19/12/2023

Carmen Buendía: Exultate Jubilate

Principio del for

Santiago de Compostela - 19/12/2023

Maximino Zumalave  culminaba una larga trayectoria como director asociado, recibiendo los merecidos  reconocimientos desde los años de fundación, tras haber hecho posible la llegada a Santiago del director de la formación Helmuth Rilling en el año 1996, y en el que fue responsable de algunos de los conciertos en los comienzos de aquel año, en los que dirigió con el pianista Tzimon Barto- el concierto en Mi b M. K. 482, de Mozart, con obras de  Xan Viaño- Nubes brancas-y la Sinfonía en Re M. K. 504, de Mozart o el que compartió con el Collegium Compostellanum, ofreciendo la Primera Lamentación del maestro de capilla Buono Chiodi y el Requiem K. 626, de Mozart, destacando como solistas la soprano Carmen Subrido, la contralto Catherine Denley, el tenor Agustín Prunell-Friend y el barítono Colin Campbell. Saturnal, de Manuel Balboa, era una obra ofrecida en la sesión de presentación de esta orquesta,  una especie de sentida melancolía de ánimo ensoñador, aspecto que refrendaría en trabajos para el cine como El abuelo, Canción de cuna o El baile de las ánimas o compromisos para el teatro como Mariana Pineda, La casa de Bernarda Alba o Doña Rosita la soltera.

La soprano Carmen Buendía, solista del programa para Lúa descolorida de Golijov  y el motete mozartino Exultate jubílate, tan acordes para la cita, ganadora del V Concurso Compostela Lírica,  estudió en el Conservatorio Rafael Orozco (Córdoba), con Juan Luque, para seguir en el Luigi Cherubini, con Donatella Nebolini y asistir a master de Mariella Devia, Jessica Pratt, Michela D´Elia y el maestro Alberto Zedda, con quien compartió experiencias en el Festival Rossini, de Pesaro y en la Acc. Rossiniana de esa ciudad. Recibió premios de la Fundación Ferrer-Salat y del Concurso Viñes, y en el Lírica V Concurso Compostela Lírica. Entre sus trabajos destacan repertorios mozartianos, donizettianos, verdianos  y rossinianos, zarzuelas conocidas y oratorios. Asistió también a la Acc. De Belcanto Rodolfo Celletti y recientemente al Festival della Valle d´Istria (Martina Franca). Una voz cálida y timbre expresivo con recursos armónicos de gran colorido para este estilo de repertorios, aspectos que valoraron los miembros del jurado del concurso.

Osvaldo Golijov  nos aportaba el estreno de Lúa descolorida, canción que Dawn Upshaw llevó a registro en su trabajo Voices of Light,  entre mélodies de Messiaen, Fauré o Debussy, y que recurre a un poema de Rosalía Castro, músico argentino que recibió de H.Rilling la invitación para componer una Pasión según San Marcos, para su Bachakademie de Sttutgart, junto a otros músicos como Sofía Gubaidulina, Wolfgang Rhim o Tan Dun, cada una de ellas en lengua distinta. En sus raíces, argumentos de las tradiciones klezmer e ideas del nuevo tango de Piazzolla, materia que ampliará en la Ac. Rubin, de Jerusalem, antes de establecerse en los Estados Unidos (1986), en donde será alumno de George Crumb, en la Pennysvania University, y en Tanglewood, con Oliver Knunsen. También cultivó las bandas sonoras para filmes de F.Ford Coppola: Youth without Youth y Tetro. Por reconocida fidelidad y entre el conjunto de sus obras, destaca su ópera Ainadamar, sobre la muerte de García Lorca, la vida de Margarita Xirgu,  y estrenada en el Teatro Real, con dirección de Alejo Pérez, y trabajo escénico de Peter Sellars, contando con artistas como Nuria Espert, Jessica Rivera, Kelley O´Connor, Nurial Rial y Jesús Montoya. Nuria Espert, en calidad de actriz había interpretado poemas de El diván de Tamarit Golijov es pues el ensamblaje de las tradiciones sefardíes, las derivaciones klezmer y el beneficio de notables virtuosismos que consiguen seducir al oyente.

