14/07/2023

Natalia Labourdett, Mar Morán e Irene Zas Martínez, Premios del IV Concurso Compostela Lírica

 

La cuarta convocatoria del Concurso de Canto Compostela Lírica”, no dejó de constatar el envidiable nivel de los 19 aspirantes que participaron en la primera prueba, de la que saldrían los ocho elegidos para la final, y que como muestra de la aceptación recibida, nos trajo a cantantes de nuestro país entre voces procedentes de China, Ucrania, Reino Unido o Brasil. Un reto de alto riesgo para los miembros del jurado que presidía Arturo Reverter, y que compartían Victoria Stapells, Joan Company Florit, Maciej Pikulsi, Graziela Valceva Fierro, Celestino Varela, Patrick Canac, con J.María Miranda, secretario de “Amigos de la Ópera”, de Santiago, como figura sedente, sin voz ni voto. Dura exigencia para quienes habría de decidir, con los condicionantes de la urgencia del momento y el amargo trago de apostar casi sobre la marcha. En la mente de los asistentes en ambas sesiones, quedaron los afectos y preferencias, pero con el alivio de disfrutar del momento sin mayor compromiso.

En definitiva, tres fueron las galardonadas, con un especial para voces gallegas que competían por especial consideración propia, con una actuación pagada dentro de las actividades anuales del “Consello da Cultura Galega”, “Premio Andrés Gaos” y que se llevó la contralto Irene Zas Martínez, entregado por Xosé Manuel Núñez Seixas. El segundo Premio, entregado por Mercede Rosón, “Concelleira de Acción Cultural”, fue para Mar Morán, con una dotación de 1500 euros y una actuación en Santiago. El Primero, se le concedió a Natalia Labourdette, con 4000 euros y tres recitales- “RFG”, Festival “Les Musicales du Luberon y la O.S. de Oviedo-, una atención en su financiación de la “Fundación José Otero-Carmela Martínez” y que fue entregado por Mª del Carmen Carballido Rey y Soledad Sánchez Silva.

Tarde apacible en todos los sentidos en la sesión final, presentada por la actriz Mabel Rivera, quien fue anunciado la entrada de cada participante, mientras nos ponía al tanto del par de minutos de deliberación del sufrido jurado, en momento tan cargado de tensión como la que sobrellevan esos aspirantes a los que oyentes y aficionados recibían con reconocidos aplausos. Irene Zas Martínez, nos había dejado constancia de sus dominios en la cuerda de contralto con “O Patria! Tu che accendi questo cor...Di tanti palpiti”, el rol de “Tancredi”, de la ópera de Gioacchino Rossini, tomado de la “Gerusalemme liberata” de Torquato Tasso, con libreto de Gaetano Rossi, para el estreno veneciano. Aria de portento que para mayor detalle, que repetiría en la final la inglesa Rossana Cooper, un despliegue de recitativo, cavatina y cabaletta, para mejor consideración de la intérprete en plenitud de recursos y que en el caso de Irene Zas Martínez, destacó por ls redondez de emisión y matices expresivos.

Mar Morán, una cantante con formación en el Conservatorio Victoria de los Ángeles, fue Premio Extraordinario de Música en Madrid, terminando en la “ESCM” con Matrícula de Honor, obteniendo el Fin de Carrera “Lola Rodríguez Aragón” de 2020, recibiendo también la beca “Juventudes Musicales”, de Madrid y la Beca Talento de la International Opera Academy, de Gante, para integrarse en su “Opera-Studio”. Recibió clases de Stéphanie d´Oustrac, Nicola Beller, Charlotte Margiono, Martin Wölffel, Dietrich Henschel y Placido Domingo. Colaboró con Aurelio Viribay en el registro “Luna Clara”- música de J.García Leoz, sobre las poéticas de Lorca, Machado, J.Ramón Jiménez, G.Diego, R.Alberti o Rosalía de Castro- , editado por “Odraek Records”, con relación artística en las actividades de la “Fundación Juan March”, premiado con el “Melómano de Oro 2021”, y que recientemente interpretó “La Reina de la Noche”, de “La flauta mágica”, en el Teatro Campoamor, de Oviedo. Una voz de soprano especialmente dotada para roles de gran exigencia, y de los que nos rindió afortunada muestra en las dos páginas elegidas. “Regnava nel silenzo...Quando rapito” de la donizettiana “Lucia di Lammermoor”, acompañada al piano por Borja Mariño. Aria descarnada para una “spinto” de privilegiadas posibilidades, auspiciadas por una proyección facilitada por dotadas agilidades. Abundando en materia, otro salto de temibles demandas, el Verdi de “La Traviata”, también con Borja Mariño “É Strano...A quell amor ch´e palpito”, “Violetta” en grado de arrebato desesperado, para gloria de la intérprete ansiosa en mostrar recursos canoros.

