23/09/2023

¿Música o matemáticas?: Claves para resolver en el MUNCYT dentro de Espazos Sonoros

 MUNCYT (Museo Nacional de Ciencias y Tecnologia). A Coruña

Espazos Sonoros se despide en clave de sorpresas en el MUNCYT (Museo Nacional de Ciencias y Tecnología, de A Coruña)- domingo día 24, a las 12´30 h.-, con la participación del Grupo Instrumental Siglo XX, en colaboración con la intérprete de tecla, Erea Blanco-esta vez con espineta-, formación abierta en cuanto al número de miembros, a la que seguimos con frecuencia en convocatorias de proyectos de nuestro tiempo. Florian Vlashi, su director, había tenido como maestros en su Albania natal a V.Papa, R. Stefi e I. Madhi, en la Ac. de Bellas Artes de Tirana. Fue director solista de la O.S. de  Albania antes de trasladarse en 1992, a nuestro país, para integrarse en la OSG, mientras ampliaba conocimientos con G. Egger (Stuttgart Bachakademie, de H.Rilling); L.Múller (concertino de la Wien Chamber O.), siendo invitado a participar con primeras orquestas. En 1999, grabó el cd Andrés Gaos, integral de las obras para violín y piano, del compositor gallego.

El Grupo Instrumental Siglo XX, dinamizado por él, presta atención a un amplio espectro de repertorios que va desde los impresionistas a los expresionistas, la Segunda Escuela Vienesa; Bartók, Stravinski, Kodaly y lo más granado del momento, como pudimos comprobar en las Xornadas de Música Contemporánea de Santiago (2015), con obras de Manuel Rodeiro y Jesús González o el dedicado a la figura de Isaac Díaz Pardo, culminando la exposición As miradas de Isaac, en el Museo do Gaiás, con obras de C.López García-Picos, Octavio Vázquez, Paulino Pereiro y Juan Durán.   Erea Blanco Balvís, ourensana, tuvo como maestra a Alicia Alcayna, para seguir con Alejando Casal y en el Curso de Música Antigua de Daroca, que le abrirá las puertas a los magisterios de Olivier Baumont, Sara Ruíz, J.L. González Uriol, Silvia Márquez o Rafael Muñoz.  Para completar elenco en este curioso concierto, contaremos con Dominic Malec (violín), Rediana Lukaçi (chelo), y el viola Raimond Arteaga.

La música desde sus ancestros griegos como hilo conductor, en cierto aspecto para ubicarnos en contexto. Aquel término del que derivará el nombre de música- mousiké, a saber techne-, el arte de las Musas, definía en el siglo V a. C., no sólo el arte de los sonidos, sino también la poesía, la danza, en general los medios de la divulgación de la cultura, que se manifestaba y se difundía a través de ejecuciones públicas, en las cuales no sólo la palabra sino también la melodía y el gesto, tenían una función determinante. El compositor de los cantos para los festejos; el poeta que lo hacía en los banquetes o el autor de dramas, eran portadores de mensajes propuestos al público de forma atractiva y persuasiva, en lenguajes metafóricos y figurados.

Un programa para hoy, plagado de recovecos sorprendentes, partiendo de una selección de El arte de la fuga, de J.S. Bach, envolviéndonos en sus técnicas contrapuntísticas de la fuga, en la que por necesidad de concepto, diferentes instrumentos, basculan en un ejercicio de imitación a modo de posible rompecabezas. Trabajo difícilmente clasificable y fuera de época, con respecto al autor y hasta abstracto en la filosofía creativa en lo relativo a su creación, en lo que supone un ejercicio pensado como un trabajo teórico que no tendría constatación en sonidos. Sus problemas, en esta forma de enciclopedia teórica, surgirán por el hecho de haber quedado incompleta tras la muerte del autor, y hasta el título del conjunto quedará como de dudosa procedencia, llegando a especularse, entre muchas opciones, que fuese Karl Philipp Emanuel quien se responsabilizase de su edición.

W.A. Mozart con un posible estreno gracias a Juego de dados musicales, otro salto en el vacío, una aceptable duda en cuanto a su autoría, por lo que plantea en este ejercicio especulativo, en lo que propone como juego: una tirada al azar de dos dados que determinarán la propia selección musical que se traduce en 16 compases que componen cada una de las piezas. Estamos ante un período histórico, en el que la obsesión por la teoría de las posibilidades, recuperaba los principios teóricos formulados  por  Pierre Fermat o Blaise Pascal, hacia mediados del siglo XVII. Punto de mira hacia otro ilustre teórico como Athanasius Kircher (1602/80), que aporta una Pequeña suite (elaborada desde el Organum Mathematicum), aquel fraile jesuita, gran teórico y polografo, inventor por excelencia de artilugios, como la máquina para componer piezas que provenían de las normas armónicas y contrapuntísticas del momento. Su acólito Gaspar Schott, ampliará recursos en su trabajo Organum Mathematicum.

Jacobo Gaspar, la aportación gallega, dejará Rumor de frío III, en estreno, quien se aventurará a mayores con un arreglo personal de Smooth Criminal- otras latitudes en lo musical,  concretamente a partir de Michael Jackson (1958/2009). Una primera pieza, que responde a las demandas del programa, en lo que supone una indagación sobre las posibilidades físicas y acústicas del violín, antes de probar en la segunda pieza con los instrumentos electrónicos de arco.

Iannis Xenakis (1922-2001), pocos creadores tan en contexto por su profesión de músico e ingeniero, Mikka, pieza elegida, del año 1971, fue elaborada a partir de escalas en forma de glissando, generadas acústicamente por una computadora, un modelo e idea de música estocástica, en la que el azar resulta determinante. Pensemos en el Xenakis codo con codo con Le Corbusier, en esa carrera obsesiva entre la ingeniería y la música, distanciándose de los determinismos del serialismo imperante, para el griego, era preciso cambiar la mentalidad creadora y la auditiva y entre sus fundamentos teóricos, podremos recurrir a su tratado Théorie des événements en chaine; de su proyecto con Le Corbusier, quedará el pabellón Philips, en la Exposición belga de 1958 y desde sus comienzos, destacará por la incorporación del universo sonoro al científico.

Georg Crumb (1929/2020), la pieza God (para chelo y copas de cristal Black Angels), músico renovador y que también se apoyó en el magisterio de Arnold Schönberg, en los detalles puntillistas de los que acabará distanciándose, hacía propuestas de lenguajes panteístas y variados, incorporando instrumentos poco frecuentes a los que se añadirá la voz en un tratamiento de recursos imprecisos, en lo relativo a su puesta en escena. Crumb, entre otros aspectos, descubrió a Federico García Lorca, creando un ciclo que se convertirá en referencia en los Estados Unidos y que tendrá como bandera el impresionante Ancient Voices of Children (1970). Black Angels  (Thirteen Images from Dark Land), será composición que contribuirá a su grandeza como compositor.

Ramón García Balado

   

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