14/07/2023

"Música no Ar: X Aniversario de Vertixe Sonora

 

Ar


“Vertixe Sonora”, al igual que su compañeros de trayectoria en las propuestas durante años en el Departamento de Música del “CCAG”, el Taller Atlántico Contemporáneo, ·”T.A.C”, que dirige Diego García Rodríguez, alcanza su X Aniversario, toda una proeza a tenor de condicionantes y urgencias de medios. Lo hace en el Espazo de Pontecesures Cara á Ría, patrimonio natural e artístico- 20´30 h.-, una sesión al aire libre incorporada al ciclo “Música no Ar”, que promueve la Diputación de Pontevedra que para los músicos y en apreciación propia, se presenta como “No solpor e despois”. Luces, sons, arrecendo a humanidade nas partículas. Cada pequena mutación o centro do mundo. Fugacidade de cores-pinceladas vermellas, rosas, violáceas, laranxas, marelas, magnífica colleita!- E segundo varíe o ángulo dos raios e nos abrigue máis a noite, a percepción máis rica en matices. Festexo da sensualidade nas frores-oído, ollo, olfato, tacto-. Música, civilización e natureza.

“No solpor de despois”: Un encontró entre a música e os fenómenos que nos rodean, a física, a natureza, a vida que latexa. Os rubiéns son os tons cálidos que o ceo adquire a esta hora do día cando as partículas da atmosfera disipan a luz branca do Sol, absorvendo e emitindo radiación en todas dirección. As de nitróxeno e osíxeno, por exemplo, filtrarán lonxitudes de onda de azul e violeta, permitindo que laranxa e vermello atravesan a atmosfera en liña recta (por iso vemos o Sol como unha especie de mancha amárela, focalizada e o ceo completamente azul durante o día).

Pola tarde co Sol baixo o horizonte, os raios que atravesan 10 veces máis atmosfera e a luz aparece xa moi debilitada en fotóns azuis perdidos no camiño. Por outra banda, as nubes formadas por vapor de auga xirgan todas as frecuencias visibiles remitindo luz branca en total dispersión. Telón de fondo para un especial concierto conmemorativo que ya tuvo su precedente en el propio “CGAC”, el 18 de julio de 2011 y tras una intensa trayectoria a lo largo de tantos años, les ha permitido estrenar más de 200 obras contemporáneas, bastantes venidas por encargos en citas como las “Xornadas de Música Contemporánea”, que en la ofrecida recientemente, nos dejó en la Sala Mozart del Auditorio de Galicia, el programa anunciado como “Un pecado cheo de pracer”, en esa ocasión confiada a tres intérpretes: la oboísta Pilar Fontalba, Haruna Takebe, en teclado y los recursos vocales de Adriana Aranda, bajo la inspiración de la poetisa iraní Forugh Farrojad (1935/67), con obras de Manuela Guerra, Yulan Yu, Carolina Cerezo, Alyssa Aska y Eda Er. En el reparto global de obras presentadas, un plantel representativo de más de 40 países, producto de la colaboración con distintas instituciones oficiales y particulares.

Tras la participación reciente en el Curso Internacional de Composición Barcelona Modern, edición de planteamientos telemáticos desde Villa Pilar, en Pontevedra, para la que se elegirían compositores invitados como Francesco Filidei y Óscar Bianchi, del “Laboratorio Phonos”, de Barcelona y de la Univesitat Pompeu Fabra, los miembros de “Vertixe Sonora” Pilar Fontalba (oboe), Jesús Coello (fagot), Nuno Marques (guitarra eléctrica) y a asistencia en medios electroacústicos, como viene siendo habitual de Ángel Faraldo, presentaron un programa de creación sobre seis compositores internacionales. Nos encontramos en esta ocasión von obras de Brydan Moondy (Sta Cruz (USA)), Amir Khalaf (El Cairo, Egipto), Alfredo Jiménez (Suecia. 1988), Tsu-Yao Yang (Taiwan) y José Luís Perdigón (Sta Cruz de La Palma, 1990).