W.A. Mozart con el motete Exultate, jubílate K. 165, para voz de soprano aunque otras fuesen sus intenciones y pieza que compuso mientras abordaba la ópera Lucio Silla K. 165, en enero de 1773, en su tercer viaje a Italia, en realidad un compromiso debido entre aquellas pausas para el espacio escénico que dejarán este motete de gran aceptación entre las cantantes líricas. Un motete, escrito en un principio para el castrato Venazio Rauzzini, uno de los integrantes de Lucio Silla y al que su padre Leopoldo consideraba dotado de una voz angelical, admirado igualmente por Wolfgang Amadeus.  El nuevo arzobispo también sabría apreciar sus cualidades, aunque el compositor no dudase en traicionar los requerimientos del Padre Martini, abandonado ciertos virtuosismos excesivos. Para Alfred Einstein, puede considerarse como un concierto en miniatura no menor por su dulzura y eficacia. Un motete que se resuelve en su tratamiento por dos arias con un recitativo central y el subyugante Aleluya de conclusión.   Tiempos eran en los que los grandes castrati, recibían homenajes ad personam, en tiempos de cuaresma.

Schubert con la Sinfonía nº 6, D. 589, en Do M.- muy apreciada por Zumalave-,  cierre de las sinfonías juveniles y que se interpretó en la Sala Hatwig poco después de su muerte, obra grave y solemne, que parte de un Adagio grave con un rol muy activo en cuanto al reparto de instrumentación , marcada por el ritmo fatídico sobre el que insisten los vientos. Una gran coda estaba prevista  più moto pero en su lugar pasamos al Andante en Fa M., que procede de la forma de la variación  gracias a un tema ancho y extenso y cálido que permite la entrada entre violín y maderas en un pasaje adornado, sutil y modulante, al servicio de un pasaje central enriquecido y rítmico, con proliferación de breves notas conjuntas. El placer de experimentar se revela en la propia escritura orquestal. El Scherzo, resulta un notable contraste gracias a su dimensión y vigor. El Finale. Allegro moderato, en Do M. nos lleva a un estilo de rondó con abundantes temas y episodios yuxtapuestos que eluden la vuelta al tipo tema- estribillo. Efectivamente un juego permanente que podrá asociarse a un intercambio de ideas en el tratamiento de las posibilidades instrumentales.

Ramón García Balado

 

Carmen Buendía

Real Filharmonía de Galicia / Maximino Zumalave

Obras de Manuel Balboa, Osvaldo Golijov, W. A. Mozart y F. Schubert

Auditorio de Galicia, Santiago de Compostela

publicado en: ritmo-auditorio

 

 

 

Arte de piano: Alumnos de Ilona Timchenko, en el Paraninfo da Universidade

 Paraninfo da Universidade, Santiago


 Concierto de alumnos de la profesora Ilona Timchenko en el Paraninfo da Universidade-día 20 a las 19´30 h.-, en invitación abierta y en que destacados intérpretes ofrecerán obras demostrativas de su nivel adquirido. Jon Aruzmendi Ruíz, ofrecerá la Dumka Op. 59, de Piort Ilych Tchaikovski (escena rústica), compuesta a sugerencia de Félix Mackar, su editor francés y dedicada a Marmontel, profesor parisino. Un aire libre, el de esta Dumka, que enlaza varios episodios en los que la variación manifiesta un papel primordial. Pasajes ornamentados en un estilo de contracantos y un a modo de carrillones coloristas y un estilo de marchas armónicas por dentro de su lenguaje enfocado al teclado, que no está ajeno a las influencias de Ferenz Liszt, que nos deja en los límites del Grupo de Los Cinco.

