22/03/2024

Carlos Fernández Bollo: Siglo de Oro del teclado en la Europa del XVII, para De Lugares e Órganos

 Igrexa de San Paio de Antealtares, Santiago de Compostela


 Concierto en las actividades del ciclo De Lugares e Órganos, esta vez en la Igrexa de San Paio de Antealtares- día 24, a las 20´30 h-, con un programa que nos centra en un período sublime en la historia del instrumento, el siglo XVII, entre obras de maestros como J.P.  Sweelinck, Johann Reincken, H.Scheidemann o Correa de Araúxo, con aportaciones del propio Carlos Fernández Bollo. En medio, un detalle de consideración con los asistentes, en una pausa- diálogo, en charla con el intérprete. Un joven talento establecido en Gronnigen (Países Bajos) en donde recibió asesoramientos en el Conservatorio Prins Claus- perteneciente a la Universidad de Hanze-, en la que igualmente colabora como organista en la Iglesia Protestante de San Martin. Recibió galardones como Primeros Premios en el V Concurso Nacional de Órgano Francisco Salinas y el Premio Montserrat Torrent, siempre querida y apreciada por su docencia en los Cursos U. I. de Música en Compostela y que este verano pasado nos obsequió de nuevo con su presencia en San Paio de Antealtes ante un público entregado a esta ilustre maestra que llegó a ser alumna de Paul Franck (1953).  Carlos Fernández Bollo, presentó para esa convocatoria, una pieza obligatoria de Antonio de Cabezón.

Para el concierto comprometido en esta edición, el joven organista no disimula sus preferencias en aportar pieza suyas entrelazadas con los grandes maestros del XVII: Improvisación  sobre el Salmo 24 (Melodía del Salterio ginebrino o Hugonote del Siglo XVI, de Claude Goudimel) y la improvisación sobre el coral O Mench, bewing dein Sünde gross.   Johann Adam Reincken (1623/ 1722), modelo de las escuelas centroeuropeas y sucesor en la plaza de titular de órgano de Santa Catalina de Hamburgo de Heinrich Scheidemann, con el que estudió entre 1654/7, llegando a ser  destacado pedagogo y compositor desde los años de su etapa en Alsacia y durante un breve período ocupó la titularidad en la Berhkerke, de Devenker antes de su vuelta a Hamburgo, en 1658, precisamente como asistente del mentado Scheidemann, en la Katharinenkinkirche. Compañero de Johann  Theile, con el que fundó la Ópera de Hamburgo, en 1678, y también de Dietrich Buxtehude, que le visitó en Lübeck. También el joven Johann Sebastian Bach, se interesó por él para escucharle hacia 1700/2, ayudándole a transcribir conjuntamente trabajos que dejarán memoria, entre sonatas y piezas camerísticas. Compuso en preferencia obras para el Collegium Musicus (1687) de Johann Theile, y obras para órgano de notable virtuosismo técnico, demostrando el poderío de sus recursos en el instrumento de cuatro manuales del que disponía. El mejor testimonio sería la vasta fantasía An den Wasserflüssen Babylons, y para esta sesión, se elige la Fuga en Sol m.

Heinrich Scheidemann (c. 1595/1663), para mantenernos en las cercanías, tendrá Benedicam Dominum WV 48, fue eminente organista y pedagogo como queda ya dicho, siendo uno de los fundadores de la Escuela organística de Alemania del Norte, mientras cuidaba la composición de piezas a partir de corales. Serán los estudios con Sweelinck (1611/4), los que ayuden de manera considerable al perfilado de su estilo en obras para teclado que tomará mayor vuelo en los trabajos dedicados al órgano poco después, gracias a la inspiración a través de motetes y ricercare de Scheidt (1624), a los que se añaden piezas corales que se amplían en el valor de sus transcripciones excelentemente resueltas para órgano desde monodias vocales y fantasías corales de estudiado virtuosismo. Serán las generaciones siguientes quienes se beneficien de sus indagaciones y solvencia. Soberbio intérprete, tendrá refrendo en esta obra que resulta una adaptación para órgano de un motete de Hieronimus Praetorius, sobre el salmo 33. En su trayectoria y hacia 1629, podremos destacar la ocupación de la plaza que dejó su padre, en la Katharinenkirche (Hamburgo) en donde permanecerá hasta el fin de su vida, llegando a ser amigo de Thomas Selle, Jacob Praetoriu, Joahann Schopp y Matthias Weckmann, además de colaborar con el poeta Johann Rist. Entre sus obras, sin cantus firmus, se titulan con frecuencia Preambulum, anunciando con frecuencia la pareja preludio y fuga.