“Música e Arte. Correspondencias Sonoras”, nos fue dejando un testimonio prologado de actividades concertísticas compartidas con exposiciones de vanguardia, en el propio “CGAC”. “Vertixe Sonora “, en este X Aniversario, es con fortuna más dilatado, ya que nos traslada en los orígenes a 2010, en esta dedicación exclusiva a las formas contemporáneas con clásicos de renombre, entre los preceptivos estrenos, como fundamento irrenunciable. La iniciativa del proyecto partió de Ramón Souto, siempre bajo el ideario y el planteamiento de un colectivo flexible, con un orgánico de músicos profesionales. Tomaría forma a partir del núcleo creado por el saxofonista Pablo Coello, el percusionista Diego Ventoso y el pianista David Durán, músicos de nuestra tierra de notable experiencia en estos géneros avanzados, en confluencia con artistas sonoros experimentales, artistas plásticos, músicos en la cuerda del jazz o clásicos, el teatro y la danza.

Destaca por especial relevancia, su participación en 2016, como agrupación residente en el ciclo de la “USC”, presentado como “Son(Ut)opías”, que les permitió medir criterios con el “Atlas Ensemble” y un compositor que siempre estuvo entre sus atenciones, Toshio Osokawa. Desarrollaron además, el Instituto Galego de Sonología, plataforma para la investigación sonora con los nuevos medios, organizando cursos de divulgación musical con el reclamo de “Aguzar o oído”, con sede en el MARCO, de Vigo, talante de dinamización que se extenderá al ciclo “Do Audible”. Hablando de esa piedra angular que supuso “Correspondencias Sonoras”, su memoria se recoge en el documental realizado por el cineasta Manuel del Rio, en 2013

Ramón García Balado

17 jul 2021 / 01:00

 

Karl Kriiku, solista del "Concierto para clarinete" de Magnus Lindberg

 

Karl Kriikku, solista del “Concierto para clarinete” de Magnus Lindberg

El clarinetista Karl Kriikku, profundamente relacionado con Magnus Lindberg, será el solista de su “Concierto para clarinete”, que interpretará la “RFG”, dirigida por su titular, Paul Daniel, en el Auditorio, con sesión previa de “Conversando con…19´45”, que tendrá a nuestro director como protagonista. Este concierto pudo escucharse en el “Teatro Afundación” de Vigo, para continuar mañana en el “Palacio de la Ópera” de A Coruña. En programa también, las “Danzas alrededor de las Islas Británicas”, un una selección de Paul Daniel y la “Sinfonía nº 2, en Do M.(Londres)” de Sir Ralph Vaughan- Williams.  Magnus Lindberg, compositor fines, caracteriza su estilo por el cuidado en la variedad tímbrica de cada instrumento y la atención detallista otorgada a cada instrumento, en un entramado al servicio de las nuevas formas de expresión. Educado en los centros más prestigiosos de su país, pasó por la “Academia Jean Sibelius”, antes de tantear en las formas espectrales con Gérard Grisey, ampliando con suma precisión las funciones sociales de la improvisación y la interpretación, compartidas con Vinko Globokar, añadiendo además sus apariciones por el “IRCAM” de Pierre Boulez, quien le influiría en su trayectoria definitiva.

La técnica post-serial, que tanto peso llegó a tener durante un tiempo, alcanzará un punto de inflexión en cuanto a esos primeros años de trayectoria elocuente, convirtiéndole en un referente de las tendencias contemporáneas finesas. Quedamos ante un nuevo clasicismo moderno, que impregnará el conjunto de sus composiciones, logrando un reconocible color, en una vuelta a ciertas consideraciones tonales, en lo que a la armonía se refiere. Será el dominio de la orquestación, uno de los aspectos que atraerán a los aficionados. Será para el compositor la orquesta  un ente vivo que convertirá su trabajo en asunto imprescindible. La etapa post-serial, aceptada en mayor grado, contribuirá a ofrecernos las ideas que otorgan la dimensión definitiva  de su indagación. Podría hablarse en lo posible de armonías impresionistas, influenciadas por las músicas urbanas, conceptos espectrales, y la incorporación de tradiciones ajenas a las culturas occidentales.

