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22/09/2024

Presentación del fondo Fernández Vide, en el Paraninfo da Universidade

 Paraninfo da Universidade, Santiago de Compostela

El Paraninfo da Universidade- día 24, las 12´00 h-, acoge la presentación del fondo de José Fernández Vide, donado por la familia del músico orensano a la Universidade de Santiago al que se añadirá un pequeño recital para piano, así como la inauguración de la exposición José Fernández Vide: O trasfegardunourensán, en la Facultade de Xeografía e Historia. Presidirá el acto el Rector da Universidade, Dr. Antonio López. José Fernández Vide (1893-1981) pertenece a la Xeración Nós, del entorno orensano de los años 30, formándose en la capilla de la catedral como niño de coro, para más tarde incorporarse a la vida pública como docente y activista musical, director de coros y prestigioso compositor.  En 1924 recibe el encargo del Centro Gallego de la Habana de ocuparse de la docencia del centro musical de la institución, tarea que le retendrá hasta 1932, fecha en la que regresa a Ourense, habiendo cosechado en su época habanera notables éxitos como director de rondalla, compositor y pianista, llegando a ser nombrado director del Conservatorio del Centro Gallego. Ya de regreso se ocuparía hasta su jubilación de la dirección del Orfeón Unión Ourensana, y de la docencia musical de la escuela de Magisterio y del Instituto As Lagoas de Ourense.
En el acto, presidido por el Magnífico Señor Rector, Antonio López, participarán también María Isabel Casal Reyes, directora de la Biblioteca de la USC, Sara Fernández, nieta del compositor, Carlos Villanueva, catedrático emérito y Montserrat Capelán, profesora de la USC y coordinadora de Organistrum, grupo que, junto con iHUS y la USC, medió en la donación  que generosamente realizó la familia. Sigue un pequeño recital para piano, a cargo de Noemí Salomón, quien interpretará A Montañesa, Zaera y el Danzón, del compositor orensano. Finalmente, se concluirá con la inauguración de la exposición José Fernández Vide: o trasfegar dun ourensén, comisariada por Teresa Bellido. Aitana Catalá y David de la Torre y que podrá ser visitada hasta el 24 de octubre en el primer piso de la Facultade de Xeografía e Historia.
José Fernández Vide, durante su infancia en la capilla de la catedral orensana, tuvo como maestros a Julián Ortiz y Antonio Pérez, al organista Antonio Sacristán, con quien estudió armonía, órgano y piano, y a José Fernández Xesta en violín. No es el único músico destacado que ha dado la catedral de Ourense, ahí quedan Pascual Enciso o Julio Bello. Más tarde, Vide trabajó profesionalmente en el Orfeón Unión Orensana, llegando a ser su director, y en la Escuela Normal de su ciudad, impartiendo clases de música a los futuros docentes. Ya a partir de  esa segunda década del siglo XX obtiene premios de composición: en Santiago por una Suite para piano y orquesta (1918) y, de nuevo en Santiago, en 1924, por la muiñeira-concierto A Montañesa. En ese mismo año se traslada con su esposa a La Habana, por petición expresa del Centro Gallego para trabajar en su prestigiosa Academia de Bellas Artes. Allá se encarga de la dirección de la Rondalla y del Orfeón, dando también clase de instrumentos de pulso y púa y alcanzando el puesto de Director del Conservatorio de la Academia, merced a los numerosos premios que obtienen sus distintas formaciones. Inexplicablemente, en este momento álgido de su carrera decide regresar a Ourense (1932). Del período habanero son algunas de sus composiciones más ambiciosas, las zarzuelas Proba d´amor,  con libreto de Francisco Álvarez de Novoa, y Miñatos de vran, sobre textos de Enrique Zas; además de numerosas obras para voz y piano, con letras preferentemente en gallego. Miñatos de vran se estrenó años más tarde en Ourense (1953), en el desaparecido Coliseo Xesteira, con arreglos en el libreto de Ramón Otero Pedrayo, y la temporada pasada la Banda Municipal de Santiago trató de sacarle brillo y esplendor con ayuda del Coro Liceo de Vilagarcía y la Agrupación Troyanos de Compostela, destacando como solistas Patricia Rodríguez, Diego Neira y Gabriel Alonso, dirigidos por David Fiuza, en el Auditorio de Galicia, el 12 de enero de 2024, una producción de Amigos da Ópera de Santiago.
Es precisamente a los orfeones a donde regresa Vide en su tierra natal. Se hace cargo de nuevo del Orfeón Unión Orensana, el contexto en el que Vide desempeña su trabajo es, por lo que vemos en su producción, cuando regresa a Ourense, bien diferente al background ideal que Jesús Bal y Gay, y otros escritores diseñan  para la Galicia del futuro. El galleguismo en Cuba, vive en los años anteriores a la Guerra Civil española, un fortalecimiento en todo el entorno de la enseñanza: la gran  crisis del orfeonismo, que se denuncia en Galicia, ya desde principios del Siglo XX, y cuya raíz se achaca a la falta de formación de los coralista, no se traslada a América, en donde los propios orfeones y las sociedades que los acogen, irán generando conservatorios de gran formato.
El maestro Vide, pasados  más de cincuenta años desde su regreso a Ourense, y poseyendo todas las características exigibles para entrar con pleno derecho, en el discurso galleguista de su época, no llegó nunca a participar en el activismo político o cultural del galleguismo, tampoco su figura estuvo sujeta a crecimientos de valor especulativo una vez muerto. Por el contrario, la  globalidad de su obra permaneció totalmente escondida. Así, en el homenaje que en 1987, le rindió el Instituto de Ourense As Lagoas, y con el que Vide había colaborado desde su regreso de Cuba, se pusieron frente a su biografía los cuatro hechos fundamentales que, supuestamente, explicarían la trayectoria del maestro Vide: As Irmandades da Fala, como esfuerzo cultural, la revista Nós, el Seminario de Estudos Galegos y la fundación del Partido Galeguista. En realidad, el único carnet de socio que tuvo José Fernández Vide, fue el del C. D. Orense, y el del Centro Gallego de La Habana, a parte de su carnet de pianista  profesional.


