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05/01/2024

Fernando Buide del Real estrena el órgano Johannus, de la Igrexa de San Fernando

 Igrexa de San Fernando, Santiago de Compostela


 Presentación de un nuevo órgano en nuestra ciudad, un Johannus modelo Rembrandt 350, en la Igrexa de San Fernando- sábado día 6, a las 21´00h.-, en el que el compositor e intérprete compostelano incluirá en programa el Preludio y fuga, en La m. BWV 543, de Johann S. Bach; el Coral nº 1, en Mi M. de Cesar Franck; Dieu parmí nous, de la Nativité du Seigneur, de Olivier Messiaen y de su propia firma O Sacrum convivium y Comunión. Fernando Buide en calidad de organista, tuvo presencia en las actividades del Compostela Organum Festival (2011), y en el Festival de  Músicas Contemplativas en una de sus ediciones, acompañado en cuarteto por solistas de la RFG además de su participación en las Xornadas de Música Contemporánea de 2013, presentando Eupalinos en estreno junto a obras de Paul Hindemith y un arreglo de la Cuarta Sinfonía de Gustav Malher, en interpretación de la JONDE dirigida por Joan Cervero y la soprano Mª. José Moreno.  Mayor relevancia tuvo su presencia con la ONE, en un concierto dirigido por Diego Martínez-Etxevarria, contando como solista de órgano a Juan de la Rubia, merced a un encaro de la misma  que estrenaba su Concierto para órgano y orquesta, en el Auditorio Nacional, en una sesión que incluía Hymne pour grande orchestre, de Olivier Messiaen y la Sinfonía en Do, de Paul Dukas.

Buide del Real, compositor en residencia entonces en la Real Academia de España, en Roma, se había formado en Yale (en donde se doctoró) y en la Pittsburgh University, en la triple faceta de compositor, pianista y organista, pasando por las docencias de  Leonardo Balada, Martin Bresnick, Ezra Laderman o Anton Kernis, en composición, y Lidia Stratulat y Tsiala Kvernadze, en piano, completando en órgano con Antonio Díaz Corveiras y Donald Wilkins.  El Concierto para órgano citado, nacía pensado para el ilustre organero G. Grenzing y su órgano del Auditorio Nacional, pieza que partía de un pequeño tema que remitía al repertorio del órgano barroco ibérico, una de las tradiciones organeras en las que se basa el de Madrid y que sabría destacar una serie de variaciones sin solución de continuidad ; una suerte de narrativa fantástica que no excluía momentos más impetuosos del instrumento, explorando registros particulares, desplegando los diferentes registros del órgano.

Johann Sebastian Bach con el Preludio y fuga, en La  m. BWV 543, el perfeccionamiento de la forma que sería fruto de su etapa en Weimar  (1708/17), comenzando por el Preludio que observa asperezas de una línea melódica de cromatismo descendente y que para estudiosos como Basso, podría datar aproximadamente de 1709. En la fuga, las amplias proporciones se fundamental desde un solo tema, conservando en duda la cronología del tiempo que podría llegar a los años de Leipzig. Puede tratarse de un arreglo de una pieza de clave, la Fuga en La m. BWV 944, aquí reforzada en lo organístico por medio de un enganche de la polifonía y el juego del pedal. A pesar de su origen, el resultado queda como una página de lograda homogeneidad, gracias a las proporciones medidas por el compositor, encontrándose amplias secuencias de igual número de compases. El estilo temprano de Bach, procede de manera clara de la escuela de Alemania del Norte, en particular de D.Buxtehude, al que siempre admiraría con devoción y reconocimiento, un primer tramo en el conjunto de sus obras para el órgano, en el que se incluye esta pieza.

Cesar Franck (1822/90), con el Coral nº 1, en Mi M., maestro de origen germánico aunque nacido en Lieja y asentado en París, muy unido precisamente a esa escuela francesa sin llegar a recibir el justo reconocimiento merecido, siempre condicionado por una presión paterna que pretendía enfocarlo hacia el piano. En el Conservatorio parisino, confirmará sus preferencias por el órgano, preparando su candidatura al gran órgano Cavaillé-Coll, de la iglesia de Santa Clotilde de París, puesto que ocupará a lo largo de tres décadas, como miembro de la Société Nationale de Musique, ayudando a consolidar las carreras de futuros maestros, actualmente apreciados y respetados, músicos como Ernest Chausson, Henri Duparc o Vincent d´Indy. Obras por excelencia, serán el Preludio, coral y fuga o el Preludio, Aria y Final. La obra en programa se reparte entre la Fantasía, la Pastoral y el Preludio, fuga y variaciones. Rica en contrastes en sus distintos pasajes, desde una exposición en siete períodos que enlazarán con una serie de variaciones y reexposiciones de notable contenido gracias a la importancia marcada por las combinaciones en un lenguaje armónico y el valor del tratamiento temático. Obra dedicada a Eugenio Gigout.

