11/01/2024

Juanjo Mena dirige a la OSG, en la Sinfonía nº 9 en Re m., de Anton Bruckner

 Palacio de la Ópera, A Coruña

Juanjo Mena, director de confianza de la OSG, con la  Sinfonía nº 9, en Re m. de Anton Bruckner- días 12 y 13, a las 20´00 h.-, tras haberle tenido con nosotros la primavera pasada, abordando el Concierto para violín de Britten, con James Ehnes; Scapino (Comedy Overture), de William Walton y la Primera sinfonía de Edward Elgar. Mena, prestigiado director  que tuvo  como maestros a Sergiu Celibidache además de seguir las docencias de C.Bernaola y E. García Asensio, gozando de una notable trayectoria desde los comienzos que ayudaron a proyectar su carrera con formaciones que van desde la Berlin P.O. a la Nacional Danesa, la Tönhalle Zürich, la ONE, la BBC P. O, con la que estuvo siete años, colaborando en el Royal Albert Hall y los Proms BBC; la O.S. de Bamberg, la O.F. Bergen, los teatros Carlo Fenice (Genoa) y alla Scala; y un período de orquestas americanas que comenzaría con la de Baltimore. Entusiasta de la ópera, dejó huella en el Teatro Real- Juana en la hoguera (A. Honneger), o La demoiselle élue (Debussy), que se añaden a títulos como Elektra (R.Strauss); La vida breve (M. de Falla); Billy Budd (B.Britten); Der fliegende Höllander (R. Wagner); Le Nozze di Figaro (Mozart) o Fidelio (L.v. Beethoven). Entre sus registros contamos con la Sinfonía nº  6, de Bruckner, con la BBC P.O, para el sello Chandos. En 2017, recibió el Premio Nacional de Música.   

La Sinfonía nº 9, en Re m. A 124, de Anton Bruckner, obra inconclusa parece dejar constancia de su verdadero valor testimonial y particularmente en su tercer tiempo Adagio, obra que en su resumen tendrá el beneplácito con la presentación vienesa del 11 de febrero de 1903, bajo la atenta observación de Ferdinard Löwe, a pesar de las insalvables alteraciones persistentes a la que era proclive el autor, apurado por las obsesiones neuróticas que fueron un auténtico suplicio a lo largo de su vida. Deryck Cooke, perspicaz estudioso de su trabajo, aceptaba que la obra quedó en tal situación- con la falta de un Finale previsible), y su publicación habría de esperar 38 años, antes de la primera de 1903, por Doblinger (y después por Eulenburg, Peters y Universal), una versión y orquestación para su primera interpretación de la obra en aquel año. Una primera partitura enteramente falsa y que la posteridad no utilizará. La propia del autor, se dio a conocer por la Bruckner Societät, editada por Alfred Orel y la edición Nowak que le siguió, es una reimpresión idéntica a las planchas de Orel, salvando la corrección de algunas erratas.

Para la actualidad pues, se recurre a la Originalfässung, salvando problemas de interpretación crítica y en lo relativo a aquel posible Finale de conclusión, no vendrá muy al caso ya que a partir de bocetos dispersos, nos atendremos a los cuatrocientos  ochenta compases, poco sentido hubiese tenido cualquier especulación sobre este tiempo, bastando para mayor certificación testimonial con ese Agadio (Sehr langsam, feierlich). Aquel Finale que deseaba obsesivamente terminar en medio de agobiantes problemas de salud y que dan idea de lo que buscaba en medio de súbitos arrebatos místicos. La muerte le sorprendió y en sus exequias, celebradas en la Karlskircher, el 14 de octubre de 1896, se interpretaron en su homenaje su obra Germanenzung, llamada In Odins Hallen ist es licht y Libera, de Herbeck, además de la letanía de Schubert Para el día de las almas. Hans Richter, con un grupo de metales de la Viena P.O, ofreció el Adagio fúnebre de su Séptima sinfonía, en memoria de R.Wagner. Una sinfonía que, en conjunto, es un Adiós, merced a los abundantes recursos de obras precedentes: Kyrie y Missere, de la Misa en Re m; Benedictus, de la Misa en Fa; detalles del Final de su Quinta sinfonía en Si b M. e inspiraciones sobre pasajes plenamente admitidos.

