18/10/2024

Ecos sinfónicos perceptibles en Eduardo Soutullo, Vaughan Williams y Jean Sibelius

 Auditorio de Galicia, Santiago de Compostela 10 de octubre

Centro Cultural Afundación, Pontevedra, 11 de octubre

Eduardo Soutullo
Ecos sinfónicos, como título de reclamo para el programa de la Real Filharmonía de Galicia  dirigida por Sebastian Zinka, con obras de Eduardo Soutullo, Ralph Vaughan- Williams y Jan Sibelius,  Eduardo Soutullo aportaba All the echoes listen, modelo de un músico que ya dejó razones en otra obra como But in vain…y que con esta composición había obtenido el Concurso Int.de Composición Ciutat de Tarragona, preparando su presentación pública con la OSG, como primer eslabón de un tríptico, un período en el que también dio a conocer In terra incógnita, para coro, recibiendo el Primer Premio Luís Morodo de Composición. La lectura de la poética de Oliver Wendell Holmes, está en los fundamentos de lo que serán un vital tríptico sinfónico, a partir del poema All the ecohes listen, /But in vain…/They hear no answering strain (Todos los ecos escuchan/ Aunque en vano/, Pues no oyen ningún sonido en respuesta. Un anclaje superrealista para conducirnos a un planteamiento musical que se distancia de las dependencias de pasados trillados.  La etapa de formación en Roma, permitió a Soutullo adentrarse en las tradiciones policorales cultivadas por músicos como Orazio Benevoli (1605/72), en sus años en la Iglesia S. Luigi dei Francesi y de Giuseppe Ottavio Pitoni (1657/ 1743), en la iglesia de San Marco Evangelisti. Policoralidades que trasciende épocas y que no dejarán de resultar un irresistible atractivo para músicos que vendrán después, al margen de la recuperación llevada a cabo por expertos en las corrientes historicistas tan apreciados actualmente.

Eduardo Soutullo, es autor de obras como Jobs and gates at Dawn (And other uchonías), encargo de la Fundación Autor y AEOS o la ganadora del III Concurso Int. de Composición Auditorio Nacional- Fundación SGAE, Erfahrung und sonst nichts. All the echoes listen, cuenta con registro de la OSG y recibió tratos de favor por formaciones como la Sinfónica de la Radio Sueca, dirigida por Tommy Andresson; la O. Nationale de Lorraine, con Jacques Mercier; la O. S. de San Petersburgo (Alexis Soriano); la O. de la Comunidad de Madrid (.M. Pérez Sierra) y en especial con la OSG, dirigida por Hannu Lintu. Obra seleccionada por la SIMC, para representar a España, en los WORLD Music Days (2009). Parámetros que descubrimos en ella, nos la traslada a las proximidades del llamado espectralismo francés, un aliciente siempre como elemento de atracción y que se maneja en las cercanías estéticas de Gérard Grisey, punto de lanza hacia el post-espectralismo y el neomodalismo tan determinante en las dos décadas pasadas. No faltan pues las deudas con Olivier Messiaen, maestro de referencia, y otros compañeros de travesía: Toru Takemitsu, Magnus Lindberg, Marc –André Dalvavie o los españoles César Camarero o  David del Puerto. La búsqueda permanente de una recreación de atmósferas sobre un influjo intuitivo siempre alerta, es aliciente que convierte a esa pieza en puro reflejo de su tiempo. Su presencia en la cita Conversando con…, no fue posible por su compromiso obligado en la entrega del Premio Nacional de Música que coincidía en fecha.

Ralph Vaughan-Williams- Fantasía sobre un tema de Thomas Tallis-, nacida desde un cuarteto de cuerdas y doble orquesta de cuerdas, de nuevo un compromiso para el Three Choirs Festival (Gloucester), con estreno en la Catedral de la ciudad el 6 de septiembre de 1910. El cuarteto estaba integrado por los primeros violines de la orquesta. En lo primordial será el distanciamiento del preponderante germanismo que marcaba pautas, consiguiendo por lo visto su objetivo, en ese ejercicio imaginario de probar con la tentativa de recuperar estilismos del período de Thomas Tallis. Será una  melodía del English Hymnal la que cobre mayor sentido, dejando una escritura soberbia para esa formación en la que sobresalen sonoridades catedralicias, efectos en eco, acordes espaciados, quintas paralelas en los bajos y una pretendida polifonía- aspecto que nos acerca a la obra de Soutullo-, siendo cada una de las secciones resultado de esa idea tramada a partir de un tema clave, con medidas armonizaciones a nueve voces de la idea de Tallis culminando en una intensidad solemne finalizando con una coda-fantasía pronunciada por un violín a solo. Obra que por su desarrollo consigue mantener la atención del oyente a lo largo de su discurso sonoro.

