24/01/2024

André Schuen: Kindertotenlieder desde las entrañas

A Coruña - 22/01/2024

Presentación de Ascent de la compositora sueca Andrea Tarrodi, los Kindertotenlieder de Gustav Mahler, que tuvieron como solista al barítono André Schuen y la Sinfonía nº 3 (Litúrgica) de Arthur Honneger, tres obras para el programa del día. La invitada especial, la compositora Andrea Tarrodi, dio a conocer su obra Ascent (2015),  nacida como encargo de Der Geer Hallen Narrköping y que puso en atriles Catrin Winner, pieza de poco más de un cuarto de hora, resuelta en siete espacios sin solución de continuidad marcados por una actitud densamente contratante entre cada uno de ellos, gracias a un planteamiento descriptivo, que transcurre desde Occean Trench a Whales and Corals, Surface, Cityscape, Chacarita cemetery, Hypomanic Trails hasta completar con Under twillight Canoply.  Páginas coloristas y descriptivas en su densidad sonora.  Tarrodi probó sus primeras experiencias relevantes en los Albert Hall BBC Proms, al tiempo que recibía las atenciones de la Berlin P.O.; el Barbican Center o la Musikvein, tras sus años de formación en el Royal College de Estocolmo, en el Conservatorio de Perugia y en el College of Musik de Pitea. Maestros suyos fueron Jan Sandström, Pär Lingrem, Fabio Cifarello-Ciardi, Jesper Nordin y Marie Samuelsson.

Entre sus trabajos de mención, destacan Zephiros, con un Primer Premio de  Composición de Uppsala; Stellar Clouds, su primer concierto para piano y orquesta; Nala for Ensemble, Primer Premio de la ENM Competition; Aprilserenad, para soprano, mezzo y orquesta; Serenade in Seven Colours, para instrumentos de viento y percusión; Un Aeden, para viola, coro y orquesta; la serie de cuartetos para cuerda, merecedores del Swedish Grammy (2018), obras en su mayoría escritas en el espacio de un lustro, mientras cultiva al mismo tiempo su dedicación a la serie de transcripciones a partir de obras como El Amor brujo, de M. de Falla;  arreglos para metales de compositores barrocos como Tylman Susatto; Dos tiempos de Los Planetas de Gustav Holst-Marte y Venus-, y recreaciones a partir de musicales de Rogers &  Hart, como My Fanny Valentine, para instrumentos de metal. 

El bajo-barítono André Schuen, es cantante que participará en las actividades del CNDM en el mes de abril, acompañado al piano por Daniel Heide, dentro de su ciclo de Lied, interpretando los Vier ernst gesange, de Johannes Brahms y Das Knaben Wundenhorn, de Gustav Mahler. Una voz en la que se manifiestan aspectos que recuerdan a talentos como Mathias Goerne o Christian Gerhaher, tras su modélica interpretación de Die Schöne Magelone, de Johannes Brahms. Destacó igualmente en los roles de la trilogía Da Ponte mozartiana, con N.Harnoncourt. Un cantante nacido en La Val in Landin (Tirol, Suiza), comenzó su especialización en el Mozarteum de Salzburgo, con Horiana Branigteanu, realizando su estreno en la Bavarian State Opera, para seguir en la Wien State-Nozze di Figaro- y en el Covent Garden. Para DG, registró ciclos como Die Schöne Mullerin y Swanengesang, y la vida activa que mantiene, le llevó desde la Opera de Baviera-Lohengrin, con F. Xavier Roth-; a Così fan tutte-(Gugielmo,) con Christof Loy- y colaboraciones en la Gewandhause, con la Sinfonía nº  8, de Mahler, con Riccardo Chailly o la Berlin Philharmonie O., con Simon Rattle. Un Mahler en sus ambiciones gracias a las virtudes de una voz de volumen preciso y de una ductilidad remarcable para el tratamiento de los textos poéticos, y la comprensión hasta las  entrañas del género del lied.

Gustav Mahler-Kindertotenlieder (Canción para la muerte de los niños)-, obra estrenada por la Wien Philharmonie O.,  a comienzos de 1905 bajo su propia dirección y con el barítono Friedrich Weidermann, Ciclo completado entre 1901/4, a partir de textos de Friedrich Rückert, cantos con amargas premoniciones fatalistas, con el ánimo puesto en su querida hija María y con un posible estímulo fomentado por su compañera Alma del que quedarán argumentos en sus Recuerdos y cartas. Para Theodor Reik, analista y autor de The Haunting Melody, esos recuerdos, nos trasladan a las vivencias infantiles del compositor, después de padecer en su propia experiencia los amargos momentos de la pérdida de su hermano Ernst, tiempo en el que pudo conocer la poética de Rückert. Cantos que resultarán aliento de un futuro obsesivo, ya que en esos años, había perdido a otros seis hermanos. Una implacable obsesión fomentada por el Romanticismo que dejará su impronta en esta obra sinfónico- tonal, sobre un espectro estremecedor forjado por la propia poética. Nun will die Sonn´so hell aufgeh´n, refulgente por su tonalidad a la sombra de una tenue iluminación que predice el Erwartung de A. Schönberg: Nu will die Sonn´ so hell aufgeh´n, Als sei kein Unglück die Nacht geschehn.