Ramón García Balado


28/08/2024

Concierto de Marta Meneses y la O.S. de RTVE, en Valença do Minho: Amigos de la Ópera de Santiago

 Cortinas de Sâo Francico, Valença do Minho 


Visita a Valença do Minho (Cortiñas de Sâo Francisco), en una iniciativa de Amigos de la Ópera de Santiago- día 6, a las 20´00 h-,, para disfrutar de la actuación de la pianista Marta Meneses y de la O.S. de RTVE, en su gira estival, para escuchar obras de dos compositores portugueses Joly Braga Santos y Fernando López Graça, completando programa con Andrés Gaos y J. C. Arriaga, en un especial conmemorativo de la Revoluçao dos cravos (Revolución de los claveles) que dio al traste con la dictadura portuguesa hace 50 años.  Marta Meneses estuvo en el ciclo del Museo das Belas Artes de A Coruña, participando en el ciclo Arrededor de Picasso e as súas cidades- Músicas para unha época- y es una pianista formada en la Escola Superior de Lisboa con Miguel Henriques y Jorge Moyano, ampliando en el Royal College of Music, con Dmtri Alexeev y en los Estados Unidos con Arnaldo Cohen. Fue dirigida por maestros como Nuno Coelho, Jaime Martín, Pedro Amaral, Jan Wierba o Karel Mark Chichon, con primeras orquestas del ámbito internacional.

Andrés Gaos (1874/1959), con una obra emblemática Impresión nocturna, una consideración al 150 aniversario de su nacimiento.  Obra para orquesta de arcos, era para Julio Andrade Malde el resultado de lo que será un trabajo en su origen en dos ediciones. Una de X.M. Carreira y otra de Joam Trilho; la primera fue la tratada por la OSG y que tuvo registros más frecuentes, siendo la del segundo la ofrecida por la Joven Orchestra de Galicia, hasta su desaparición y que también recibe atenciones de la RFG.  Gaos apreciaba la obra hasta el extremo de que su hijo Gaos Guillochón, recordaba la insistencia de que fuese interpretada en su velatorio. En el estreno parisino estuvieron presentes Gregorio Marañón y J. Ortega y Gasset. Guillochón, reflejará en breves palabras las características más acusadas de la obra y su efecto sobre el oyente: Permanente cromatismo y armonía extremadamente densa y compleja…Envuelve al oyente en un fluctuante ondular melancólico y lo extasía en una dulce tristeza que enternece casi hasta el llanto. Ramiro Cartelle, colega y confidente, resulta una obra de amplio e intenso contenido emocional, a lo Rachmaninoff. Armonía compleja y de amplia distribución, frecuente en Gaos. Esta especie de conmovedor tiempo lento, es una de sus mejores obras, en el que aparecen afinidades con el Adagio para cuerdas, de Samuel Barber o la Noche transfigurada de Arnold Schönberg.