Olivier Messiaen, con la pieza Dieu parmi nous, de La Nativité du Seigneur, compositor que fascina Fernando Buide, y que se ofrece en una página de juventud estrenada en Grenoble y que reúne un conjunto de pequeñas piezas que se inician con La vierge et l´enfent, para completar con Les Mages  y esta Dieu parmí nous, estrenada por Jean Jacques Grünenwald; del resto de las piezas, se haría cargo Daniel Lesur y Jean Langlair. Una idea de lo que con el paso de los años, serán Las Veinte miradas sobre el Niño Jesús, de mayores dimensiones y ambición. Messiaen, había seguido las escuelas de Paul Dukas, Maurice Emmanuel y especialmente de Marcel Dupré, en el estudio para órgano, logrando un primer reconocimiento por su obra El Banquete celeste gracias a la riqueza ambigua de la escritura (los modos de trasposición limitada), auspiciada por una sensualidad tanto melódica como armónica y destacando un ideario casi místico. El Olivier Messiaen, que fue miembro activo en la creación del grupo Jeune France.

Ramón García Balado                                                                                       

04/01/2024

Iria Folgado: Ecos de Breogán a partir del oboe

 Ecos de Breogán en Poliédrica


  La oboísta e intérprete de corno inglés Iria Folgado presenta su registro discográfico a partir de cinco compositores que se inspiran en folklores de arraigo reconocibles y para tal experiencia se acompaña por las violinistas Sara y Raquel Areal, el viola Héctor Cámara y el chelista Iago Domínguez, quienes con ella colaboraron en el certamen  estival Música no Claustro, de Tui. Ecos de Breogán- trabajo para el sello Poliédrica- , responde a esas inquietudes compartidas en común, animadas por la oboísta que ejerce como solista de la Berlin Konzerthaus Orchester, que dirige Joana Mallwitz, con la que puso en atriles el Concierto para piano de Ravel y la Sinfonía Fantástica de Berlioz. Fue alumna en la EAEM, de Christina Dominik y en Alemania, de Dominik Wollenweber, en la Hochschule für Musik Hanns Eisler, tras recibir becas de la Fundación Alexander von Humbolt. Entre 2019/21 se integró en la Karajan Akademie, de la Berliner Philharmoniker, llegando a ser dirigida por Sir Simon Rattle, K. Petrenko, Ivan Fischer, Andris Nelson o Daniel Harding. Con la Symphony Orchestra, dirigida por Zubin Mehta, realizó una serie de giras que ampliaran las ofrecidas con la European Fhilharmonic, dirigida por Charles Dutoit y con Martha Argerich como solista.

A comienzos de los años 30, el oboe tendrá un renacer como instrumento solista en las convocatorias de músicas camerísticas en el Reino Unido, siendo en cierto modo Walter Willson Cobbett, un avezado industrial quien haga posible la composición de las dos primeras obras que tenemos en el cd, la de  Benjamin Britten y la de Elisabeth Maconchy. Britten por el Phantasy Quartet Op. 2, obra juvenil, para oboe, violín, viola y chelo (1932), pensada para el oboísta Leon Goosens y el International String Quartet, modelo del arte de combinar dos estructuras musicales regularmente enfrentadas y que se condensan en  un movimiento único. En su evolución, un Andante alla marcia hacia un Allegro giusto que se resuelve en el Andante inicial, preparando la recapitulación en Allegro de sonata y una coda sobre Tempo primo. Un aire de ofuscamiento propuesto por las insistentes sutilezas y en las que bastante tienen que decir el manejo de las tonalidades. Excelente argumento para la presentación de credenciales de Ecos de Breogán.