Kari Kriikku, el solista del concierto, es el garante por excelencia del mismo, contando con un registro en cd. con la “Orquesta Sinfónica de la Radio Finlandesa”, dirigida por Sakari Oramo. La obra se estrenó el 14 del septiembre de 2002, y el solista venía avalado por su formación en la”Ac. Jan Sibelius”, que ampliará en Inglaterra con Alan Hacker y en los Estados Unidos con Leon Russianoff y Charles Neidich. La preferencia que observa sobre compositores actuales, le dio la oportunidad de estrenar obras de los compositores actuales entre los que se encuentran Vinko Globokar, Jukka Tiensuv, Kaja Saariaho o Esa Pekka Salonen. Otra de sus facetas de importancia, es la que le animó a dar vida a la orquesta de cámara “Avanti!”. El “Concierto para clarinete”, es obra en un movimiento sin solución de continuidad y es un modelo de la evolución creativa del autor.

Malcolm Arnold contará con las “Danzas alrededor de las Islas Británicas”, en una selección de Paul Daniel. Arnold ocupó durante años un puesto en la sección de metales de la “London Fhilharmonic O.”, pero su preferencia por la composición, llegará tras la consecución de una beca “Mendelssohn”, que le permitiría estudiar en Roma. Puesto en materia, realizará sus primeros trabajos en el espacio de las músicas incidentales y el teatro, medio idóneo para dejarse tentar posteriormente por el cine, consiguiendo éxitos notables como “El puente sobre el río Kwai” y “David Copperfield”. La tendencia a cuidar esa proyección artística enfocada hacia el público en general, tendrá sus réditos en el apartado de las obras sinfónicas, muy en el estilo post-romántico. La tradición popular de la música inglesa, dejará abundantes ejemplos y uno de ellos, será la serie de danzas inglesas, escocesas o galesas, dentro del ánimo más condescendiente, que le convertirá en uno de los compositores más apreciados de su tierra. Una idea podrá dárnosla el “Concierto para 28 intérpretes”, culmen del género concertante que cultivó con entusiasmo, en el que atenderá a los más variados instrumentos solistas, con particular atención a los instrumentos de viento. Precisamente, en su formación musical, habían sido determinantes los estudios de trompeta con Ernest Hall, mientras cultivaba los de composición con Gordon Jacob en el “Royal College of Music”

Ralphp Vaughan Williams completa con una de las obras mejor consideradas, “A London Symphony, nº2  en Sol M.”, obra que sufrió más de un agravio, ya que en su primer movimiento-“Lento-Allegro risoluto”-, algún estudioso pretende encontrar pasajes que Debussy ya había escrito en “La Mer”.  Compuesta hacia 1912, tendrá el estreno oficial en Londres, el 27 de mayo de 1914, para someterse a una revisión que dejará sus resultados en una nueva presentación seis años después.  Definitivamente, será una de las obras sinfónicas mejor consideradas por los aficionados. En su epílogo, apunta un detalle gracioso con una introducción evocadora del “Big Ben”.   

Ramón García Balado 6/XI/2022

 

José Mª Gallardo del Rey, Cátedra de Guitarra del LXIII Curso U.I. de Música en Compostela

José Mª Gallado del Rey, titular de la Cátedra de Guitarra, del “LXIII Curso U.I. de Música en Compostela”, disfruta de prebendas varias como artista y galardonado, además de haber sido solista en conciertos con nuestras orquestas autonómicas. Es profesor al tiempo que  concertista, para uno de los pocos conciertos que en esta ocasión pueden ofrecerse. Un caso similar al de Josep Colom, que solía dejarnos selectos programas de pianismo español.  Gallardo fue premiado en sus años de estudios en este curso, con el “Premio Luís Coleman”, un aviso de futuribles esperanzas para este año se confirman, tomando el testigo de José Luís Rodrigo. Impartió una clases “on line” hace unos meses, que sirvieron como tarjeta de visita y como artista, es un profesional de trayectoria que busca los entrecruzamientos de estéticas limítrofes y sobre este asunto tan complejo, le cedemos gustosamente la palabra, comenzando por quienes fueron son razón de ser, Andrés Segovia y José Tomás.