Aurelia Michler, toma el Primer libro de El clave bien temperado, de J. Sebastian Bach, conjunto de 24 fugas y preludios BWV 846-869, concretamente el BWV 866, en Si b M., con un Preludio corto en 4/4, estilo de toccata elaborada sobre pasajes brillantes y rápidos de notable virtuosismo de grandes acordes quebrados que podrá recordarnos el estilo de Jean P. Rameau. La Fuga, a tres voces observa si cabe igual entusiasmo expresivo, prolongando semicorcheas mostradas en el primer contrasujeto enfocadas a una abundancia de notas que se repetirán.  También, con esta pianista, el Estudio nº 2, del Opus 25, de Frederic Chopin, de la serie de 12 piezas, y que aquí se beneficia de la ambivalencia entre los ritmos binarios y ternarios gracias a una situación compleja de resolver que para seguidores suyos, trataba con absoluta rapidez desde principio a fin. Maestro como Alfred Cortot, aceptarán que este estudio en Fa m., nacería como una elaboración de una improvisación que había realizado en uno de aquellos típicos recitales parisinos de la primavera de 1834. Junto al Primer Estudio en La b M., encontraría hueco en los últimos recitales que dio en su corta vida, en concreto el ofrecido en el Guildhall de Londres, en el otoño de 1848, año especialmente convulso. Será el venerado Johannes Brahms quien publique en Viena, en 1862, una lectura que complicaría las dificultades de la obra.

Carmen Fuxin, se enfrenta al Rondó capriccioso Op. 14, de F. Mendelssohn, un Andante en Mi M., compuesto en 1827, logrando un obra de notable aceptación por su elegante modernidad, perfecta en el contexto de su conocido virtuosismo, que desbordaba los tópicos habituales del momento, lo que facilitará la aparición de abundantes imitadores y que descubriremos también en otros de Liszt. El Rondó propiamente dicho, se precede de un Andante cantábile- un aire cercano a las cantinelas populares-, comunes en músicos de la época. El primer tema del Rondó (Presto, en forma de rondó-sonata), se encadena en menor a la introducción, siendo el Segundo más lírico.

Yuri Castro Durán, de nuevo con Chopin, esta vez con la Balada nº 4, en Fa m. Op. 52 ,(1842), obra que supone al apogeo del compositor junto a la Barcarola en Fa sost. m. Op. 60 y la Polonesa-Fantasía Op. 61, una dedicatoria íntima a la baronesa Nathaniel de Rothschild, obra refinada y extensa en la que manifiesta el logro llevado a su mayor rango, en lo relativo a la experimentación de los recursos originales y los diseños temáticos, ya a las puertas que anuncian el preámbulo del impresionismo. El Andante con moto, encabeza sus argumentos por su lirismo melancólico que se expanden sin reposo que nos trasladan a un estilo de nocturno a mezza-voce, en la mano derecha, hacia un balanceo en la otra mano. La serie de variaciones, conducen al enriquecimiento de la resolución de la Balada.

Michelle Pena, con el Primer tiempo del Concierto Italiano en Fa M. BWV 971, de Johann Sebastian Bach. Obra pareja con la Obertura en estilo francés BWV 831, en la edición de Nuremberg, de 1735, de la segunda parte del Klavierübung. Escrita en Leipzig, en 1735, pretende sintetizar en ella la claridad melódica italiana, con el rigor estructural, Bach pretende un concierto para clave del que se hubiera suprimido el acompañamiento o, en su visión opuesta, la reducción para el teclado de una inexistente obra orquestal con solista. No hay indicación de tempo, para este primer movimiento, pero en general ha de ser animado.  También para Michelle Pena, la Balada nº 2, en Fa M. Op. 38, estrenada en la Salle Pleyel parisina, tras su escritura en su retiro en la Cartuja de Valdemosa, en una dedicatoria a Chopin, quien le había dedicado la Kreisleriana Op. 16. Obra tensa y de agudos contrastes, cuya primera atmósfera apacible, trunca repentinamente en los pasajes siguientes.

