11/05/2024

Dende a sétima arte: Banda Municipal en A Quintana

 A Quintana, Santiago de Compostela

Concierto en A Quintana de la Banda Municipal con su titular David Fiuza Souto  la colaboración de Paula Cereixo y Monti Castiñeiras, para un programa dedicado íntegramente a bandas sonoras de dominio público entre los aficionados-día 12, a la 19´00 h-, comenzando por John Williams-The Cowboys-maestro que destacará igualmente por algún curioso documental o las adaptaciones a partir de obras como Goodbye Mr, Chips, o The Fiddle on the Roof- tomando canciones de Jerry Bock y Sheldon Hamick. Viajero incondicional, se trasladaría desde la Costa Este a Los Ángeles, en donde completará su formación en la UCLA, mientras asiste a la docencia de maestros que determinarán su futuro, músicos como Mario  Castelnuovo Tedesco, en primera línea. Durante una etapa primeriza, se centrará en arreglos para bandas militares pero en su vuelta a Nueva York, su incorporación a la Juilliard School, le facilitará el poder estudiar con Mme Rosina Lhevine, probando sus aproximaciones al mundo del jazz, en un espacio de aclimatación a los géneros cinematográficos.  En Los Ángeles, se incorporará a la orquesta de los Estudios de la Columbia, en donde conocerá a insignes maestros como Bernard Hermann, Albert Newman o Franz Waxman, cuyas bandas cubrirán una etapa del cine dorado de los cincuenta, mientras le encontramos compartiendo como pianista, importantes experiencias con las orquestas de André Previn o Henry Mancini- registrando vinilos en los estilos más diversos con garantía de éxito comercial-, ejemplo será Hollywood Composers con André Previn.  La televisión le reclamará inmediatamente, logrando a través de ese medio un par de Premios Emmy, recibiendo de nuevo la invitación como arreglista para la 20 Th, Century Fox. Género de rango, serán aquellos filmes de gran aparato de recursos como La Guerra de las Galaxias, experiencia para la qu recurrirá en su dimensiones más ambiciosas a orquestaciones desmesuradas y recursos técnicos apabullantes. Un cambio de orientación y por sus connotaciones específicas, será La lista de Schindler, quedándonos perceptibles influencias de William Walton, Aaron Copland, Vaughan- Williams o Erich W. Korngold.

Leonard Bernstein, para no ser menos, apunta a las Four dances del filme y musical West Side Story, modelo e idea que también descubrimos en Candide, Trouble inTahiti o los ballets Fancy Free y The Dybbuk Variations. El primer musical sinfónico del autor fue estrenado en 1943, compuesto para el teatro, poco antes de que su trabajo On the Town, obtuviese el Premio de la Crítica neoyorquina. Hasta 1954, no conseguirá firmar una banda sonora para el cine y será por La ley del silencio, dirigida por Elia Kazan, marcada por un romanticismo de temple intenso y saturado, en años en los que su compromiso social, será patente de una actitud ética y artística. Bernstein es será el primer americano en dirigir a la mítica Maria Callas (1953), en el Teatro alla Scala (Milán), aventura europea ligada a la ópera, que tendrá continuidad en los sesenta con la Wien Oper, de la que sería nombrado miembro honorífico. Todo ello venía precedido de los conciertos propuestos por la CBS, interpretando la Quinta Sinfonía de Beethoven, en la serie de Concerts for Young People.   Bernstein, en sus comienzos, habría de agradecer a  Bruno Walter, quien le invitó a ocupar su plaza como director de la New York Philharmic, en 1943, que supondrá una exitosa transmisión radiofónica.