Natalia Labourdette, Primer Premio, otra soprano que había comenzado sus estudios como violinista y canto después en la Berlin Kunst Universität, galardonada en concursos internacionales como el “Riccardo Zandonai”. Debutó como “Oskar” de “Un ballo in maschera”, de G.Verdi, en los teatros ante Alighieri di Ravena, Comunale de Ferrrara y Municipale di Piacenza. Otros roles fueron “Rosina” (II Barbiere di Siviglia) “Charlote” (Der Diktator); “Nannneta” (Falstaff); “Despina” (Cossì fan tutte); “Bubikopf” (Der Kaiser von Atlantis); “2 nd Niece” (Peter Grimes); “Clorinda” (La Cenerentola); “Corinna” (Il Viaggio a Reims) y en el “UniTBerlin”, “Lucia di Lammermoor”. Es invitada con frecuencia a ciclo de Lied y recitales, a los que se añade la música sinfónica. Las dos arias que nos interpretó, también fueron acompañadas por Borja Mariño. Participó recientemente con la mezzo Helena Ressurreiçao, acompañadas por el pianista F.Soriano en uno de los conciertos de la Fundación Juan March, con obras de Pauline Viardot y F.Chopin, en la serie dedicada al bicentenario de la homenajeada en su bicentenario.

Nuevo Donizzetti, esta vez con “Don Pasquale”, con “Quel guardo il cavaliere”, “Norina” en solaz desparpajo, de la que no queda ajena la cabaletta “So anch´io la virtù mágica”, mientras la joven medita a la espera del “Doctor Malatesta”. Excelente oportunidad para soltarse sin reparos en un ejercicio de ostentas coloraturas, siempre a la espera de esa respuesta agradecida del aficionado. Más de uno, pensará que con argumentos parecidos, se juega con ventaja, pero la pizca de gracejo es la pimienta que añade la voz embebida de tan entrañable sufridora con capacidad de seducción. La “Manon”, de Jules Massenet, sería el fiel de la balanza en este equilibrio de contrastes con “Je marche sur tous les Chemins”, un arioso en los medios de una soprano tanto lirica como ligera, mientras disfruta de una situación de lujos sin renuncias. Era para los franceses, una opción para voces de medio carácter, de timbre efusivo y cálido, bien tratado por Natalia Labourdette, en sus planteamientos.

Ramón García Balado

17 dic 2021 / 01:00

 

VI Xornadas de Música Contemporánea USC-CNDM

El Cuarteto Granados y la soprano Alicia Amo

Clausura de las VI Xornadas de Música Contemporánea con el Cuarteto Granados, formación con sólidos fundamentos por su paso por La Escuela de Música Reina Sofía, la Hochschule de Viena o la Hochschule Hanns Eisler de Berlín. Les acompañó la soprano Alicia Amo en el Cuarteto nº 2, Op. 10 de Arnold Schönberg.   Gustavo Díaz Jerez estrenó  Critical Strip, quien tuvo como maestro a Solomon Mikowsky  en la Mannhattan School of Music neoyorquina, además de estudiar composición con  Giampaolo Bracali,  Ludmila Ulehla,  Matthias Bamert. En su ideario creativo, destaca su aproximación al espectralismo algorítmico, en las proximidades de G.Grisay, Tristan Murail y Radulescu. La obra primaba la tímbrica que juega un papel preponderante y vertebrador de procesos derivados de la disciplina matemática. En juego entraban la teoría de los números, el análisis espectral armónico y la síntesis psicoacústica.

