17/02/2024

Paisajismos nórdicos por excelencia

  A Coruña - 16/02/2024

Concierto de la Sinfónica de Galicia contando con la pianista rusa Yulianna Avdeeva dirigida por Jaime Martín y que destacaban  en programa el Concierto en La m. Op. 16 de Edward Grieg, para completar con la Sinfonía nº 2, en Re M.  Op. 43, de Jean Sibelius.

Yulianna Avdeeva estudió en el Gnesin Special Music  College de Moscú, y fue alumna de Elena Ivanova (2003), para ampliar con Konstantin Scherbakov en la Zuercher Höchschule, maestro del que posteriormente será asistente; en la Escuela Estatal de Música de Gnesin, siguió las docencias de Vladimir Tropp entre 2006/9), mientras ampliaba en otras materias en la Ac. International Lake Como. Su carrera concertística se fue consolidando en estos años visitando espacios como la Wien Bosendorfer Saal o el Barbican Center (Londres). Entre sus galardones, un segundo del Bremen Piano Competition (2003); un tercero del Kurt Leimer Piano Competition; un segundo del VII Concurso Ignaz Jan Paderewski (2017), un segundo del LXI Géneve Int. o el Primero del XVI Int. Frederik Chopin, de Varsovia. Realizó sus registros má importantes para el sello Mirare, destacando los dos conciertos de Chopin, con la O. of The Enlightenment  Century, con F.Brüggen;  obras de J.S. Bach, M. Weinberg, para el sello DG; Mozart, Schubert y Prokofiev.

Nórdicos por excelencia a partir de Edvard Grieg, músico con formación germana por sus estudios con Moscheles, Ricter y Reineke, dinamizador de un grupo de credenciales determinantes, Euterpe, que pretendía distanciarse de ese germanismo de larga estela, fundando también en Oslo la Academia Noruega de Música, quedando de su autoría tan sólo una sinfonía entre obras de mayor arraigo como este Concierto para piano y orquesta, en La m. Op. 16, pleno de rigor lírico y gratamente equilibrado, por lo que su aceptación le garantizó su permanencia a lo largo de los años. Compuesto mientras tenía como compañero de confianza a Edmund Neupert, en Dinamarca, perfilando el estreno de la obra hacia finales de 1869 pero que tardaría en darse a conocer hasta la primavera siguiente. El propio F.Liszt alabaría la calidad de la obra, precisamente por el distanciamiento de la influencia alemana casi inevitable entonces.

Tres tiempos de meridiana identidad comenzando con el Allegro molto moderato, en el que la solista Yulianna Adeeva propició el despliegue sonoro a través de una pujante cascada de acordes descendentes, permitiendo tomar protagonismo a las maderas y entregarse  a un aire de danza popular asimilada por el  autor en una ingeniosa pirueta colorista que resueltas  en un fugaz animato que dejaba paso a la solista en un segundo tema de tintes elegíacos definidos por los chelos (detalle que revisará posteriormente), un sonido de trompetas, animó el desarrollo del tiempo de perfiles concisos confiados a la pianista mientras dialogaba  con otros instrumentos de la orquesta que respondían con una vistosa fanfarria que prepara camino de un Poco piú allegro final.

El Adagio, quedó expuesto por las cuerdas en sordina, a las que responderían  trompa y  fagotes, aspecto que redunda en el ideario creativo de Grieg, y que nos trasladaba a otras obras suyas por su atractivo lirismo, permitiendo a la piano erigirse en protagonismo necesario que ocupó todo el movimiento, logrado por un encendido lirismo expresivo en respuesta a la cuerda en actitud vagamente discreta y que desde un pasaje pianissimo, se enfocaba hacia el Allegro moderato e marcato, en La m., iniciado con clarinete y fagot, entre apuntes sencillos del teclado, que ingeniosamente recurría  a un aire de música popular, el  hailing, animado y colorista que se acepta por sus disonancias como una  tonada típica de violín Hardager, a lomos de ideas dispersas y cantábiles, remarcadas por distintos instrumentos para otorgar el protagonismo al piano en una descriptiva cadenza que recuperó motivos precedentes.