Johann Peter Sweelinck (Jan Pieterszoon) (1562/1621), con la Fantasía chromática, un músico que realizó toda su carrera en Amsterdam, con creces el más conocido y que fue titular de la Oude Kerk, plaza que heredará su hijo, también notable especialista. Su grandeza se verá engrandecida más por sus dotes como forjador de escuela como por su propia obra, recibiendo visitas de todos los países europeos. Talentos que también serán maestros: Andreas Düben, Peter Hasse, los Scheidt, Paul Siefert o Heinrich Scheidemann, que formarán los pilares de escuelas de referencia de esta escuela organística Alemana del Norte. Fue reclamado como experto en reparación de órganos y las obras de propia firma, se distribuyeron por todos los países europeos en múltiples ediciones que se mantendrán a lo largo de los siglos, en lo que será para siempre el santo y seña de esa Escuela de Alemania del Norte. En medio, quedarán años de duda en cuanto a la vigencia de sus obras, hasta los períodos de recuperación promovidos por las tendencias históricamente informados. Convendrá recodar el apartado de su obra vocal, que curiosamente recibió mejor trato, gracias a los ciclos de polifonías sobre el Psalterio de Ginebra, editado en 1597, piezas a cinco voces, la mayoría a capella y en francés, compuestas para los servicios calvinistas, para devocionarios burgueses privados de Amsterdam, mientras que las Cantiones Sacrae, estarán destinadas a los oficios católicos, en recopilación de cancioneros.    

Francisco Correa de Arauxo (1584/1654), completa con dos piezas: un Tiento Segundo de Medio registro de Tiple de Quarto tono y el Tiento sobre la Batalla de Morales. Era el tiento la más importante de todas las formas musicales españolas por el excepcional largo período que perduró y por el elevado número de obras en cuanto a la calidad de las mismas. Modelo serán los tientos vihuelisticos-andaluces con maestros como Mudarra, Milán, Francisco Fernández Palero o Peraza, junto a Correa de Arauxo, nacido en Sevilla y cuyos manuscritos por propia  confesión, habían recibido influencias reconocidas de Francisco Guerrero, Diego Castillo y Francisco Pedraza, especialmente en órgano, antes de opositas a las plazas de organista de las Catedral de Málaga y posteriormente de la de Sevilla, sin conseguir la plaza. De su legado artístico, merecerá mención la obra capital publicada en Alcalá de Henares, el tratado Facultad Orgánica, en 1636, mientras recibía la invitación del Cabildo de la Catedral de Jaén, que aceptó ya que con Sevilla había tenido importantes dificultades. En esa obra citada, hará uso extensivo de nuevas características para los órganos peninsulares de la época, las de teclado partido y la posibilidad de usar registros de diferentes sonoridades, desde la parte aguda a la grave, de un teclado único.

Ramón García Balado

 

21/03/2024

Latinoamérica por los cuatro costados

  Santiago de Compostela / Pontevedra - 20/03/2024

Programa de la RFG dirigida por su titular Baldur Brönnimann para un programa centrado en compositores latinoamericanos desde Alberto Ginastera a Arturo Márquez, J.P. Moncayo, Adolfo Mejía y Vicente Ascone contando con el protagonismo del barítono y narrador Darío Solari, con experiencia contrastada en el mundo operístico sin descuidar sus preferencias a la lírica popular de la canción, habiendo sido galardonado en certámenes como el Ferruccio Busoni de Deutschlandberg, el Tito Schipa, de Lecce o el Iris Adami Corradetti, de Padua para un programa dentro de las apetencias del aficionado y del abonado como habíamos disfrutado en otras citas como la ofrecida por Pacho Flores y que dejaría como rédito un registro en cd Cantos y revueltas (Deutsche Grammophon), en un muestrario que añadiría del propio solista una pieza salida de su inspiración, exhibiendo sus proverbiales recursos en la cuerda de ese instrumento.