Un re-estreno y encargo del CNDM fue el Cuarteto de cuerdas de Jesús Torres, un compositor consolidado en estas convocatorias que tuvo como maestro durante un tiempo a Luís de Pablo poco antes de encontrarse con alguien que marcaría su futuro, Francisco Guerrero, por las afinidades estilísticas comunes. Con él se adentrará en los rigores de la escritura, partiendo de los procesos dodecafónicos. Sus gustos estéticos revelan algunas líneas maestras de su quehacer, con puntos de encuentro con la música francesa o autores como Takemitsu, lo que nos ayuda a apreciar las tendencias a la exquisitez dentro de las formaciones instrumentales y un refinado sentido armónico. Es precisamente, en la música instrumental  donde cultiva el tratamiento expresivo e íntimo, en una vertiente densa y virtuosística, en la que también ayudan los propios intérpretes. La  mayoría de sus obras se caracterizan por el uso de una armonía transparente. Emplea en muchos momentos acordes tonales como elemento de contraste frente a acordes complejos. Obra sin concesiones de arriesgada conformación.  

Schönberg a través del Cuarteto  nº 2, en Fa sost m. Op. 10  El propio trabajo se vio interrumpido varias veces por otras composiciones, el coro Friede auf Erden (Paz en la tierra) Los cuatro movimientos de este cuarteto no siguieron la misma secuencia cronológica. El tercero  Litanei y el cuarto, añaden a los instrumentos la voz cantada: Alicia Amo, soprano en estado de gracia, en una consecución de un éxtasis auspiciado por su compañeros del cuarteto, tomando  dos poemas de Stefan George: Litanei  y Entrückung (Éxtasis), que  muestra la liberación de la atadura terrenal,  procedentes del Séptimo anillo; el segundo, un extraño Scherzo,  cita la canción popular  O du lieber Augustin, provocó precisamente el sarcasmo entre algunos asistentes, ya que las lenguas bífidas entre bambalinas, cotilleaban por la relaciones de Mathilde con Gesrlt. 

VI Xornadas de Música Contemporánea  USC-CNDM

Cuarteto Granados, Alicia Amo (soprano). Obras de Gustavo Díaz Jerez, Jesús Torres y A.Schönberg

Igrexa da Universidade, Santiago de Compostela 

 

Taller Atlántico Contemporáneo. Diego García Rodríguez. Anatomías Musicais. Obras de Fernando Buíde y de Maxwell Davis 

Centro Galego de Arte Contemporánea, Santiago de Compostela   

Programa preciso en su definición con el TAC que dirige Diego García Rodríguez.  La obra de Maxwell Davis, Vesalli Icons, inspirada en los dibujos de Vesalio, requería la participación de un soporte de video-instalación, confiado a Laura Iturralde, especializada también el diseño gráfico y que mantiene una continuada actividad en estos espacios.  Fernando Buide del Real estrenaba Inger mi calices, encargo del propio TAC y una dedicatoria al siempre estimado flautista Luís Soto, quien estuvo también como solista, compartiendo equipo con el chelista Álvaro Quintanilla, la viola Ioana  Ciobotaru, el clarinetista Saúl Canosa, el pianista Nicasio Gradaille y el percusionista José Vicente Faus.  El autor parte de la poética de Catulo en su Canto al vino, en una pieza concertante para flauta y pequeña formación. Una ebriedad sonora en un movimiento único en un dialogo de instrumentos con variadas intervenciones, con la pretensión de recrear ambientaciones de talante onírico, dentro de un juego de pasajes enfrentados desde lo apacible a los de mayor agitación.  Cayo Valerio Catulo (Gaius Valerius Catullus), en sus devaneos entre la bella y bulliciosa Clodia, o Lesbia, en su transmutación y las ensoñaciones  con Safo, mientras se entrega a debilidades báquicas. De todo hay en la pieza de Buíde del Real, uno de nuestros compositores con mejores pertrechos, no en vano Fragmentos de Satiricón, le supuso la consecución del VII Premio de Composición AEOS-fundación SGAE, cuya difusión quedaría en manos de 27 orquestas.