Jan Sibelius- Sinfonía nº 4, en La m. Op. 63- obra de infortunio por su recepción a consecuencia del limitado interés que irradiará en otras presentaciones mientras componía una Cantata a cappella para coro femenino; el Vals romántico para cuerdas; las Escenas históricas I, Op. 25 o la versión orquestal de Rakastava Op. 14, siendo nombrado profesor en el Conservatorio de Viena, posibilidad que acabará rechazando, La Sinfonía nº 4, supone una evidente ruptura de consecuencias irreversibles, en las que se ponían de manifiesto otros problemas de salud. Obra que no disimula su distanciamiento de otros sinfonismos de mayor empaque sonoro, llevándola hasta las estrecheces de las concisiones aforísticas. Será el sabio Arturo Toscanini quien sepa intuir la importancia que esconde en sus cuatro tiempos. Para Sebastian Zinka, no dejará de ser el resultado de esta serie de ecos sinfónicos, que le trasladan a un periodo de intensas vivencias compartidas en Finlandia, en donde estudió y trabajó con resultados que redundarán en su carrera profesional.

El Tempo molto moderato, Allegro, Tempo largo y Finale, se preparó a través de una entrada sobre un intervalo de tres tonos enteros (tritono) que definía la clave determinante de la obra, para dejar entrada a la sección del chelo a solo que propiciaba el primer tema y un segundo poderoso sobre acordes de metales, para confirmar la tonalidad de Fa sost. M., alcanzando un extenso y detallista desarrollo de expresión concentrada. El Allegro molto vivace, breve, como respuesta al anterior, resultó un scherzo al que concedió protagonismo el oboe, con trémolos de cuerdas. Vale por su importancia el clima de reposo introducido por un tema danzante.  Il tempo largo mostró un paisaje devastado y deshumanizado, uno de sus tiempos más osados como ejemplo de su relación con el medio circundante, cercano a su obra Tapiola (poema sinfónico)  por su actitud rapsódica. El Finale (Allegro, en La M.), se encadenó con ese movimiento anterior, asemejándose por su tonalidad a través de un primer tema amplio y sinuoso, con fragmentos de temas desarrollados junto a otros motivos. La coda exhibió para mayor acentuación, un estilo que concluía  desmembrándose en un unísono de cuerdas, repetido a ocho voces. Un final ciertamente perplejo por su conclusión sorprendente y difusa.

Ramón García Balado

Real Filharmonía de Galicia/Sebastian Zinka

Obras de Eduardo Soutullo, R. Vaughan Williams y Jean Sibelius

Auditorio de Galicia, Santiago de Compostela

Centro Cultural Afundación, Pontevedra

16/10/2024

Serguei Khachatryan, solista del Concierto para violín, Op. 77, de J.Brahms, con la OSG

 Palacio de la Opera, A Coruña

Serguei Khachatryan será solista del Concierto para violín, en Re M. Op. 77, de Johannes Brahms, con la OSG dirigida por Anja Bihlmaier, en el Palacio de la Ópera de  A Coruña- día 18, a las 20´00-, completando programa con la Sinfonía nº 5, en Do m. Op. 67, de L. van Beethoven.  Serguey Khachatryan obtuvo el Premio del VII Concurso Sibelius (Helsinki) y el Queen Elisabeth, de Bruselas (2005), tras una carrera asentada con la Berlin Philharmonic O.; la Tonhalle, de Zurich; la Sinfónica de San Francisco (M. Tilson Thomas); la O. S. de Boston (B. Haitink); el Royal Fest. London o la P. O. (Christoph von Dohnanyi y la relación mantenida con el Festival de Ravinia. Se maneja con un Ysaye Guarneri  (1730), cesión de la Nippon Music Foundation.   Anja Bihlmaier, dirige a la O. F. de Lahti y ocupará la plaza  de Residentic O. de La Haya. Estudió en el Consevatorio de Friburgo con Scott Sanmaier, para seguir en el Mozarteum de Salzburgo con Dennis Russell Davis y Jorg Rotter, recibió  becas de la Fundación Brahms y de la Deutsche Dirigentforum  (2005), siendo galardonada con el Premio D. Mitropoulos (2006) y el reconocimiento de finalista del Donatella Flink (2008).