Pregunta.- Háblanos pues de esos maestros que fueron Andrés Segovia y José Tomás

Respuesta.- Son los baluartes de la mejor tradición que  dio este país, Segovia, cuando creó aquí, junto a Ruiz Morales estos cursos, ha sido un punto de excelencia de la mejor tradición de enseñanza de música española que ha podido haber en el mundo. Pudo reunir a los intérpretes más afamados, de los mejores maestros de nuestro repertorio y que continuó quien fue mi maestro, José Tomas, con el que tuve la inmensa fortuna de estudiar, no solo aquí, sino también en Granada, en el “Curso Manuel de Falla”, en su clase particular, que me recibía con mucho cariño, y en su casa de Alicante. Fue un antes y un después de mi carrera. Aquí, el contacto con compositores, violinistas, cantantes y musicólogo, le convierten en experiencia única. Conocía ya a León Ara, Rosa Sabater o Antonio Iglesias. Una convivencia de día a día.

P.- ¿Cómo viviste la experiencia compostelana?

R.- Con verdadera fascinación ya que no había vivido una experiencia con este ambiente tan maravilloso, con cada uno de los compañeros, en sus respectivas disciplinas. Entonces estábamos alojados en el Colegio Fonseca y cuando pasé estos días por allí, me han llegado todos los recuerdos, de mi venida desde de Sevilla, allá por los setenta. Pude revivir emociones de tiempos pasados. No podía pensar, que años después, vendría para hacerme cargo de la Cátedra de Segovia, en la que estudiaba. Sigo teniendo relación con algunos compañeros de entonces. Había efectivamente, un listón muy alto. Mis padres tenían un inmenso respeto por el curso.

P.- Músicos de los que guardes recuerdos.

R.- Recuerdo a un gran chelista, Arturo Muruzabal, también a José Luís Turina, como compositor y familiar de Joaquín Turina; Eduardo Armenteros, compositor con el que compartí enseñanza…es difícil porque éramos muchos, sobre todo, pianistas como Ángel Benito. Recuerdo un concierto de “Gala de Reyes”, que di aquí, con Ros Marbà, con el “Concierto de Aranjuez”, para el que me llamaron en sustitución de Ernesto Bitetti. No fui el llamado, pero sí el elegido. De los discípulos de Segovia, me siento de una generación  posterior, pero le conocí en los Cursos de Granada y toqué para él, soy de la generación de José Tomás, un vínculo indiscutible. Otros nombres pueden ser Christopher Parkenig o John Williams.

P.- ¿Cómo ves la figura de Regino Sainz de la Maza?

R.-  Fue maestro de mi maestra, América Martínez, catedrática del Conservatorio Superior de Sevilla, una alumna suya muy aventajada. Fue el elegido para tocar el “Concierto de Aranjuez”, que catapultó a la guitarra al mundo sinfónico de las grandes salas de concierto y aunque Segovia había hecho el camino, abonando los grandes teatros, pero le faltaba ese punto de contacto con el gran público. Es posible que de cada diez conciertos que interprete, siete sean con esa obra.

P.- Otro aspecto de interés es el nacionalismo español de Tárrega o Llovet.

R.- Son los grandes maestros de la escuela moderna de la guitarra española, no solo por el virtuosismo sino también por el legado y el repertorio que nos dejaron. Fueron un vaso comunicante de la escuela que viene de Fernando Sor, que alcanza a Tárrega y que nosotros recibimos. Podemos hablar de que la guitarra que tenemos, es gracias a él y al propio Llovet. Otras personalidades destacables son Ramírez, como constructor, o los Romero, como concertistas. Los Ramírez fueron los Stradivarius de la guitarra, y cualquier virtuoso que se  apreciara, tocaba uno de sus instrumentos. Los Romero, una familia increíble, desde Celedonio, el padre, a todos los hermanos, Pepe y Ángel, por su carrera internacional. No puede quedar al margen el Concurso de Cante Jondo, promovido por Lorca y Falla, en 1922, en el que también tuvo que ver Segovia.

P.- ¿Cuáles son tus proyectos más inmediatos que tienes en perspectiva?