Nun seh´ ich wolhl (Ahora comprendo por qué), en Do m., el cruce entre la enfermedad y la muerte a la luz estrellada y que cita al bies la Liebestod (Muerte de amor), de Richard Wagner, subyaciendo en ostensible ánimo ambivalente en estado de suspensión irresuelto tonalmente. Wenn deim Mütterlein (Cuando tu madrecita), que culmina Ach zu schnelle Erloschner Freudenschein! (Demasiado pronto se extinguió la luz), idea participada por Natalie Bauer Lechner y que resumen el poema estrófico conciso en su hipersensibilidad.  Oft denk´ich sie sind nur ausgegangen! (Pienso a menudo que sólo han salido), en Mi b M. para la insistencia de una visión apacible que busca la luz diurna. Der Ta his schön! (El día es hermoso), valdrá como un tanteo que nos sugiera el traslado al Adagio de su Novena Sinfonía, en un arrebato irresistible.  In diesem Wetter (Con este tiempo), en Re m., será la claudicación que resultará de la oposición de luz y sombra al borde de una entrega a las sombras voraces en una resolución de necesaria catarsis trascendente, que remedará lo que podríamos evocar del Urlicht (Luz prístina), procedente de su Segunda Sinfonía (Resurrección), para soprano, contralto y coro mixto, obra en cinco tiempo que en el Cuarto, ofrece Ulricht. Sehr feier aber schlicht Choralmässig. Urlicht: O Röschen roth! Der Mench liegt in grösster Notch!

Arthur Honneger- Sinfonía nº 3 (Litúrgica), del año 1945, la más personal del autor que pretende oponer a lo humano frente a la barbarie- años amargos que se amparan en la contemplación trascendente e intimista frente a las fuerzas ciegas e irracionales-, resuelta musicalmente en tres tiempos sobre un ideario del Requiem litúrgico : Dies Irae; De Profundis clamavi y Dona Nobis pacem. Aspectos que trascienden pues en cada tiempo: Allegro, Adagio y Andante  Aparecen similitudes con el War Requiem de Britten y la obra tuvo estreno en agosto de 1946, con Charles Munch, en su media hora de extensión, que abre el Dies Irae (Allegro marcato), en la canónica forma de sonata en dos temas abruptos y sin respiro que manifiesta una intención elocuente, preparando el De profundis clamavi (Allegro), una meditación y plegaria que deja entrever un pasaje a modo de lied, abocado a un fugato expresivo tomado de ideas de la entrada de la obra, en un sentimiento intenso en camino al Dona nobis pacem (Andante), que descrita por el clarinete bajo en su entrada pesante, una pincelada que describe al hombre maquinal desbordado por el grito del Dona nobis pacem, en un Adagio expuesto por las cuerdas al tiempo que una flauta clama por la ansiada esperanza de paz. Honneger a la búsqueda de sí mismo en una composición de dimensiones catedralicias.

Ramón García Balado

 

André Schuen. Orquesta Sinfónica de Galicia / Roberto González-Monjas

Obras de Andrea Tarrodi, Gustav Mahler y Arthur Honneger

Palacio de la Ópera, A Coruña

publicado en: ritmo-auditorio


19/01/2024

Catriona Morison y Konstantin Krimmel: Duettos de Lieder

Auditorio de Galicia, Santiago de Compostela

 


Amena presentación ofrecida por Luís Gago, con una charla a modo de clase magistral de más de un hora en una extensa perspectiva de Lied en su historia precisando aspectos imprescindibles como las poéticas de referencia, la vida de los  compositores además de ilustraciones sonoras, antes de disfrutar de esta sesión de duettos, del que fueron  protagonistas la mezzo Catriona Morison y el barítono Konstantin Krimmel, acompañados por el pianista Ammiel Bushakevitz, para este elección que tuvimos de  obras de F. Mendelssohn, Gustav Mahler, Robert Schumann y Johannes Brahms. Ambos cantantes tuvieron experiencias en importantes ciclos en nuestro país a lo largo de recientes temporadas, como las Schubertiadas de Vilabertrán o los proyectos dinamizados por el CNDM, siendo la mezzo una voz asociada al Epera de Wuppertal (Hamburgo) y que dejó constancia de su evolución en las temporadas regulares desde el Festival de Salzburgo, los BBC Proms o la O.S. Nacional de Dinamarca. Entre sus roles, aparecen Nicklausse (Les Contes d´Hoffmann), Maddalena (Rigoletto), Fricka (Das Rheingold), Nerone (L´Incoronazione di Poppea) o Cherubino (Nozze di Figaro). Grabó un registro con obras de Grieg, Brahms, Josephine Lang y R.  Schumann.