El Concierto para violín y orquesta, en Re M. Op.77, de J. Brahms guarda afinidades con su primero para el piano aunque exige una técnica más excepcional, por su virtuosismo. La idea artística había sido de suma importancia, similar a la de sus creaciones sinfónicas inspiradas en el timbre de los instrumentos, evitando aspectos que beneficiasen al solista, en su elaboración mucho tendría que ver su apreciado Joachim, enfrentado a ese solista con una serie de dificultades y nuevos problemas. Íntimamente está relacionado con la Sinfonía en Re M., y el manejo de las dobles cuerdas manifiesta un mayor protagonismo en lo relativo a las exigencias, para lo que se valdría de los asesoramientos de Joachim. La Biblioteca del Estado Alemán (Berlín), posee el manuscrito de la página del violín con las correcciones sugeridas, además de una colección de cartas cruzadas entre ambos, la aceptación de aquellas sugerencias no tendrá gran recorrido en cuanto a la obra. Composición de madurez, muestra un Allegro ma non troppo inicial dentro de la típica forma sonata pero con una actitud imponente y compleja de gran aliento expresivo que había compartido con Mendelssohn, precisamente por su carácter ensoñador y que más de algún experto encuentra detalles que le acercan al Concierto para violín, de Beethoven. Mantendrá a lo largo de la obra el protagonismo otorgado a la orquesta como elemento de equilibrio, y conviene destacar en el tiempo los tres temas desarrollados por la orquesta en respuesta a los grandes pasajes del solista.  El Adagio, en forma tripartita no deja de impresionar por su luminosidad y poesía melancólica, siendo el oboe el responsable de dar argumentos a esa poética melódica y que remitiría a una tonada bohemia, con un intermezzo central que eleva el grado de intensidad y fluidez que respira un aire tibio, dejando entrada al Allegro gioccoso, non troppo vivace, cuyas tintas recaen en la pujanza de la masa orquestal, posible estilo beethoveniano, en un reparto alla pari, entre nuestro solista y la orquesta que se decide por marcar la pauta camino de la conclusión por su tono heroico y de zingarismos tomados de la tradición recibida. Un concierto brahmsiano riquísimo y de intuiciones geniales desde el punto de vista de la técnica violinística, lo que le convierte en obra inmortal también por el tratamiento de la orquesta.

Beethoven-Sinfonía nº 5, en Do m. Op.67-, impulsiva, ominosa y fatídica, nacida entre el arrebato creativo de algunas de sus sinfonías, aunque más unificada en su creación, cuya esencia de tal unidad, se trasmite por la simpleza propuesta por el tamborileo de cuatro notas en un ritmo primario, un ritmo que saturará ese primer tiempo, regresando al final con diferentes apariciones. Su amanuense Anton Schindler, el detalle confesado sobre la cita: Así llama el destino a la puerta, con la que siempre estuvo obsesionado, aunque Schindler era un mentiroso compulsivo y las dudas quedarán como un acertijo sin más, a pesar de que era un músico serio y perspicaz, por lo que la leyenda termine aceptándose como realidad posible Un Allegro con brío, algo similar a la acción del Destino de un individuo ante una acometida que no puede rechazar sino tan solo soportar. Lo conciso del material exhibe desde el primer gesto esa imperdonable explosión que contribuye a sentir la energía a partir de las armonías más simples, asediándonos por esa musculosa cualidad de actitud primaria, prestando cuerpo al elemento de las cuatro notas de marca a modo de íncipit, un patrón de cadencia universal como recurso universal del Destino para remitirnos al despliegue de energía que presenta al héroe simbólico.  El Andante con moto, humildemente escala con un tema dulce reclamo de consuelo gracias a los aspectos que le aproximan a Haydn, dentro de una estructura de la variación que se configura entre dos temas, un tiempo recibido in medias res a partir del cantarín tema de los chelos como un oasis de consuelo. Su primer tema fue esbozado como Andante quasi minueto, a pesar de su apacible encanto logrando el chelo una configuración extraña. El Allegro que enlazará con el Allegro final, quedan en realidad fundidos en un grandioso fresco arquitectónico, recreando en lo posible una sensación de continuidad entre prodigiosas intuiciones, con un anuncio que gravita entre pizzicati y arpegios. Un posible pequeño caos se traduce en forma de Scherzo, entre murmullos de bajos, asomando un trío jovial elaborado por terceras descendentes, con guiños de perfiles farcescos en manos de contrabajos, dejando a  la música en caída súbita por una misteriosa textura de cuerdas y vibrantes timbales. El Allegro finale, resulta una triunfante recomposición del primer movimiento, sin ese fatídico monorritmo pero bajo la amenaza de la implacable intensidad (aunque ahora jubilosa por su intensidad). Los materiales del Primer y del Último movimiento, son los mismos. El motivo rítmico primario está al principio envuelto en escalas que se proyectan hacia arriba. El motivo principal del movimiento es una figura ascendente de tres notas, profetizado en el tema de los metales del segundo movimiento