Leon Goosens, el oboísta (1897/1988), había sido el genuino creador de una escuela de referencia en la música de cámara tras abandonar la orquestal y sus compañeros de confianza fueron George Malcolm y Yehudi Menuhin, recibiendo el reconocimiento de compositores que le dedicaron obras, entre ellas: Elgar-Soliloquy-; Vaughan-Williams- Concierto para oboe-; esta fantasía citada; Cooke- Cuarteto para oboe y cuerdas-; su hijo Eugene Goosens-Concierto para oboe, además de la Sonata para oboe y piano, de Paul Hindemith.

Elisabeth Maconchy (1907/94), aparece con el Quinteto para oboe y cuerdas (1932), en sus tres movimientos claramente deudores de esas herencias: Moderato; Poco sostenuto y Allegro non troppo. Piezas refrescantes y de un cuidado fraseo en su lectura, observando en el segundo una influencia perceptible de su maestro Ralph Vaughan- Williams. Período de importantes compositoras inglesas, en el que junto a ella, sobresalen Judith Weir, Thea Musgrave o Elisabeth Lutyens. El quinteto en programa, tuvo como solista a Helen Gaskell (1906-2002), con el Griller Quartet, que tendría registro fonográfico. Fue alumna de G. Holst y participó en los Proms con la Orquesta de Henry Wood, recibiendo la consideración de William Alwyn quien le dedicó una sonata para oboe y piano y un Concierto para oboe y arpa. Maconchy vivió unos años en Irlanda antes de trasladarse al Royal College of Music (Londres), siguiendo las docencias de Arthur Alexander o Charles Wood y continuar en Praga, con Erwin Schulhoff, descubriendo la obra de Bartok, Janacek y Alban Berg.

Ralph Vaughan-Williams (1872/1958), amplía horizontes con Six Studies in English Folksong (1926), para mantener el pulso requerido, obra en principio para chelo y piano, a la que añadirá corno inglés y cuarteto de cuerdas (labor de Robert Stanton), un espacio, el camerístico no muy extenso pero imaginativo y agudo, a través de los resultados mano a mano con Cecil Sharp, en labores conseguidas en las primeras Folk- Songs Society, fundada en 1903. La destinataria de la obra elegida, había sido la chelista May Mukle y en lo primordial,  nada tiene que ver con sencillas transcripciones, partiendo de un Adagio sobre Lovely on  the Water y un Andante Spurn Point. El Larghetto se apoya en Van Diemen´s Land; el Lento, nos lleva a She Borrowed Some of Her Mother´s Gold, y el Andante toma The Lady and the Dragon, para cerrar un Allegro sobre As I Walked over London Bridge.

Arnold Bax (1883/ 1953), añade fidelidades inspiradas en la poética de William Buttler Yeats, traducidas musicalmente en el Quintet for oboe and Strings (1922), en tres tiempos: Tempo molto moderato; Lento espresivo y Allegro giocoso. El renacimiento de aquella música inglesa ente los grandes nombres como Elgar, Delius, Vaughan- Williams o Holst a los que se añaden Frank Bridge, John Irland y Arnold Bax. El renacer de las raíces autóctonas fomentadas por las aportaciones irlandesas, contribuirán en gran medida a que en el conjunto de su legado, asomen formas y modismos que tendrán no menor reflejo en su música sinfónica. Una primera dedicatoria será la ofrecida a su colega de trayectoria, John Ireland, con la Primera sinfonía estrenada en el Queen´s Hall, dirigida por Albert Coates.

Fernando Buide del Real completa con el Adagio para corno inglés (2003/4). El compositor compostelano, tuvo a bien a través de sus compromisos y encargos obsequiarnos con obras como Pasaxes, en una sesión en la que también se escuchó Spitfire Preludio y Fuga, de William Walton o Paixase suspendida, junto al Concierto para orquesta nº 2 (2003), de James  Macmillan, del que fue solista Joanna Macgregor, en sus tres tiempos: Cumnock Fair; Shambards y Shamnation. Fernando Buide es autor de un Adagio para trío de cuerdas, nacido de la transcripción de un cuarteto de cuerdas completado en 2002, de sus años de estudios en Oviedo, cuyo segundo tiempo fue readaptado para violín, clarinete y chelo. Una visión que no modificaba su unidad formal, con una aproximación a las obras de Prokofiev y Shostakovich. Su pieza engarza en esta ocasión sin la menor duda con el planteamiento temático de Ecos de Breogán

Ramón García Balado   

 

