16/06/2024

Tres meses de actividades de Amigos de la Ópera de A Coruña

 Temporada Lírica


El pasado día 13, en el Teatro Colón, se presentaron las actividades de la próxima convocatoria de Amigos de la Ópera de A Coruña, acto presidido por el director de las mismas, el tenor Aquiles Machado, la presidenta Natalia Lamas, el Concejal de Cultura Gonzalo Castro y el director de AGADIC, Jacobo Sutil. Actividades que comenzarán en septiembre con una conferencia dedicada a una de las óperas en programa La Bohème de Giacomo Puccini, que impartirá Irene de Juan en la Sala de Prensa de la sede de Afundación-día 6, a las 19´00 h-, preparando las dos sesiones que se ofrecen a los abonados y aficionados de La Bohème, en el Palacio de la Ópera, bajo la dirección de José Miguel Pérez, con la OSG- días 8 y 9, 19´00 h-, una producción que tendrá como protagonistas principales al tenor  Celso Albelo (Rodolfo); la soprano  Miren Urbieta-Vega (Mimí) quien colaboró en la gala de clausura del curso pasado con Marina Monzó, ocupando la fecha de la ausente Aida Garifulina, al barítono Massimo Cavalletti (Marcelo); la soprano Helena Abad (Musetta); al barítono Manuel Mas (Schaudard); al bajo Simon Orfila (Colline) o al tenor Pablo Carballido: (Parpignol). El Coro Gaos, de Fernando Briones, al que se añade el Coro Infantil Cantabile y para le dirección escénica Danilo Coppola, en una producción de Luglio Musicale Prapanese.

La Bohème que para el autor suponía  en su sencilla opinión: Me interesan exclusivamente las pequeñas cosas y no quiero dedicarme a otra cosa que no sean las pequeñas cosas. Esa poética pucciniana nunca fue tan acertada como en el caso de La Bohème. Una representación de las pequeñas gentes, con sus pequeñas alegrías, aunque no siempre pequeñas penas. Un ardiente chasquido de las llamas en el fuego, el goteo del carámbano en el cuadro invernal del tercer acto, un rayo de sol que ilumina repentinamente el rostro de la moribunda. Todo esto no pasa solo sobre el escenario, sino que va cobrando forma en la partitura de Puccini, quien fija su atención en los detalles pintorescos como la aparición de un vendedor de juguetes en medio del tumulto de la feria de Nochebuena.

El barítono Javier Franco, acompañado por el pianista José Ramón Martín-día 15, en el Teatro Rosalía Castro, 20´00 h., reserva su sesión con un programa en el espacio de sus preferencias, en el Ciclo de Os Nosos Intérpretes, intérprete con escuela junto a Alfredo Kraus, Renatto Bruson y Carlos Chausson, voces que han dejado impronta en citas diversas dedicadas a la lírica. Premio de certámenes como los Concursos Viñes, Francisco Alonso y Luís Mariano, con larga experiencia en proyectos artísticos ofrecidos en nuestra tierra.

Arturo Reverter, la crítica por excelencia por obras fundamentales como El arte de canto (El misterio de la voz desvelado, obra de consulta imprescindible, le tendremos para la conferencia dedicada a L´elisir d´amore- día 26, sala de prensa de Afundación 19´00 h-, un placer seguirle como acto previo a las funciones de L´elisir d´amore, de Gaetano Donizetti- en el Palacio de la Ópera con la OSG, dirigida por Guillermo García-Calvo- días 27 y 29, a las 19´00 h.-, para la que tendremos en los roles principales a la soprano Ruth Iniesta- Adina-, al tenor Ramón Vargas- Nemorino-; al barítono Damián del Castillo- Belcore-; el barítono Luís Cansino- Dulcamara- y a la soprano Susana García, como Gianetta, voces de cierta familiaridad en otras producciones de convocatorias anteriores a la que se une la joven Susana García. Igualmente el Coro Gaos de Fernando Briones.  Una producción del Comunale di Bolonia, con dirección escénica de Víctor García Sierra.