Ramón  García Balado

15/10/2024

Alena Baeva, violinista para Karol Szymanovski

Santiago de Compostela - 3/10/2024

Apertura de temporada con la Real Filharmonía de Galicia y su titular Baldur Brönnimann en el Auditorio de Galicia destacando como solista Alena Baeva, en el Concierto para violín y orquesta nº 2, Op. 61, de Karol Szymanovski, al que se añadía Las constelaciones brillan, obra que observa esa inmensidad inaccesible, y con un apoyo de una proyección como telón de fondo de la compositora en residencia Raquel García-Tomás y la Sinfonía Fantástica, de Héctor Berlioz.  

Raquel García- Tomás, tiene fundamentos en el Royal College of Music (Londres) y en el capítulo de su evolución creativa, nos dejó obras que le facilitaron ocupar un primer plano en la actualidad como Je suis narcisiste;DIDO, reloaeded; Go Eneas Go! o la obra sinfónica Las constelaciones que más brillan, que encabezaba el programa del día, y el Cuarteto para cuerdas, estrenado por el Cuarteto Quiroga. Recordamos su presencia en las Xornadas de Música Contemporánea 2022, Poñer o foco, con su pieza Tiempo suspendido, incluida en el ciclo de la JONDE FOCUS (2015/18)., dirigido por Fabián Panisello. Junto a obras de Elena Mendoza, Georgina Derbez, Ramón Humet y Nuria Giménez

Alena Baeva, interprete eslavo- tártara, tuvo como maestros a Olga Davidova, Eduard Frach, Boris Gerllusky, recibiendo asesoramientos de Mstislav Rostropovich y Shlomo Mintz, mostrando preferencia por los géneros camerísticos con artistas como Yuri Bashmet, D.Kashsimeto, Jean Gualney- Queiras y en particular con el Balcea Quartett, grabando registros para el sello Alpha Classics, disponiendo en la actualidad y por cesión, de un ex -Williams Kroll, Guarnieri del Jesu (1738). Para ella compusieron obras  Bacewiz, Karaev, Karlowicz o V. Jarowki. Para el bis del concierto, Capriccio polaco de Gracyna Bacewicz, tras un tratamiento espectacular del mismo.

Karol Szymanovski (1882/1937), trasciende en sus entrañas la inmensa influencia del tardo- romanticismo en parte exacerbado por el ruso A. Scriabin, aunque su posicionamiento artístico resulte más moderado, como comprobamos en obras como este segundo concierto para violín. Alejado estará del peso de Prometeo (Scriabin), con todo, se observará cierta huella en la primera época, reflejada en partituras como la Primera sinfonía y la Segunda sonata para piano. Desde 1914 y por su contacto con las vanguardias occidentales, desde Viena a Berlín o Italia, supondrá un cambio en la evolución de su estilo. La confluencia con el impresionismo será un jalón determinante, consecuencia de los resultados de la Primera Guerra Mundial, que redundará en su paisaje interior con obras como las danzas del Rey Roger, los Cantos de amor de Hafiz o Mitos. La ópera Rey Roger, será un reconocible legado testimonial y de ella nos queda memoria por la producción ofrecida hace unas temporadas, en el Teatro Real de Madrid, ópera en la que se concitan elementos cercanos a un oratorio. Su cantata  Demeter, será el puente de encuentro con esa ópera.