Feirelich, Misterioso (Solemne y majestuoso), a caballo de tres temas a partir de un primero extenso, reafirmado por ocho trompetas in crescendo, para acentuar la idea fundamental en un tutti fortissimo en acordes descendentes, cediendo a un pasaje en piano de cuerdas densamente expresivo, manifiesto de la voluntad claramente bruckneriana, al que responderán las trompetas con voluntariosa actitud de respuesta. El desarrollo se reparte entre ideas en un posicionamiento de crescendo, tal cual podemos esperar, dentro de un continuo de pulso obsesivo y que en los metales alcanzará la característica dimensión de apabullantes dimensiones sonoras.

El Sherzo (Bewegt, lebhatf), en sus términos se define y propicio para el espacio que ocupa, tal cual había hecho en la sinfonía anterior, un Scherzo sobrecogedor por su actitud igualmente testimonial que con seguridad impacta al oyente con su impacto masivo y la recurrencia a motivos tenebrosos, una aproximación al abismo- nueva idea de esas persistentes obsesiones, más aún a la altura de sus vivencias emocionales en ese período final de su vida-, en realidad, una confesión apocalíptica que consigue trasmitirnos sin el menor reposo imaginable, que la serie de pizzicato de cuerdas confirman entre figuraciones de una flauta, con un trío leve y risueño.

El citado Adagio (Sher lagsam, feierlich), lento y preciso, responde a tantas obsesiones ocultas que jamás serán desveladas, pero que alcanzar ese cometido ansiado, resuelto por la propia tonalidad utilizada, Mi M. (aunque quedase un boceto fechado en 1890, en Si M.) y dentro del marco previsible de un Rondó que se aleja de la previsible forma sonata, ya desde los primeros matices de un tema que se reparte en distintos elementos, con un salto de novena de talante quejumbroso, en manos de las cuerdas a las que responden las trompas. Un tema propicio, llega con el pasaje Abschied von Leben (Adiós a la vida), en el la tubas responden en calidad de coral, preparando otro grupo temático de dos ideas y que concluirán en el esperado tutti que abarca la amplitud cromática de dimensiones místicas.

Ramón García Balado

05/01/2024

Fernando Buide del Real estrena el órgano Johannus, de la Igrexa de San Fernando

 Igrexa de San Fernando, Santiago de Compostela


 Presentación de un nuevo órgano en nuestra ciudad, un Johannus modelo Rembrandt 350, en la Igrexa de San Fernando- sábado día 6, a las 21´00h.-, en el que el compositor e intérprete compostelano incluirá en programa el Preludio y fuga, en La m. BWV 543, de Johann S. Bach; el Coral nº 1, en Mi M. de Cesar Franck; Dieu parmí nous, de la Nativité du Seigneur, de Olivier Messiaen y de su propia firma O Sacrum convivium y Comunión. Fernando Buide en calidad de organista, tuvo presencia en las actividades del Compostela Organum Festival (2011), y en el Festival de  Músicas Contemplativas en una de sus ediciones, acompañado en cuarteto por solistas de la RFG además de su participación en las Xornadas de Música Contemporánea de 2013, presentando Eupalinos en estreno junto a obras de Paul Hindemith y un arreglo de la Cuarta Sinfonía de Gustav Malher, en interpretación de la JONDE dirigida por Joan Cervero y la soprano Mª. José Moreno.  Mayor relevancia tuvo su presencia con la ONE, en un concierto dirigido por Diego Martínez-Etxevarria, contando como solista de órgano a Juan de la Rubia, merced a un encaro de la misma  que estrenaba su Concierto para órgano y orquesta, en el Auditorio Nacional, en una sesión que incluía Hymne pour grande orchestre, de Olivier Messiaen y la Sinfonía en Do, de Paul Dukas.

Buide del Real, compositor en residencia entonces en la Real Academia de España, en Roma, se había formado en Yale (en donde se doctoró) y en la Pittsburgh University, en la triple faceta de compositor, pianista y organista, pasando por las docencias de  Leonardo Balada, Martin Bresnick, Ezra Laderman o Anton Kernis, en composición, y Lidia Stratulat y Tsiala Kvernadze, en piano, completando en órgano con Antonio Díaz Corveiras y Donald Wilkins.  El Concierto para órgano citado, nacía pensado para el ilustre organero G. Grenzing y su órgano del Auditorio Nacional, pieza que partía de un pequeño tema que remitía al repertorio del órgano barroco ibérico, una de las tradiciones organeras en las que se basa el de Madrid y que sabría destacar una serie de variaciones sin solución de continuidad ; una suerte de narrativa fantástica que no excluía momentos más impetuosos del instrumento, explorando registros particulares, desplegando los diferentes registros del órgano.