Una comedia  agridulce sobre un idilio pastoral, a la que se añaden ribetes de solemnidad. La comedia popular contiene un significado profundo. Si efectivamente los personajes tienen sus orígenes en los tipos de la ópera bufa, la música donizettiana se encarga de dotar a cada uno de ellos de una caracterización diferenciada. Nemorino, por un decir- el Don Nadie -, se presenta como un ingenuo, pero es digno de simpatía aún en su momento de embriaguez, cuando más ridículo resulta. El amor que siente por Adina, es sincero y profundo. Gracias a  los efectos del elixir a amor, llega al convencimiento de que ha de hacer frente a sus sentimientos. Su famosa aria Una furtiva lacrima, que no aparece en la versión de Scribe, y que fue añadida para la partitura de la obra por Romani y el compositor, es una de las piezas de lucimiento para los grandes tenores. En lo argumental, ilustra el momento de la conciencia de  madurez e intensidad de los sentimientos que el personaje alberga en su interior.

El Curso de interpretación vocal estará confiado a Carlos Álvarez- desde los días 30 de septiembre al 4, de octubre, en el Conservatorio de Música. El barítono fue Rodrigo de Don Carlo, de Verdi, en la programación de 2019, junto a voces como Francesco Pio Galasso, Angela Meade, Ferruccio Furlanetto, Elena Zhidkova, Luiz- Ottavio Faria o Jerobám Tejera, bajo la dirección de Kamal Khan, con la OSG. Un barítono que cimentó su carrera copando ilustres roles de óperas como Otello; Don Giovanni; Un ballo in maschera; Luisa Miller; Rigoletto y en especial de zarzuelas de primer rango, cultivando igualmente los recitales líricos.

Entrando en octubre, día 5, una gala del Concierto de clausura del Curso de interpretación Vocal, que se ofrecerá en el Auditorio de la sede de Afundación- 19´00 h-. para seguir con la  proyección de la ópera Manon Lescaut-sala de prensa del mismo lugar- 18´30 h-, el día 10. El ciclo de Lírica Inclusiva, se apunta a la gala de Andrea Varela- día 11, a las 18´00 h, en el Real  Institución Benéfico Social P. Rubinos - acompañada por la pianista Isabel Romero. Mezzosoprano formada en el  entorno del Coro Gaos y en la Asociación En-Cantados, de Diana Somkhieva, que tuvo parte activa en programas que incluían El Mesias (Häendel); el Magnificat (J.S,. Bach o los Carmina Burana, de Karl Orff.  Isabel Romero, la pianista, siguió las docencias de Almudena Cano; Zita Tanasescu; Nino  Nereslidze; Cecilio Tieles y A. Nieto

Nueva proyección operística en la sala de prensa de Afundación- día 17, de noviembre, 18´30 h.- con la ópera de Puccini Edgar, menos frecuente y tomando un libreto de Ferdinando Fontana, para estrenarse el 21 de abril, de 1889, en el Teatro alla Scala, de Milán, antes de la nueva versión realizada para la presentación el 28 de febrero en el Teatro Communale. El ciclo de Lírica Inclusiva, reserva cita para Rocío Faus- Centro Cívico Monelos, día 18, a las 19´ 00 h-, mezzo con formación en el Conservatorio de Valencia y que cuenta con  roles como Pamina; Sonnambula; Norina; Lucia di Lammermoor; Susanna o Julietta, participando en certámenes como el Festival della Valle d´Istria o Martina Franca.   Para el día 23, en el Teatro Rosalía Castro, 20´00 h.-, un espectáculo de ambiciones dentro de géneros curiosos cercanos a los crooners, anunciado por su propio programa: Long time ago. Marko Minmica, bajo- barítono,  procedente de Zabreg, e integrado en el Ensemble Deutsche Oper, que incorporó a su trayectoria roles como Figaro; Oroveso; Talbot; Heinrich (Lohengrin), en coliseos como Le Téâtre des Champs Elisées; Regio di Torino; Massimo, di Palermo; La Arena di Verona o el Festival Rossini (Pesaro). Dinamizó el Young Singers Festival Project (Salzburgo). Para acompañarle, Marcos Madrigal, con raíces latinoamericanas con la O.S. de Matanzas y estudiar con Teresita Junco, pasó por la Universidad del Conservatorio de Lugano, la Ac. de Pianoforte Lake Comoy la Foundation Theo Lieven (Suiza). Conoció las docencias de Andreas Steier; Malcolm Balson; J. Perry, Dmtri Bashkirov y W. Grant Naboré.  Primera entrega de comentario que se completará mañana de este Festival de Amigo de la Ópera, de A Coruña.