El Segundo concierto para violín y orquesta Op. 61, se convirtió en uno de sus trabajos finales, englobado en esa presencia permanente de un folklorismo imaginario, el mismo que hallamos en el ballet Harnasie, vagamente en las Mazurkas, para piano. Paul Kochanski había sido el dedicatario del Primer concierto para violín, este segundo arriesga menos en su proyección y osadía temática, comenzando con una entrada de la solista que expone su poderío expresivo en su dimensión más loable, gracias a la serie de notas que se entrelazan entre sí mismas imponiendo sus argumentos propiamente idiomáticos y que tendría respuesta en un pasaje expresado por una trompa. La violinista en un detalle de medida precisión, recordaría motivos y frases que evocarán el Concierto precedente, permitiéndose una ostentosa exhibición de un virtuosismo acentuado gracias al insistente manejo de las dobles cuerdas, permitiendo a la orquesta un protagonismo a la búsqueda de un claro equilibrio. El Andante sostenuto, plagado de un intenso lirismo, preparaba sutilmente la entrada del Poco più messo, abocado con poderío a un crescendo/acelerando, hasta un tutti afirmativo e intenso que sigue las directrices de la cadenza, escrita por Kochanski. El tiempo Allegremente, vivo y persistente por su despliegue, planteaba en su despliegue un aire popular, que con una soltura que nos aproximará a Stravinski.

Berlioz y la Sinfonía Fantástica, claro paradigma de su tratado teórico prendido por el sentido de la idée fixe que persiste en toda la obra ya desde la primera versión que falseó el juego que la misma nos proponía especialmente en la Marcha al suplicio, Es la mujer ansiada quien proponga esa idée fixe, en una pasión desbordante haciéndonos sentir físicamente la transformación de un sueño idea y una obsesión vehemente. El joven músico permeado por la irresistible entrega se manifiesta en Ensueños y pasiones, embriagado por los efectos causados por el opio en un delirio inevitable, el mismo que manifestará en otras de sus obras, siempre pendientes de ese elemento expresado por la idée fixe, ya desde el Largo en calidad de sueño melancólico procedente de una tema tomado de otra idea de la Romanza de Estela, una melodía vagamente sincopada sobre acentuaciones rítmicas para enlazar con el Allegro molto agiatato e appasionato assai, trazado por los violines, reafirmando esa idée fixe. Un tema pasional y entregado dentro de un espacio de variaciones y trasposiciones que dramatizan la situación del tempo. Aspectos que a lo largo de la obra, acentuaría Baldur Brönnimann

La  escena de El Baile, en medio del gran arrebato festivo, no deja de ceder a la pujanza persistente de esa idée fixe, marcado en concreto por el motivo de un vals de suma elegancia y que no reniega de su condición de scherzo, dentro de una impresión irreal y vaporosa, en el que las arpas resultan clave en su evolución expresiva con una brillante coda que se sobrepone al conjunto de la obra, gracias a los recursos expresivos de esas arpas. La escena en el campo (Una noche de verano), se mantuvo dentro de los condicionamientos obligados expresados por la citada idée fixe, con un talante pastoril que otorgaba argumentos a este tiempo marcado por la contundencia de una tormenta y el trueno lejano. Una extensa melodía de cuerdas, expresaba la ensoñación de ternura como manifiesto de la esperanza del joven compositor, pendiente en su imaginación de la persistencia de esa joven amada. Chelos y fagotes, añadieron detalles expresivos con respuesta de un tutti, sobre nuevas variaciones ejecutadas sobre la melodía precedente, entrando en juego violines y violas, en pizzicato.

La Marcha al suplicio, el delirio de un amante al que conducen al cadalso, resultaba el golpe fatal y un cambio sorprendente, soportado por el peso de dos temas densamente contrastados en lo relativo a clima y estilo. Un vértigo sin fin que podrá figurarán la angustia de las pesadillas infantiles para llevarnos a una fanfarria de maderas y metales, en un tutti obsesivo que definía esa Marcha al suplicio, enmarcada por una idea de guardia que el autor había escrito para la ópera inacabada Les francs- Juges, con una melodía de clarinete que recupera la idée fixe. El ensueño de una noche de Sabbath, cerrando el círculo onírico, entre ruidos ajenos y persistentes, y otras impertinencias nos descubrieron a nuestro protagonista/músico asistiendo a sus exequias durante el Sabbath, con la súbita intemperancia de la idée fixe, arrastrada hacia una orgía temible mientras asistía a a la  ceremonia lúgubre, acentuada por la melodía del Dies Irae, una redundancia para ese final de la Sinfonía fantástica, siempre subyugada por los sahumerios del opio. Habremos asistido a los aullidos remarcados por trombones; los toques de campana; el motivo de danza del Sabbath y la apoteosis sonora del final.