Johann Sebastian Bach con el Preludio y fuga, en La  m. BWV 543, el perfeccionamiento de la forma que sería fruto de su etapa en Weimar  (1708/17), comenzando por el Preludio que observa asperezas de una línea melódica de cromatismo descendente y que para estudiosos como Basso, podría datar aproximadamente de 1709. En la fuga, las amplias proporciones se fundamental desde un solo tema, conservando en duda la cronología del tiempo que podría llegar a los años de Leipzig. Puede tratarse de un arreglo de una pieza de clave, la Fuga en La m. BWV 944, aquí reforzada en lo organístico por medio de un enganche de la polifonía y el juego del pedal. A pesar de su origen, el resultado queda como una página de lograda homogeneidad, gracias a las proporciones medidas por el compositor, encontrándose amplias secuencias de igual número de compases. El estilo temprano de Bach, procede de manera clara de la escuela de Alemania del Norte, en particular de D.Buxtehude, al que siempre admiraría con devoción y reconocimiento, un primer tramo en el conjunto de sus obras para el órgano, en el que se incluye esta pieza.

Cesar Franck (1822/90), con el Coral nº 1, en Mi M., maestro de origen germánico aunque nacido en Lieja y asentado en París, muy unido precisamente a esa escuela francesa sin llegar a recibir el justo reconocimiento merecido, siempre condicionado por una presión paterna que pretendía enfocarlo hacia el piano. En el Conservatorio parisino, confirmará sus preferencias por el órgano, preparando su candidatura al gran órgano Cavaillé-Coll, de la iglesia de Santa Clotilde de París, puesto que ocupará a lo largo de tres décadas, como miembro de la Société Nationale de Musique, ayudando a consolidar las carreras de futuros maestros, actualmente apreciados y respetados, músicos como Ernest Chausson, Henri Duparc o Vincent d´Indy. Obras por excelencia, serán el Preludio, coral y fuga o el Preludio, Aria y Final. La obra en programa se reparte entre la Fantasía, la Pastoral y el Preludio, fuga y variaciones. Rica en contrastes en sus distintos pasajes, desde una exposición en siete períodos que enlazarán con una serie de variaciones y reexposiciones de notable contenido gracias a la importancia marcada por las combinaciones en un lenguaje armónico y el valor del tratamiento temático. Obra dedicada a Eugenio Gigout.

Olivier Messiaen, con la pieza Dieu parmi nous, de La Nativité du Seigneur, compositor que fascina Fernando Buide, y que se ofrece en una página de juventud estrenada en Grenoble y que reúne un conjunto de pequeñas piezas que se inician con La vierge et l´enfent, para completar con Les Mages  y esta Dieu parmí nous, estrenada por Jean Jacques Grünenwald; del resto de las piezas, se haría cargo Daniel Lesur y Jean Langlair. Una idea de lo que con el paso de los años, serán Las Veinte miradas sobre el Niño Jesús, de mayores dimensiones y ambición. Messiaen, había seguido las escuelas de Paul Dukas, Maurice Emmanuel y especialmente de Marcel Dupré, en el estudio para órgano, logrando un primer reconocimiento por su obra El Banquete celeste gracias a la riqueza ambigua de la escritura (los modos de trasposición limitada), auspiciada por una sensualidad tanto melódica como armónica y destacando un ideario casi místico. El Olivier Messiaen, que fue miembro activo en la creación del grupo Jeune France.