R.- Voy a participar en un foro internacional de compositores europeos que se celebrará en Bucarest, al que llevó un concierto para guitarra y orquesta, dedicado al “Concierto de Aranjuez” y que se llama “Diamantes para Aranjuez”, en conmemoración del estreno de setenta aniversario, y será el mes que viene y estrenaré mi último trabajo, un poema sinfónico, en la ciudad de Kyoto, en Japón, un doble concierto para koto y guitarra, basado e un relato de un escritor norteamericano y que trata de la primera embajada japonesa, en Sevilla. De hecho, en  Coria del Rio, quedan herederos de aquellos tiempos. La obra se estrenará en Japón

Ramón García Balado 6/VIII/2021

         

 

Querencias mahlerianas por Joám Trilho

 

Principio del formularSantiago de Compostela - 28/02/2022

Un devoción confesada la de Joám Trillo por la Sinfonía nº 7, en Mi m., que entregaba en una personal orquestación y de la que en la temporada 2013, había ofrecido una adaptación del Scherzo. Schattenhalft. Fliesend aber nicht schnel (Fantasmagórico. Fluido, pero no rápido), para una sesión de la Real Filharmonía de Galicia dirigida por Paul Daniel, entre obras de J.Haydn, R.Strauss y Aulis Sallinen, contando con el chelista Nicolas Altstaedt, como solista en obras de los dos últimos. Otro trabajo suyo, encargo de nuestra orquesta con motivo de su décimo aniversario, en 2006, había sido el Divertimento  (ma non tropo), entonces con Antonio Ros Marbà, compartiendo cartel con obras de Max Bruch y Manuel de Falla.

Joám Trillo, realizó estudios de perfeccionamiento en Roma, en el ámbito de la música sacra, en una larga estadía que le ocuparía hasta 1977, siguiendo las docencias de E. Cardine o D. Bartolucci, particularmente  en semiología gregoriana, para proseguir con J.López  Calo.  En composición, tuvo como maestros a Franco Ferrara, P.Belluggi y M.Pradella. Destaca en especial y como testimonio, la recuperación de obras como el Requiem, de Melchor López. En su condición como compositor, será su compañero Carlos Villanueva, quien sepa definir el ideario de sus planteamientos, marcados por una necesidad expresiva de profunda concentración y fuerte cromatismo, que se expresa dentro de un lenguaje tonal muy libre en su formulación y  desarrollo.

Paul Daniel comentaba que el propio Mahler revisaba regularmente sus propias obras en función de los medios disponibles, los espacios a los que iban destinados parte de sus conciertos o las inevitables inspiraciones que surgían al paso de cada urgencia posible. Para Trillo, en este compromiso, era evidente que habría de ajustarse al proyecto propuesto, en el que la  apreciación definitiva sería resuelta con el director, una precisión en el colorido por sectores de la familia orquestal, las tímbricas y en especial, la densidad sonora en un preciso equilibrio, para una orquesta reforzada en mayor número, con  músicos de la EAEM (Curso Avanzado de Especialización Orquestal)

Gustav Mahler  en  la Sinfonía nº 7 (La canción de la noche),  que para algunos analistas, se observan aspectos que no acercan a los polifonistas como Charpentier, Gesualdo o las Lecciones de tinieblas de Couperin. Pocos fueron los testimonios dejados por el músico, que ayudará a todo tipo de especulaciones. Esta Canción de la noche, resultará una obra de transición, tras el esfuerzo exigido por la Sexta (Trágica), queda pues como una labor de experimentación desde el punto de vista de la tonalidad y de la instrumentación añadiendo tenorhorn, mandolina, guitarra, para lo que resultará el tramado arquitectónico, que anticipa a compositores como Bartok. Si la Sexta, había sido una sinfonía de talante trágico, esta apunta a detalles sarcásticos, en especial en el Scherzo, una provocación para el público de entonces.

El Langsam (Lento. Allegro risoluto ma non troppo, se presentaba  con una introducción de ritmo irregular, en el que el tenorhorn, responde a la voluntad de responder a la idea del planteamiento Hier rhört die Natur (Aquí ruge la Naturaleza), para abordar de inmediato el Allegro risoluto, elaborado sobre  tres temas, destacando en especial el primero de ellos, cedido a las trompetas. Una reexposición variada, nos lleva a una tensa conclusión. La Nachetmusik 1 (Allegro moderato), era producto del descubrimiento del cuadro la Ronda de noche, de Rembrandt y venía  a ser como una marcha basada en Revelge, especie de rondó con variaciones, bajo una estructura sencilla, ampliada por una fantasía tímbrica, onírica por momentos, en la que trompas, oboes y clarinetes, entretejen su discurso hacia un fraseo  aislado de los contrabajos  y el fagot, antes de escuchar el Scherzo (Schatten: Fliessend, aber nicht schnell (sombrío y borroso).