Howard Shore- The Lord of the Rings-, un músico saxofonista e improvisador virtuoso, se decantará por el cine curiosamente tras haber recibido claras influencias de Art Blakey, Bobby Timmons, Cannonball Adderly a la par que de Bernard Hermann, Samuel Barber o Ennio Morricone, un creador pues de amplia paleta de recursos, no resultará extraño que le encontremos rompiendo lanzas con artistas de todo género, entre los que también tendrán cabida los cómicos. Un salto al vacío será la serie The Lord of the Rings o The Return of the King (2003), o las series televisivas Saturday Night Live, Scales of Justice y Late Night with Conan.  La  prestancia y habilidad en aprovechar recurso, dejará consecuencias positivas en la trilogía dirigida por Peter Jackson- El Señor de los Anillos-, con la que conseguirá varios Premios de la Academia.

Hans Zimmer- Music from Gladiator-, director de los Estudios Dream Works, había comenzado su carrera con sencillos jingles publicitarios, para la Air Edel Asociates, uniéndose a Trevor Horn y Geoff Downes, logrando un primer gran éxito por Video Killed the Radio Star. La música electrónica acaparará sus preferencias convirtiéndose en pionero de técnicas avanzadas por vía digital de ordenadores, entremezcladas con orquesta sinfónica, recreando ritmos espectaculares siempre manejando complejidades acústicas, en beneficio de bandas sonoras de apoyo. Ya en 1997, había recibido la confianza de asumir máximas responsabilidades en los Estudios Dream Works, a medias con Steven Spielberg, puesto que le permitirá elaborar bandas sonoras compartidas con el cuadro de colaboradores, en un estilo de renovador clasicismo grandilocuente, perfecto para los medios a los que estaba destinado. Entre aquellos músicos, aparecerán Gavin Greenway, Harry Gregson-Williams, Heitor Pereira, Mark Mancina, Bruce Fowler, Klaus Badelt o Patrickv Cassidy.

John Barry- Out of Africa-, compositor complejo en el que se aceptan influencias de Samuel Barber o Gustav Mahler, o las evidentes de creadores para el cine como Franz Waxmann, había nacido en un medio propio para ese espacio por su padre, propietario de una sala de cine, en donde pudo impregnarse hasta el agotamiento de las influencias de bandas sonoras que serán decisivas en su futuro. En 1962, estrenará la primera banda sonora, en la que aportará ideas fundamentales,  para la película de James Bond: Agente 007, contra el Doctor No, banda firmada por Monty Newman y en la que John Barry  por sugerencia del productor Albert Broccoli, será responsable para su conclusión. Un paso seguro que tras instalarse en Londres, tendrá como compañero de aventuras a Michael Caine, quien le sugerirá probar como compositor en la película Zulú, y de esa forma irán llegando sus aportaciones para el mundo del cine.

Nino Rota-Nino Rota,film Music-, siempre con Federico Fellini como telón de fondo y cuyas influencias  primeras le  vendrán por Ildebrando Pizzetti o Malipiero, aproximándose de manera ingeniosa al folklore italiano, pasado por su propio filtro, perfectamente asimilado a este medio escénico. Siempre habrá una tonada suya que reverbere en la memoria sonora de nuestra sensibilidad más aguda, entre el puro lirismo y la ternura a flor de piel, reverdeciendo precisamente en cada una de sus grades películas. No dejaremos al margen alguna de las óperas que compuso como Ariodante, Torquemada y el curioso musical Il cappello di paglia di Firenza, auténtica inspiración en la Commedia dell´arte , que también encontraremos en el cine.  

James Horner-The Mask of The Zorro-, músico formado como trompista de atril y pasado a proyectos en estas dimensiones, tras recibir enriquecedoras clases de György Ligeti, una tentación para secundar experiencias en los géneros contemporáneos, pero la historia deparará un futuro conocido en otros ámbitos. En los comienzos, John Williams pudo aparecer como colega de travesía, aunque su personalidad será claramente distinta. En el mundo sinfónico, dejó una obra de éxito notable, Spetral Shimmers, a la que se añadirá  Capitan Eo, para la que usará recursos en tres dimensiones.

Ramón García Balado

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