   Peter Maxwell Davis fue elegido por Vesalii Icons, una de esas obra con el mundo de la escena e mente, en obras que dejan constancia de ello desde Eight Songs for a Mad King y la que nos interesaba, que el autor interpretó junto a su grupo de cámara, ofreciendo un nuevo estilo y concepto de cómo una sesión puede incluir danza, voz y música instrumental, todo a la vez y manteniendo una intensidad expresiva y emocional, modelo que encontraremos en otras propuestas: Taverner, The Lighthouse o Doctor of Myddfai.  Maxwell-Davis, peculiar personaje, que prefería llamarse Max antes que Sir, vivió desde 1970 cerca de Orkney, en un acantilado de un valle remoto de la isla de Hoi, al norte de Escocia. En 1977, fundó en St. Magnus Festival de Orkney, donde se combinaban una vez al año, una intensa semana de junio, artistas, y orquestas famosas, con música nueva y creaciones para niños, de hecho, llegó a componer varias óperas interpretadas únicamente por niños como The two fiddlers y Cinderella. En la época de composición de Vasilli Icons, Maxwell Davis y su colega Birtwistle crearon Pierrot Players, cuyo nombre aludía a un ensemble de configuración igual al Pierrot Lunaire de Arnold Schönberg. Vesalii Icons es obra para encarar teniendo en cuenta la peculiaridad del autor y así fue recibida por los asistente.

Ramón García Balado

                                                                                                                                             

Marcos Fernández Barrero: Nucturno Sinfónico, Premio AEOS-Fundación BBVA 2017

 


Santiago-Vigo - 26/03/2019

Aliciente por la presentación de la obra ganadora del IX Premio de composición 2017, BBVA-AEOS, y que tiene como autor a Marcos Fernández Barrero por Nocturno Sinfónico, que destaca para Parera por un lenguaje actual, por su sentido del color y por su fraseo. El autor pretende buscar un cierto sentido de innovación musical en relación con las texturas para explorar lo que se puede hacer con una orquesta, en un camino de indagación idiomática que a la vez respete lo que es ejecutable por una sinfónica. Recursos en cascada para que el aficionado no adopte actitudes acomodaticias, en una extensión que no alcanza el cuarto de hora, pero que se atiene a las exigencias de quienes convocan año tras año, este certamen, cuyo mejor galardón es asistir a su estreno por las orquestas españolas.

Una inspiración en estados oníricos próximos a la indolencia dentro de una sensación de abandono. Reinas e Infantas era el reclamo programático, por eso el  Haydn de la Sinfonía Hob I. 85, en Si b M. (La Reina).  Un encantador segundo movimiento, especie de romanza allegretto, con sus ostensibles resonancias operísticas, que se aprecian en el típico fraseo de una gavota, o la melodía procede de una tonada popular La gentille et jeune Lissete. Resabios de solemnidades a la francesa, estilos que nuestra orquesta acomete con una resolutiva seguridad.

Maurice Ravel y la contagiosa Pavana para una infanta difunta, quintaesencia de la sensibilidad que nos propone el impresionismo, en sus más genuinos parámetros. Una ensoñación sobre una mirada al pasado aunque convenientemente actualizado, muy en la línea del compositor, con un uso de un melodismo modal, en sus recurrentes tímbricas instrumentales. Es la pavana transfigurada por la sensualidad del filtro de una escuela que se asoma disimuladamente a las influencias ibéricas. Justo para entrar en Franz Schreker con la suite de Der Geburgstag der infantin (El aniversario del la Infanta), en principio un ballet sobre un libreto de Oscar Wilde, que definitivamente el austríaco orquestará en 1923. Había sido su primer gran éxito, en 1908, que destacará por la instrumentación sutil y refinada, que la emparenta directamente con las pinturas de Gustav Klimt, el adalid de la Secession vienesa. Especie de pantomima- ballet y que instrumentalmente sostienen un tramado que se reparten fanfarrias de trompetas, arpa y cuerdas o detallismos a solo. Un obsequio tanto para la orquesta como para el oyente. 

