01/05/2024

Su sangre ya viene cantando: Exposición sobre Luigi Nono en la Fundación Luís Seoane

 

Exposición conmemorativa del centenario de Luigi Nono que abarca desde el día 3 de mayor al día 3 de septiembre, dentro de las actividades del VII Fesival Resis, de A Coruña y que tendrá como protagonistas a Marta Azparren, Marcelo Expósito y Andrea Valdés. La muestra aporta una selección de obras gráficas y manuscritos procedentes de la Fondatione Luigi Nono, de Venecia, del Archivio Ricordi, del Centro Federico García Lorca, de Granada y de la Fundación Tapies, con la pretensión de indagar en las afinidades y los vínculos establecidos entre  el compositor vanguardista de conocidos posicionamientos éticos y estos artistas que aportan su personal perspectiva, respondiendo con trabajos en estreno por encargo directo. Marta Azparren- In gesto illuminato- nos traslada en su ideario a la obra de Nono La fabbrica illuminata, optando por el registro de materiales acústicos, tomados de los procesos de fabricación en los altos hornos de la fábrica de acero Italsider, incluyendo igualmente las  voces de los trabajadores. Esa obra que Nono dedicó a los obreros de aquella fábrica para denunciar las duras condiciones de su trabajo. Poco después, en 1972, frente a una de aquellas instalaciones de Italsider, Pier Paolo Pasolini entrevistó a un obrero sordo en paro. Sus preguntas tendrán como respuesta no tanto un lenguaje de signos, sino una pura expresión de gestos de una lucha abierta. Escena muy criticada por militantes cercanos por considerarla degradante.

En la pieza Il gesto iluminato, Marta Azparren traduce los  gestos de aquel obrero por medio de incisiones grabadas por  guantes de uñas con forma de punzones sobre la superficie de un hierro de acero como las que fabricaba Italsider. La repetición durante horas de esa acción y el  registro de su sonido se convierte en un gesto iluminado de aquel obrero sordo, un posible diagrama audiovisual de una lucha no sólo obrera sino también de otras luchas y voces paralelas que quedaron invisibles y en silencio. La fabbrica illuminata de Luigi Nono, fue obra de compromiso social al igual que Il canto sospeso (1956); Ricorda cosa ti hanno fato in Auschwitz (1965), sobre el tema del Holocausto; Intoleranza 1966, una acción escénica centrada en la emigración y por los que pueda afectarnos Epitaffio a Federico García Lorca, precisamente por partes Y su sangre ya viene cantando (1952) o Momento. Romance de la guardia civil española (1953) es también obra que aparecen junto a piezas de Antonio Machado, como Canciones para Silvia o sus Canciones a Guiomar (1962/3). Recodemos que la última estancia de Luigi Nono en España fue en 1988, en calidad de profesor de los Cursos Manuel de Falla, en Granada.

El verdadero ingreso de Nono en la música electrónica tuvo lugar en 1964, año en el que compuso precisamente la obra que mayor celebridad conseguida hasta entonces La fabbrica iluminata, gracias aque como creador había madurado en el conocimiento de las posibilidades del medio durante esos años y la afirmación nítida, clara e inequívoca de su personalidad intelectual comprometido con la realidad política y social de su entorno. Para Pestalozza, La fabbrica illuminata desenmascara el trabajo alienado…habla de la música y dice que la música  es un medio de comunicación, o antes bien, un trabajo para comunicar la situación concreta de una fábrica, o sea, todo el trabajo considerado en relación a lo social. La fabbrica de Nono, nos muestra la relación del compositor con la tecnología  electrónica.