Ramón García Balado                                                                                       

04/01/2024

Iria Folgado: Ecos de Breogán a partir del oboe

 Ecos de Breogán en Poliédrica


  La oboísta e intérprete de corno inglés Iria Folgado presenta su registro discográfico a partir de cinco compositores que se inspiran en folklores de arraigo reconocibles y para tal experiencia se acompaña por las violinistas Sara y Raquel Areal, el viola Héctor Cámara y el chelista Iago Domínguez, quienes con ella colaboraron en el certamen  estival Música no Claustro, de Tui. Ecos de Breogán- trabajo para el sello Poliédrica- , responde a esas inquietudes compartidas en común, animadas por la oboísta que ejerce como solista de la Berlin Konzerthaus Orchester, que dirige Joana Mallwitz, con la que puso en atriles el Concierto para piano de Ravel y la Sinfonía Fantástica de Berlioz. Fue alumna en la EAEM, de Christina Dominik y en Alemania, de Dominik Wollenweber, en la Hochschule für Musik Hanns Eisler, tras recibir becas de la Fundación Alexander von Humbolt. Entre 2019/21 se integró en la Karajan Akademie, de la Berliner Philharmoniker, llegando a ser dirigida por Sir Simon Rattle, K. Petrenko, Ivan Fischer, Andris Nelson o Daniel Harding. Con la Symphony Orchestra, dirigida por Zubin Mehta, realizó una serie de giras que ampliaran las ofrecidas con la European Fhilharmonic, dirigida por Charles Dutoit y con Martha Argerich como solista.

A comienzos de los años 30, el oboe tendrá un renacer como instrumento solista en las convocatorias de músicas camerísticas en el Reino Unido, siendo en cierto modo Walter Willson Cobbett, un avezado industrial quien haga posible la composición de las dos primeras obras que tenemos en el cd, la de  Benjamin Britten y la de Elisabeth Maconchy. Britten por el Phantasy Quartet Op. 2, obra juvenil, para oboe, violín, viola y chelo (1932), pensada para el oboísta Leon Goosens y el International String Quartet, modelo del arte de combinar dos estructuras musicales regularmente enfrentadas y que se condensan en  un movimiento único. En su evolución, un Andante alla marcia hacia un Allegro giusto que se resuelve en el Andante inicial, preparando la recapitulación en Allegro de sonata y una coda sobre Tempo primo. Un aire de ofuscamiento propuesto por las insistentes sutilezas y en las que bastante tienen que decir el manejo de las tonalidades. Excelente argumento para la presentación de credenciales de Ecos de Breogán.

Leon Goosens, el oboísta (1897/1988), había sido el genuino creador de una escuela de referencia en la música de cámara tras abandonar la orquestal y sus compañeros de confianza fueron George Malcolm y Yehudi Menuhin, recibiendo el reconocimiento de compositores que le dedicaron obras, entre ellas: Elgar-Soliloquy-; Vaughan-Williams- Concierto para oboe-; esta fantasía citada; Cooke- Cuarteto para oboe y cuerdas-; su hijo Eugene Goosens-Concierto para oboe, además de la Sonata para oboe y piano, de Paul Hindemith.

Elisabeth Maconchy (1907/94), aparece con el Quinteto para oboe y cuerdas (1932), en sus tres movimientos claramente deudores de esas herencias: Moderato; Poco sostenuto y Allegro non troppo. Piezas refrescantes y de un cuidado fraseo en su lectura, observando en el segundo una influencia perceptible de su maestro Ralph Vaughan- Williams. Período de importantes compositoras inglesas, en el que junto a ella, sobresalen Judith Weir, Thea Musgrave o Elisabeth Lutyens. El quinteto en programa, tuvo como solista a Helen Gaskell (1906-2002), con el Griller Quartet, que tendría registro fonográfico. Fue alumna de G. Holst y participó en los Proms con la Orquesta de Henry Wood, recibiendo la consideración de William Alwyn quien le dedicó una sonata para oboe y piano y un Concierto para oboe y arpa. Maconchy vivió unos años en Irlanda antes de trasladarse al Royal College of Music (Londres), siguiendo las docencias de Arthur Alexander o Charles Wood y continuar en Praga, con Erwin Schulhoff, descubriendo la obra de Bartok, Janacek y Alban Berg.

Ralph Vaughan-Williams (1872/1958), amplía horizontes con Six Studies in English Folksong (1926), para mantener el pulso requerido, obra en principio para chelo y piano, a la que añadirá corno inglés y cuarteto de cuerdas (labor de Robert Stanton), un espacio, el camerístico no muy extenso pero imaginativo y agudo, a través de los resultados mano a mano con Cecil Sharp, en labores conseguidas en las primeras Folk- Songs Society, fundada en 1903. La destinataria de la obra elegida, había sido la chelista May Mukle y en lo primordial,  nada tiene que ver con sencillas transcripciones, partiendo de un Adagio sobre Lovely on  the Water y un Andante Spurn Point. El Larghetto se apoya en Van Diemen´s Land; el Lento, nos lleva a She Borrowed Some of Her Mother´s Gold, y el Andante toma The Lady and the Dragon, para cerrar un Allegro sobre As I Walked over London Bridge.