Jean Sibelius encumbrándose con la Sinfonía nº 2, en Re M. Op. 43, esa escuela escandinava representada también por Carl Nielsen o Edward Grieg, y en la que tienen cabida  J.Severin Svendsen, R. Nordraak, Halfdan Kjerulf y Ole Bull. Del país de los Mil Lagos, Jean Sibelius (1865/1967), compañero generacional de Martin Wegelius, Robert Kajanus o Leevi Madejota, adalides de la veta nacionalista, siendo nuestro autor el maestro por excelencia del sinfonismo, monumento al género en el que no llegará a aportar innovaciones ostensibles, con ciertos débitos con respecto a Tchaikovski en su  propio país sin una gran tradición propia. Una obra que agradecería Jaime Martín, para repetir la consideración que recibe por los aficionados en obras de estas dimensiones.  La Sinfonía nº 2, en Re M. Op. 43, del período del poema sinfónico emblemático Finlandia, obra realizada a comienzos de 1901, en su retiro en Rapallo y que destaca por su filiación romántica, marcada por la brevedad de los temas que se diluyen en grupos más amplios, y en especial por los cuidados en los repartos instrumentales.  El Allegretto ligeramente desconcertante, podrá  señalarse como un arrebato de planteamiento estilístico anunciando el propósito de la sinfonía, entre cuidados recursos de formas breves que engarzan distintos instrumentos, preparando un desarrollo pausado, en forma de síntesis de elementos anteriores, con predominio de cuerdas y metales y una reexposición con aire de pastoral que se diluye pausadamente.

El Tempo andante ma rubato, sugería en su descriptiva actitud concentrada y meditativa, en la que los chelos marcaban la pauta a seguir, junto a los contrabajos en pizzicato, remarcados en forma de  una cantinela estremecedora, una insinuación que remitía a influencias claramente modales y ancestrales, expuestas por el fagot, camino a un Andante sostenuto confiado a las cuerdas en una tonalidad distanciada para completar con instrumentos de metal.  Con suerte, uno de los pasajes mejor tratados por Jaime Martín.  El tercer tiempo Vivacissimo (Attaca), dentro de un posicionamiento tenso a la manera de un Scherzo, valdría  como un motu perpetuo, manejado entre registros extremos para mayor énfasis orquestal, sobresaliendo contrabajos y violines, en registro sobreagudo.

El Finale. Allegro moderato, enlazado con el tercer movimiento sin solución de continuidad, quedaba  repartido en cuatro  temas comenzando por un primero con cuerdas con respuesta de fanfarrias de trompetas y el segundo como respuesta, añadiendo el tercero en un tranquilo-moderato, con un cuarto más breve, a cargo de los metales en una densa orquestación culminante de toda la orquesta en plena amplitud sonora en un apabullante crescendo final concediendo  grandiosidad a la sinfonía, aspecto que contribuiría a confirmar el sello genuino de romanticismo nacionalista tan en boga, y del que sería cabeza visible, confirmado en el conjunto del resto de sus sinfonías. A mayores, una pieza chopiniana en estilo de mazurca.   

Ramón García Balado

 

Yulianna Avdeeva

Orquesta Sinfónica de Galicia / Jaime Martín

Obras de E. Grieg y J.Sibelius

Palacio de la Ópera, A Coruña

 Publicado en RITMO ritmo-auditorio (edición digital)

Dende as estrelas con la Banda Municipal y la Sinfónica del CMUS, en el Auditorio de Galicia

 Auditorio de Galicia, Santiago de Compostela

Concierto de la Banda Municipal y la Banda Sinfónica del CMUS, dirigidas respectivamente por David Fiuza Souto y Alejandro Valcárcel, en el Auditorio de Galicia-día 18 a las 12´00 h.-, para ofrecernos una sesión  en el que la mayoría de los compositores resultarán una novedad con respecto a los aficionados- Howard Hanson, Wong Kah Chu y David Maslanka- y un detalle para otro próximo a nosotros como es Juan Lois Diéguez, del que tendremos Da Capo. El músico de A Golada, realizó sus primeros estudios en el ambiente familiar repartiéndose también entre los Conservatorios de Lalín, Santiago y Vigo, colaborando desde los comienzos con formaciones como la Agrupación Harmonía,  la Banda Filarmónica de Galicia, la Banda Sinfónica de Galicia, la O.C. de Lalín, la de Prácticas de la OSG, la del Principado de Asturias, la O.C. Galega, de Rogelio Groba, la Clásica de Vigo, la English Chamber O., la RFG, ampliando experiencias en la  EAEM. Fue subdirector de la Banda de Silleda (1996/2002), y director de su Escuela Municipal. En ese ámbito docente, tuvo actividades en las Escuelas de Viana do Castelo y en la Escola Municipal compostelana. En la dirección, siguió el magisterio de músicos como Marcel van Bree, Henrie Adams, James Ross o Lorenzo Ramos y acompañó a artistas como Sergei Krylov, Ewa Poblocka, Xabier de Maistre y Joaquín Achúcarro