Ramón García Balado

 

Alena Baeva

Real Filharmonía de Galicia / Baldur Brönimmann

Obras de Raquel García-Tomás, Karl Szymanovski y Héctor Berlioz

Auditorio de Galicia, Santiago de Compostela

 https://www.ritmo.es/auditorio/critica-alena-baeva-violinista-para-karol-szymanovski-por-ramon-garcia-balado

14/10/2024

Imaginarium: Quimeras e fantasías del imaginario barroco, por El afecto ilustrado en el VI Ateneo Barroco

 Igrexa da Universidade, Santiago de Compostela



Conclusión del VI Ateneo Barroco en la Igrexa da Universidade con El Afecto ilustrado- martes día 15, a las 20´00 h.- grupo integrado por Adrián Linares- violín y dirección-, Alejandro  Marías- viola da gamba- y el clavecinista Alfonso Sebastián, en una selección de piezas que van desde G.Frescobaldi, A. Bertaldi, H. I. Franz Biber, a Dixter Buxtehude, J.H. Schmelzer, P. F. Böddecker y Johannes Jacob Walther.  Adrián Linares es director del grupo y fue alumno de P. Graffin, Stefano Pagliani y Joaquín Palomares, llegando a ser miembro de la NSJO (Joven Nacional Holandesa) y de la Gustav Mahler Jugendorchester, siendo dirigido por maestros como Colin Davis o Myung-Wun- Chung. Colaboró con los hermanos Capuçon, Thomas Hampson, Nikolaj Znaider o Susan Graham. Profundizó en temáticas históricamente ilustradas con Johaness  Leertouwer, F. P. Antoinette Lohmann, Amandine Beyer y Emilio Moreno. Entre otras agrupaciones de referencia, aparecen L´Apotheose Ensemble, Divino Sospiro, Camerata Boccherini, La Ritirata, Harmonia del Parnas o el Ensemble Allettamento. Desde 2014, es violín segundo de la OSG.

Alfonso Sebastián, clave, tuvo como maestros a Claire Levacher, Jan Willen Jensen, Gustav Leonhardt. Lars Ulrik Mortensen, Jacques Ogg y Paul Badura-Skoda y en fortepiano a Patrick Cohen. Fue invitado como director en diversas orquestas y llevó a cabo registros con obras para dos claves de L.Boccherini y conciertos españoles para clave y orquesta, con Silvia Márquez, y La Tempestad; el Miserere de Nebra, con Los Músicos de su Alteza; villancicos de J.R. Samaniego y la ópera Aumenta el valor, de Nebra, además de oratorios de Carisimi, L. Rossi, para el sello Alpha

El gambista Alejandro Marías, domina el chelo y la viola. Tradujo obras de Quantz, y  un tratado de K. P.E. Bach (Dairea, 2016).igualmente el chelo y la viola, tras estudiar con María de Macedo, Enrique Correa, antes de seguir en Francia para especializarse en repertorios historicistas, cursando en Suiza en la Haute École de Musique de Gèneve, masters de conciertos de chelo barroco y viola da gamba, con Bruno Cocset y Guido Balestracci y con maestros como Christopher Coin, Philippe Muller o Claudia Bohorquez o gambistas como Wieland Kuijken, J. Savall, Marianne Muller o Hille Perl. Ejerce la docencia en Sevilla y es director del grupo La Spagna y colaborador de Zarabanda, compartiendo experiencias con el Cuarteto Francisco de Goya.