Ramón García Balado

Real Filharmonia de Galicia / Baldur Brönnimann.
Obras de Marcos Fernández-Barrero, F.J. Haydn, M. Ravel y Franz Schreker.
Auditorio de Galicia, Santiago de Compostela
. Teatro Afundación, Vigo

 

Gala Lírica para un aniversario

 

Principio del fA Coruña - 12/09/2022

Cuadro de protagonistas a la medida de la convocatoria y los hechos confirmaron los resultados. Angela Meade, por su apabullante impresión que nos dejó como Leonor de La forza del destino de la semana pasada en la asunción de tan sufrido rol en sus exigencias. Moisés Marín, al que tendremos en la próxima Norma de Bellini, y que en la temporada recién concluida se le pudo seguir en óperas como Les Contes de Hoffmann, de Jacques Offenbach en el Palau dels Arts de  Valencia o en Le Nozze di Figaro de Mozart, en el Teatro Real.

Borja Quiza, talento de la casa- Don Carlos , en La forza del destino, de la pasada semana-, fue protagonista de la curiosa y testimonial El abrecartas, obra póstuma de Luís de Pablo, mostrando igualmente excelentes dotes con pinceladas cómicas en La verbena de La Paloma-Julián - o en los estilismos barrocos de Vendado es Amor, no es ciego, de José de Nebra, ofrecidas en otras convocatorias, y en otra sentida gala lírica en el entorno rossiniano dedicada a Alberto Zedda, en el recuerdo, en 2017.

Veronika Dzhioeva, a la que tendremos en la Norma de V.Bellini,  prestigiada garantía eslava que siempre goza de buena acogida, como ya tuvimos en el recital de apertura con Asmik Grigorian.  Veronika, es artista con raíces profesionales con el Teatro Bolshoi, y que presta importante atención a la recuperación de óperas de tradición rusa, que reclamaban esa puesta al día.

Luiz Ottavio-Faria- Padre Guardiano de La forza del destino-, el bajo apreciado por su particular registro y que en lo relativo a la presencia escénica muestra recursos de cuidada caracterización de personajes, le pudimos apreciar en este certamen  en roles verdianos como Attila o el temible Il Grande Inquisitore

Mónica Redondo- Curra en La forza del destino- pone el punto de gracia con esta mezzo que recibía  la justa valoración de su incorporación al elenco.

Por si quedan dudas, una primera parte de tentaciones rossinianas y casi un recordatorio al añorado Alberto Zedda, la Sinfonía  de Aureliano in Palmira para tomarle el pulso a esta especial consideración, el dramma serio  cargado de números dedicado a la voz y que añade también, en consideración al Coro Gaos, L´Asia in faville è volta, el coro de pastores  del segundo acto, en esta ópera con destino al Teatro alla Scala milanés y que había tenido la dirección de Alessandro Rolla, en su estreno de 1813.  

Angela Meade, Moisés Marín, Mónica Redondo, y el Coro Gaos, otorgaron colorido en el espectro de registros vocales, en Dunque ingrata, de Ricciardo e Zoraide, ópera que en su gala de presentación, había contado con la gran Isabel Colbrán como figura  estelar, y cuyas garantías fiables parecen conservarse  en la edición crítica de Federico Agostinelli y Gabriele Gravagna en la Fundación Rossini de Pesaro.

Más rossinianas con el duetto de Zelmira  a cargo de Veronika Dzhioeva y Mónica Redondo Perchè mi guardi e piangi, recitativo acompañado y  dúo entre Zelmira y Emma, una Zelmira a la que también dio lustre la Colbrán, en este dramma per musica tomado en lo literario de Dormont de Belloy, para el Teatro San Carlo, de Nápoles. Entonces, Emma había sido Anna María  Cecconi, y cuya partitura autógrafa se guarda en el Conservatorio de París.  Para completar el aparatado del Cisne de Pesaro, La Donna del lago, con Eccomi a Voi , miei prodi, en la voz de Moisés Marín, aria para lucimiento personal por las exigencias que se demandan al cantante cara a cara con el coro, y que se ofrece en el primer acto, rol de Rodrigo di Dhu en un despliegue de lucimiento, para este melodrama que remite a Walter Scott y que fue recibido con entusiasta aceptación hasta que en tiempos recientes, su centro por excelencia sería el Maggio Musicale Fiorentino, a  partir de 1958.