Wong Kah Chu (1986)- Vox Stellarum Symphony-, es un joven compositor que probó en las actividades directoriales en Singapur, para ejercer posteriormente con la Banda Militar de la SFA, tras realizar sus estudios en la Hochschule für Musik Hans Eisler, de Berlín, lo que le facilitó ampliar horizontes en la confluencia de culturas distantes, experiencia lograda gracias a la beca concedida por Lee Kuan Yew. En 2015, fue nombrado director de la O. Sinfónica de Singapur, poco antes de recibir en reconocimiento el Premio de Dirección del Conservatorio Gustav Mahler. Dirigió igualmente a la China Philharmonic O (Beijing); la Shangai Symphony O. ; la Guanzhov S. Orchestra y en el salto europeo, se encontrará al frente de la  O.S. de Nuremberg (2018/22) y la O. Hallé o la Dresden Philharmonie. Entre sus galardones: un segundo del  V Concurso Young Lovro Matacis; un primero del IV Jeunesse Musical de Bucarest y um primero del V Concurso Gustav Mahler.

David Maslanka (1943/2017), dejará Give Us this Day, compositor especializado durante su vida en obras para banda, entremezcladas con la serie de sinfonías, la mayoría inspiradas en los paisajes de la naturaleza y en concreto en los de Montana que se reflejarán especialmente en la Sexta Sinfonía- Living Earth-. Es común el trasvase de muchos de sus argumentos musicales de ese sinfonismo, a las obras que se transcribirán para banda, que en cierta manera observamos en su Octava Sinfonía, de la que obtendrá buenos argumentos el Connecticut Wind Ensemble. En este apartado de sus obras selectas, destacaron una mención reseñable A Child´s Garden of Dreams; dos de las Sinfonías- segunda y cuarta, precisamente en sus transcripciones para banda; My Lady White; Montana Music: Three Dances for Percussion Ensemble; Variations of Lost Love; Rollo takes a Walk; Arkadia II, para marimba y Ensemble.   Maslanka fue un compositor con estudios en el Mozarteum de Salzburgo y en la Michigan State Universty (1971), en donde tuvo como principal maestro a Owen Reed. Sus trabajos discográficos se repartieron entre los sellos Albany Records y Cambria Records.

Howard Hanson (1896/1981)- Chorale and Alleluia-, compositor de Nebraska y que fue director durante 40 años de la Eastman School of Music, consiguiendo convertirla en una de las más prestigiosas.  En 1944, había logrado el Pulitzer Prize por su Cuarta Sinfonía. Sus primeros estudios los realizó en el Luther College (Wahoo), para cimentar su formación en la Juilliard School neoyorquina, con el teórico y especialista Percy Goetschius, prosiguiendo en otros centros con Peter C. Lutkin y Arne Oldberg. Presentó su Primera sinfonía en 1924, que suscitaría la atención de George Eastman, filántropo y mecenas, quien le animó a organizar la promoción de la Eastman School of Music, de la Rochester University, creando escuelas que todavía se mantienen  vigentes con ejemplos como la American Clomposers Orchestal Concerts, que convoca todos los años un concurso de promoción. En el capítulo de presentaciones de compromiso, destaca esta Chorale and Alleluia, de 1954,  que acabó convirtiéndose en pieza obligatoria para interpretación en los concursos de bandas de viento. Un detalle a tener en cuenta en trabajos de Howard Hanson, es su fidelidad a la  poética de Walt Whitman, que inspirará una de sus obras sinfónicas de mayor celebridad, ofrecida en interpretación de la Orquesta Sinfónica Nacional, en Washington y en una actividad que se convertiría en auténticamente testimonial.