J. C. Arriaga (1806/26), con esa Sinfonía en Re, lo poco que nos queda junto a la serie de los cuartetos de cuerda, y que junto a la obertura de Los esclavos felices, conserva el interés de los aficionados por su aire mozartiano. Una corta vida truncada cuando se esperaba del vasco un futuro alentador vista la elegancia y la frescura de estas composiciones de juventud. La Sinfonía en Re, en cuatro movimientos recibiría una atención para su recuperación gracias a la voluntad de una asociación de entusiastas, quienes ofrecerían en el Teatro Gayarre, el 27 de enero de 1888, una sesión en la que se ofreció esta Sinfonía en Re, con la citada obertura de Los esclavos felices, compromiso que serviría para costear la publicación de sus cuartetos de cuerda una lápida en su casa natal.  El concierto comentado, había estado dirigido por Federico García, añadiendo otros detalles como una escena de Erminia, cantada por la soprano Lydia Kirsebom o el duetto All´ Aurora, interpretado por Enrique Rasche y Aniceto Videa.

Motivo en consideración son los compositores portugueses Fernando López- Graça y Joly Braga Santos. López- Graça (1906/94), en el 30 aniversario de su muerte, con el Concertino  para piano, cuerda, metales y percusión. Músico que en sus comienzos probó como pianista de cine y teatro en su natal villa de Tomar, recibiendo pronto los beneficios de la docencia de José Viana da Mota, con el que siempre mantendrá una excelente relación. Los años convulsos de la dictadura portuguesa, limitarán su carrera profesional, auspiciando permanentemente un profundo compromiso social pero que artísticamente quedará reflejado en un estilo que le acercará a un neo-nacionalismo, con aspectos en común que se acercan tanto a Manuel de Falla como a Béla Bartók y otros compositores en esas tendencias. Era el suyo un lenguaje enraizado en el folklore de su país y en el patrimonio histórico, dejándonos obras representativas: la Suite rústica, para orquesta sobre melodías tradicionales portuguesas; Os cinco velhos romances portugueses; las Nove cançôes Populares Portuguesas y las Melodías Rústicas Portuguesas, para piano. Gran trascendencia tendrá el Requiem pelas víctimas do fascismo em Portugal (1979), un compendio de las inquietudes del músico, en la que se observan tonalidades errantes, motivos melódicos intricados y un claro interés por llevar al máximo las capacidades tímbricas del conjunto instrumental.

Un centenario es el que completa la sesión, el el Joly Braga Santos  (1924/88), con el Concierto para cuerdas en Re M. Op. 17, alumno que fue de L. de Freitas Branco, tanto en el Conservatorio como en privado, se estrenó con la Obertura Sinfónica nº 1, que llamará la atención del Gabinete de Estudios Musicales, preparando su obra de relumbrón, el  Primer cuarteto de cuerdas. Las primeras Sinfonías guardan afinidades con Jan Sibelius o R.Vaughan Williams, pero importante será su etapa de encuentro con Scherchen, Luigi Nono y Bruno Maderna, que ampliará también con Mortari y Galliera. Merope, su primera ópera, recurre a un texto de Almeida Garrett, período en el que  compone  obras como Esbozos sinfónicos; el Doble concierto para violín y chelo; la Sinfonietta para cuerdas, más o menos en el espacio de una década.  El sincretismo entre recursos antiguos y modernos será una seña de identidad, logrando un lenguaje más depurado que empleará de forma libre un gran colorido instrumental. Por lo que nos atañe, recordaremos trabajos como los nostálgicos Cantares gallegos (1983), sobre la poética de Rosalía de Castro, en interpretación de la soprano María Orán y Jesús Amigo. En los meses finales de su vida, dejó inconclusa una ópera basada en el Noveno Canto de Os Luisiades, con fecha prevista de estreno hacia 1994, en Lisboa.