Tiempo especialmente asombroso y que no deja de impactar, recibiendo la consideración de descarnado hasta el tuétano, lo que desborda como auténtica melodía de timbres, para mayor seducción, cautivando por el sentido irónico que le resultaba propicio. Se acepta sin reparos, que el tiempo en cuestión, servirá a Alban Berg, para el vals de su ópera Wozzeck. La Nachtmusik II (Andante amoroso), en Fa mayor, concede espacio a la guitarra y a la mandolina, como solistas para la recreación de un curioso ambiente típicamente romántico, y que para su compañera Alma, podrá entenderse entre el espíritu romántico y la rebeldía, para lo que no duda en ubicarse en la poética de Eichendorf, que influirá en la elaboración del movimiento. Para completar, el Rondo-Finale (Allegro ordinario. Maestoso), en Do mayor, quizás el más desconcertante de todos, en el conjunto de los escritos en esta forma, cuya conclusión triunfal, se confirma como una victoria sobre las tinieblas. Mengelberg fue un firme aval del compositor, quien no dudaría en defenderle en sus programaciones en los años cuarenta. El afán mahleriano por el sentido de lo burlesco, se ratifica en este final, a través de un típico conjunto de danzas vienesas.

Ramón García Balado

 

Paul Daniel. Real Filharmonía de Galicia

Sinfonía n. 7 de Gustav Mahler (orq. de Joám Trillo)

Auditorio de Galicia, Santiago de Compostela

 


 

Isabel Rei Samartim: Guitarra Galega


Primer volumen de esta entrega en un trabajo de Isabel Rei Samartim, que resulta punto de continuación a otro como fue “A viola no Século XIX. Música de Saläo na Madeira”, entre fantasías, variaciones y danzas, sobre distintos temas y autores. La guitarrista de A Estrada, siguió las docencias de Antonio Rocha Later, y de David Russell, Thomas Müller-Pering, en la Hochschule für Musik “Franz Liszt”, de Weimar. Mantiene una profunda labor de  investigación con resultados como el Cancionero Musical Valladares  “Ayes de mi país”, con J.L. Pico Orjais (“Dos Acordes”), la Suite Rianjeira, para “Barbantia”, “Proel e o Galo. Poesía e Prosa Galega Completa”, de Luis G. Amado Carvalho “Ediçôes da Galicia”, doctorándose en Historia del Arte  por la “USC”, con la tesis dedicada a la  guitarra clásica en Galicia. Fue profesora en el Departamento de Música da Universidade de Minho y recientemente publicó un trabajo dedicado a la guitarra galega.

Para el presente registro, resultan elemento esenciales los Fondos Valladares, el Fondo Torres Adalid, el Fondo Pintos Fonseca, el Local de Música de Rianxo, el legado del barbero-compositor Ramón Gutiérrez, el del médico guitarrista Eugenio Santos, el del músico y pintor Tino Prados (1924/81) o las obras para el instrumento de Manuel Herminio Iglesias, además de la figura de Casto Sampedro Folgar  (1848/1937). La intérprete e investigadora, nos pone al día de las distintas tomas que integran este primer volumen de Guitarra Galega”.  “Quatro moinheiras”, de procedencia anónima, sin solución de continuidad y en la tonalidad de La M., de fuentes distintas tomadas del llamado “Cuaderno del Francés”, un conjunto de 67 obras, del archivo de Pontevedra- del polígrafo-Casto  Sampedro Folgar-, que conserva obras de Federico Moretti, Miguel García, Ramón Bonrostro o una antigua  muiñeira para  y una sonata en tres tiempos.