Ramón García Balado
    

12/02/2024

XV Premio Andrés Gaos de Composición Musical, en el Museo A Domus, de A Coruña

 Museo A Domus, A Coruña


 Premio convocado por la Deputación de A Coruña y comisionado por el compositor Hugo Gómez Gómez –Chao Porta, y que reconoce la figura de Andrés Gaos, pretendiendo destacar la creación musical contemporánea. El Museo A Domus- día 15, jueves, que  invita a una primera convocatoria- 19´00 h.- que ofrece un encuentro abierto presidido por el director José Trigueros; el compositor y promotor Hugo Gómez-Chao Porta, quien recientemente estrenó con la RFG, dirigida por su titular Baldur Brönnimann, su obra Schattenhaft, entre el  Idilio de Sigfrido de Richard Wagner  y la Tercera Sinfonía nº 3 Singulière, de Franz Berwald, en un programa ofrecido en tres ciudades gallegas: Vigo (Teatro Afundación); Santiago (Auditorio de Galicia) y el Auditorio de El Ferrol, completando Andrés Lacasa, en su condición de  Gerente de la Orquesta Sinfónica de Galicia. El Arxis Ensemble, dirigido por Aitor Vázquez, cubrirá el concierto que incluye composiciones de seis autores y que se ofrecerá a partir de las 19´30 h., compositores como Clara Iannotta, Jacobo Gaspar, Raquel García-Tomás, Wladimir Rosinskij, Miguel Matamoro y Salvatore Sciarrino.

Clara Iannotta- Colore dell´ ombra (2010), para violín y piano-., con formación en el Conservatorio Sta Cecilia de Roma, en donde estudió flauta preparando su salto a la composición que haría a partir de 2003, realizando encuentros personales con maestros como Alessandro Solbiati, en Milán; Yan Maresz, en el IRCAM, parisino; con Franck Bedrossian, Chaya Czernowin y Steven Takasugi. En el ámbito de la creación cada trabajo resultará una aventura de riesgo por su experimentación necesaria. Trabajos como Al di là dei bianco, para clarinete bajo y trío de cuerdas (2009); Il colore dell´ombra, para trío con piano; Limun, para violín, viola y dos pasapaginas; Àphones, para 17 intérpretes (2011); Clangs, para chelo y 15 músicos (2012); Glockengiesserei, para chelo y electrónica; D´après, para siete interpretes, como un evidente resultado de que las obras no aluden a un marco orientativo posible, a pesar de ciertas  connotaciones. Señala si cabe,  etapas de esa vida creativa de la que no es ajena algún aspecto de teatralidad asumida. El sonido no se percibe ajeno al texto, valorando la importancia de los silencios y el uso de curiosos objetos empleados para redundar en la ampliación de la paleta sonora o detalles como la preparación de los propios instrumentos para lograr distintas configuraciones dentro de una hipersensibilidad de ínfimas gradaciones. Quedan al margen las dicotomías entre tono y ruido, entre electroacústica y acústica.

Jacobo Gaspar, que en breve estrenará por encargo de la RFG, dirigida poe Joanna Malangré si obra De Mar a Mar, completando con las Danzas concertantes de Igor Stravisky y la Sinfonía nº 2, en Do M. Op. 61, de R.Schumann, colabora con Rumor líquido, para ensemble. Compositor ya con trayectoria reconocida por otras aventuras como Vía Láctea. Haiku Spiral, estrenada en la misma fecha con otra de su compañero Antón Alcalde…That pale blue dot Op. 22. Se había hecho merecedor del Premio Jóvenes Compositores en su XX edición, gracias a su composición Ambar, en una final celebrada en el Auditorio del Museo Reina Sofía, con un jurado integrado por Carlos Cruz de Castro, Zuriñe Fernández Guerenabarrena, Agustín Charles, Iñaki Alberdi y Sofía Ramírez. Las obras concitadas, fueron puestas en atriles por el Grupo Sax Ensemble. Jacobo Gaspar Grandal, fue alumno en Aragón de José Manuel López  López, doctorándose en Musicología en Oviedo, recibiendo galardones como el Premio Xavier Monsalvatge, en la cita de la XX Convocatoria de la Fundación Autor CDCM o el Primero del VI International Jurgenson Competition for Young Composers, y el de Honor Valentino Bucchi-Parco della Musica (Roma). Sus especialidades abarcan la totalidad del espacio sonoro disponible que se materializa a través de modelos extraídos mimética y simbólicamente del medio natural.