Ramón García Balado

24/07/2024

Paulina Bielarczyk: Premio del VI Concurso Compostela Lírica

  Igrexa Santo Agostiño, Santiago de Compostela

La soprano Paulina Bielarczyk, ofreció una gala dentro de la serie de conciertos de la temporada estival de la Real Filharmonia de Galicia, como ganadora del VI Concurso Compostela Lírica que promueve Amigos de la Ópera de Santiago, que en la edición pasada estuvo presidido por un jurado representado por Patrick Canac, como representante de Les Musiciens du Luberon; Elisabeta Matos, en su calidad de responsable del Teatro Sâo Carlos, de Lisboa; Maciej Pikulski, pianista al que ya tuvimos en algunas de ediciones del ciclo de Lied; Victoria Stapells y Arturo Reverter- presidente del jurado-, como irrenunciables críticos musicales; la mezzosoprano y profesora de canto  Graziela Valceva Fierro y Celestino Varela, en representación de la Ópera de Oviedo.

Un programa en el que no faltaron  alicientes desde oberturas a movimientos de una sinfonía, hasta piezas por descubrir con una relevancia especial a las páginas operísticas entre Mozart y G.Verdi. Para  entrante, la obertura de Prometeo Op. 43 de L.v. Beethoven, perteneciente al ballet Die Geschöpfe des Prometheus, obra de juventud basada en una fábula clásica del héroe griego, y sobradamente descriptiva, por su puesta en escena por Salvatore Viganò, una música sustancialmente pródiga en sus pretensiones en las que Prometeo conduce a las estatuas al Parnaso y concede a Apolo el encargo de aproximarlas a los mundos de las distintas Artes y que por su parte, Apolo invita a Afinión, Arión y Orfeo a dar a conocer a las estatuas los secretos de la música, mientras invita a Melpómene y a Talía a desvelarles los misterios de la tragedia y la comedia. Prometeo, confiará a la postre a las criaturas de Terpsípore y a Pan, para que aprendan las técnicas de la danza pastoril, y a Baco para que se inicien en el mundo de las danzas de carácter orgiástico. Una obra que se estrenó en el Burgtheater vienés, el 28 de mayo de 1801, un ballet en 16 números, desde la Obertura: Adagio-Allegro-Allegro molto con brio (La tempestad).

Se trataba de ubicarnos en una ambientación propicia para un programa como el elegido Un problema persistente a lo largo de la sesión, la acústica nada propicia del templo para la música en los precisos resultados. Como primera pieza cantada, el recitativo y aria de Idomeneo de W.A. Mozart: Padre, germani, addio…, ópera antes del traslado a Viena y última de las tres grandes óperas serias que dominan la producción  frente a las óperas bufas, en Idomeneo, el rango, el peso y la pretensión de la música no dejaban muy atrás la realización escénica de acción grandiosa y solemne correspondiente a tal género. En ella, la orquesta se inserta en la construcción estructural admitiendo en conjunto su resolución y voluntad de compromiso de fundir en una ópera seria el drama operístico francés ya existente, Idomeneo re di Creta surgió como ópera del Carnaval del año 1781, por encargo de la corte del elector de Munich, trasmitido a través del  conde de Seeau, intendente del teatro. El aria resultó excelente credencial para una voz de fuerza expresiva y de un dramatismo atento a las demandas del personaje en su desesperación. Prueba de la idoneidad de esta soprano, avalada por el rigor de jurado a la hora de elegir la voz galardonada, entre la serie de ocho aspirantes en la final.

Jan Sibelius con el Vals triste Op. 44, un tiempo de (Koulema/ La Muerte), música incidental para una obra del dramaturgo Arvid Järnefeld, cuñado del compositor, para su estreno el 2 de diciembre de 1903, en Helsinki, al que pertenece este Vals triste, especialmente conocido y que destaca por aire patético y hasta lánguido que describe el episodio de una viuda que danza en brazos de la muerte, creyendo que son los de su añorado compañero. La orquestación contribuía  a realzar esa situación de lamento, distinguiendo en principio el fraseado de las cuerdas. Detalle a modo de transición gracias a la popularidad de que venía precedido.