Ramón García Balado  


11/06/2024

Dende a paisaxe lusitana con la Banda Municipal en As Praterías

 Praza das Praterías, Santiago de Compostela

 Concierto en As Praterías con la Banda Municipal y su titular David Fiuza Souto-día 13 a las 20´00 h-, para un programa de hermanamiento con el país vecino a través de cuatro compositores con los que pretendemos ponernos al día, Duarte Ferreira Pestana, José de Silva Marques, Manuel Inacio da Encarnaçao y Joâo Carlos de Sousas Morais, pensando en los grandes compositores que han dejado huella como los románticos Francisco de Sà Noronha (1820/81)m autor de obras como Beatrice di Portogallo y L´arco di Sant´Anna; Miguel Angelo Pereira (1843/1901), del que se recuerda Eurico, ou o Presbítero de Carteia, ópera que tuvo una gran acogida; Joaquim Casimiro Junior (1808/62), autor de entretenidos vodeviles de notable aceptación y muy en en estilo de la época; Francisco Alvarenga (1844/1883, el llamado Offenbach portugués, por la temática de sus operetas; Francisco Norberto dos Santos Pintos (1815/60), destacado por el apartado predominante de obras sacras; el pianista Joâo Guilherme Daddi (1814/87), autor igualmente de canciones y obras escénicas y una elegía a la memoria de Meyerbeer, el pope de la Grand- Opéra francesa. Así se consolidará una escuela de la que saldrán compositores como Bernardo Valentim Moreira de Sá (1853/ 1924); Augusto Machado (1845/1924); Alfredo Keil (1850/1907) o la figura por excelencia que será José Viana da Mota (1868/1948) y el no menos ilustre Luis Freitas Branco (1890/1955), maestro en el que dominaría la escuela francesa muy en boga entre los músicos del momento.

Para el programa de la Banda Municipal, valdrá recordar lo que fueron en Portugal las Filarmónicas por su papel fundamental en la vida de la comunidad tanto en pequeños pueblos como en mayores urbes. Combinaban músicos de mayor rango profesional con jóvenes aspirantes, una forma evidente de crear escuela, destacando la figura del maestro de banda que recibía un trato de preferencia en los asuntos económicos. Un modelo importante habían sido las bandas militares y de ello tenemos ejemplo en los compositores que nos acompañan esta tarde. Las llamadas Filarmónicas apareciendo de forma casi natural en el segundo cuarto del siglo XIX, para conseguir consolidarse en el día a día de ejercicio voluntarioso, siempre condicionados por la situación económica cotidiana. Asunto similar al conocido por nuestras bandas populares, multiplicándose especialmente entre los años 1850/90, un toque de gracia que alude a esa voluntad de supervivencia. Un historiador, Rui Casçao, dejaría escrito que su desarrollo tendrá bastante que ver con las fricciones entre alternativas rivales, no quedando exentos los asuntos políticos. El número de tales Filarmónicas, no cesaría de crecer con el paso de los años. En 1946, Freitas daba cuenta de unas doscientas bandas activas y que se triplicará en el plazo de tres décadas, asunto que tentaría el interés de los investigadores. Ya se trate de la composición instrumental como de los uniformes, del porte de los músicos y su estilo de presentarse en público o la disciplina, saltará a la vista de cualquier recién llegado. Los miembros de las Filarmónicas, se iniciaban en las prácticas de un instrumento desde muy jóvenes, integrándose evidentemente en calidad de aprendices.   

Duarte Ferreira Pestana, con Paisajem Ribatejana (Fantasía nº 5) y Abraço de Portugal (Fantasía nº 3), hizo pronto carrera compartiendo con sus hermanos trabajos en bandas, recibiendo de joven las primeras lecciones por parte de su abuelo, mentor y fundador de la Filarmónica de Gouvices. Siguió sus experiencias en Oporto, en 1926, ampliando en las materias más diversas, desde clarinete a composición. Se integró como miembro activo en la histórica Banda de Música de la Garda Nacional Republicana, por la que también pasarán algunos compositores que tendremos en programa. También Lisboa supo de sus quehaceres artísticos en una banda de similar talante, ampliando en la Orquesta Sinfónica de Radiodifusión Nacional, en los teatros más activos como el Sâo Carlos o el Clube da Radio Portuguesa, en temporadas líricas. Fue abundante el legado de su obra en géneros diversos asistiendo al estilo escénico proyectado en Gouvices. Pasando el tiempo, ya en nuestra época – 2011-, fue homenajeado en su centenario en el Auditorio del Conservatorio Nacional de Música de Oporto, precedido por  una charla de Hernáni Petiz (autor de importantes trabajos teóricos).