Alberto Ginastera, tan cercano a nuestros dominios por el ballet Estancia Op. 8, se escuchó  en su versión completa, como obra en un acto y cinco cuadros con clara inspiración en escenas de ambiente rural argentino en medio de la rica Pampa imaginaria y con un talante descriptivo a partir de la poética del Martín Fierro e interpretado con entrega emocional por Darío Solari, mientras que la orquesta recreaba la serie de aires de singular personalidad desde La danza del trigo, a Los puebleros, el Triste pampeano, El amanecer, camino de la Danza Final, un malambo de conclusión, engarzados en los cinco cuadros que se ofrecen en la obra. Para Brönnimann y por el entusiasmo observado, sería un recuerdo de su lustro en convivencia como titular de la Sinfónica Nacional de Colombia, en Bogotá, en donde pudo llegar hasta lo más profundo en el conocimiento de estas herencias latinas. A efectos, nuestra orquesta presentó un refuerzo necesario en metales y percusiones.

Ginastera había obtenido a esas alturas la beca Guggenheim, un período en el que también dejaría otro ballet como Panambi ya en el año 1934; las Danzas argentinas; Los cantos de Tucumán, preparando la etapa gloriosa de Las tres piezas de Malambo y este ballet Estancia (1941), para el Ballet Caravan, obra que se complementará con la Sinfonía Porteña o la Sinfonía elegíaca. Un manifiesto evidente de la voluntad creativa del autor que alcanzará la cumbre en su ópera Bomarzo (M. Mujica Láinez) o la Cantata para América mágica y Don Rodrigo. Aquel Ginastera de la visita a los Estados Unidos, le había permitido relacionarse con músicos como Aaron Copland, Roger Sessions, S. Barber, E. Varèse, E. Bloch, Krenek, Bartók o Stravinski, mientras ampliaría conocimientos en la Juilliard School; la Columbia University; el Berkshire Music Center o la Eastam School of Music.

Arturo Márquez, quien concluiría sesión con el electrizante Danzón nº 2 para enervar el entusiasmo de los aficionados, volvía  con obra después de haberle tenido en una sesión de éxito  junto a Manuel Hernández-Silva (director), en el Concierto de otoño para trompeta y orquesta- Son de luz; Balada de los floripondios y Conga de las flores, destacando como solista Pacho Flores, compartiendo cartel con Efraín Oscher.

Márquez siempre quiso destacar la importancia de los conciertos para instrumentos de metal con firma de compositores mejicanos y aquel concierto en concreto, resultaba un síntesis de toda una herencia de la que se sentía legatario y que acogerá a otros colegas como Roberto Sierra, Paquito D´Rivera, Efrain Oscher o Christian Lindberg integrándose con suerte en el legendario Sistema de Venezuela de Abreu. En su agenda y como referencia, bastará mentar obras como el Concierto Son- flauta y orquesta; Viraje- arpa y cuerdas-; Espejos en la  arena-chelo y orquesta-; Danzas mestizas- clarinete bajo y cuerdas- o los Danzones nocturnos recreados para distintos instrumentos. Márquez siempre tuvo en mente a intérpretes concretos a la hora de encarar sus composiciones. El Danzón nº 2, fue complemento perfecto para añadir ese elemento de colorido en tan estimulante velada.

José Pablo Moncayo con Huapango (en versión camerística), fue pieza de entrada que  guardaba  claras afinidades por  su trayectoria artística, ya que había sido miembro del Grupo de los Cuatro y que como  alumno de Carlos Chávez,  conoció en Estados Unidos las docencias del  Festival de Berkshire auspiciado promovido por A. Copland y S. Koussevitky para el que realizaría Llano Grande o Huapango.

El grupo en concordia Nuestra Música, reuniría a músicos como Bal y Gay, Blas Galindo, Adolfo Salazar, los Halffter- la España en el exilio-, que organizaría los Conciertos Lunes Musicales. Obras de prestigio, sería el Homenaje a Cervantes o el ballet Zapata. El   apartado de su obra vocal, no muy extenso, dejará obra de aceptación popular, con profundo arraigo en la tradición con un trato especial para canto y piano o coro: Las olas que van; La canción del mar, siempre con la idea de no circunscribirse a unas dependencias necesariamente localistas. En el ámbito del  ballet y en colaboración con Elena Noriega, compuso Tierra además de probar en el cine con Raíces, de Benito Alazraki.  La mulata de Córdoba, ópera sobre libreto de Agustín Lazo y Xavier Villaurrutia, resultó uno de sus trabajos más ambiciosos con argumentos que nos trasladaban al período virreinal mejicano. Villaurrutia será partícipe de un guión para el cine para un filme con el mismo título. Nada más propicio para entrar en ambiente,