Raquel García-Tomás, compositora muy en boga por óperas contemporáneas de notable sentido de la provocación, hablamos de Je suis narcissiste, estrenada en el Teatro Español o Alexia B., no menos provocadora, que seguía la misma estela y que sería Premio Nacional de Música (2020), a partir de un libreto de Irène Gayraud, para una puesta escénica de Marta Pazos, en el Teatre del Liceu, de Barcelona, con dirección de Ernest Martínez Izquierdo. Musicalmente, un entrelazamiento del romanticismo de Ferenz Liszt y los ancestrales sonidos de Hildegard von Bingen. Carrera la suya con una trayectoria desde la ESMUC, al London College of Music; la Royal Accademy of Arts y el Dresdener Musikfespiel, mientras realizaba aportaciones con el Ballet College of Music (Londres), el English National Ballet . Participó como video instaladora con el berlinés Matthias Rebstock en Büro für postidentisches Leben, destinado al Grec y en la Neutkölner Oper Berlin. Obras suyas son productos de encargos directos, desde la Casa Encendida al Teatro Español, los Coliseos de nuestro país  como los Teatros del Canal, con proyección al mundo desde El Cairo a Buenos Aires. Destaca su ópera de cámara Dido reloaded, junto a Xavier Bonfill, Joan Magrané y Octavi Rumbau.. También su obra Go, Aeneas,Go!, para la Russisches Haus der Wissenschaft und Kultur (Berlín); disPLace, junto a Magrané, para el Festival Musik Theater Tage Wien; Balena blava, con texto de Victoria Szpunberg, una colaboración con el Teatre Lliure. Suite of Myself (2022), partiendo de La Pasión según San Juan o la citada Je suis narcissiste, del período que ejercía como Residente de la Fundació Catalunya- la Pedrera, gozando del estreno en el Liceu de Alexina B., al tiempo que recibía la Beca Leonardo, de la Fundación BBVA.

Wladimir Rosinskij- Momento absurdo, para violín y chelo-, músico ruso con nacionalidad austriaca , graduado en la Ac. Krasnojarks (1996), para seguir en la Wien Hochschule für Musik, logrando un Primer Premio en Kompositions-Wettbewerb im Ramen des 10  Wiener Sommer- Seminars, de Nuevas Músicas. También el Forderungspreis (Bundeskanzleramt), para  compositores. En fecha señalada estrenó una obra de connotaciones significativas con la OSG,  PangoliNN, con motivo de la pandemia y su obra Concierto misterio, para chelo, contrabajo, orquesta sinfónica y electrónica, un compromiso con la Fundación SGAE, teniendo como solistas a Rouslana Prokopenko (piano); y Uxía Martínez Botana, con la participación de David Villa y al multi-instrumentista Abraham Cupeiro, tercera obra de gran dimensión que componía tras el estreno de la Sinfonía para  dos violas y grupo de rock, o el Concierto para violonchelo (2007). Cinco obras suyas habían sido motivo de una dedicación ofrecida en el Teatro Rosalía Castro, a iniciativa de la Sociedad Filarmónica de la ciudad, en las que participaron compañeros de la OSG.

Miguel Matamoro-Sottogrido, para ensemble- joven compositor que comenzó su andadura con trabajos como el confiado por el Consello da Cultura Galega, en fecha señalada con motivo das Letras Galegas, sobre la figura de la nominada Mª Victoria Moreno, con un concierto ofrecido en Pontevedra con la RFG, dirigida por Maximino Zumalave, y con una obra de encargo para un programa que ofrecía su obra Dous folios que foron brancos. Otras composiciones elegidas entonces, habían sido la Alborada de Pascual Veiga, en tratamiento de Juan Durán; algunas de las Canciones Xacobeas, de A. García Abril; la Dolora Sinfónica, de Gregorio Baudot y las tres estampas galegas, de Mauricio Farto. Una cita en la que participarían  la soprano Anais G. Fernández, el Collegium Compostellanum y el Coro Rías Baixas. Obras suyas fueron también Onde a espuma non chega ; Bretema; Dous Vidros inmensos, destinada a la Cátedra Manuel de Falla granadina, un ejemplo de su evolución con su maestro G. Erkoreka en Muaikene, . maestro primordial en su formación, que también se extiende a J.María Sánchez- Verdú, Anton García Abril, Horacio Vaggione o Martín Matalón.