José de Silva Marques (1888/1955)- Capricho Varino-, se incorpora a la nómina de fundamentales maestros que ejerció en la O.S.de Oporto y como maestro de bandas: Sociedade Palmeirense y Euterpe Alhandresse, tras comenzar como intérprete de requinto en el Regimiento de Infantería de Oporto (1908) y disfrutar de una amplia etapa en la Banda do Batalhâo de Lisboa. Tuvo como maestro especial a Silva Dioniso. También tuvo experiencias profesionales en Brasil y de sus obras, junto a la elegida, destaca Panorama Luisiada; Serranescas; Rapsario de Fados o la Rapsódia Ribeirinha.  Compositor de mérito, es Manuel Inacio da Encarnaçao (1875/1918)- Cenas espanholas-, al que un estudioso dedicará un trabajo biográfico en profundidad, y que también paso por la Banda de Bombeiros Voluntarios de Santarem. Cubrió una labor de dinamización en la promoción de agrupaciones juveniles  como la Infantil de Beja. Maestro que repartió actividades entre bandas militares y civiles, promoviendo la Asociaçao da Uniâo Seixalense.   Joâo Carlos de Sousa Morais (1863/1919)-  Rapsodia hilarina-, fue autor de especiales piezas ingeniosas, tras conocer una sobrada experiencia que le llevaría desde Évora, a Oporto o Lisboa. De sus obras, destacan la serie de oberturas, fantasías, marchas y rapsodias, además de probar como músico independiente en ambientes urbanos como el histórico Café Chaves, de Oporto.

Ramón García Balado

Ensemble Liberdade, en las Xornadas de Música Contemporánea

 CGAC, Santiago de Compostela


Concierto en el CGAC del Ensemble Liberdade que dirige Xacobe Martínez Antelo, dentro de estas Xornadas de Música Contemporánea-día 12, 20´30 h-, agrupación que se da a conocer como Orquestra Galega de Liberación y que ya ofreció un programa similar en este espacio con dos propuestas cargadas de tintas y recursos sonoros por el estilo de conciertos de proponían dentro de sus pretensiones didácticas bajo la supervisión de Carmen Hermo, con una agrupación integrada por cuarto de cuerdas, percusión y trío de viento. Para este evento, mantienen el ideario de improvisación como eje articular con una libre inspiración, camino de nuevas perspectivas a seguir en la alternativa de posibles puntos de fuga desconocidos o poco frecuentados. Para la cita, se manejan con dos nuevas variables que sobrepasan las sonoridades propias del género camerístico, habituales en sus  parámetros habituales, en los que predominan la guitarra eléctrica de Manuel Cebrián y la voz poliédrica de Rubén Fernández. Son los nuevos ecosistemas musicales los que se despliegan ante la pujanza de la  exuberancia sonora resultante. El cuadro del Ensemble Liberadade estará integrado en el equipo instrumental por Elena Vázquez- violín-; María José Pánpano-viola-; Macarena Montesinos-chelo-; LAR Legido- batería-; Diego Alonso- saxofones-; Xosé Miguélez- saxos y gaita-; Javier Pereiro- trompeta-, Manuel Cebrián- guitarra eléctrica- y la voz de Rubén Fernández, bajo la dirección de Xacobe Martínez Antelo.