Marcelo  Expósito-Cásida de la tierra que no dejan-, es obra sonora compuesta en cuatro piezas editadas en disco de vinilo, un trabajo de diálogo en el que el compositor dialoga con Federico García Lorca, intentando profundizar en las capas acumuladas por la tradición del poeta granadino. Nono se había acercado a su figura gracias a Eunice Catunda, artista brasileña de gran talento con la que había coincidido en 1948, en un proyecto propuesto por Scherchen. Lo que le atrajo de Lorca, no fue tanto el poeta gitano, sino por su vertiente surrealista. Un  oscuro y lejanísimo fondo que dejará el Epitaffio per Federico García Lorca, tríptico que verá la luz entre 1951/3, cuya primera parte se titula España en el corazón. La obra de Marcelo Expósito, toma fragmentos de la llamada Trilogía rural, organizada en torno al uso sinfónico de voces de mujeres, como un dispositivo dinámico y también conceptual a la hora de crear el prototipo de una comunidad simbólica convocada por la memoria y la ausencia de cuerpos  desaparecidos. La gacela del silencio (Lenin en el diván) y otras piezas que forman parte del proyecto, pasajes de la banda sonora de Mudanza (2008), la película de Pere Portabella, filmada en la querida Huerta de San Vicente que el artista considera obra esencial sobre García Lorca, profunda sinécdoque sobra las muertes del franquismo. El conjunto del proyecto remite también a la coincidencia casi exacta entre dos centenarios, el de Luigi Nono y la muerte de Vladimir I.Lenin, una presencia casi fantasmática en los epitafios que Nono compuso a partir de Lorca.

Andrés Valdés -Y con todo se mueve (O como escuchar a Nono con todo en contra)- la eterna sentencia de Galileo, generalmente atribuida a él y de consecuencias históricas determinantes. Una profunda permanente reflexión que mueve conciencias de forma muy libre permitiendo una poética de insólita riqueza, que vivifica el presente. A medida que penetraba en su universo, según Andrea Valdés, imaginó especular sobre su afinidad con otra figura igualmente erudita y comprometida con esos parámetros, la del cineasta chileno Raúl Ruiz, quien divagaría en la imagen de forma herética y nada convencional, al igual que hizo Nono con los medios del sonido. El texto quedará acompañado con selectas fotografías de Nono en su casa natal de la Giudeca y desde el Hotel Halden, en Alemania, por su atmósfera que podría corresponder a fragmentos de un filme imaginado por el citado cineasta.

Ramón García Balado     

Centenario de Luigi Nono en el VII Festival Resis de A Coruña

 Fundación Luís Seoane, A Coruña

Luigi Nono
El VII Festival Resis de A Coruña nos invita en la Fundación Luís Seoane- día 3,  20´00  h-, a su inauguración en esta convocatoria centrada en la figura de Luigi Nono, en un programa protagonizado por el excantante flamenco y rompedor de moldes Paco Contreras Niño de Elche, personaje quizás provocador y que para mejor confirmación, bastará con que sigamos su charla en el espacio creativos conducido por Toni Segarra, en las actividades de la Fundación Juan March. Junto a él, Miguel Álvarez- Fernández, en los recursos electroacústicos y Emilio Pascual Valtuena, como técnico de sonido, electrónica y espacialización. Y entonces (Variaciones sobre Luigi Nono), es el encabezamiento de la propuesta, para este homenaje que ocupará la idea programática del certamen. Miguel Ángel-Fernández, trabaja dentro de este  fundamento de escucha sobre distintas perspectivas (como artista sonoro, musicólogo, ensayista y  dramaturgo o director de cine.  Compartió proyectos con profesionales como Israel Galván, Mar Aguiló, Fernando Millán, Jan Rohwedder y el Espacio de Creación Azala (dirigido por Idoia Zabaleta). Presenta el programa Ars Sonora (Radio Clásica) además de coordinar las sesiones de escucha Relatos del ruido, que se realiza en la Cineteca del Matadero de Madrid. Su filme reciente, Jordi Teixidor. Perspectivas, fue dirigido en colaboración con Álvaro Oliveros y Bruno Dozza.