Cristina Bernal- Sonata Op. 101 (nº 28), de L. van Beethoven, obra grandiosa y temible a lo largo de sus tiempos: Allegretto, ma non troppo; Vivace alla marcia; Adagio ma non troppo con affeto, tempo del primo pezzo y  Allegro ma non troppo. La dedicataria, la baronesa Dorothea Ermann (1778/1848), estaba considerada como una de las mejores intérpretes de sus obras, hasta el extremo en el que nuestro personaje, de talante difícil, tenía la costumbre de llamarla Dorothea-Cecilia (con evidente alusión a la Santa patrona de la música). El autor no  fue pianista de profesión, aunque esta obra de plenitud y madurez, inaugura la serie de sus últimas sonatas, con las que abrirá el futuro de tantos talentos. Resulta erróneo presumir que con esta sonata, pretendía romper con las precedentes. La tradicional secuencia de tiempos, ha quedado olvidada.

Martín Chaves, completa con el Preludio nº 5, de Sergei Rachmaninof, del Op. 23, una posible referencia al pianismo de Chopin, aunque en su conjunto, resultan obras de mayor extensión y en se reparten el dos conjuntos, que completan los del Op.32. El quinto del Op. 23, Alla marcia, en Sol m., resulta junto al Preludio en Do sost. m. de la Op. 3, uno de sus ejercicios más populares, marcado por la forma convencional ABA, una primera parte con acordes martillados en forma acelerada; una segunda en un evidente contraste absoluto, con detalles exóticos y arpegios, hacia una conclusión acelerada.

Ramón García Balado

16/12/2023

Las sopranos Marina Monzó y Miren Urbieta- Vega, al rescate de Aida Garifullina

 Teatro Colón, A Coruña

Marina Monzó

  Clausura de temporada del LXXI Festival de Amigos de la Ópera de A Coruña por la vía de urgencia por la cancelación de la soprano Aida Garifullina quien por una inesperada emergencia se vio obligada a cancelar la cita, siendo sustituida para la gala por otras dos sopranos, Marina Monzó y Miren Urbieta-Vega, acompañadas por  la Orquesta Sinfónica de Galicia, dirigida por un habitual, José Miguel Pérez Sierra , titular del Teatro de la Zarzuela e invitado habitual de este certamen.  Una temporada en la que hemos tenido como primordiales producciones operísticas Aida, de Giuseppe Verdi, en coproducción con Amigos Canarios de la Ópera, quienes también fueron partícipes de Roméo et Juliette, de Charles Gounod, y en ambas producciones disfrutamos de la colaboración del Coro Gaos, de Fernando Briones, para estos dos espectáculos de excelentes rendimientos artísticos, preparando el espacio para una obra barroca, Il ritorno d´Ulisse in Patria, de Claudio Monteverdi, que tendría una formación instrumental especializada en criterios históricamente informados, I Gemelli, dirigida por Emiliano González Toro, quien también ocuparía el rol de Ulisse. Juan Durán, estrenaría su ópera Oca, destinada a un público aspirante en un contexto musical cuidadosamente elaborado. En el resumen de la temporada, otras dos galas líricas, la del barítono Luis Cansino, acompañado por Miquel Ortega, para un variado muestrario entre canciones españolas, romanzas de zarzuela, piezas napolitanas y arias operísticas. La soprano Francesca Aspromonte, con Domenico Codispoti, ofrecieron un monográfico dedicado a Robert Schumann.

Miren Urbieta-Vega

 Dentro de la temporada, la serie de recitales del apartado Lírica Inclusiva, el recital de Fin de Curso de la profesora Mariella Devia, quien llevó a cabo el curso de interpretación vocal; las precisas conferencias para cumplimentar las óperas en cartel, o las ambiciosas proyecciones que, como cada temporada, no faltan. Rise and Fall of the City of Mahagonny, The extermination Angel; Lizzie Borden y Medea, de Pasolini, con el protagonismo sobrecogedor de María Callas,  de la que también se incluyó un documental, servido con la charla de Mariola Cantarero. Entre las voces de las galas, merecieron mención la soprano Susana García, con la pianista Cristina Ledo; Irene Zas, David Cervera, y en las Novas Voces Galegas, el barítono Lucas López, con la pianista Isabel Romero