21/12/2023

De Nadal, con la Banda Municipal, en el Auditorio de Galicia

 Auditorio de Galicia, Santiago de Compostela

Brincadeira

 
Concierto en el Auditorio de Galicia con la Banda Municipal dirigida por su titular David Fiuza Souto propicio para estas fechas- 22, de diciembre , 20´00-, destacando como obra de cabecera la Carol Symphony, de Christian Victor Hely-Hutchinson (1901/47). en el que tendremos como invitados especiales al Grupo de Danza Brincadeira, uno de los veteranos por tradición y experiencia. En programa, piezas como San Vicente, Muiñeira de Sabaxáns, Xota do Moscoso, el pasodoble de Catoira, la rumba de Seivane o la Suite de Trandeiras.  Repite con respecto a la semana pasada, Manuel Otero Paino, con la Coral e  fanfarría, después de haber escuchado Ápeiron, junto a obras de Fernando Buide, Ces Calvo y Xoan Montes con la Fantasía sobre aires galegos. Otero Paino, cuenta con una consolidada experiencia en los más diversos estilos musicales como es el caso del teatro y la danza, con el Grupo Pisando Ovos, además de colaborar en arreglos de obras como La historia del soldado de Igor Stravinski, dirigida por Joam Trillo, obras también como A gata con zocos; el corto fílmico Veleno, el compromiso Olladas sobre o Museo, para el Museo das Peregrinacións; Travesía do Alén, entre otras aportaciones de variado talante. Fue productor de Circo Pista 4, y en el espacio de jazz, otra de sus dimensiones, le llevó en sus comienzos a seguir el magisterio de Abe Rábade y Paco Charlín, un seguro para adentrarse en estas formas en las que parece asentado, dada su condición de arreglista, compositor e intérprete de trompeta.

Christian Victor Hely- Hutchinson (1901/47), es compositor británico con procedencia sudafricana (Ciudad del Cabo), y del que precisamente se destaca esta Carol Symphony, composición elaborada a partir de selecciones de los Christmas carols, y que para esta composición dejarán un resultado de cuatro piezas interpretadas sin solución de continuidad, en concreto, el resultado de esos villancicos tradicionales, se resumen en los tiempos O Come, All Ye Faithful; God Rest Ye Merry, Gentelmen; The  First Noel y Here We Come Awassiling. Nuestro músico había tenido su primera formación musical en Ciudad del Cabo, con el Dr. Thomas Barrow Dowling (1861/1926), organista de la Catedral de aquella capital, quien le descubrió los misterios del piano antes de su traslado a Inglaterra, que le convertirá en compositor británico.

A partir de 1910, ampliará conocimientos con el ilustre Donald Tovey, estudiando en la Heatherdown School, en las cercanías de Ascot, para proseguir poco después en el Eton College (entonces Buckinghamshire), preparando su ingreso que le llevará al Balliol College, perteneciente a la Oxford University, en donde también cultivará otras ciencias humanísticas, particularmente en Historia y en el Royal College of Music, disfrutará de la tutoría de Sir Adrian Boult (1889/1983), figura señera de la música inglesa, que dinamizó la vida musical de su tierra con estrenos de obras de Vaughan- Williams-Job, a masque of dancing-; Howells- concierto para cuerdas-; Williamson- concierto para órgano-; Paul Hindemith- Trauermusik- o Gerontius, de Sir Edward Elgar o la suite de Los Planetas, de Gustav Holst, por expresa voluntad del autor.

Tras viajes de ida y vuelta se asentará en Birgimgham, optando al cargo de director regional de la música de la BBC (1926), participando también como pianista en las programaciones, tomando la responsabilidad de la Midland Studio Orchestra, y ocho años después, se haría profesor de la Birginham University. En 1941, recibirá el doctorado de la Oxford University antes de volver a ejercer de nuevo en la BBC. Un curioso personaje que gustaba del uso de la bicicleta para sus traslados cotidianos. La obra en cartel es la más apreciada de su catálogo, a la que se añaden, el Preludio Solemne, en Sol M.; Three Fugal Fancies, para cuerdas; la Obertura para una pantomima; Suite Sudafricana; la opereta Hearts are Triumphs, o las Variaciones, Intermezzo y final.