Luigi Nono, en el reclamo para Y entonces, es apreciado por una idea de claridad y pureza, la melodía al igual que el ritmo, es convocada en sus manifestaciones más titubeantes e imprevisibles, ofreciendo siempre una contumaz resistencia frente a cualquier posibilidad de codificación visual, esto es, evitando la esclerosis que implica toda forma de escritura (incluyendo desde luego la musical), un canto que evoca, desde la más radical oralidad, aquellas grafías características de un Nono que no abandonó antes de tiempo.  Aquella notación manuscrita, irregular, dispersa en pentagramas flanqueados por líneas adicionales que-como tantos otros elementos más allá de la tesitura- apelan al extremo, siempre entendido como lo frágil, lo remoto o limítrofe.

 Enrique Franco, en la reseña escrita en la fecha de fallecimiento, recordaba al músico veneciano nacido en el popular barrio de la Giudecca. Un hombre idealista por naturaleza y pretendidamente práctico por voluntad. Escogió libremente el camino del compromiso político a sabiendas de que si la música no podía borrar de la memoria Auschwitz, la guerra del Vietnam o las desapariciones en La Argentina, podía hacer algo más que transmutar tan tremendas realidades de belleza asimilable por los oyentes del más dudoso y variado pelaje. Esta  actitud de compromiso y protesta fue mantenida en Nono a lo largo de su existencia y de su obra, desde el Epitafio a García Lorca (1952), hasta el Homenaje a Edmond Jabes (1987). Nono quiso invadir las calles como decía Jurg Stenzl, con su Fabricca iluminata (1964), su A floresta é joven (1966) o Ein Gespenst geht um der Welt (1971).  Con Nono, el pianista Pollini y el director Claudio Abbado, ascenderán en la contemporaneidad hasta la cumbre. El pianista protagonizó Sofferte onde serene y Como una ola de fuerza y luz, será dirigida por Abbado, quien también se interesará por Prometeo.

Sánchez-Verdú, destaca su importancia como hombre esencial, muy vinculado emocionalmente con la Serenissima y su historia, su vida y su espacio acústico. Su formación en el Conservatorio de esa ciudad, le llevó de la mano de Malipiero, enriqueciéndose también por su relación artística con Bruno Maderna. Un amor por esa tradición italiana que implicará igualmente las herencias del Renacimiento. Otro personaje clave será Hermann Scherchen, quien le acercó a las proximidades de la Segunda Escuela de Viena y la llave con Centroeuropa. Entre sus compañeros de travesía, Emilo Vedova, Carlo Scarpa o Massimo Cacciari. Vivió con premura los avatares de su tiempo, con enfrentamientos como los expresados ya e n 1959, cuando dejó escrito: Hace falta mucho coraje y mucha fuerza para mirar a la cara a la propia época y tomar decisiones.

José Iges, en su breve monografía editada por el Círculo de Bellas Artes- Músicos de nuestro siglo-, comenzaría tratando a Luigi Nono desde la referencia al serialismo, otra de sus tantas invariantes, y es indudable que las técnicas seriales se sobreponen directamente de las directamente derivadas del movimiento postweberniano de los años 50, que han fecundado su obra durante algunos años cruciales de su evolución creadora. Pero no es menos cierto que Nono fue haciendo progresivamente dejación de dichas técnicas a medida que se ha ido alejando del Círculo de Darmastadt, y profundizando en otras preocupaciones  ético-estéticas y formales, tales como la exploración del espacio y el encuentro con el silencio. Y con ello, y vinculados con sus obras de los ochenta y sus propias actitudes, aparecen nuevos lugares comunes, nuevas etiquetas simplificadoras. Es Nono, en suma, autor de perfil tan personal que todas las tentativas de esquematización apresurada puede acercarnos a su realidad o alejarnos de ella.  Nace Nono el 29 de enero de 1924, en una casa del Zattere  (Venecia). La suya es una familia arraigada en la vida cultural de la ciudad de los Canales: Su tío Ernesto es escultor y su abuelo Luigi, pintor perteneciente a aquella escuela veneciana de fines del XIX, de la que formaron parte Favretto, Ciardi, Selvático…el mundo que inventó la Bienal. Su abuela, leía y cantaba con frecuencia música contemporánea y años después, se encontraron en su casa  los Italianische Lieder, de Hugo Wolf.