Arnold Bax (1883/ 1953), añade fidelidades inspiradas en la poética de William Buttler Yeats, traducidas musicalmente en el Quintet for oboe and Strings (1922), en tres tiempos: Tempo molto moderato; Lento espresivo y Allegro giocoso. El renacimiento de aquella música inglesa ente los grandes nombres como Elgar, Delius, Vaughan- Williams o Holst a los que se añaden Frank Bridge, John Irland y Arnold Bax. El renacer de las raíces autóctonas fomentadas por las aportaciones irlandesas, contribuirán en gran medida a que en el conjunto de su legado, asomen formas y modismos que tendrán no menor reflejo en su música sinfónica. Una primera dedicatoria será la ofrecida a su colega de trayectoria, John Ireland, con la Primera sinfonía estrenada en el Queen´s Hall, dirigida por Albert Coates.

Fernando Buide del Real completa con el Adagio para corno inglés (2003/4). El compositor compostelano, tuvo a bien a través de sus compromisos y encargos obsequiarnos con obras como Pasaxes, en una sesión en la que también se escuchó Spitfire Preludio y Fuga, de William Walton o Paixase suspendida, junto al Concierto para orquesta nº 2 (2003), de James  Macmillan, del que fue solista Joanna Macgregor, en sus tres tiempos: Cumnock Fair; Shambards y Shamnation. Fernando Buide es autor de un Adagio para trío de cuerdas, nacido de la transcripción de un cuarteto de cuerdas completado en 2002, de sus años de estudios en Oviedo, cuyo segundo tiempo fue readaptado para violín, clarinete y chelo. Una visión que no modificaba su unidad formal, con una aproximación a las obras de Prokofiev y Shostakovich. Su pieza engarza en esta ocasión sin la menor duda con el planteamiento temático de Ecos de Breogán

Ramón García Balado   

 

21/12/2023

De Nadal, con la Banda Municipal, en el Auditorio de Galicia

 Auditorio de Galicia, Santiago de Compostela

Brincadeira

 
Concierto en el Auditorio de Galicia con la Banda Municipal dirigida por su titular David Fiuza Souto propicio para estas fechas- 22, de diciembre , 20´00-, destacando como obra de cabecera la Carol Symphony, de Christian Victor Hely-Hutchinson (1901/47). en el que tendremos como invitados especiales al Grupo de Danza Brincadeira, uno de los veteranos por tradición y experiencia. En programa, piezas como San Vicente, Muiñeira de Sabaxáns, Xota do Moscoso, el pasodoble de Catoira, la rumba de Seivane o la Suite de Trandeiras.  Repite con respecto a la semana pasada, Manuel Otero Paino, con la Coral e  fanfarría, después de haber escuchado Ápeiron, junto a obras de Fernando Buide, Ces Calvo y Xoan Montes con la Fantasía sobre aires galegos. Otero Paino, cuenta con una consolidada experiencia en los más diversos estilos musicales como es el caso del teatro y la danza, con el Grupo Pisando Ovos, además de colaborar en arreglos de obras como La historia del soldado de Igor Stravinski, dirigida por Joam Trillo, obras también como A gata con zocos; el corto fílmico Veleno, el compromiso Olladas sobre o Museo, para el Museo das Peregrinacións; Travesía do Alén, entre otras aportaciones de variado talante. Fue productor de Circo Pista 4, y en el espacio de jazz, otra de sus dimensiones, le llevó en sus comienzos a seguir el magisterio de Abe Rábade y Paco Charlín, un seguro para adentrarse en estas formas en las que parece asentado, dada su condición de arreglista, compositor e intérprete de trompeta.

Christian Victor Hely- Hutchinson (1901/47), es compositor británico con procedencia sudafricana (Ciudad del Cabo), y del que precisamente se destaca esta Carol Symphony, composición elaborada a partir de selecciones de los Christmas carols, y que para esta composición dejarán un resultado de cuatro piezas interpretadas sin solución de continuidad, en concreto, el resultado de esos villancicos tradicionales, se resumen en los tiempos O Come, All Ye Faithful; God Rest Ye Merry, Gentelmen; The  First Noel y Here We Come Awassiling. Nuestro músico había tenido su primera formación musical en Ciudad del Cabo, con el Dr. Thomas Barrow Dowling (1861/1926), organista de la Catedral de aquella capital, quien le descubrió los misterios del piano antes de su traslado a Inglaterra, que le convertirá en compositor británico.