Dos fueron las páginas elegidas de la ópera Cosí fan tutte, ossia la scuola degli amanti  K. 588, inmensa comedia perfecta en su equilibro sobre un libreto a la altura del gran Lorenzo da Ponte, comedia musical en dos actos, destinada a su estreno en Viena, manteniendo el mismo poder seductor que el Don Giovanni o Le Nozze di Figaro, definitivo drama giocoso, muy a pesar del título otorgado por el libretista aunque se evitan los números de relleno como observaremos en otras óperas, contribuyendo a una instrumentación que logra la atmósfera ansiada. Del segundo acto y en el segundo cuadro, recitativo y aria que culmina en Per pietà, ben mio perdonaFiordiligi asediada por Ferrando, mientras se debate el afecto que la une a Guglielmo, en un juego de aparentes personajes ficticios, caracterizados como albaneses. La soprano precisaba con delicadeza sus ansias de resolver un conflicto vanamente enrevesado por su imprecisa actitud. En otro momento, de Così fan tute, un encuentro en el jardín de la mansión para redundar en equívocos Fiordiligi, se nos presenta en el tercer cuadro del primer acto, en respuesta al adusto Don Alfonso, dominante en su voz de bajo y solterón empedernido, a quien sabrá contestar que tanto ella como su hermana resultarán inasequibles a sus requiebros, respondiendo con el recitativo y aria E non profaniCome scoglio. La soprano mostró una línea de canto elegante y matizada, con un legato atento a esos condicionantes debidos a las limitaciones del espacio acústico.

Amy Beach- Invocation-, precoz compositora norteamericana, había demostrado su talento siendo niña, al memorizar y retener una melodía cuando tenía un año de edad, tocándola poco después al piano, en su segundo año de vida, sin apenas recibir clases, lo que auguraba el futuro que prometía grandezas, un caso similar al de Fanny Mendelssohn, Lili  Boulanger o Elisabeth Maconchy, para dejar constancia de la superación de obstáculos, pronto será un caso más normal, al comenzar una vida activa a los 18 años, ofreciendo cada año recitales en público, bastantes con propósitos de beneficencia. En su vida, el hecho de la obligada superación cotidiana en un medio especialmente hostil. En su catálogo, interesa un trabajo como la Sinfonía Gaélica, estrenada en 1896, que motivó numerosos elogios. Invocatión, se recibió en arreglo de Sebastian Zinca, a través de una sonata para violín y piano, especie  una ensoñación enternecedora. Zinka en esta primera temporada con la orquesta, había dejado una convincente impresión dirigiendo una suite del ballet Alegrias, de Roberto Gerhard, una las conciencias musicales  en el exilio.

Un aria esta vez por Giuseppe Verdi, por Otello, con el Ave María, lamento de Desdémona, en esta ópera sobre libreto de Arrigo Boito, partiendo del Shakespeare de The tragedy of Otello, ópera estrenada en el Teatro alla Scala milanés, en febrero de 1887. Desdémona, la despreciada esposa del tiránico Otello, canta en su amargura este Ave María, en una libre adaptación del texto. Una plegaria que ha sobrevivido al margen de la ópera, por la permanente atención de las cantantes en su deseo de incorporarla a sus recitales, pieza también conocida como preghiera.

Un Beethoven para completar la tarde, con el Primer movimiento de la Octava Sinfonía en Fa M.p. 93. Calificada como la pequeña sinfonía por el propio autor y que fue compuesta en el período estival de 1812. Críticos habrá quienes digan que es la menos lograda de todas. La ligereza, el espíritu sofisticado y la concisión expresiva, resultan las conquistas de la obra. Los dos movimientos extremos, el Allegro vivace e con brio y el Allegro vivace, presentaban con seguridad y autoridad el clima creativo de la obra. Los dos temas del primer movimiento ayudan a crear una intención de doble personalidad, entre desenvuelto y festivo.

Ramón García Balado

 

Real Filharmonía de Galicia / Sebastian Zinka

Paulina Wielarczyk

Obras de W. A. Mozart, G. Verdi, L.v. Beethoven, Amy Beach y Jan Sibelius

Igrexa de Santo Agostiño, Santiago de Compostela

 

16/07/2024

 