Ramón García Balado    

29/04/2024

Áurea, rapsodia para clarinete de Pacho Flores con Juan Ferrer

 Ferrol / A Coruña - 29/04/2024

Concierto con la Orquesta Sinfónica de Galicia dirigida por Christian Vásquez y contando con Juan Ferrer, como solista para la obra en estreno por encargo de la orquesta, a medias con la de la O. de Extremadura y la de la Región de Murcia.  Áurea, capricho concertante para clarinete y orquesta de Pacho Flores, amalgama de inspiraciones recreadas a través del instrumento en tres posibilidades, La, Si b y el requinto, en esa búsqueda de recreación de ambientes sonoros, obra que tendría como detalle de aclimatación en el comienzo,  la Fuga criolla para orquesta de cuerdas de Juan Bautista Plaza.

La  Sinfonía nº  2, en Do m. Op. 17, (Pequeña Rusia), de P.I. Tchaikovski, sería un real exotismo frente a un repertorio tan latino por excelencia. Juan Ferrer miembro de la OSG, tuvo como maestros a Larry Passin, Andrew Marriner, Alan Damiens, Walter Boeykens, Anthony Gigliotti, Guy Deplus o Jehuda Gilad. Pronto colaboró con orquestas españolas tras seguir cursos de ampliación en la University of South California, con los maestros Mitchell Lurie y Michelle Zuckovsky y desde 1994, es miembro de nuestra orquesta, como principal clarinetista, habiendo disfrutado de batutas como  Lorin Maazel, Osmo Vanska, D.  Slobodeniouk, G. Rozdesvenski, James Conlon, Sir Neville Marriner o Peter Maag, al tiempo que colaboraba en iniciativas con el Trío Untía, el Grupo Instrumental Siglo XX, el quinteto de solistas de la OSG, mientras contribuía a estrenos de obas de Fernando Buide, Octavio Vázquez, Salvador Brottons, Vladimir Rosiinski, Karolis Biveinis o Juan Durán. Obras para clarinete fueron llevadas a cabo en una serie de academias internacionales con resultados como el registro para clarinete y piano con el pianista Daniel del Pino. Tras una interpretación desbordante y entregada, guardó para el bis un detalle apacible de Michele Magnani, tras unas palabras de agradecimiento tanto para los aficionados de la orquesta como para sus compañeros de atriles.

Christian Vásquez, un valor fijo por el programa elegido en este director venezolano educado en el Sistema de Abreu, quien sabría orientar su carrera como director y violinista, destacando la importancia de las atenciones enfocadas a la pedagogía, ya desde la agrupaciones de base, tema que comprobamos en el día a día por la frecuencia beneficiosa que recibimos con regularidad, y sus primeros oficios los rindió en la Escuela de San Juan de Aragua, preparando una etapa de notables resultados con Gustavo Dudamel, en la O.F. de Los Ángeles.  

Juan Bautista Plaza (1898/1965), aportó la fuga criolla, breve entrante para orquesta de cuerda para ponerse a tono, mientras encaraba poemas sinfónicos como  Vigilia o el Picacho abrupto, de la misma época en la que se decantaba por un incipiente nacionalismo, marcado por elementos vernáculos, auspiciados por Antonio Calcaño y su hermano Miguel Ángel; Moisés Moleiro o V. Emilio Sojo. Vendrán la Sonatina venezolana  con escritura gozosa; el Contrapunto tuyero, en los cincuenta, con perceptibles disonancias; esta Fuga criolla, para orquesta de cuerdas (1931), que se acerca sin disimulo a los modelos barrocos en una fidelidad sin renuncia en cuanto a la severidad de su forma y que arrastrará la leyenda de confirmarse como un Himno a la alegría curiosamente en tiempo de joropo, bailable de esencia tradicional venezolano (homenaje al Kantor de Leipzig), en devota complacencia. Hacia 1950, repetirá con la Fuga romántica, cuyo título original era Fuga y canción venezolana.