Martínez Antelo, junto a dos de sus compañeros, el pianista Manuel Gutiérrez y el batería LAR Legido, es parte del grupo de jazz Sumrrá, al que tuvimos en una especial sesión de parecidas connotaciones para un concierto en colaboración con la RFG dirigida por Paul Daniel  en los festejos del Apóstolo del 2018, en una prueba de resistencia y prueba para medir las posibilidades de un encuentro que pareció rendir excelentes resultados cara a un público de lo más diverso. El cartel de presentación se avanzaba como Sumrrá sinfónico, para el que se elegiría temas de sus registros discográficos como Sofía, Pretoria, Mala memoria, Exit, Vida sen Pipa; Kika o Minoría absoluta. Buscaba el grupo para la aventura temas que encuadrasen dentro de las posibilidades de una orquestación que resultase acorde y fluida para lo que suponía la experiencia inicial de colaboración con una orquesta sinfónica, añadiendo a mayores el talante de colaboración de Paul Daniel. El capítulo de los arreglos se confiaba a Julián Rodríguez y Antonio Peña.  El trío Sumrrá, había realizado un primer registro 4.0 que venía a continuar otras pruebas de ensayo como Jazz from Galiza!!   Xacobe Martínez Antelo, había tenido presencia artística en dos de las ediciones del Festival Via Stellae, una primera en la de 2011, junto al trompetista Ricardo Formoso, el batería  Max Gómez, los saxofonistas Joâo Mortagua y Fernando Sánchez, con el pianista Xan Campos, para ahondar en los misterios sonoros del trompetista Miles Davis, espíritu y esencia del movimientos be-bop, siempre acorde con su biografía turbulenta y compleja.  Todo ello con argumentos que nos llevaban a una obra cumbre Kind of  blue, un registro que hizo temblar los cimientos de la evolución  jazzista gracias a intérpretes como Bill Evans, Wynton Kelly o el saxo alto Cannonbal Adderly, el contrabajo bajo Paul Chambers y el batería Jimmy Cobb.    También el Via Stellae del año siguiente, volverá a recibir a Martínez Antelo, dentro de un formato similar, entones acompañado por los saxofonistas Pablo Castaño y Toño Otero; el guitarrista Marcelino Galán  y el batería Max Gómez, curiosamente en una tentadora sesión abierta en A Praza de Abastos y en sesión de tarde/noche, un entretenimiento no menos estimulante para degustar los pichos y otras degustaciones bien regadas, ante un público presto a colaborar. El reclamo: Isto é Jazz, y de nuevo el frontispicio marcado por los mismos míticos be-bopers, una aproximación a John Coltrane (Trane) o el sufrido Thelonius Monk.  Precisamente una velada que pretendía reverdecer las noches del Minto´s, en las que hallaban acomodo Bud Powell o Dizzy Gillespie.  Martínez Antelo, confesado devoto del jazz en aquellas corrientes, probaría de nuevo en otro homenaje a Thelonius Monk, con sus colegas Marcelino Galán y Miguel Cabana, para un reto de temple y resistencia en In Monk we trust.

El CGAC fue también espacio de convocatoria de las Xornadas de Música Contemporánea con mayor frecuencia durante las ediciones de años pasados, llegando a tener un departamento de música de mayor proyección en el que dos agrupaciones garantizaban las programaciones del curso, oficialmente dentro del logotipo Música y Arte. Correspondencias Sonoras, parejas a las exposiciones complementarias con otras demandas artísticas de exposiciones. Dos agrupaciones que dejaron una garantía de planteamientos equilibrados. Vertixe Sonora, grupo formado en 2010, dedicado en preferencia a las vanguardias y con una notable presentación de obras de encargo o en estreno y el Taller Atlántico Contemporáneo, el TAC, que dirigía Diego García, agrupación que colaboraba en proyectos como Os Seráns do TAC, en A Cidade da Cultura.

Ramón García Balado

10/06/2024

Béla Bartók y Manuel de Falla: templando el cobre

  A Coruña - 31//05/2024

Joaquín Riquelme fue solista del Concierto para viola y orquesta de Béla Bartók, con la OSG, dirigida por José Trigueros quien hubo de sustituir por urgencia a Juanjo Mena, alterando el programa previsto con la incorporación del Amor Brujo de Manuel de Falla en la versión para cantaora con la voz de Marina Heredia, que nos compensó en una obra que en sus dominios, una real gitanería estilística, maneras que ya nos dejó la pasada semana con ¡En libertad! de J.Albert Amargós.  Riquelme realizó una importante etapa de formación con la Berlin Philharmoniker, orquesta con la que también tuvieron experiencias maestros como Fernández Arbós y Santiago Cervera para proseguir en la Berlin Universität der  Kunste, con Helmut Rohdun mostrando  siempre interés por las experiencias camerísticas, con maestros como Emmanuel Pahud; Christian Zacharias; Jörg Widmann; el Cuarteto Memderling o el Berlin Ensemble.

Béla Bartók en obra póstuma, perfilada en su última etapa en los Estados Unidos, en una agotadora experiencia frente a una situación insuperable, mientras Tibor Serly- músico que nos ha servido para la elección de esta versión- le ayudaba en la culminación de ese proyecto que se confirmará con el estreno gracias William Primrose y Antal Dorati, en 1949.  Ernöbalogh, nos pondría al día de su situación entonces: Bartók conocía la naturaleza de su enfermedad, aunque el día que lo ingresaron pensaba seguir componiendo. Durante ese último verano trabajó de la única manera que sabía: de la mañana a la noche. En esa condiciones fueron compuestos el Tercer concierto para piano y este Concierto para viola; forma típica de trabajo y que también veríamos en el Concierto para orquesta. En vida no gozó del reconocimiento y popularidad, un trato que se limitaba a los profesionales de vanguardia. Sin embargo, dos de los Conservatorios, la Juilliard School y Curtis, así como la Seattle University, le ofrecieron cargos bien remunerados como profesor de composición.