 Aida Garifullina, que dejará las esperanzas de los aficionados para una nueva oportunidad, natural de Kazan, fue ganadora del certamen Operalia, promovido por Plácido Domingo y sus labores artísticas la llevaron a teatros como el Mariinski; el Teatro Colón (Buenos Aires); la Staats Wien Oper, tras su premier en Nuremberg, a los 18 años, después de sus años de estudio en la Wien Kunst und Drama Universitaat, y de seguir estudios de Música Contemporánea, con Sofia Gubaidulina. Entre los roles que ayudaron a promocionar su carrera, destacan Norina (Don Pasquale/ Donizetti); Adina (L´elisir d´amore); Zerlina (Don Giovanni/ Mozart); Natasha (Guerra y Paz/ Prokofiev); Musetta (La Bohème); Gilda (Rigoletto); Oscar (Un ballo in maschera); Reina de Shemakha (Gallo de oro/ Rimski Korsakov); Elvira (L´Italiana in Algeri), La Juive, de Halevy o Ninetta (Falstaff/ Verdi). Producciones que lograron una aceptación reciente, fueron La Traviata, dirigida por Zubin Mehta, en el Maggio Musicale Fiorentino; dentro del Festivale de Carnevale; Las Bodas en el Convento- Luisa-, de Prokofiev, en la Staatsoper Berlin, compartiendo escena con Violeta Urmana y Anna Goryachova. L´Italiana in Algeri (Rossini)-Elvira-, con Juan Diego Florez e Ildar Abdrakov, bajo la dirección del añorado J. López Cobos, y dirección escénica de J.P. Ponelle o  La Bohème, en la Bastille, de París, dirigida por Gustavo Dudamel, con Arthur Rucinski (Marcello) y Andrei Jilihovschi (Schaudnard). Noticias recientes de Aida Garifullina, nos llevan a la reciente publicación del cd Roméo et Juliette de Charles Gounod, ópera incluida en el programación de esta temporada a finales de septiembre, y que la soprano había interpretado en el Teatre del Liceu, dirigida por Josep Pons, teniendo como principal acompañante al tenor Saimir Pirgu. Una producción procedente del Teatro de Santa Fe y ambientada en la Guerra de Secesión Americana. Compañeros de travesía, había sido Tara Erraught-Stephano-; David Alegret-Tybalt-; Susanne Resmart- Gertrude-, y Gabriel Bermúdez-Mercutio- con una puesta escénica de Stephen Lawless.

El programa, tenía  en agenda  G.Fauré con la Pavane Op. 50, en Fa sost. m., pieza orquestal que ha tenido tratamientos también con coro incluido, recibiendo una ampliación como ballet para Los Ballets Rusos (1917) y que valdría de inspiración a Debussy y Ravel por ese estilo que recuperaba estilos del XVI. G. Charpentier, con el aria de Louise Depuis le jour, la única ópera que mantuvo vigencia, gracias a su elegancia y delicadeza.  Verdi contaría con el aria de gran colorido Merce dilette amiche, del quinto acto, un estilo de siciliana- bolero.  Rossini con la octava escena de su ópera igualmente en esa doble vertiente franco-italiana como es Guillaume Tell, y que incluía la página orquestal Pas de six.

Mayores sutilezas  zarzueleras por  una de las romanzas de gran prestancia, Me llaman la primorosa, de El Barbero de Sevilla, un mano a mano entre Gerónimo Giménez a Manuel Nieto, destinada al Teatro de La Zarzuela en el otoño de 1901, y que en esta apetecible pieza muestra detalles de polonesa.  Bellini con la testimonial Norma y el aria por excelencia para lucimiento de las sopranos más ambiciosas, precisamente esa Casta Diva. En medio, dos piezas orquestas, dos intermezzi de Giacomo Puccini-Suor Angelica y Manon Lescaut-, y para mayor solaz.  Je Veux vivre, de Roméo et Juliette, de Charles Gounod, aria también de lucimiento en esta ópera que tuvimos en la temporada, con la soprano Sofía Esparza. Manteniendo el grado de lucimiento, otra aria de notables exigencias como es Ebben ne andro lontana, de La Wally, de Alfredo Catalani. Nuevo detalle instrumental recurriendo a P. I. Tchaikovski y a su ballet El Cascanueces, con el embriagador Vals de las flores, del Segundo acto, de esta obra estrenada en el Teatro Mariinski, para completar con un aria de su ópera Mazeppa, Maria´s Lullaby, una ópera a partir de un texto de Alexander Pushkin, para conocer su estreno en el Teatro Bolshoi, en febrero de 1884. Programa que ambas sopranos mantendrían a excepción de la canción del musical I feel pretty, de West Side Story, de Leonard Bernstein.