El apreciado Pacho Flores, trompetista de lujo por recursos y dominio técnico, presentó en estreno  Áurea. Rapsodia  Concertante para clarinete y orquesta, artista que nos dejó impagables veladas y trabajos en colaboración llevados al disco con la RFG, obras como Cantos y revueltas, acompañándose por el cuatro venezolano de Leo Rondón, en una velada dirigida por su amigo Manuel Hernández-Silva, con obras de Ginastera (Suite de Estancia); otra suite de Silvestre Revueltas- Redes Suite, en arreglo de E. Kleiber o la  Quinta bachiana brasileira de Heitor Villa-Lobos.   Pacho Flores, autor de aquella Cantos y revueltas, para trompeta y orquesta, partía del legado de cantos de trabajos ancestrales, siempre teñidos de cantos melismáticos tomados de los pastores españoles y tonadas, bien tratadas por su colega Leo Rondón. Nos encontraríamos un joropo- baile por parejas-; un fandango gaditano; piezas que los mulatos conocerían como de guataca, que tendrá adaptaciones para arpa rústica de bambú o bandola; cargados de florituras y ornamentaciones entre giros virtuosos. Influencias que cuajarán el los joropos con larga herencia procedente del clave y con familiaridad no tan lejana con el fandango, esencia de perfumes e impregnaciones inevitables de aquellos bailables populares. Un modelo de confluencia hacia una ansiada modernidad que sugiere la cercanía de los estilos jazzísticos y derivados.

Recuerdos de Pacho Flores  como el disfrutado con la RFG, entonces con Paul Daniel eligiendo el Concierto para trompeta de Christian Lindberg;  las Danzas latinas para trompeta y orquesta, de Efrain Orcher; el Concierto de otoño para trompeta y orquesta, de Arturo Sandoval, aquellos Cantos y revueltas, de tan contagioso impacto, en  este artista de excelente entendimiento con la firma STOMVI, que le apoyó en esta cascada de iniciativas en cuanto a la renovación de recursos expresivos plasmados en obras como el Concierto para trompeta (Akbank Bundka, en el que utilizará un total de ocho instrumentos. Para completar, la visita al Festival de Santander, presentando un programa de gran versatilidad en esta idea. Su presencia en la sala, fue un motivo de regocijo y agradecimiento por parte de los intérpretes y del público asistente.

Tchaikovski,  con la Sinfonía nº 2, en Do m. Op. 17 (Pequeña Rusia), estrenada en Moscú  por Nikolai Rubinstein en 1873, para repetir en San Petersburgo en 1881,  por Zicke. Obra de tintes calurosos en respuesta a la anterior, y que revisará en 1879. El Andante sostenuto-Allegro comodo,  nos presentó su evolución gracias a un apunte de la trompa que sugería una vieja tonada dentro de un carácter de dumka de perfiles eslavos, hacia una presencia de cuerdas ascendentes en respuesta a un Allegro ampliado por el conjunto orquestal, con la aparición de un detalle del clarinete que promovía  variaciones contrapuntísticas que demostraban  técnicas de admirable compostura.  

El Andantino marciale quasi moderato, procedente de la ópera La Ondina, que el propio autor acabaría destruyendo, resulta  una forma de Rondó de sonata, una marcha orquestada y poco densa, desde un diálogo de clarinetes y fagot, que le concede ese aire misterioso, acercándose a una melodía propuesta por las cuerdas en una parte central de canto ruso hacia una reexposición plagada de variaciones.

 El  Scherzo-Allegro  molto vivace- que también conoció una revisión en 1879, observa la dependencia del Romanticismo de vieja escuela, entre síncopas y acentos repentinos  propuestos por los distintos timbres (flautas, clarinetes, fagotes o flautín). 

El   Moderato assai-Allegro vivo, tiempo que se acerca a esas raíces nacionales de tintes coloristas entre motivos contrastados y graciosos que sugieren otras obras del Grupo de Los Cinco, entre danzas enérgicas y entusiastas. Tiempo que al igual que el resto, tendrá su revisión e 1879, con un importante corte de compases  en el final.