 Iglesia de Santo Agostiño, Santiago de Compostela

 Concierto en Santo Agostiño-día 18, a las 20 h-, con la RFG dirigida por Sebastian Zinka, y destacando como solista la soprano Paulina Bielarczyk, ganadora del VI Concurso Compostela Lírica que promueve Amigos de la Ópera de Santiago, y que colabora en la sesión de esta tarde, que en la edición pasada estuvo presidido por un jurado representado por Patrick Canac, como representante de Les Musiciens du Luberon; Elisabeta Matos, en su calidad de responsable del Teatro Sâo Carlos, de Lisboa; Maciej Pikulski, pianista al que ya tuvimos en algunas de ediciones del ciclo de Lied; Victoria Stapells y Arturo Reverter- como presidente del jurado-, como irrenunciables críticos musicales; la mezzosoprano y profesora de canto  Graziela Valceva Fierro y Celestino Varela, en representación de la Ópera de Oviedo. Un programa en el que no faltarán alicientes desde oberturas a movimientos de una sinfonía, hasta piezas por descubrir con una relevancia especial a las páginas operísticas entre Mozart y G.Verdi. Como entrante, la obertura de Prometeo Op. 43 de L.v. Beethoven, perteneciente al ballet Die Geschöpfe des Prometheus, obra de juventud basada en una fábula clásica del héroe griego, puesto en escena por Salvatore Viganò, una música sustancialmente pródiga en sus pretensiones en las que Prometeo conduce a las estatuas al Parnaso y concede a Apolo el encargo de aproximarlas a los mundos de las distintas Artes y que por su parte, Apolo invita a Afinión, Arión y Orfeo a dar a conocer a las estatuas los secretos de la música, mientras invita a Melpómene y a Talía a desvelarles los misterios de la tragedia y la comedia. Prometeo, confiará a la postre a las criaturas de Terpsípore y a Pan, para que aprendan las técnicas de la danza pastoril, y a Baco para que se inicien en el mundo de las danzas de carácter orgiástico. Una obra que se estrenó en el Burgtheater vienés, el 28 de mayo de 1801, un ballet en 16 números, desde la Obertura :Adagio-Allegro-Allegro molto con brio (La tempestad).

Primera pieza cantada, el recitativo y aria de Idomeneo de W.A. Mozart:  Padre, germani, addio…, ópera antes del traslado a Viena y última de las tres grandes óperas serias que dominan la producción  frente a las óperas bufas, en Idomeneo, el rango, el peso y la pretensión de la música no dejaban muy atrás la realización escénica de acción grandiosa y solemne correspondiente a tal género. En ella, la orquesta se inserta en la construcción estructural admitiendo en conjunto su resolución y voluntad de compromiso de fundir en una ópera seria el drama operístico francés ya existente, Idomeneo re di Creta surgió como ópera del Carnaval del año 1781, por encargo de la corte del elector de Munich, trasmitido a través del  conde de Seeau, intendente del teatro.

Jan Sibelius con el Vals triste Op. 44, un tiempo de (Koulema/ La Muerte), música incidental para una obra del dramaturgo Arvid Järnefeld, cuñado del compositor, para su estreno el 2 de diciembre de 1903, en Helsinki, al que pertenece este Vals triste, especialmente conocido y que destaca por aire patético y hasta lánguido que describe el episodio de una viuda que danza en brazos de la muerte, creyendo que son los de su añorado compañero. La orquestación contribuye a realzar esa situación de lamento, distinguiendo en principio el fraseado de las cuerdas.

Dos serán las páginas elegidas de la ópera Cosí fan tutte, ossia la scuola degli amanti  K. 588, inmensa comedia perfecta en su equilibro sobre un libreto a la altura del gran Lorenzo da Ponte, comedia musical en dos actos, destinada a su estreno en Viena, manteniendo el mismo poder seductor que el Don Giovanni o Le Nozze di Figaro, definitivo drama giocoso, muy a pesar del título otorgado por el libretista aunque se evitan los números de relleno como observaremos en otras óperas, contribuyendo a una instrumentación que logra la atmósfera ansiada. Del segundo acto y en el primer cuadro, recitativo y aria que culmina en Per pietà, ben mio perdonaFiordiligi asediada por Ferrando, mientras se debate el afecto que la une a Guglielmo, en un juego de aparentes personajes ficticios, caracterizados como albaneses. Un encuentro en el jardín de la mansión para redundar en equívocos. Fiordiligi, en el tercer cuadro del primer acto, en respuesta al adusto Don Alfonso, dominante en su voz de bajo y solterón empedernido, quien sabrá contestarle que tanto ella como su hermana resultarán inasequibles a sus requiebros, respondiendo con el aria Come scoglio.

Amy Beach- Evocación-, precoz compositora norteamericana, había demostrado su talento siendo niña, al memorizar y retener una melodía cuando tenía un año de edad, tocándola poco después al piano, en su segundo año de vida, sin apenas recibir clases, lo que auguraba el futuro que prometía grandezas, un caso similar al de Fanny Mendelssohn, Lili  Boulanger o Elisabeth Maconchy, para dejar constancia de la superación de obstáculos, pronto será un caso más normal, al comenzar una vida activa a los 18 años, ofreciendo cada año recitales en público, bastantes con propósitos de beneficencia. En su vida, el hecho de la obligada superación cotidiana en un medio especialmente hostil. En su catálogo, interesa un trabajo como la Sinfonía Gaélica, estrenada en 1896, que motivó numerosos elogios.