Imaginarium presume una renovada visión de la música partiendo de los géneros instrumentales encuadrados en el Stilus Phantasticus que procura redefinir las  formas melódicas hacia una refrescante innovación de esas características expresivas, ancladas en patrones tradicionales, en una acuciante necesidad marcada por la imposición de nuevos giros armónicos y matizaciones en cuanto a las urgencias perceptibles en esas evoluciones melódicas. Para idea, los compositores elegidos en este concierto. Se trata ya de despertar pasiones fomentadas por los afectos (amor, odio, angustia, dicha etc…) Affektenlehre, en términos  de definición y que ocupa un amplio espectro entre los siglos XVII y XVIII . Compositores como Girolamo Frescobaldi (1583/1643)- Tocatta per spineta e violino-, aunque no inauguró las formas instrumentales, llevó a grado sumo las vigentes en el momento desde la toccata, la canzona, los capricci, ricercare, fantasias o variazione y extendió el uso de construcción ternaria a cinco, seis o siete secciones, caracterizadas por compases diferentes, con un acercamiento a la importancia concedida al órgano y el clave. Antonio Bertali (1605/1669)- Sonata a 2 per violino e viola da gamba-, nacido en Verona para acabar sus días en Viena, se había establecido en la corte imperial en la que fue maestro de capilla, a partir de 1649, quedando como digno representante en la historia de la música austríaca, destacando por la composición de óperas, oratorios y cantatas, introduciendo las maneras y modismos de los estilos venecianos, siempre a la procura de la teoría de los afectos tan pujantes, siendo su música instrumental un puente para la impregnación en las formas de canzone o las sonatas en trío. Se han conservado algunas de las aproximadamente 600 obras que compuso.

 Heinrich Ignaz Franz von Biber- Sonata representativa en La M.- , compositor del que ya tuvimos noticia hace un par de temporadas en Ateneo Barroco por las emblemáticas Rosenkranzsonaten (Sonatas del Rosario) en interpretación de MUSica ALchemica- Andrew Ackerman, Daniel Oyazábal y Lina Tur Bonet-, había sido un violinista de los que dejan memoria y en especial por ese compendio que supuso la citada obra, un músico que trabajó en la corte del Príncipe Johann Seyfrid von Eggenberg, en Graz, antes de seguir en Kromeriz- lugar en el que se conservan esas sonatas- y en donde estuvo al servicio del obispo Karl Liechestein-Kastelkorn, antes de continuar desde 1670, con el arzobispo Maximilian Gandolph von Kuenburg, en Salzburgo. En lo estilístico fue un maestro en las posibilidades de ampliar fronteras. Dietrich Buxtehude (1644/1707)- Trio Sonata en La m. BuxWV 272-, un músico apreciado por la calidad e importancia de sus suites, siendo una figura fundamental después de H. Schütz y, quedará como superior a sus contemporáneos en los géneros tratados de músicas más diversas, resultando especialmente apreciado por su individualismo que comenzará a crear estas perspectivas que supondrán un nuevo eslabón en el futuro de las formas barrocas, proponiendo modelos a partir de las Symphonies sacrae, de Schütz o las primeras cantatas de J.S. Bach. Igualmente la música para órgano tendrá una importancia fundamental, basándose en músicos como J. J. Froberger. Johann Henrich Schmelzer (1623/80)- Sonata en La m. il cu-cu-), violinista y compositor austriaco, fue miembro de la capilla imperial de Viena, a partir de 1649 y pasó a vicemaestro (1671) y luego a m.c. (1679), figura entre los violinistas más prestigiosos de su época y contribuyó ampliamente a la formación de un estilo musical nuevo, original en Austria y en Alemania del Sur. Sus obras, interpretadas aún hasta mediados del XVIII, incluyen música para iglesia, ballet y varias colecciones impresas de música instrumental, en particular sonatas para violín.

 Philippe Friedrich Böddecker (1607/1683)- Sonata en Re m. per il violino-, perteneció a una familia de músicos de Alsacia, y fue bajonista y organista en Darmstadt, y a partir de 1634, organista en Frankfurt. El 1643, fue reclamado para ayudar a Christian Thomas Walliser, sucediéndolo como organista y m.c., para seguir desde 1652, hasta el final de sus días como organista en Sttugart, donde era muy estimado a pesar de sus problemas con otros músicos del entorno.

Johannes Jacob Walter (1650/1717)- Scherzo d´ augelli con il cu-cu-, compositor y violinista alemán con estudios en Italia, y fue primer violín en la corte de Dresde, en 1674, y secretario en la corte electoral de Maguncia, sin obligaciones musicales. Fue uno de los violinistas alemanes de mayor reputación, y publicó Scherzi da violino solo con il bc anche con una viola o leuto y Hortulus chelicus uni violino duabus, tribus et quatuor subinde chordis simul sonnatibus.

Ramón García Balado

Da Praza da Música a Rosalía de Castro con la Banda Municipal, en el Teatro Principal

  Teatro Principal, Santiago de Compostela Concierto de la Banda Municipal dirigida por Casiano Mouriño Maquieira en colaboración con Cant...