Puestos entre maestro de la vanguardia, Salvatore Sciarrino-Lo Spazio inverso (1985), para ensemble. Compositor de credenciales seguras en las convocatorias de los ciclos de formas contemporáneas, con reclamos como Il silenzio degli  oracoli, para quinteto de vientos; Omaggio a Burri, para  flauta, clarinete bajo y violín ; Un´immagine di Arpocrate, para piano, orquesta  y coro según la poética de Goethe y Ludwig Wittgenstein; L´Invenzione della trasparenza; Allegoria della Note, para  violín y orquesta; el singspiel Aspern; Studi per intonazione del mare, para  contralto , 4 flautas, 4 saxofones, percusión y orquesta; la ópera Amore e Psiche (1971/2), con libreto de Aurelio Pes; un Lohengrin titulado como Action invisible, ya que la voz no se ve y que está dedicada a soprano/actriz, tres voces masculinas e instrumentos. Otra ópera como Perseo e Andromeda, para voces, banda y electroacústica, partiendo de Persée et Andromède ou le plus hereux des trois. Inmenso resulta el catálogo de este compositor italiano, en la élite de las vanguardias junto a Riccardo Malipiero, Camillo Togni, Luigi Nono, Luciano Berio o Franco Donatoni.  

Arxis Ensemble, grupo respetable en estas propuestas, integrado esta vez por Clara Giner (flauta), Sergi Bayarri (clarinete), Noé Rodrígo (percusión), Magdalena Cerezo (piano y celesta), Alfredo Ancilo (violín), Anna Grenzner (chelo), bajo la dirección de Aitor Vázquez, con presentación de Chus Álvarez. Nació el grupo precisamente como un punto de encuentro de las músicas actuales, apostando por las mismas en toda su dimensión y en especial centrándose en los últimos cincuenta años, a través de concietos, conferencias y talleres de colaboración, vinculándose igualmente hacia otras disciplinas. Aitor Vázquez Torres, estudió dirección de orquesta con Marc Piollet y Wolfgang Dörner, en la Graz  Universität, centrándose en el género camerístico de los siglos XX  y XXI. Dirigió grupos como el Ensemble für Neue Musik  KUG; el PPCM, de la  Kunsuiniversität Graz; el Klangforum Wien, tras recibir asesoramientos de Roland Kluttig, Gunde Jäch- Micko, Johannes Kern y Edo Micic. Participó en certámenes de vanguardia en nuestro país, colaborando con Sánchez-Verdú, Alberto Posadas, Cristóbal Halffter.

Ramón García Balado  

 

Ludwig Dürichen: Jesús Torres en su Concierto para violín

 A Coruña / Pontevedra - 10/02/2024

Jesús Torres puso en atriles  su Concierto para violín con la Sinfónica de Galicia en interpretación de Ludwig Dürchen, dirigido por Andrés Salado, incluyendo en cartel la Sinfonía nº 1, en Fa m., de Dmtri Shostakovich. Ludwig Dürchen, ayudante de concertino de la orquesta  desde 2005, fue miembro de formaciones como Staats Kapelle Dresden, la Berlin Deutche Oper, la Elbephilharmonie de Hamburgo, la München Staats Oper, la Kassel Karlsruhe O., la O. Giuseppe Verdi, de Salerno, entre las principales además de colaborar con certámenes como los BBC Proms, el Musikkolegium Wintertuhr y otros de primera línea, dinamizando iniciativas en colaboración con compañeros suyos en agrupaciones camerísticas como el Trío Ludovicus o el Cuarteto Atlántica, en proyectos divulgativos junto a la violinista Carolina Cygan, el viola Jeffrey Johnson, Mariana Prejvaslkaia, Rousslana Prokopenko o Filipe Pinto Ribeiro.