A partir de 1910, ampliará conocimientos con el ilustre Donald Tovey, estudiando en la Heatherdown School, en las cercanías de Ascot, para proseguir poco después en el Eton College (entonces Buckinghamshire), preparando su ingreso que le llevará al Balliol College, perteneciente a la Oxford University, en donde también cultivará otras ciencias humanísticas, particularmente en Historia y en el Royal College of Music, disfrutará de la tutoría de Sir Adrian Boult (1889/1983), figura señera de la música inglesa, que dinamizó la vida musical de su tierra con estrenos de obras de Vaughan- Williams-Job, a masque of dancing-; Howells- concierto para cuerdas-; Williamson- concierto para órgano-; Paul Hindemith- Trauermusik- o Gerontius, de Sir Edward Elgar o la suite de Los Planetas, de Gustav Holst, por expresa voluntad del autor.

Tras viajes de ida y vuelta se asentará en Birgimgham, optando al cargo de director regional de la música de la BBC (1926), participando también como pianista en las programaciones, tomando la responsabilidad de la Midland Studio Orchestra, y ocho años después, se haría profesor de la Birginham University. En 1941, recibirá el doctorado de la Oxford University antes de volver a ejercer de nuevo en la BBC. Un curioso personaje que gustaba del uso de la bicicleta para sus traslados cotidianos. La obra en cartel es la más apreciada de su catálogo, a la que se añaden, el Preludio Solemne, en Sol M.; Three Fugal Fancies, para cuerdas; la Obertura para una pantomima; Suite Sudafricana; la opereta Hearts are Triumphs, o las Variaciones, Intermezzo y final.

La Carol Symphony, de 1929, remite a la tradición de los villancicos ingleses (carols), recuperados en un nuevo tratamiento en lo que resultará esta entretenida y atractiva composición. Podremos remitirnos a su tercer tiempo que acabará siendo utilizado como pieza independiente asimilada a los títulos de crédito del programa La Hora de los Niños, emitido por la BBC, en 1943 que se confirmará en la adaptación televisiva de 1984, de John Mansfield, titulada The Box of Delights (La Caja de las Delicias). Igualmente las variaciones sobre el carol The First Noel o la versión realizada sobre la canción El Búho y el gatito, de Edward Lear, llevada a registro por Elton Hayes en una trasmisión de la BBC Children´s Favourites. Su segundo tiempo, en forma de scherzo, bascula en el entorno de la pieza de inspiración God Rest Ye Merry Gentlemen, cercana a una obra de Balakirev y el Cuarto tiempo, alegre y distendido remarca el talante de la obra que fue ofrecida en los Promenade Concerts del Queen´s Hall, junto a obras de Edward Elgar, Vaughan- Williams y Percy Pitt, en 1929, bajo la dirección del autor, después de su estreno un par de años antes a finales de 1927, con Sir John Barbirolli con la Wireless Symphony Orchestra, embrión de la BBC Symphony Orchestra.

Ramón García Balado

Concierto en el Auditorio de Galicia con la Banda Municipal dirigida por su titular David Fiuza Souto propicio para estas fechas- 22, de diciembre , 20´00-, destacando como obra de cabecera la Carol Symphony, de Christian Victor Hely-Hutchinson (1901/47). en el que tendremos como invitados especiales al Grupo de Danza Brincadeira, uno de los veteranos por tradición y experiencia. En programa, piezas como San Vicente, Muiñeira de Sabaxáns, Xota do Moscoso, el pasodoble de Catoira, la rumba de Seivane o la Suite de Trandeiras.  Repite con respecto a la semana pasada, Manuel Otero Paino, con la Coral e  fanfarría, después de haber escuchado Ápeiron, junto a obras de Fernando Buide, Ces Calvo y Xoan Montes con la Fantasía sobre aires galegos. Otero Paino, cuenta con una consolidada experiencia en los más diversos estilos musicales como es el caso del teatro y la danza, con el Grupo Pisando Ovos, además de colaborar en arreglos de obras como La historia del soldado de Igor Stravinski, dirigida por Joam Trillo, obras también como A gata con zocos; el corto fílmico Veleno, el compromiso Olladas sobre o Museo, para el Museo das Peregrinacións; Travesía do Alén, entre otras aportaciones de variado talante. Fue productor de Circo Pista 4, y en el espacio de jazz, otra de sus dimensiones, le llevó en sus comienzos a seguir el magisterio de Abe Rábade y Paco Charlín, un seguro para adentrarse en estas formas en las que parece asentado, dada su condición de arreglista, compositor e intérprete de trompeta.