Angela Meade y el Coro Gaos, se impusieron con Quel sangue versato, de Roberto Devereux (Gaetano Donizetti), de consabido temple elegíaco y cumbre de una trilogía basada en las heroicidades traspuestas del XVI, con anclajes en Anna Bolena y María Estuardo aunque vagante a su sombra. Similar temple en cuanto a visceralismos desde las entrañas, en la que la protagonista Isabel, rinde por su poderío de coloratura.   

Luiz Ottavio-Faria, de nuevo nos arrastró en la continuación con Son Io spirito che nega, del Mefistofele de Arrigo Boito, aria tremebunda para sus innegables cualidades fruto de un físico poderoso. En verdad, el espíritu que todo lo niega, en respuesta a Fausto.

Para el barítono Borja Quiza, otra tentativa a partir del Don Carlo, de Verdi, Son io, mio Carlo, declamación estremecedora, en síntesis, que alcanza el grado de acaparamiento de algunos de sus dúos, que otorgan fuste a esta ópera que supo sacar el mejor partido del texto de F.Schiller, como el monólogo Ella giammai m´amò!, el aria de Isabel de Valois, Non piangere mia compagna o el dúo de Rodrigo y Don Carlo  L´Ora suonò, en esta ópera de imponente bravura.  

Para el Coro Gaos, el Verdi no tan distanciado con respecto a éste, el de Macbeth, del que se tomaba Patria opressa, con reminiscencias reivindicativas.  De Francesco Cilea, el Intermezzo de Adriana Lecouvreur, modismos del verismo en sus aspiraciones de enmarcarse en un continuum.

De Adriana Lecouvreur,  el aria  Ecco, respiro appena… Io so l´umille ancella , página seductora donde las haya, en la voz de Veronika  Dzhioeva, esa actriz que pretende rebajar el grado de los elogios cargantes, sintiéndose precisamente l´umille ancella, y que en lo interpretativo se inclina a una  lírico-spinto. 

Mónica Redondo, se  decidió por  Samson et Dalila de Camille Saint- Saens, con Amour! Viens aider ma faiblesse (¡Amor!, ayúdame  en mi debilidad), la cortesana que con todo, no disimula resquemores. Para embriagarnos sin reparo, Angela Meade nos obsequió con la inmarcesible Ebben? Ne andrò lontano, del primer acto- La Wally-, de Alfredo Catalani y que demanda en el canto una considerable flexibilidad y recursos por lo que se ha convertido en una preferencia en todo tipo de galas y recitales. En el bis, coro y solistas con el director entregado José Miguel Pérez Sierra y la Orquesta Sinfónica de Galicia, en un canto solidario, con el Va pensiero de Nabucco.

Ramón García Balado

 

LXX Festival de Amigos de la Ópera de A Curuña

Angela Meade, Veronika Dzhioeva, Borja Quiza, Moisés Marín, Luiz Ottavio-Faria, Mónica Redondo.

Coro Gaos / Fernando Briones. 

Orquesta Sinfónica de Galicia / José Miguel Pérez Sierra.

Teatro Colón, A Coruña

 



III Concurso de Canto Compostela Lírica: José Otero (In memoriam)


Urgencias consabidas obligaban a esta convocatoria del “III Concurso de Canto Compostela Lírica”, en propuesta de “Amigos de la Ópera de Santiago” y que desde su primera cita, venía celebrándose en el Teatro Principal, repartido en dos sesiones, y que otorgaba dos primeros premios a los que se añadía el “Premio Andrés Gaos”, al mejor intérprete gallego. Una actividad que disfrutó de los patrocinios de la Dirección Xeral de Políticas Culturais da Xunta de Galicia, la Diputación de A Coruña, el Concello de Santiago, el Conservatorio Profesional de Música de Santiago, la Universidade de Santiago, La “EAEM”, el “CGAC” y quienes otorgaron su grado de atención desde los comienzos, la “”Fundación José Otero-Carmela Martínez (Con Galicia en el corazón)”. Para presidir el cuadro del jurado, se mantenía el mismo criterio que había motivado la iniciativa desde el primer año, todo un reclamo asegurado y que con evidentes resultados, arrastró un aluvión de aspirantes. Estábamos con Arturo Reverter, en la presidencia; la crítica musical Victoria Stapells ; el director de los coros de la “OSG” y de “Les Illes Balears”, Joan Company Florit; el director de la ópera de Oviedo, Celestino Varela; el pianista Maciej Pikulski- que participó en el reciente “Ciclo de Lied” -; la profesora de canto y mezzo soprano Graziela Valceva Fierro y en calidad de secretario, sin voz ni voto, el secretario de la organización José Mª Miranda Boto, que tuvo unas palabras de agradecimiento antes de la final, recordando la figura de José Otero, a quien se dedicó el certamen.