Solo nos queda agradecer la generosidad y entrega de cada una de ellas, respondiendo a este compromiso tomado a pie de escena, demostrando Marina Monzó una técnica en la que se reconoce el cuidado de los matices expresivos y la idoneidad del tratamiento pleno de cuidados matices, para quien se apuntó al magisterio del añorado maestro Alberto Zedda, continuando con labores de perfeccionamiento con otras apreciadas e insignes cantantes, como son Mariella Devia, Daniella Dessi, Renatta Scotto o Isabel Rey. Miren Urbieta-Vega, en parecidos recursos interpretativos, hizo posible una gratísima velada en dedicatoria a la ausente, sobresaliendo por su cuidada línea de canto, el fraseo variado y un atractivo registro al servicio del repertorio elegido, para esta cantante merecedora de Primer Premio del Concurso Viñes, y otros galardones como los de Médoc Bordeaux, además de los asesoramientos artísticos de Alberto Zedda, siempre presente en nuestros recuerdos.

Ramón García Balado

 

15/12/2023

Zahir Ensemble, clausura el XXV Ciclo de Outono del Museo de Belas Artes

Museo de Belas Artes, A Coruña

Zahir Ensemble clausura el XXV Ciclo de Outono del Museo de Belas Artes de A Coruña- 12´30 h.-, un proyecto iniciado por Vertixe Sonora, en un monográfico dedicado a Salvatore Sciarrino , destacando la colaboración de la soprano Kukov Kakuta, concierto al que seguiría la chelista Carolina Landriscini, con tres de las suites para el instrumento de J.Sebastian Bach; la pianista Rosalía Gómez Lasheras, entre otras de L.v. Beethoven, F. Mendelssohn, F. Liszt y una compositora del descubrir, Hèléne de Mongeroult; la cita más reciente estaría ocupada por el Trío Enclave-el guitarrista Mateo Arnáiz, el vibrafonista J. Miguel Castro y el contrabajista Simón García, en una sesión embriagadora dedicada al mundo del tango con un protagonismo primordial de Astor Piazzolla y Carlos Gardel, con piezas de miembros del propio trío, J. Miguel Castro y Mateo Arnáiz.  

Zahir Ensemble,  un grupo  y que para la ocasión estará integrado el flautista  Alfonso Rubio, el clarinetista Carlos Lacruz, el violinista Rafael Muñoz, el chelista Aldo Mata, el pianista Óscar Martín, con la dirección de Juan García Rodríguez, que dejó evidencias de su nivel profesional en certámenes de relumbrón entre los que sobresalen Taschenopern Salzburg (Austria); Eröffnnungsfest Saal, del Salzburger Festspiel; el Crossroads Fest., de la misma capital; la Musique en Cità, de Marsella; la Sala de Conciertos de la Universidad Chopin (Varsovia), a las que se añaden convocatorias en nuestro país, en especial a los centrados en músicas contemporáneas, como Tercer  Milenio (Madrid); el Círculo de Bellas Artes; el Teatro la Maestranza y muy especialmente la Fundación Juan March, en donde fueron partícipes de uno de sus ciclos de mayor ambición, el dedicado al Aula de (Re)estrenos). Hijos de la Generación del 51, y que para aquella fecha, habían reservado obras de Voro García- Jardín de sueños-; Eneko Vadillo- Transparencias-; Fabián Panisello- piezas métricas-, un compositor y director que tuvo una labor clave en las Xornadas de Música Contemporánea de Santiago de 2022, bajo el reclamo de Poñer o foco, con la JONDE FOCUS; Mercedes Zabala- Mudanzas- de la que se nos reserva hoy Bipolar; Sergio Blardony- un soplo que vacía el pecho-pieza que también tendremos en esta matinal, para completar César Camarero, con Klangfarbedenphonie III.  