“Anonymus”, en tres tiempos, es una sonata típica: “Allegro comodo”, “Adagio” y “Allegro”, también integrada en el “Cuaderno del Francés” y que por sus características, evoca el estilo de los teclistas barrocos y clásicos, al modo de los de Carlos Seixas, Domenico Scarlatti, Gaspar Schmidt o D.Cimarosa y Antonio Soler. Tienen presencia en los fondos gallegos y la “Sonata”, desarrolla la melodía sobre el ámbito agudo, empleando las notas graves para marcar la armonía. Como en algunas falta la segunda parte (“Adagio”), para su interpretación han sido añadidas algunas notas  graves para el bajo. Por eso, es muy posible que el desconocido original haya sido escrito para tecla.

El Fondo Valladares, se encuentra en la Biblioteca Xeral da USC, abarcando unas 700 obras para varios instrumentos, entre violín, flauta, piano y voz. Una familia con nombres ilustres como Avelina Valladares, su hermano  Marcial,  artistas apasionados por el mundo literario y artístico, genuinos en la élite de la burguesía gallega y en cuya casa se conserva un pianoforte, y una flauta del S.XIX. En sus fondos se  destacan obras para guitarra de los siglos XVIII y XIX, para violín y guitarra, desde Moretti a Naya y otras  no estudiadas de Rafael Botella , Julio Nombela, Basilio Basili o Estavilao Ronzi. Un fondo del que son muestra, las “Quatro moinheiras”, “Soidade”, de Avelina Valladares o la “Valsa”, de Federico Moretti Cassone (1769/1839), piezas transcritas por el violinista Luis Vila , miembro de la Capilla de Música, en Lugo.  “Soidade”, de Avelina Valladares, primera pieza para guitarra, compuesta por una mujer en el XIX. “Valsa en La m.”, de Marcial de Valladares, autor del “Cancionero “Ayes de mi país”, es una dedicatoria a su hermana y  editado por José Luis do Pico Orjas e Isabel Rei Samartim. Del fondo, obras como  “Alvorada” y “Rigodoês”

El Fondo Torres Adalid, en el que se aprecia el “Album para guitarra”, de Fernando Torres Adalid, hermano del pianista Marcial, la “Sonata en Re M.”, dividida en introducción y “Allegro”, al estilo del XIX. Un álbum que tuvo publicaciones gracias al “ICCMU”, en edición crítica de Javier Suárez Pajares, una ”Fantasía” de Federico Moretti. El Fondo de Pedro Pintos Villar (1811/76), violinista y guitarrista, conserva obras para guitarra, violín y piezas de zarzuela o arreglos de temas populares  de Tomás Damas, Francisco Cimadevila, Domingo Palacio o Teodoro Amatriain. Destacamos de Juan Parga (1843/1889). “Minha lira n 1, Op. 8”, obra virtuosística para guitarra de ese fondo, que se encuentra en el Arquivo de Pontevedra y que fue publicada en 1893 por López  y Pino. Parga fue miembro del grupo formado en Ferrol por Naya, José Mª Canals y Vicente Franco, admitiendo también que había pasado por la docencia de Julián Arcas.

Rianxo, vila apreciada por sus descollantes figuras como  Manoel Antonio, Rafael Dieste, José R.Nine  Piñeiro, José Pérez González, el investigador José Luís do Pico Orjas, queda representada por esas “Quatro moinheiras”, piezas anónimas, y aquí nos encontramos con J.Luís do Pico Orjas (1969), con un importante legado discográfico, de ese músico director, del “Memorial Mirya Dieste de Piano”, actividad que desarrollará   junto a otras agrupaciones folk, en la tradición autóctona, además de composición sobre poetas gallegos y las artes escénicas. Citaremos trabajos como “Cantos e bailes da Galicia”, de José Incenga, “Aires de mi país”, “O cancioneiro de Marcial de Valladares”, “A música de seis poemas universais de Ernesto Guerra da Cal”, con Isabel Rei Samartim y Joam Trillo, y es impulsor y coordinador  del Fondo Local de Música del Concello de Rianxo”.