La Carol Symphony, de 1929, remite a la tradición de los villancicos ingleses (carols), recuperados en un nuevo tratamiento en lo que resultará esta entretenida y atractiva composición. Podremos remitirnos a su tercer tiempo que acabará siendo utilizado como pieza independiente asimilada a los títulos de crédito del programa La Hora de los Niños, emitido por la BBC, en 1943 que se confirmará en la adaptación televisiva de 1984, de John Mansfield, titulada The Box of Delights (La Caja de las Delicias). Igualmente las variaciones sobre el carol The First Noel o la versión realizada sobre la canción El Búho y el gatito, de Edward Lear, llevada a registro por Elton Hayes en una trasmisión de la BBC Children´s Favourites. Su segundo tiempo, en forma de scherzo, bascula en el entorno de la pieza de inspiración God Rest Ye Merry Gentlemen, cercana a una obra de Balakirev y el Cuarto tiempo, alegre y distendido remarca el talante de la obra que fue ofrecida en los Promenade Concerts del Queen´s Hall, junto a obras de Edward Elgar, Vaughan- Williams y Percy Pitt, en 1929, bajo la dirección del autor, después de su estreno un par de años antes a finales de 1927, con Sir John Barbirolli con la Wireless Symphony Orchestra, embrión de la BBC Symphony Orchestra.

Ramón García Balado

Concierto en el Auditorio de Galicia con la Banda Municipal dirigida por su titular David Fiuza Souto propicio para estas fechas- 22, de diciembre , 20´00-, destacando como obra de cabecera la Carol Symphony, de Christian Victor Hely-Hutchinson (1901/47). en el que tendremos como invitados especiales al Grupo de Danza Brincadeira, uno de los veteranos por tradición y experiencia. En programa, piezas como San Vicente, Muiñeira de Sabaxáns, Xota do Moscoso, el pasodoble de Catoira, la rumba de Seivane o la Suite de Trandeiras.  Repite con respecto a la semana pasada, Manuel Otero Paino, con la Coral e  fanfarría, después de haber escuchado Ápeiron, junto a obras de Fernando Buide, Ces Calvo y Xoan Montes con la Fantasía sobre aires galegos. Otero Paino, cuenta con una consolidada experiencia en los más diversos estilos musicales como es el caso del teatro y la danza, con el Grupo Pisando Ovos, además de colaborar en arreglos de obras como La historia del soldado de Igor Stravinski, dirigida por Joam Trillo, obras también como A gata con zocos; el corto fílmico Veleno, el compromiso Olladas sobre o Museo, para el Museo das Peregrinacións; Travesía do Alén, entre otras aportaciones de variado talante. Fue productor de Circo Pista 4, y en el espacio de jazz, otra de sus dimensiones, le llevó en sus comienzos a seguir el magisterio de Abe Rábade y Paco Charlín, un seguro para adentrarse en estas formas en las que parece asentado, dada su condición de arreglista, compositor e intérprete de trompeta.

Christian Victor Hely- Hutchinson (1901/47), es compositor británico con procedencia sudafricana (Ciudad del Cabo), y del que precisamente se destaca esta Carol Symphony, composición elaborada a partir de selecciones de los Christmas carols, y que para esta composición dejarán un resultado de cuatro piezas interpretadas sin solución de continuidad, en concreto, el resultado de esos villancicos tradicionales, se resumen en los tiempos O Come, All Ye Faithful; God Rest Ye Merry, Gentelmen; The  First Noel y Here We Come Awassiling. Nuestro músico había tenido su primera formación musical en Ciudad del Cabo, con el Dr. Thomas Barrow Dowling (1861/1926), organista de la Catedral de aquella capital, quien le descubrió los misterios del piano antes de su traslado a Inglaterra, que le convertirá en compositor británico.

A partir de 1910, ampliará conocimientos con el ilustre Donald Tovey, estudiando en la Heatherdown School, en las cercanías de Ascot, para proseguir poco después en el Eton College (entonces Buckinghamshire), preparando su ingreso que le llevará al Balliol College, perteneciente a la Oxford University, en donde también cultivará otras ciencias humanísticas, particularmente en Historia y en el Royal College of Music, disfrutará de la tutoría de Sir Adrian Boult (1889/1983), figura señera de la música inglesa, que dinamizó la vida musical de su tierra con estrenos de obras de Vaughan- Williams-Job, a masque of dancing-; Howells- concierto para cuerdas-; Williamson- concierto para órgano-; Paul Hindemith- Trauermusik- o Gerontius, de Sir Edward Elgar o la suite de Los Planetas, de Gustav Holst, por expresa voluntad del autor.