Del curso precedente, conservamos el recuerdo de sus ganadoras, la ucraniana Olga Syniakova, la portuguesa Beatriz de Sousa y la gallega Lucía iglesias, quienes estuvieron asistidas por los pianistas Carlos Enrique Pérez y Teresa Cantalejo. Los rendimientos artísticos dejaron como beneficio la participación de las dos primeras en el “Orphée et Eurydice”, de Gluck/ Berlioz, de 1859 en los años del magnate Leon Carvalho, cuya rol original de castrato, se había transcrito para voz de contralto. Una producción operística para la temporada del Auditorio, con nuestra “RFG” y Paul Daniel, disponiendo del “Coro de la OSG”, en grabación y en un trabajo técnico excelentemente coordinado. Fue Beatriz de Sousa “Amour” y Olga Syniakova “Orphée”, para disfrutar de la compañía de Alicia Amo como “Eurydice”.

Previo al comienzo del concurso, un obsequio para entusiastas y aficionados, la presentación del libro “Beethoven: Un retrato vienés”, editado por “Tirant Humanidades”, una meditación a la par entre Arturo Reverter y Victoria Stapells, la canadiense que llegó a nuestro país allá por 1976, para investigar en profundidad en el Archivo General de Indias y cultivar labores de traducciones para editoriales y compañías líricas desde el Teatro Real al Teatro La Maestranza sevillano. De Don Arturo “Don Ottavio”, poco que añadir: una autoridad a la que debemos una abundancia impagable de publicaciones o trabajos para los medios de comunicación. El libro, toda una joya, convida a una lectura gozosa y que para el caso, convendrá en que nos paremos en el capítulo noveno: “An die ferne Geliebte” (1816): En pos de un ideal; Beethoven en su relación con las mujeres- amistad, amor o ambos- o la incógnita para llenar tesis y polémicas- ¿la amada inmortal?, Josephine von Brunsvik o Antonie Brentano.

Vaya por adelantado el agradecimiento a los dos pianistas que colaboraron en los acompañamientos, Borja Mariño y Carlos Enrique Pérez. Una final resultado de una convocatoria, en la que el número de damas, quintuplicaba al de varones, pero cuyos resultados fueron los observados, con un primer premio para el contratenor Christian Gil, con una elegante “messa di voce” y presencia para el rol haendeliano a medida: “Che più si tarda, omai...Stille amare” , de “Tolomeo” y “Perché tacer deggio...cara, lontano, ancora”, de “Ascanio in Alba”, de Mozart. Complejo decidirse entre las aspirantes sopraniles, que definitivamente se decantó por Annya Pinto, con el segundo premio, de timbre penetrante y centro amplio para dos arias cumplían en los aspectos comparativos, “Dieu! Quel frisson court dans mes veins” y la coqueta “Ch´il bel sogno di Doretta”, de “La Rondine”, pucciniana. Tercer “Premio Gaos”, a la mejor voz gallega, para el bajo Alejandro Baliñas, dotado de unas cualidades físicas “ad hoc”, de recursos equilibrados y tonantes para las dos arias en disputa, la especie de cavatina del “Conde Rodolfo” de “La sonnanbula”, de Bellini, “Vi ravisso, o luoghi ameni” y el “Don Basilio” fuera de sus cabales con “La calunnia` è un venticello”, de “Il Barbiere di Siviglia”. Novedad en la convocatoria, la beca concedida por Graziella Valceva Fierro, con masterclasses impartidas por ella, en el “Talent Summer Opera Course & Festival”, para ampliar estudios en Brescia y Verona, el próximo mes de julio, y que se llevó la soprano Sara Bañeras, pura efusividad y calidez, por “Depuis le jour”, de “Louise”, de Gustav Charpentier.

Ramón García Balado

06 dic 2020 / 18:56

 

Paseos compostelanos con la Banda Municipal

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