Vicente Ascone (1897/1979), en cambio de orden en programa, se recibiría tras la suite de Ginastera con cinco canciones en estilo popular, autor se supo prestar atención al mundo infantil con trabajos como los 20 poemas de América, dedicadas a escolares sobre poemas de Humberto Zarrilli y Roberto Abadie Soriano. Siempre acompañándose de arreglos muy sencillos. Un temperamento afectivo y comprensivo por la claridad y pureza de estilo, teniendo en mente la realidad de las escuelas uruguayas, especialmente las rurales. El conjunto de su obra quedará encuadrada en una estética nacionalista con empleo de melodías vigorosas y ritmos pujantes, mantenidos por armonías que muestran los avances logrados en esa época, quizás para mayor reconocimiento en el uso del dominio instrumental que tendrá mejor refrendo en las obras  sinfónicas y camerísticas.

Darío Solari nos brindó con mimo y cuidado los sentires de idoneidad en el conjunto de las piezas: la tonada que era Aquí me pongo a cantarte; la huella en De mi boca a tu lado; la Vidalita del querer, una forma de estilo; la chacarera Como las frutas de monte y el gato Caballito criollo. Una breve concesión para Adolfo Mejía por Acuarela, también recreación popular cercana al pasilllo, danza genuinamente colombiana con reminiscencias de pieza da salón europeizante y que podría recordarnos a este creador en etapas neoyorquinas y parisinas, en las que se curtiría en orquestas de jazz tras su vuelta a Colombia.

Ramón García Balado

 

Darío Solari, barítono y narrador.

Baldur Brönnimann / Real Filharmonía de Galicia

Obras de J.Pablo Moncayo, Vicente Ascone, A. Ginastera, Adolfo Mejía y Arturo Márquez

Auditorio de Galicia, Santiago de Compostela

Centro Cultural Afundación, Pontevedra

 Publicado en RITMO, edición digital ritmo-auditorio

20/03/2024

Coral Nacional Simón Bolivar: Pueri Hebraeorum, en la Catedral

 Catedral de Santiago de Compostela


 Concierto en invitación abierta con la Coral Nacional Simón Bolivar, dirigida por Lourdes Sánchez y con acompañamiento de órgano de Calio Alonso, en la Catedral compostelana- día 24, a las 21´00 H-, en una cita In Memoriam de quien había sido su promotor y fundador, José Antonio Abreu (1939/ 2018),  del que en la actualidad conserva el espíritu e ideario del maestro, premio Príncipe de Asturias de 2008, creador del proyecto de grandes dimensiones conocido como El Sistema, enfocado a la asistencia y atención de jóvenes y en especial a los abocados a la situación de exclusión social, una inquietud que ocupó su vida desde sus primeras experiencias, tras pasar por las docencias de Doralisa Jiménez de Medina, en Barquisemeto; Moisés Moleiro, Evencio  Castellanos y Vicente Emilio Sojo.  Llegará de inmediato la repercusión de la creación del conocido Sistema, dedicado en preferencia a esas labores de consideración de la que saldrían talentos como Gustavo Dudamel. Ya en 1975, había propuesto un primer proyecto con la O. Sinfónica Nacional Juvenil y la Fundación del Estado Sistema Nacional, preámbulo del que la posteridad reconocerá beneficios irrenunciables. Fue autor de obras musicales: Oratorio; Tríptico para 11 instrumentos y quinteto de vientos y la cantata Veni Mulier de Samaria.

La directora Lourdes Sánchez, dinamizó el proyecto Música para crecer, de la Corporación Andina de Fomento, a partir de 2012, en estos oficios como directora de coros, se había presentado en el Choralfest Alte Oper Frankfurt, preparando nuevas experiencias en Kalkheim; Wupperthal y Köln. Aspecto de interés fue su colaboración con la Compañía de Danza de José Limón, en el Lincoln Center, en una carrera que le había facilitado presentarse en el Festival Mozarteum, de Salzburgo, ampliando perspectivas con la Orquesta S. Simón Bolivar, y en centros como la Fundación Calouste Gulbenkian; la Catedral de Notre Dame, la Capilla Real de Versalles o el Teatro alla Scala, con la Bohème pucciniana. Fue soprano de los Madrigalistas Vicente Emilio Sojo, dirigidos por Ugo Corsetti y del grupo Tientos, de J.R. Maldonado.