Andrés Salado, director, llegó a esa especialidad tras sus estudios de piano, flauta barroca y percusión y en este espacio disfrutó de las docencias de Miguel Romea, Peter Rudell, Jorma Panula, Peter Gülke, Peter Eötvös, Antoni Ros Marbà y Sandro Gorli. Su carrera le permitió conocer experiencias con formaciones como la JONDE, la Joven de la Comunidad de Madrid, la de Extremadura, la ONE, la O. Simfònica i Nacional de Catalunya, la RFG, la Real O. S. de Sevilla, la Filarmónica de Oviedo y en el ámbito internacional, la O. S. de México, la O.S. de Yucatán, la Casa da Música do Porto, el Divertimento Ensemble, la Salzburg Soloist Chamber, en la Mozart Sommerakademie. La ópera es también una temática de su interés, abordando títulos como Il Barbiere di Siviglia (Rossini); Il segredo di Susanna (Ermano Wolf Ferrari); El Martirio de San Sebastián (Debussy), en una producción con La Fura dels Baus o The thelepone (Gian Carlo Menotti)

Jesús Torres ofreció su Concierto para violín, alumno que fue de Francisco Calés y de Luís de Pablo, ampliando con Francisco Guerrero en materias avanzadas y confirmando su trayectoria a partir de Vísperas, una obra camerística que se acercaba a Derive de P. Boulez por sus arabescos y  gestualidad y como herencia de las influencias de Stockhausen, compondrá los Preludios en consideración a su pianista de confianza Ananda Sukarlán, puerta abierta a piezas como los Dúos para Miquel Bernat y Henry Bot (percusión y clarinete). El Concierto para piano, dedicado a Sukarlán, fue Premio Reina Sofía  (2000), un estreno con presentado en la Tribuna Int. de Compositores de la UNESCO. Ambición suya fue el hecho de aproximarse a las poéticas como el Cántico espiritual de J. Guillén: Vísperas de mí o Presencia del aire, en tratamiento musical confiado al Ensemble Köln Munchenglabach o La destrucción o el amor (V. Aleixandre), encargo del CNDM  y Sonetos del amor oscuro (García Lorca).

El apartado instrumental fue dejando obras como Tiento, Tropos, Fugace- encargo del Grupo Pärlor för Svin-; la Partita- en dedicatoria a músicos en residencia de la JONDE-; La máscara Roja y el lirismo que se manifiesta en Fantasía o experiencias como Crepuscular, pura investigación tímbrica que llegará en este ideario hasta Accentus y Ausencias. En lo fundamental, la asunción de las tendencias francesas entroncadas con la impregnación en el estilo de Takemitsu realzando con ello en refinamiento armónico de perfiles cuidadosamente elaborados sin centrarse en esa sensualidad tímbrica con aspectos que supo tomar a partir de las polifonías renacentistas culminadas en una notable densidad de escritura. Un ideario en permanente evolución auspiciado por las múltiples formas, marcando armonías transparentes sin renunciar al uso de polarizaciones tonales. La etapa con F. Guerrero, había supuesto una necesaria atracción por los procedimientos dodecafónicos surgidos de las vanguardias en plenitud y que se ratificará en las obras inaugurales de su catálogo, una inmersión en la reflexión y las búsquedas que mantendrán una trayectoria evolutiva de signos perceptibles.  

El Concierto para violín fue obra encargo de la Fundación BBVA, escrita en 2012 y estrenada por la O.S. de Madrid en el Teatro Monumental bajo la dirección de Kees Bakels, con Miguel Borrego para ser editado por Tritó, recibiendo el Premio Nacional de Música en 2013. Obra característica en el estilo de los grandes conciertos del siglo XX, mostrando un planteamiento que se manifiestaba en sus tres tiempos: Dramático, Apasionado y Estremecido, dentro de un ámbito vagamente etéreo, observando peculiaridades en su construcción tonal por su carácter expresivo asimilable a cada tiempo, que la convierte en un gran canto y que en algún pasaje rememorará el Concierto a la memoria de un Ángel, de Alban Berg. El segundo tiempo resulta un Presto y en resumen será difícil atribuirle una idea determinada para el oyente. Obra esperanzadora a la par que fatalista cuya coda final se resume gracias a una sección de dobles cuerdas sin vibrato entre un sonido que se diluye en el silencio con la indicación diminuendo…a niente, de precisión ambivalente. Destaca la prestancia de las tensiones internas acentuadas por apuntes acentuados por clusters en enfrentamiento entre solista y orquesta con texturas complejas que se diluía definitivamente en una cadencia casi imperceptible en manos de Ludwig Dürichen.   