Ramón García Balado

 

Juan Ferrer

Orquesta Sinfónica de Galicia / Christian  Vásquez

Obras de J.Bautista Plaza, Pacho Flores y P.I. Tchaikovski

Auditorio de Ferrol

Palacio de la Ópera, A Coruña

Comentario en RITMO, edición digital

 

26/04/2024

Dende a complicidade: Banda Municipal con la Escolanía da Catedral

 Teatro Principal, Santiago de Compostela

Concierto de la Banda Municipal con su titular David Fiuza Souto para un programa de la serie Postais, que disfrutaremos en el Teatro Principal- día 28, a las 12´00-, en el que también destacará el protagonismo de la Escolanía da Catedral y las colaboraciones de los trompetistas Juan Lois y Alberto Busto Castaño. En cartel, dos conciertos de Antonio Vivaldi Il Prette Rosso; la Sinfonía Sevillana, de Joaquín Turina y la obra en la que el coro será principal solista, Así cantan los chicos, de Jesús Guridi. La Escolanía da Catedral, también conocida como Anxos de Compostela, realizó un primer registro auspiciado por la propia Catedral y el Xacobeo, bajo el título A la puerta del Paraíso, con una selección de piezas tanto sacras como profanas. A otro nivel, participaron en interpretaciones de obras señeras: la Tercera Sinfonía, de Gustav Mahler; On Christmas Night, de Vaughan-Williams; el Stabat Mater, de Pergolesi, atendiendo a las direcciones de Paul Daniel, Maximino Zumalave, Antonio Fajardo o María Altadill, además de Mateo Iglesias y su valedor José Luís Vázquez López. Certámenes como Peregrinos Musicais o Músicas Contemplativas, les tuvieron entre sus proyectos, así como Resonet, la O. Praelidium y Amigos de la Ópera de Santiago para Brundibar, de Hans Krasa, con Cándido Pazos, como director de escena; igualmente con Amancio Prada, para el Cantico Espiritual de S. Juan de la Cruz. Es anfitrión del tradicional Concerto de Nadal.

Los solistas de trompeta, miembros de la propia Banda Municipal, disfrutan de una carrera respetable. Juan Lois, tuvo reciente protagonismo en la gala ofrecida con la Banda Sinfónica del CMUS, en un programa- Dende as estrelas-, en el que destacaron obras de Howard Hanson, el propio intérprete, Wang Kah Chung y David Maslanka. Fue director de la Banda Municipal de Pontevedra y asistente invitado de la Banda Municipal de Barcelona. Su compañero Alberto Bustos Castaño, muestra  una trayectoria profesional similar por sus ambiciones, tema que los aficionados recordarán en matinales como la compartida con Esteban Batallán, en la que Alberto fue parte activa en una pieza de Alfred Reed, con la Banda Municipal de A Coruña. Otro de sus aportaciones, le permitirá destacar en obras como Aniversarios, de Simón Couceiro y la Rhapsodie in Blue, de George Gershwin. 

Jesús Guridi (1886- 1961)-Así cantan los chicos-, el autor de La meiga  y El caserío y de las impagables Diez melodías vascas, tomadas del Cancionero de la juventud vasca,  de Charles Bordes, piezas que conocerían su estreno por la Orquesta Sinfónica de Madrid, dirigida por Enric Jordá, ofrece de sumo agrado para el concierto de esta matinal Así cantan los chicos, piezas delicadas nacidas tras su regreso a Bilbao tras una serie de éxitos conseguidos por sus estudios en Francia en la prestigiosa Schola Cantorum, con Grovlez (piano); Decaux (órgano); Sérieyx (composión) y Vincent D´Indy (contrapunto y fuga), ampliando conocimientos en Colonia con Otto Neitzel. Así cantan los chicos, obra de 1909, se resume en un conjunto de tres escenas infantiles para coro de niños y piano, sobre la poética de Juan Carlos Gortázar, piezas que posteriormente terminaría orquestando. En resumen, resultan de un gracejo sencillo por su elemental frescura que facilita la unidad dramática, gracias al tratamiento instrumental que al mismo tiempo, se ajusta a las demandas de un tratamiento como el que se anuncia. Un momento en el que  los entusiastas de El Cuartito, asociación de melómanos, se hallaban en la cresta de  la ola, de la dinamización cultural musical bilbaína, dinamizaba la promoción de Asociaciones como la Sociedad Filarmónica, la Academia Vizcaína de la Música y el Conservatorio, creando un ambiente que facilitaría la promoción de la ópera en la ciudad.