Zahir Ensemble, en sus oficios cotidianos, destaca por estrenos de obras de compositores que paso a paso vamos descubriendo en nuestras programaciones, con títulos como The Fall of the House of the Usher- sobre inspiración de Edgar Allan Poe-, y compuesta por Philip Glass; In vain, de George F. Haas; ASKO Concerto, de Elliot Cartet, o Ballet mécanique, de George Autheil, además Anatomías, de Luís de Pablo, Reinhard Fevel o un clásico checo como Leos Janacek. y obras de compositores en su entorno de creación como son César Camarero, Eneko Vadillo, en una evolución permanente que les facilitó su relación con el INAEM, propiciando giras en su mayoría, incluidas en certámenes de músicas de vanguardia. Dos obras ya citadas aparecen en este concierto de clausura, Un soplo que vacía el pecho, de Sergio Blardony, composición  con telón de fondo de conflictos bélicos de los Balcanes, y en la que intérpretes ayuda a recrear una situación agónica a través de su lectura, destinada a cinco instrumentos, clarinete, flauta, violín, chelo y piano;  Mercedes Zabala, con Bipolar, dentro de esa conformación de criterio que se amplía con propuestas no menos avanzadas, algunas como trabajos directos de encargo para el evento, como son las entregas de Amanda Garrido, o Gabriel Erkoreka- músico con el que mantienen regulares colaboraciones-; dejando de igual forma su sello de posicionamiento en To repel ghost II (2022), de Anna Malek y Eutsi (2021), de Zuriñe Gerenabarrena.

El director Juan García Rodríguez, natural de Sanlucar de Barrameda, estudió en el Conservatorio Profesional Superior de Sevilla, antes de ampliar en el Mozarteum de Salzburgo y en la Universidad de Chopin, en Varsovia, asistiendo posteriormente a mastercasses de Ramón Coll, J. Paratore, en piano; y en el espacio de música de cámara con R. Schmidt y en dirección de orquesta con  N. Thompson y A. Tamayo. En composición siguió la docencia de Cristóbal Halffter, Franco Donatoni, Luciano Berio, Mauricio Kagel, George Crumb  y Beat Furrer. Es Catedrático del Conservatorio Superior  Manuel Castillo y Académico Numerario de la Real Academia de Bellas Artes Sta Isabel de Hungría (Sevilla), y Director de la OSC, además de fundador del Zahir Ensemble, ejerciendo la titularidad del Taschenoper Festival, de Salzburgo, entre los años 2005/7. Trabajó en semejantes funciones con la Brucknerorchester- Linz, la Salzburg Mozarteum Orchester, la O. de la Ópera de París, la O.F. de Gran Canaria, la O.C. Witold Lutoslawski (Lomza,  Polonia) o el Sax Ensemble.  El espacio escénico contó con su talento para producciones en coliseos como el Teatro Villamarta, los sevillanos La Maestranza y Teatro Central; el  Museo Reina Sofía, el Teatro del Canal, la Solität Saal Mozarteum; el Endler Hall de la Stellenboch University (Sudáfrica) o el Teatro de La Bastilla parisino. En sus labores discográficas destacan las realizadas para los sellos Haas, Selo Autor, Verso, Canticum, IBS Classical y Naxos.

Ramón García Balado

Conciertos de alumnos del Curso de Cámara Airas Nunes en el CGAC

  Centro Galego de Arte Contemporánea,  Santiago de Compostela Para culminar las actividades del Curso de Cámara Airas Nunes de Cámara , con...