Dmtri Shostakovich- Sinfonía nº 1, en Fa m. Op. 10-, composición de 1926, momento en el que se acercará a personalidades como Boris Assafiev e Ivan Sollertinki, quienes influirán en su evolución inmediata, fundamental el primero de ellos por las influencias recibidas de Anatoli Liadov, maestro en las programaciones del Teatro Bolshoi y que mostraba interés por las músicas de vanguardia de procedencia Occidental que programará en los certámenes de su entorno, momento en el que publicará la primera monografía de Stravinski, cultivando igualmente su cercanía a Prokofiev, en su Sinfonía Clásica que le fue dedicada. Amigos comunes harán posible nuevas expectativas y como resultado, el detalle de Shostakovich presentándole las Variaciones para piano de Valerian Bogdanov- Berevich.

Para Shostakovich, era  Assafiev una autoridad indiscutible, momento en el que le ayudará a estudiar obras de Schönberg, Krenek, el propio Stravinski  y músicos del Grupo de Les Six. En cualquier caso, esa fidelidad tendría sus resquemores que parecen a la postre como pequeños detalles sin importancia, como el hecho de no trasmitirle la carta de felicitación enviada por Alban Berg, con motivo del estreno de la obra, que había dirigido Bruno Walter. Más  susceptibles serían ciertos posicionamientos estéticos sobre obras suyas como la suite Aforismos- para piano-, y su primera opera La nariz, curiosamente bien recibidas por Assafiev. Vendrán años en los que los posicionamientos de ambos, se distanciarán irremisiblemente.

La Sinfonía nº 1, en Fa m. Op. 10,-media hora de música para el medido control de Andrés Salado- tuvo estreno en Leningrado con dirección de Nicolaï Malko, obra juvenil de un alumno de Conservatorio de ya había escrito algunas obras orquestales menores- dos Scherzos y Variaciones, y que recibirá el asesoramiento para su escritura de Glazunov, necesario apoyo para un compositor que arriesgaba en un formato mayor, con temor al  riesgo, retoques necesarios para asegurar la confianza en sí mismo y con el seguro asesoramiento de maestros de confianza. Obra que se iniciaba  a partir de un  Allegretto. Allegro ma non troppo, encuadrado en el espacio de ese humor que caracterizará el conjunto de su sinfonismo de madurez y en el que no está exento un guiño rebuscado, tan perceptible en su estilo creativo, con sus posibles enigmas enriquecedores.

Vuelta a un Allegro ma non mosso quizás un posible scherzo redundante que reafirma esa voluntad medianamente provocativa merced al piano incorporado como respuesta de actitud a la espera del trío de ritmos contrastados de relieves acentuados que imitan un aire popular insinuados por el teclado.  El tiempo Lento Largo lento (attaca) abunda con creces en esa imprescindible línea melódica, en un enfrentamiento entre los estados de ánimo más susceptibles que confirman el espíritu de la obra.  Un extenso Finale resuelto desde un Allegro non molto-Lento-Allegro molto meno mosso. Allegro molto meno mosso Adagio,  obsesivo para una obra de claras pretensiones, se reafirmaba por las pinceladas grotescas provocativas, de temple enérgico y tenso. Densidad en un sentido de la creación orquestal, que tan excelentes impresiones nos dejó temporadas pasadas.        

Ramón García Balado         

  

Ludwig Dürichen

Orquesta Sinfónica de Galicia / Andrés Salado

Obras de Jesús Torres y Dmtri Shostakovich

Auditorio-Sede Afundación, Pontevedra

Palacio de la Ópera, A Coruña

Publicado en RITMO-auditorio (edición digital)

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