Joaquín Turina- Sinfonía Sevillana Op. 23-, obra de 1920, había sido presentada al Concurso de Composición del Gran Casino de San Sebastián, ante un jurado integrado por Tomás Bretón, Ricardo Villa y el citado Jesús Guridi, obteniendo el Primer Premio, para conocer el estreno con la Sinfónica Arbós, en esa ciudad donostiarra. Una dedicación a José Mas y que se reparte en tres tiempos. Panorama, el primero, se caracteriza por los continuos juegos rítmicos, destacando los dos motivos en los que se desarrolla. Destaca el detalle en forma de zorziko. Por el río Guadalquivir, segundo tiempo, resulta profundamente evocador realzado por el tratamiento de las tímbricas que podrá aproximarnos al estilo de Paul Dukas. En medio, aparece una idea de petenera lenta y jonda, acentuada por el corno inglés. También sobresale un detalle en forma de schottis, para entregarnos a un aire de sevillana.  El tercer tiempo, Fiesta en San Juan de Aznalfarache, nos atrae por su aire festivo y luminoso, con recuerdos procedentes de temas anteriores, como el schottis y la petenera. Se viven con satisfacción las recreaciones de aires de zapateado y garrotín, en un pasaje entusiasta.

Antonio Vivaldi- Concierto para dos chelos, en Sol m. RV 531 y Concierto para dos trompetas en Do M.RV. 537-, en su correspondiente tratamiento, en la serie de sus conciertos para instrumentos solistas, siendo los de chelo unos de los más antiguos, pues tanto su estilo como el papel de su autógrafo, denotan una fecha de composición entre 1713 y 1717. Emblema del primero en su protagonismo, el  Allegro inicial. Se han conservado cuatro conciertos dobles para una pareja de instrumentos de metal, y entre ellos destaca el Concierto para dos trompetas en Do M. RV. 537, obra majestuosa que rinde homenaje a los solistas.

Ramón García Balado

Beethoven: Sinfonía nº 5, en Do m. Op. 67, por la Orquesta de la EAEM

Auditorio de Galicia

Concierto de alumnos de la EAEM, dirigida por Sebastian Zinka, en el Auditorio de Galicia- día 27, a las 20´00h.-, y que para fecha tan especial, eligen una obra tan emblemática como la Sinfonía nº 5, en Do m. Op. 67, sobre la que han caído aluviones de opiniones  y que para la ocasión, aprovecharemos el estudio profundo de Jan Swafford, buscando un resumen lo más condensado posible. La Tercera sinfonía, en Mi b M. una tonalidad que para el autor iba asociada a las piezas de contenido heroico y humanista, propio de la Ilustración, la Quinta en Do m., es impulsiva, ominosa y fatídica. Fue concebida y esbozada al principio por el mismo arrebato creativo que dio origen a la Heroica, aunque transcurre en un mundo muy diferente, poseyendo al mismo tiempo su narración dramática, solo que esta vez no dio nombre a la historia. Está más unificada en su narración y en su material que cualquier otra. La esencia de esa unidad, será transmitida por el tamborileo de cuatro notas, un ritmo primario. Ritmo que saturará el primer movimiento y regresará con diferentes apariciones hasta el final. La esencia de la narración residirá en cómo es transformado ese motivo. Anton Schindler, amanuense de Beethoven, contaría al mundo que éste dijo del trueno inicial de la sinfonía: Así llama el destino a la puerta. El autor estaba terriblemente familiarizado con esa llamada, pero Schindler era un mentiroso compulsivo y no hay forma de saber si Beethoven dijo esas palabras. Al mismo tiempo, Schindler era un músico serio. La novedad final es una inmensa coda de igual duración que la exposición y el desarrollo, como había hecho en la Waldstein  y en la Appassionata. Beethoven logra esta vez la hazaña de llevar la enorme tensión a un punto más alto; la música se convierte en una absorbente carrera. El clímax, con las cuerdas y los vientos de nuevo llamándose unos a otros, es una arrolladora escala descendente. La coda genera tal cantidad de energía que los breves acordes finales no acaban de resolver la tensión.      