Para el programa de esta tarde, obras de compositores de épocas y estéticas claramente distintas. Antonio de Salazar (1650/1715)- O Sacrum Convivium-, compositor mejicano que demostraría una técnica muy desarrollada en el contrapunto, especialmente en esas obras corales y en los motetes, como la pieza que escucharemos de entrada, marcadas por rasgos estilísticos tales como la imitación de efectos antifonales y una vitalidad rítmica acentuada por notas punteadas.  Alonso Lobo (1555/1617)- Versa est in Luctum (Liber Primus Missarum) , había sido un compositor admirado  por Lope de Vega y Andrés Lorente, y respetado por Tomás Luís de Victoria. Fue miembro de seises en la Catedral de Sevilla, donde conoció a Francisco Guerrero, participando con el tiempo en las cortes de Osuna, Medina Sidonia y Arcos. Recibió influencias de Palestrina y de los madrigalistas italianos, cultivando una técnica que le acercaba a la Escuela Veneciana de Gabrieli, siendo su obra en conjunto recuperada por el Hilliard Ensemble; Musica Ficta o Tallis Scholars.

Pau Casals (1876/1973), con una obra tan emblemática como O vos omnes, una de las obras corales que nos dejó el universal chelista con legado que conserva el Festival de Prades, y con una breve composición que no deja de conservar su reconocimiento después de haber destinado la obra a la Abadía de Montserrat, por parte de un artista de integridad ética modélica.  Tomás Luis de Victoria (1548/1611)- Pueri Hebraeorum, encabezado de anuncio del programa, y para Robert Stevenson, en La música en las Catedrales españolas del Siglo de Oro, fue una omitida en la lista de sus motetes, de acuerdo con su propia decisión ya que lo incluyó en sus Motecta (1572), del Domingo de Ramos  y en el Officium Hebdomae Sancte, de 1585.

Músicos del XIX, como Anton Bruckner y Gustav Holst, a caballo de dos  siglos. Le vena mística de Bruckner- (1824/1896), con un Ave Maria, autor de misas, un Te Deum e importantes motetes, había conocido una enriquecedora etapa en Saint- Florian y como organista provisional de la Abadía, siempre determinado por un talante humilde que compaginará en años de madurez en el Conservatorio de Viena, en órgano y teoría musical y como organista de la Corte,  con largos viajes por Europa.  Gustav Holst (1874/ 1934)- Ninc Dimittis-, destacará por sus oratorios y cantatas, como el Cántico de Pascua. Mostraba un gusto por la polifonía, los madrigalismos ingleses y las músicas folklóricas inglesas, con el espíritu de renovación de Henry Purcell.   José  Antonio Abreu (1939/2018), recibirá el justo reconocimiento por la obra Domine, Non Sum Dignus.

Capítulo aparte serán las piezas del bloque final, comenzando por Arvo Pärt (1935)- Da Pacem Domine-, obra de 2004, para cuatro voces e instrumentos de cuerda, encargo de Jordi Savall en conmemoración del Congreso de la Paz, celebrado en Barcelona también  por el Hilliard Ensemble en Saint Gerold (Austria), y en Tallin, por el Coro de Cámara de la O.F. de Estonia, en mayo de 2007.  Ola Gjeilo (1978), ofrece Ubi Caritas, compositor noruego formado en la Academia Nacional de Música para seguir en la Juilliard School neoyorquina y en el Royal School College, de Londres, autor de obras como Sunrise Mass; Dream weaver (para coro, piano y orquesta) o Northern Lights y The River, para coro.  De Letonia proviene Eriks Esenvlads (1977)- O salutatis Hostia-, director del Coro Ricercare al que se pudo escuchar en las programaciones de la Fundación Juan March, destacando entre sus obras, Passion and Resurrection y Darkness of LightJosep Vila (1966)- In Paradisum- es obra con dedicación familiar de quien había destacado como director de coros, como el Cor de Cambra del Palau; el Orfeó Catalá; el de Cambra Francesc Valls y el de RTVE entre 2007/10.  De Filipinas llega Alejandro D. Consolation II- Veni Creator-, con estudios en el Westminster Choir College  y el College Princetown de New Jersey.    César Alejandro Carrillo (Venezuela, 1952- Crux Fidelis-, cuyo trabajo se inspira en la tradición de Palestrina, Orlando di Laso, Byrd o Tomás Luis de Victoria, antes de acercarse a Poulenc y Bruckner y Howles.  Para cerrar, Eric Whitacre ( 1970), con Sainte- Chapelle, obra de este norteamericano que remite a la poética de Charles Anthony Silvestri y destinada a conmemorar el cuarenta aniversario del grupo The Tallis Scholars, con estreno en la Catedral de Saint Paul, en Londres, en marzo de 2013, una pieza expresa en un canto sencillo y cálido.