Tras viajes de ida y vuelta se asentará en Birgimgham, optando al cargo de director regional de la música de la BBC (1926), participando también como pianista en las programaciones, tomando la responsabilidad de la Midland Studio Orchestra, y ocho años después, se haría profesor de la Birginham University. En 1941, recibirá el doctorado de la Oxford University antes de volver a ejercer de nuevo en la BBC. Un curioso personaje que gustaba del uso de la bicicleta para sus traslados cotidianos. La obra en cartel es la más apreciada de su catálogo, a la que se añaden, el Preludio Solemne, en Sol M.; Three Fugal Fancies, para cuerdas; la Obertura para una pantomima; Suite Sudafricana; la opereta Hearts are Triumphs, o las Variaciones, Intermezzo y final.

La Carol Symphony, de 1929, remite a la tradición de los villancicos ingleses (carols), recuperados en un nuevo tratamiento en lo que resultará esta entretenida y atractiva composición. Podremos remitirnos a su tercer tiempo que acabará siendo utilizado como pieza independiente asimilada a los títulos de crédito del programa La Hora de los Niños, emitido por la BBC, en 1943 que se confirmará en la adaptación televisiva de 1984, de John Mansfield, titulada The Box of Delights (La Caja de las Delicias). Igualmente las variaciones sobre el carol The First Noel o la versión realizada sobre la canción El Búho y el gatito, de Edward Lear, llevada a registro por Elton Hayes en una trasmisión de la BBC Children´s Favourites. Su segundo tiempo, en forma de scherzo, bascula en el entorno de la pieza de inspiración God Rest Ye Merry Gentlemen, cercana a una obra de Balakirev y el Cuarto tiempo, alegre y distendido remarca el talante de la obra que fue ofrecida en los Promenade Concerts del Queen´s Hall, junto a obras de Edward Elgar, Vaughan- Williams y Percy Pitt, en 1929, bajo la dirección del autor, después de su estreno un par de años antes a finales de 1927, con Sir John Barbirolli con la Wireless Symphony Orchestra, embrión de la BBC Symphony Orchestra.

Ramón García Balado

19/12/2023

Arte de piano: Alumnos de Ilona Timchenko, en el Paraninfo da Universidade

 Paraninfo da Universidade, Santiago


 Concierto de alumnos de la profesora Ilona Timchenko en el Paraninfo da Universidade-día 20 a las 19´30 h.-, en invitación abierta y en que destacados intérpretes ofrecerán obras demostrativas de su nivel adquirido. Jon Aruzmendi Ruíz, ofrecerá la Dumka Op. 59, de Piort Ilych Tchaikovski (escena rústica), compuesta a sugerencia de Félix Mackar, su editor francés y dedicada a Marmontel, profesor parisino. Un aire libre, el de esta Dumka, que enlaza varios episodios en los que la variación manifiesta un papel primordial. Pasajes ornamentados en un estilo de contracantos y un a modo de carrillones coloristas y un estilo de marchas armónicas por dentro de su lenguaje enfocado al teclado, que no está ajeno a las influencias de Ferenz Liszt, que nos deja en los límites del Grupo de Los Cinco.

Aurelia Michler, toma el Primer libro de El clave bien temperado, de J. Sebastian Bach, conjunto de 24 fugas y preludios BWV 846-869, concretamente el BWV 866, en Si b M., con un Preludio corto en 4/4, estilo de toccata elaborada sobre pasajes brillantes y rápidos de notable virtuosismo de grandes acordes quebrados que podrá recordarnos el estilo de Jean P. Rameau. La Fuga, a tres voces observa si cabe igual entusiasmo expresivo, prolongando semicorcheas mostradas en el primer contrasujeto enfocadas a una abundancia de notas que se repetirán.  También, con esta pianista, el Estudio nº 2, del Opus 25, de Frederic Chopin, de la serie de 12 piezas, y que aquí se beneficia de la ambivalencia entre los ritmos binarios y ternarios gracias a una situación compleja de resolver que para seguidores suyos, trataba con absoluta rapidez desde principio a fin. Maestro como Alfred Cortot, aceptarán que este estudio en Fa m., nacería como una elaboración de una improvisación que había realizado en uno de aquellos típicos recitales parisinos de la primavera de 1834. Junto al Primer Estudio en La b M., encontraría hueco en los últimos recitales que dio en su corta vida, en concreto el ofrecido en el Guildhall de Londres, en el otoño de 1848, año especialmente convulso. Será el venerado Johannes Brahms quien publique en Viena, en 1862, una lectura que complicaría las dificultades de la obra.