Tras la tempestad y su clímax, el Andante con moto llega súbitamente in media res, con su cantarín tema en los chelos como un oasis de consuelo. El autor rotuló el primer esbozo del tema principal como Andante quasi minueto. A pesar de su dulce encanto, la  frase del chelo posee una transfiguración extrañamente angulosa, en parte porque está construida en varios aspectos sobre una forma concreta. Un tiempo coherente en su forma aunque singular: alterna dobles variaciones, primero sobre el tema del chelo con su dulce estribillo y luego un segundo tema estalla en un estridente Do M. Una fanfarria será transformada en el primer fogonazo final. La neblina de la retransición del primer tiempo, aparece de nuevo y tras las parejas de variaciones, la música se envuelve en una bruma, como si hubiera perdido el hilo del pensamiento. La última variación adquiere una forma de extraña marcha de las maderas en staccato, expresión a medio camino ente lo paródico y lo ominoso, que presagian el Scherzo. Allegro trío.

Un movimiento en Do m., por métrica, tempo y forma, pero su tono apenas se ajusta al habitual carácter lúdico;  está impregnado de la beethoveniana atmósfera de Do m., con una murmurante frase de los bajos, luego una llamada de las trompas a las que contestan los vientos con un tema severamente agresivo. Se produce un momento de farsa cuando los contrabajos se lanzan a una frase fulgurante. Además de producir un interludio cómico en la narración expresiva, puede haber aquí una broma para iniciados: Beethoven, tomándose la revancha de las críticas perennes acerca de las dificultades de sus partes de contrabajo. El trío también prefigura ideas melódicas importantes del Allegro Final, por lo que viene a ser una profecía del triunfo del Do M. Las ambigüedades entran de puntillas. El no Scherzo en Do m, regresa alterado con el tema del bajo convertido en una parodia en staccato. La  música cae en una misteriosa textura de cuerdas y vibrantes timbales. Su antecedente es el Caos de Haydn, que prepara el surgimiento de la luz.

Desde ese tranquilo caos irrumpe el fogonazo de Do M. del Finale, cuya esencia radica en los metales. Su estilo recuerda la forma sencilla y directa de la música revolucionaria francesa y se semeja al grito de la libertad  y liberación. Para intensificar el peso y flexibilidad de los metales, Beethoven añade trombones a las trompas y trompetas, casi por primera vez en una sinfonía. Su gutural estrépito otorga al Finale Allegro no solamente peso, sino una coloración particular. Para ampliar hacia el agudo los límites de la orquesta, añade una flauta piccolo. Llamaremos a este Finale una triunfante recomposición del Primer movimiento, sin el fatídico monorritmo, pero con el mismo tipo de implacable intensidad (aunque ahora de jubilosa intensidad). Los materiales del primer y del último movimiento son los mismos. El motivo rítmico primario está al principio envuelto en escalas que se proyectan hacia arriba. El motivo principal del movimiento es una figura ascendente de tres notas, profetizado en el tema de los metales del segundo movimiento. La Quinta cuenta la historia de una victoria personal y de un heroísmo interior, pintado con gruesas pinceladas sobre un épico lienzo.

Ramón García Balado   

Alma y esencia en el VIII Curso Airas Nunes

  Santiago de Compostela, del día 1 al 6 de julio   Manuel López Jorge Metidos en la octava edición del Curso Airas Nunes , será un buen mom...