Ramón García Balado

 

19/03/2024

El saxofonista Alejandro Oliván, solista con la RFG, dirigida por Jessica Cottis

 Auditorio de Galicia, Santiago de Compostela

Auditorio de Ferrol


Concierto de la RFG dirigida por Jessica Cottis destacando como solista la saxofonista australiana Amy Dickson en un programa que destaca obras como el  Island Songs, de Peter Sculthorpe, obra en dos piezas: Song of Home y Lament of the Yearning, la Sinfonía nº1, en Re M. Op. 25 (Clásica) de S. Prokofiev y la  Sinfonía nº 104,  en Re M. (Londres) de J. Haydn. Sesión que se ofrece en el Auditorio de Galicia-día 21 a las  20´30 h., con cita previa de Conversando con…con el protagonismo de la solista 19´45 h., para repetir mañana en el Auditorio de El Ferrol, a la misma hora. El saxofonista Alejandro Oliván, especializando en repertorios contemporáneos, estrenó obras de Georghes Aperghis, Peter Eötvös, Simon Steen Andersen, Yahir Klartag, Nadir Vassena, A. Arroyo, Volker Heyn, Germán Toro Pérez, Tobias Krebs, Marcelo F. Lazcano o Bethany Younge. Realizó sus primeros estudios en el Conservatorio de Huesca, con David Ruíz antes de trasladarse al de Castilla y León (2010/4, teniendo como maestro a Andrés Gomis, y seguir en la Hochschule für Musik Basel, en el aula de Marcus Weiss. Recibió galardones como el Primero del Concurso Basel Gesellschschaft; segundos de los Kiefer Hablitze y Exisentia (Italia), tras recibir becas como la Lyra Stiftung- Förberg Schneider y la Belinda Esterhazy. Colabora en proyectos de élite: la Kammerorchester Bassel; el ORCAM, el Lucerna Festival o el Ensemble Zürich Collegium Novum  y el Cuarteto Sigma Project.  Muestra interés por la pedagogía en sus labores con la Manhattan School of New York y la Longy School of Music (Boston). Es miembro del Duo Signal; del Fx Kollektive y del Gyre Ensemble.

Jessica Cottis, directora ya conocida, fue asistente de Vladimir Ashkenazy en la O. S. de Sidney, antes de probar con formaciones como la London S.O.; la Royal P.O.; la Sinfónica de la BBC, la O.S. de Houston; la London Sinfonietta, las de Malmö, Oulu y responder a invitaciones de los BBC Proms. Se estrenó con la Royal Opera House (2017), con el estreno de la ópera Mamzer, de Na´ama Zisser, que le facilitaría otro compromiso con el estreno de The Monstrous Child, de Gavin Higgins, trabajos presentados en la Royal Opera House, que le valieron el reconocimiento por parte de la crítica profesional o de los aficionados. Actividades que garantizaron su prestigio que repite experiencias con las mismas orquestas citadas y que se ampliarán con la English Chamber Orchestra, la O. S. de Singapur o la Royal Philharmonic Liverpool. De la temporada 2019/20, recordamos el Concierto de Aranjuez de J.Rodrigo con Enrike Solinís, entre obras de Stravinski y L. v. Beethoven.