Un período de posguerra que venía precedido por la Rapsodia para violín o el Segundo concierto para violín, permitiéndose coqueteos con el jazz, asunto que destacará Julie Brown. Una puja por probar con nuevas aportaciones y aquí nos encontraremos con la ufana severidad de las dos Sonatas para violín. Venía el autor se sobreponerse a esa obligada huida que le distanciaba definitivamente de Nagyszentmiklós, su lugar de nacimiento y que se integraría en Rumanía o de Pzosony- donde vivía su madre-, que pasaría a Checoslovaquia, un puzle de sabidas consecuencias. Bartók mantuvo la fidelidad al paisaje de aquellos sueños enmarcados por la oculta trascendencia de los modismos campesinos, que alcanzaban hasta Turquía y el Norte de África, mientras su país se abocaba hacia el gobierno autoritario de Miklós Horthy, momento en el que esa lealtad a esos posicionamientos traerán consecuencias reprobatorias curiosamente vejatorias, tildándole de poco húngaro. El Concierto para viola, es obra que se resolverá en tres tiempos: Allegro moderato; Adagio religioso y Allegro vivace. El primero en forma de sonata de elaborado sobre temas contrastados, para ceder la entrada a la viola exponiendo sus detallismos expresivos e idiomáticos con un desarrollo en el que se incluye una recapitulación cara al Adagio religioso-Allegretto, lírico en la dimensión de su planteamiento en un a modo de ejercicio meditativo tratado en forma de ABA. El Allegro vivace, será la respuesta precisa a los tiempos anteriores en lo relativo al equilibrio del conjunto de la obra, dentro de un moto perpetuo. Serly, en la responsabilidad que le atañía, supo mantener los presupuestos estéticos bartokianos gracias a un tratamiento orquestal reconocible. No menos podremos decir de Joaquín Riquelme en su enfoque sobrecogedor en el conocimiento de la obra en cada uno de sus tiempos electrizantes e idiomáticos dejándonos como bis la Allemande de la Suite primera, en Sol M. BWV 1007, deJ.S. Bach

El Amor Brujo de Manuel de Falla, la gitanería de 1915 nacida de un canción para Pastora Imperio y que evolucionará en pretensiones a una pieza de género chico para renegar de sí misma mientras vive de los asesoramientos de Martínez Sierra y María Lejárraga, un embrión que dará razones posteriores ampliaciones y revisiones, tras el encuadre en los límites de las breves piezas escénicas conocidas como apropósitos, espectáculos del género de las variedades y entretenimientos sin apelativo preciso. Para la obra, un orgánico sencillo- flauta (y piccolo), oboe, trompa, cornetín, piano y quinteto de cuerdas, que se ampliará en la del año siguiente. Nos quedamos pues, al servicio de la cantaora, con el sencillo esquema de dos cuadros: Un primero en siete detalles musicales, repartidos desde la Introducción y escena previo a la Canción del amor dolido, el pasaje del Sortilegio; la Danza  del fin de día y el añadido de El amor vulgar (que sería suprimida en el ballet); el Romance del pescador para completar el descriptivo Intermedio que dejará lugar al Cuadro segundo, con El fuego fatuo; la escena del terror y la Danza del fuego fatuo dejando que otro Interludio que prepare la Canción del fuego fatuo en encadenamiento hacia el Conjuro para reconquistar el amor perdido; la Escena del amor popular, La danza y canción de la bruja fingida en un revoloteo del Finale con Las  campanas del amanecer. ¡Ya está despuntando el día!  ¡Cantad, campanas, cantad! ¡Que vuelve la gloria mía! Voz quejumbrosa y rota de Marina Heredia en el desgarramiento agónico.

Ramón García Balado

 

Joaquín Riquelme/ Marina Heredia.

Orquesta Sinfónica de Galicia/Juanjo Mena

Obras de Béla Bartók y Manuel de Falla

Palacio de la Ópera,  A Coruña

publicado en RITMO, edición digital

El Cuarteto Novecento, en el Pazo de Rubiáns

 Pazo de Rubians, Vilagarcía de Arousa Las matinées del VII Festival Clasclás de Vilagarcía de Arousa , ofrece en el Pazo de Rubiáns - día ...