Carmen Fuxin, se enfrenta al Rondó capriccioso Op. 14, de F. Mendelssohn, un Andante en Mi M., compuesto en 1827, logrando un obra de notable aceptación por su elegante modernidad, perfecta en el contexto de su conocido virtuosismo, que desbordaba los tópicos habituales del momento, lo que facilitará la aparición de abundantes imitadores y que descubriremos también en otros de Liszt. El Rondó propiamente dicho, se precede de un Andante cantábile- un aire cercano a las cantinelas populares-, comunes en músicos de la época. El primer tema del Rondó (Presto, en forma de rondó-sonata), se encadena en menor a la introducción, siendo el Segundo más lírico.

Yuri Castro Durán, de nuevo con Chopin, esta vez con la Balada nº 4, en Fa m. Op. 52 ,(1842), obra que supone al apogeo del compositor junto a la Barcarola en Fa sost. m. Op. 60 y la Polonesa-Fantasía Op. 61, una dedicatoria íntima a la baronesa Nathaniel de Rothschild, obra refinada y extensa en la que manifiesta el logro llevado a su mayor rango, en lo relativo a la experimentación de los recursos originales y los diseños temáticos, ya a las puertas que anuncian el preámbulo del impresionismo. El Andante con moto, encabeza sus argumentos por su lirismo melancólico que se expanden sin reposo que nos trasladan a un estilo de nocturno a mezza-voce, en la mano derecha, hacia un balanceo en la otra mano. La serie de variaciones, conducen al enriquecimiento de la resolución de la Balada.

Michelle Pena, con el Primer tiempo del Concierto Italiano en Fa M. BWV 971, de Johann Sebastian Bach. Obra pareja con la Obertura en estilo francés BWV 831, en la edición de Nuremberg, de 1735, de la segunda parte del Klavierübung. Escrita en Leipzig, en 1735, pretende sintetizar en ella la claridad melódica italiana, con el rigor estructural, Bach pretende un concierto para clave del que se hubiera suprimido el acompañamiento o, en su visión opuesta, la reducción para el teclado de una inexistente obra orquestal con solista. No hay indicación de tempo, para este primer movimiento, pero en general ha de ser animado.  También para Michelle Pena, la Balada nº 2, en Fa M. Op. 38, estrenada en la Salle Pleyel parisina, tras su escritura en su retiro en la Cartuja de Valdemosa, en una dedicatoria a Chopin, quien le había dedicado la Kreisleriana Op. 16. Obra tensa y de agudos contrastes, cuya primera atmósfera apacible, trunca repentinamente en los pasajes siguientes.

Cristina Bernal- Sonata Op. 101 (nº 28), de L. van Beethoven, obra grandiosa y temible a lo largo de sus tiempos: Allegretto, ma non troppo; Vivace alla marcia; Adagio ma non troppo con affeto, tempo del primo pezzo y  Allegro ma non troppo. La dedicataria, la baronesa Dorothea Ermann (1778/1848), estaba considerada como una de las mejores intérpretes de sus obras, hasta el extremo en el que nuestro personaje, de talante difícil, tenía la costumbre de llamarla Dorothea-Cecilia (con evidente alusión a la Santa patrona de la música). El autor no  fue pianista de profesión, aunque esta obra de plenitud y madurez, inaugura la serie de sus últimas sonatas, con las que abrirá el futuro de tantos talentos. Resulta erróneo presumir que con esta sonata, pretendía romper con las precedentes. La tradicional secuencia de tiempos, ha quedado olvidada.

Martín Chaves, completa con el Preludio nº 5, de Sergei Rachmaninof, del Op. 23, una posible referencia al pianismo de Chopin, aunque en su conjunto, resultan obras de mayor extensión y en se reparten el dos conjuntos, que completan los del Op.32. El quinto del Op. 23, Alla marcia, en Sol m., resulta junto al Preludio en Do sost. m. de la Op. 3, uno de sus ejercicios más populares, marcado por la forma convencional ABA, una primera parte con acordes martillados en forma acelerada; una segunda en un evidente contraste absoluto, con detalles exóticos y arpegios, hacia una conclusión acelerada.

Ramón García Balado

Conciertos de alumnos del Curso de Cámara Airas Nunes en el CGAC

  Centro Galego de Arte Contemporánea,  Santiago de Compostela Para culminar las actividades del Curso de Cámara Airas Nunes de Cámara , con...