Cantabria, maestro ilustre de quien Carlos Cambeiro escribió una monografía: Manuel Quiroga Losada: o gran violinista galego do século XX, editado por o Consello da Cultura Galega (2011) y que en el Pazo de Fonseca compostelano, había ofrecido una exposición, en noviembre de 1994, promovida por Fernando Otero Urtaza y la USC. Su Concert dans le Style Antique, estrenado en Nueva York, el 20 de febrero de 1928, tendrá edición en registro discográfico con la O. de Cámara de Stuttgart, dirigida por Maximino Zumalave (1990). Taibo también le dedicó tres obras para violín y piano, además de Cantabria; el arreglo de Requiebro y Cantar rítmico, de las que se desconoce la fecha de estreno y cuyos manuscritos se encuentran en el Museo de Pontevedra. Campanas de Bastavales, canto y piano (Rosalía de Castro), fue interpretada por Máximo Rysikoff, en Barcelona y grabada por María Uríz (soprano), con la pianista Luisa Cortada (Columbia), siendo arreglada por Juan Durán, para orquesta y voz, con Cristina Gallardo-Domas y la Orquesta Gaos, que dirige Fernando L. Briones, incluida en el disco Lela: Canciones gallegas (Ed. Vers), y cuya copia pertenece al Arquivo personal de Gloria Taibo. El Cuarteto de corda n º3, estrenado el 25 de febrero de 1938, y divulgado por la Sociedad de Música de Cámara de México, fue pieza dirigida entonces por Rocabruna y quedaba repartida en cuatro tiempos, cada uno en homenaje a importantes y apreciados compositores: Lentamente moderato, dedicado a Tomás Bretón; Zortzico vasco, a José María de Usandizaga; Adagio, a Isaac Albéniz y Allegro, a Enric Granados. Alberto Cancela Montes, en el apartado biográfico nos recuerda sucintamente: Entre os principais espazos de representación musical civil de Compostela atopámonos o Teatro Principal, ubicado na Rúa Nova, levantado en 1841, e o único activo durante moitos anos. Este teatro serviu como escenario de representacións de ópera e zarzuela e, por non haber en Galicia compañías estables, moitas veces eran os propios músicos da cidade os que eran contratados po las compañías foráneas para reforzar ou encargarse de parte musical e incluso da dirección. Para mayor deleite, la publicación también del Consorcio de Santiago y Andavira, del trabajo de Mª de Carmen Lorenzo Vizcaino (Marieta): Ópera y zarzuela, en Santiago de Compostela, Las temporadas Líricas del Teatro Principal (1840/1914) que con suerte tendrá continuidad.
Ramón García Balado
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