Christian Victor Hely- Hutchinson (1901/47), es compositor británico con procedencia sudafricana (Ciudad del Cabo), y del que precisamente se destaca esta Carol Symphony, composición elaborada a partir de selecciones de los Christmas carols, y que para esta composición dejarán un resultado de cuatro piezas interpretadas sin solución de continuidad, en concreto, el resultado de esos villancicos tradicionales, se resumen en los tiempos O Come, All Ye Faithful; God Rest Ye Merry, Gentelmen; The  First Noel y Here We Come Awassiling. Nuestro músico había tenido su primera formación musical en Ciudad del Cabo, con el Dr. Thomas Barrow Dowling (1861/1926), organista de la Catedral de aquella capital, quien le descubrió los misterios del piano antes de su traslado a Inglaterra, que le convertirá en compositor británico.

A partir de 1910, ampliará conocimientos con el ilustre Donald Tovey, estudiando en la Heatherdown School, en las cercanías de Ascot, para proseguir poco después en el Eton College (entonces Buckinghamshire), preparando su ingreso que le llevará al Balliol College, perteneciente a la Oxford University, en donde también cultivará otras ciencias humanísticas, particularmente en Historia y en el Royal College of Music, disfrutará de la tutoría de Sir Adrian Boult (1889/1983), figura señera de la música inglesa, que dinamizó la vida musical de su tierra con estrenos de obras de Vaughan- Williams-Job, a masque of dancing-; Howells- concierto para cuerdas-; Williamson- concierto para órgano-; Paul Hindemith- Trauermusik- o Gerontius, de Sir Edward Elgar o la suite de Los Planetas, de Gustav Holst, por expresa voluntad del autor.

Tras viajes de ida y vuelta se asentará en Birgimgham, optando al cargo de director regional de la música de la BBC (1926), participando también como pianista en las programaciones, tomando la responsabilidad de la Midland Studio Orchestra, y ocho años después, se haría profesor de la Birginham University. En 1941, recibirá el doctorado de la Oxford University antes de volver a ejercer de nuevo en la BBC. Un curioso personaje que gustaba del uso de la bicicleta para sus traslados cotidianos. La obra en cartel es la más apreciada de su catálogo, a la que se añaden, el Preludio Solemne, en Sol M.; Three Fugal Fancies, para cuerdas; la Obertura para una pantomima; Suite Sudafricana; la opereta Hearts are Triumphs, o las Variaciones, Intermezzo y final.

La Carol Symphony, de 1929, remite a la tradición de los villancicos ingleses (carols), recuperados en un nuevo tratamiento en lo que resultará esta entretenida y atractiva composición. Podremos remitirnos a su tercer tiempo que acabará siendo utilizado como pieza independiente asimilada a los títulos de crédito del programa La Hora de los Niños, emitido por la BBC, en 1943 que se confirmará en la adaptación televisiva de 1984, de John Mansfield, titulada The Box of Delights (La Caja de las Delicias). Igualmente las variaciones sobre el carol The First Noel o la versión realizada sobre la canción El Búho y el gatito, de Edward Lear, llevada a registro por Elton Hayes en una trasmisión de la BBC Children´s Favourites. Su segundo tiempo, en forma de scherzo, bascula en el entorno de la pieza de inspiración God Rest Ye Merry Gentlemen, cercana a una obra de Balakirev y el Cuarto tiempo, alegre y distendido remarca el talante de la obra que fue ofrecida en los Promenade Concerts del Queen´s Hall, junto a obras de Edward Elgar, Vaughan- Williams y Percy Pitt, en 1929, bajo la dirección del autor, después de su estreno un par de años antes a finales de 1927, con Sir John Barbirolli con la Wireless Symphony Orchestra, embrión de la BBC Symphony Orchestra.

Ramón García Balado

Dolce Rima: Saffo Novella, Barbara Strozzi, en Ateneo Barroco

  Teatro Principal, Santiago de Compostela Dentro del VI Ateneo B arroco, turno para Dolce Rima , en el Teatro Principal - día   7, a las 21...