Peter Sculthorpe, autor de obras emblemáticas y reivindicativas en defensa de ancestrales raíces, nos ofrece en Island Song una obra con  la que la intérprete está profundamente comprometida. Island Song, recurre a la ancestrales tradiciones nativas australianas, reflejadas en sus dos tiempos: Song of Home y Lament of the Yearning, en un trabajo de 2012, para el Presteigne Festival of Music and the Arts Limited y que musicalmente es una pieza de unos 18 minutos, para saxo soprano, saxo alto, percusión y cuerdas, dedicado a David Matthews, verdadero testimonio artístico del autor, dentro de esa búsqueda de sonidos seductores por sus llamativos recursos tímbricos e imaginativos como podremos comprobar. Una búsqueda de leyendas y lugares sacros aborígenes, cuyos antecedentes para el autor nos traslada al movimiento literario Jindyworobak, radicado en Adelaida, que defendía aquellas tradiciones milenarias con su halo de identificación. Sus estudios comenzaron en la Melbourne University, para continuar en Oxford, recibiendo asesoramientos de Edmund Rubbra y Egon Wellesz. Supo distanciarse de las vanguardias, apostando por  una personal tendencia y para modelo, su obra El quinto Continente (1963). Vendrán las obras de absoluta ratificación: Mangrove, de talante ecológico; Mountains o Child of Australia; Port Arthur, lamento que retrata un extermino masivo en una cárcel; el Cuarteto de cuerda nº 14, que evoca el norte de su isla natal; Songs of Sea and Sky (1987); Kakadu, de apabullante orquestación; Nourlandgie, para guitarra e inspirada en los paisajes del parque del mismo nombre; Jambiru Dreaming (1992); la tercera sonata para cuerdas, basada en el jambirú, ave legendaria de los pantanos de Autralia, en donde, como en otras obras, indaga sobre las texturas y timbres con cierta aproximación al Penderecki de comienzos de los sesenta. Sun Music, había inaugurado un ciclo de 50 obras orquestales de meridianos resultados, destacando composiciones como el Requiem, grabado por la O.S. Adelaide por Arvo Volmer y James Judd; Spirits of place, obra camerística confiada a A. Sukarlan, David Appelaniz y Emma Alexeeva o la serie de Cuartetos de cuerda, con el Brodsky String Quartet y la mezzo Anne Sophie von Otter.

Sergei Prokofiev con la Sinfonía nº 1 en Re M. Op. 25 (Clásica), año en el que conocerá a Maikovski y a Kameski, poeta futurista para el que brindaría algunas piezas para su cabaret literario y que contaría para el esteno de esta obra, con la presencia de Anatoli Lunacharski, entonces un alto cargo con responsabilidades oficiales. Barruntaba la intención de trasladarse a los Estados Unidos, pretendiendo la aprobación de tan dilecto personaje junto a la de Máximo Gorki. Obra de 1917, verá su estreno en Petrogrado,  calificada en lo posible como obra modernista y bajo su propia dirección que vagamente se encuentra inmersa dentro de las estéticas neoclásicas muy en boga. Cuatro tiempos desde el Allegro pleno de sonoridades reconocibles partiendo de un primer tema locuaz, con notas en arpegio y grandes intervalos picados de violín frente a un fagot en staccato. El Larghetto, repartido en tres espacios, puede sugerir un minueto acentuado con un apunte agudo del violín alternando con pinceladas en staccato y un fagot caprichoso.  La Gavota, tiempo divertido por excelencia, es idea muy de su estilo, resuelto en la forma ABA, realzando el protagonismo de las maderas y que volverá a aparecer en el ballet Romeo y Julieta. El Final- Rondó sonata-, recupera el brío del tiempo inicial, cobrando un rol clave los timbales acentuado un aire popular de inspiración rusa.

F.J. Haydn y la Sinfonía en Re M. Hob. I. 104 (Londres). Obras del capítulo Londres- Salomon (1791-5), por la digna persona que le realizó el encargo de las obras Johann Peter Salomon (1745/1815) y que supone el grado de su tratamiento de esta forma destacando el uso de instrumentos solistas e independientes. Las que llevan sobrenombre, no renuncian a un aire pintoresco logrando en general una mayor aceptación en parte por la ampliación en la paleta de su sonoridad. Partiendo de una introducción lenta en Adagio en forma de un unísono que le facilita una ostentación claramente destacada preparando el  tema  del que vendrá un Allegro, confirma de inmediato. El Allegro comedido marcado por las cuerdas camino de un desarrollo basado en un motivo de notas de irrenunciable poderío. La recapitulación supone volver a la melodía facilitando un episodio en tres partes, presidido por instrumentos de madera, en  tres secciones, encaminándose  hacia una coda de apacible sentido poético. El Minueto  no renuncia a este intercambio de guiños en el que el trío se resalta como contraste preciso  y atractivo camino del Finale, spiritoso en forma de sonata y que se basa en una melodía croata o inglesa (una tonada callejera-hot cross buns-), que reaparecerá  en otras de las  danzas checas para el teclado de Bedrich Smetana.

Ramón García Balado

 

Conciertos de alumnos del Curso de Cámara Airas Nunes en el CGAC

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