Ramón Gutiérrez Parada (1874/1945), el barbero compositor, ejerció ese doble oficio, típico de la herencia dieciochesca, en donde además daba clases de música, contando con dos violines de gran calidad y las ejemplares guitarras, del que queda memoria en fotografías históricas. El Preludio nº 5”, es un manuscrito dedicado al guitarrista Alfredo López Fernández, pieza de gran calidad  y que llegó a manos del pianista y repertorista Alejo Amoedo Portela, depositario de la colección, en una donación procedente de La Argentina. Acostumbrada historia de los trasiegos de ida y vuelta atlánticos desde tiempos lejanos. Una perla dentro de estos repertorios en recuperación.

Eugenio Santos Sequeiros (1901/2012), deja dos composiciones, “Fado” y  “Trémolo a Conchita” , idea de un estilo de entorno familiar, con residencia en Cangas do Morrazo y el “fado” ilustra  su aprecio por la música lusa dentro de esa forma tan querida”  y“Trémolo a Conchita”,  está dedicado a la hija de Conchita, que se dedicaba  con pasión al piano y a la guitarra y que se conserva precisamente un borrador de arreglo para este instrumento. El maestro Francesc Tárrega ejercicio una importante influencia sobre Santos Sequeiros. Tino Prados (1924/1981), aporta “Zoraida. Danza mora”, en sus cuatro partes: “Introducción”, “Marcha de los camellos”, “Nocturno” y “Tiempo de danza”, obra estrenada en Madrid  por Miguel Anxo Murado, en un concierto junto a su esposa y pianista, especializada en virginal, Branca Lorenzo, en el Colegio Mayor Universitario Juan Luis Vives, el 19 de abril de 1966.

Juan Montes Capón, en un arreglo de “Negra sombra”, firmado por Antonio Rocha, con estudios en el Real Conservatorio Superior de Vigo, en el aula de Uxío Mallo, para seguir con José Luís Rodrigo  en el “Curso U.I. de Música en Compostela”, armonía, contrapunto y fuga y en Madrid con Daniel Vega  y Mercedes Padilla o Antón García Abril, en composición. Es profesor del Conservatorio Superior de Vigo y realizó conciertos a dúo. Destacan obras como las “Tres piezas breves”, la”Sonata” y “Raiola y Blusito”. Para su trabajo, recurrió a la versión para coro a cuatro voces masculinas, y la publicación se realizó en 2018.   Manuel Herminio Iglesias Vázquez, tiene la “Fantasía sobre o alalá das Marinhas”, con inspiración en una tonada popular  que desarrolla en sucesivas variaciones  tanto melódicas como armónicas, sin perder su encanto, en esta composición que la posteridad recordará por la  grabación del insigne Faustino Santalices, de 1949, antes de que grupos como “Milladoiro” y otros afines, la recuren para homenajear al curioso personaje, entre sus oficios de campo y las indagaciones voluntariosas.

Concepción Platón Meilan- “Pureza-Divertimento”- un reconocimiento a la mujer creadora, que compartió experiencias con Tino Prados, en 1956, tras formarse en los Conservatorios de Santiago y Ourense. En 2017, se presentó en público  en el Casa Museo Andrés Segovia, de Linares, interpretando obras del maestro, publicadas entre 1994/5-“Embrujo”, “Arte nuevo” o “Hágase la música”. Cuida en especial la creación artística, ya con más de 20 títulos y una en especial “Roses”, está dedicada a esa ciudad con la que se siente especialmente relacionada por sus vivencias. Vive en Londres, donde amplia estudios de guitarra. Su estilo es atrevido y distendido, apuntado en esta pieza a efectos que buscan un ideal de pureza.    Paco Barreiro (1953), cierra con “Chuva de abril”, pieza que ilumina un paisaje gallego entre nubes tibias tras un húmedo goteo primaveral, en medio de la ocasional lluvia, se intuye algún rayo, entre la sonoridad verde de la guitarra. Francisco Martínez Barreiro, en resumen, un teatro en el cual el autor se siente como un “regueifeiro” y la guitarra en sus manos, se despliega como obra de arte. Fue integrante de grupos teatrales como “Máscara 17”, “Ollomol Tranvía”, y del “CDG”. También se dedica a transcripciones de canciones populares, con intenciones didácticas en cuadernos de divulgación “Trasnos Máxicos”, a los que se añaden publicaciones en cd como “Dangarandán”.

Ramón García Balado  6/II/2022

 

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