Un aria esta vez por Giuseppe Verdi, por Otello, con el Ave María, lamento de Desdémona, en esta ópera sobre libreto de Arrigo Boito, partiendo del Shakespeare de The tragedy of Otello, ópera estrenada en el Teatro alla Scala milanés, en febrero de 1887. Desdémona, la despreciada esposa del tiránico Otello, canta en su amargura este Ave María, en una libre adaptación del texto. Una plegaria que ha sobrevivido al margen de la ópera, por la permanente atención de las cantantes en su deseo de incorporarla a sus recitales, pieza también conocida como preghiera.

 Un Beethoven para completar la tarde, con el Primer movimiento de la Octava Sinfonía en Fa M. op. 93. Calificada como la pequeña sinfonía por el propio autor y que fue compuesta en el período estival de 1812. Críticos habrá quienes digan que es la menos lograda de todas. La ligereza, el espíritu sofisticado y la concisión expresiva, resultan las conquistas de la obra. Los dos movimientos extremos, el Allegro vivace e con brio y el Allegro vivace, presentan con seguridad y autoridad el clima creativo de la obra. Los dos temas del primer movimiento ayudan a crear una intención de doble personalidad, entre desenvuelto y festivo.

Ramón García Balado

17/04/2024

La Passion de Simone Weil según Kaija Saariaho

 Santiago de Compostela - 17/04/2024

Kaija Saariaho, en su tercera comparecencia en colaboración con Amigos de la Ópera de Santiago, esta vez dirigida por Joana Carneiro, conocedora de esta obra estreno en España y que ya había abordado en otros compromisos, tras la primera cita con Ciel d´Hiver, abriendo curso y  cuando contábamos con la autora como artista en residencia que por obvias razones fue una experiencia que no pudimos compartir, la segunda había sido con D´om le vrais sense, para lucimiento de su dedicatario, el clarinetista Kari Kriikku.

Solistas en canto fueron la soprano Karen Vourc´h, y el cuarteto formado por Ângela Alves, Joanna Valente, André Lacerda y Luís Pereira además de la bailarina Inês Pedruco y la narradora Inés Salvado Gontad. En conjunto, la propia Simone impregnaría  su mística obsesiva a través de cada uno de los intérpretes, apoyados en el texto tramado por Maaluf y Peter Sellars. En su homenaje y acompañándonos,  la presencia de su compañero Jean Baptiste Barrière.  

En atriles, se nos ofreció la versión camerística, una obra que había tenido su estreno en el Festival de Salzburgo, en un homenaje a la pensadora y con un tratamiento escénico de Peter Sellars, en lo que se anunciaba como Festival New Crowner Hope (Nueva Esperanza Coronada), nombre de la logia masónica cofundada por el entorno mozartiano en sus años finales, poco después de la Revolución Francesa, que prohibía las logias en Austria. Un nombre que resultaba significativo aludiendo con ello a la antorcha de confianza que guiaría a las nuevas generaciones, una producción para aquel certamen, que contaría con la colaboración del bailarín congolés Faustin Linyekul.

La Passion de Simone Weil, resulta encuadrable dentro del género del oratorio, cercano en lo posible a sus óperas como L´Amour de loin, encargo para el Festival de Salzburgo y del período en el que Gérard Mortier ejercía como director en el Théâtre du Chatelet parisino, comienzo de una etapa fructífera de la compositora finesa, muy relacionada con el escritor libanés Amin Maaluf a la que seguiría poco después otra ópera de gran aceptación, Adriana Mater, en la Opéra de Paris, encargo igualmente de Mortier y dramaturgia de Sellars. Obra de relumbrón sería Château de l´âme, un ciclo embriagador de mélodies que llevaría a la cumbre Dawn Upshaw, junto a Esa-Peka-Salonen (Sony) o las sugerentes Du Cristal…à la fumée, Septs papillons (para chelo solo) o L´aile du song, Graal Théâtre (violín y orquesta), para Gidon Kremer.  D´om le vrais sense, aquella apoteosis sonora que nos dejó traspuestos tras la lectura de Kari Kriikku, había sido estrenada por el intérprete con la O. de la Radio de Finlandia tutelada por Sakari Oramo, fruto del compromiso de esa orquesta, la Fundaçao Casa de Musica, la BBC, y la O. de la Radio Sueca, mientras abordaba la ópera Adriana Mater (2006).

Casi ochenta minutos para La Passion de Simone Weil, obra con notable despliegue de plantilla, rica en recursos contrastantes, en versión orquestal: 3 flautas; 2 oboes; 2 clarinetes; 2 fagotes; 4 trompas; 2 trompetas; 2 trombones; tuba, timbales, percusiones (bombo, concha, crótalos, carrillones de vidrio, glockenspiel, marimba, placa metálica, platillos suspendidos, tam-tam, triángulo, vibráfono y bloque de madera), arpa, celesta, cuerdas, electrónica (además de voz hablada, solo de soprano y coro, para su estreno con la Los Angeles Orchester  Philharmonic, en un planteamiento que respondía a sus pretensiones del dominio propuesto en el rango de las texturas sonoras, la amplitud de registros y las resonancias tímbricas, en beneficio de las cualidades sonoras en su conjunto.

Todo ello producto de una asumida experiencia ya cimentada en los años de formación en la escuela del IRCAM, de Pierre Boulez, por la que había pasado en la década de los ochenta. Será precisamente la realidad del sonido quien obtenga argumentos que se harán tangibles en el conjunto de sus obras, en este caso por su confluencia posible con la tradición barroca-las Pasiones bachianas o las de sus contemporáneos-, trasladadas al tiempo presente y el emparejamiento con el misticismo sincrético del ideario filosófico de Simone Weil (1909/1943) sobre una fuerte acentuación de un estado emocional hipersensible y profundamente dramático.

A efectos reales, nos centramos con la versión camerística (2013),destinada al Musik Centre Slovakia, en iniciativa del Crossroads de Lubin,  trabajo recibido por sugerencia de los directores  Aleksi Barriére, de la que saldría esta reducción que facilitaría su divulgación en este formato, por las menores exigencias instrumentales. Una orquestación para 19 instrumentistas y sus planteamientos electrónicos, tan habituales en muchas de sus obras. Cuatro voces solistas ocupan el espacio del coro- soprano, alto, tenor y bajo-, motivos algunos que recuperará en Only the Sound Remains, que comenzará de inmediato, tras el arreglo de esta obra. La versión camerística, con segura aceptación, se dio a conocer el 14 de noviembre de 2013, en Bratislava, en las actividades del Festival Melos-Ethos, dedicado a la Música Contemporánea, contando con la Compañía musical La Chambre aux échoes, precisamente con el protagonismo de la soprano Karen Vourc´h, asistida por un cuarteto vocal y una actriz, además de la O.C. de la Secesión, dirigida por Clement Mao- Takacs y una dirección escénica de Aleksi Barriére.

Producciones posteriores contarán con la soprano Sayuri Araida y otras en su planteamiento escénico, recuperaron a Peter Sellars, con la figura de Julia Bullock (Deutsche Oper Berlin), en 2015; Ojai Music Festival, del año siguiente, o el de la  Sidney Chamber Opera (2019), con la soprano Jane Sheldon, con las direcciones de Jack Symonds e Imara Savage.

Karen Vourc´h, la soprano que nos acompañó es una voz especializada en roles de similares exigencias tanto vocales como actorales y para muestra en producciones como Pelléas et Mélisande, de Claude Debussy; Vanessa, del mismo título de Samuel Barber; Marzeline, de Fidelio (Beethoven), roles mozartianos como Fiordiligi (Cosí fan tutte) o Donna Elvira (Don Giovanni); La Femme (La Voix Humaine), de F.Poulenc/J. Cocteau), además de Blanche de la Force( Dialogue de Carmelites); Quatre Instants, de Marko Letonja; Sept poémes de Alexandre Bloch; L´enfant et les sortilèges (Maurice Ravel). Cantante con estudios en la École Superieur de París, mientras se especializaba en actividades ajenas al mundo de la música en la DEA, recibiendo en el año 2009 el mérito como Revelation Artiste Lyrique Victoires Musique Classique. Un canto en forma sprechgesang dentro de un contexto en el que sus compañeros en escena, sublimarían el misticismo agónico de la pensadora.

Ramón García Balado

Karen Vourc´h / Ângela Alves / Joana Valente / André Lacerda / Luis Pereira / Inês Pedruco.

Real Filharmonía de Galicia / Joana Carneiro

Colaboración con Amigos de la Ópera de Santiago

Kaija Saariaho. La Passion de Simon Weil

Auditorio de Galicia, Santiago de Compostela

 

 publicado en RITMO, edición digital

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