Konstatin Krimmel, un barítono emergente, también fue miembro del Epera Wuppertal (2016/7), y participó en las actividades del CNDM, con el pianista que les acompañó, en un programa de Schumann y Hugo Wolf. Se presentó en la Ópera  Estatal de Baviera (Peter Grimes), mientras mantiene un ambicioso ideario artístico que va desde los repertorios barrocos a las formas contemporáneas, con mayor atención al lied romántico, que confirma la trayectoria de una carrera consolidada, en la que toma especial relieve su colaboración con el pianista Ammiel Bushakevitz, un artista seguidor del magisterio de Pierre Laurent Aimard, Helmut Deutch o Alfred Brendel. En el ámbito de la voz, tuvo como asesores  a Dietrich Fischer Dieskau (Universidad de las Artes de Berlín) y las ampliaciones en las Schwarzenberg Schubertiade (Austria). Acompañó a cantantes como Thomas Hampson, Matthias Goerne, Barbara Bonney, Brigitte Fassbaender y Teresa  Berganza. Es director artístico de Les Voix d´Orphée.

Repertorio dominado por ambos en lo relativo a los lieder por la proximidad de estilos y sensibilidades que haría resaltar el tratamiento de la línea vocal, la extensión requerida en atención a las temáticas poéticas, gracias a los fraseos comedidos y la extensión vocal, evitando alardes desmedidos merced al legato exhibido  requerido para la mejor lectura de cada lied y con la ventaja de que nos hallábamos ante un programa que, por lo escuchado, conocen y aprecian profundamente, siempre beneficiado por el preciso acompañamiento del pianista Ammiel Bushakevitz. Dúos de Lieder, siempre en el marco de bastantes de ellos en interpretación a solo.

Felix Mendelssohn con 4  de los Sechs duette aus Op. 63,  publicados en 1845, piezas que por lo seguido destacaban  por su perfecto equilibrio y sencillez, entre los patrones de un clasicismo que en línea generales, se ven superadas por su ambición romántica, gracias a los medios utilizados que se muestran desde  Ich wollt´meine liebe, sobre la poética de H.Heine, hasta Herbstlied. Duettos en menor cuantía, en el contexto de los lieder de este hamburgés, y que se añadían Abschiedlied der Zugvögel y Gruss, embargados por el espíritu del estilo de los abendlieder emocionalmente intensos tomados de Heine. En resumen y del autor, nos queda un total de trece dúos a los que se añaden esbozos de reducciones procedentes de salmos y oratorios, que ayudan a enriquecer el capítulo dedicado al lied, apoyados con un piano que favorecía el tratamiento de los mismos.

Gustav Mahler con Des Knaben Wundenhorn (Ausgewählte Lieder), en lectura a reparto entre Catriona y Konstantin.  Canciones  de El muchacho de la Trompa Mágica (1888/1901) que merecen igual aceptación en su tratamiento para orquesta tras su edición en Viena con el título Humoresken, en sus primeras cinco canciones, antes de completarse con otras siete Weitere Lieder. Las dos últimas, Revelge y El tamborilero, llegaron posteriormente, antes de que en 1905, la serie de quince se den a conocer como Des Knaben Wundenhorn, transitan desde Trost in Unglück, puro romanticismo a Das  Schilduwache Nachtlied, en forma de rondó; Verlome Müh´, lenta y ensoñadora, y que interpretó por primera vez Amalie Joachim; Wer hat dies Liedlein erdacht?, típico länder alemán, con notables melismas;  Das irdische Leben, tenebrosa y paródica que daría a conocer Selma Kurz; Das Antonius von Padua Fischpredigt, destinado al tercer  movimiento de la Segunda sinfonía; Rheinlegenchen, que muestra afinidades con Schubert y en esta secuencia de lieder, el camino hacia los títulos finales, Revelge, obra maestra que anuncia el final con otros tres lieder, Der Tambourg´sell; Urlich, que tendría acomodo en su Cuarta sinfonía; Es sungen drei Engel, también incorporado al quinto tiempo de la Tercera sinfonía y Das himmlische Lieben, que reverdecerá en el Cuarto movimiento de la Cuarta sinfonía. En programa y para la sesión, Rheinlegenchen, Urlicht, Das irdische Leben, Revelge y Wer hat dies Liedlein erdacht?

Robert Schumann con 4 duette Op. 34, piezas de 1840, compuestas indistintamente para soprano y tenor, que comienzan con Liebesgarten (Jardín de amor- Reinick), estrófico y de ritmo ternario, con un suave balanceo simple y animado. Liebhabers Stänchen (Serenata de amor) y Unter´m Fenster (Bajo la ventana), piezas que remiten a su estimado Burns, la primera con un personal dramatismo, con contrastes en el acompañamiento de piano y la segunda con un estado de ánimo distinto, dentro del tono gemütlich, para completar Familien-Gemälde (Cuadro de familia- A Grün),  de un apacible armonía que nos traslada a un pareado sencillo con acompañamiento de piano, en un epílogo que evocará Frauenliebe und leven, a partir de un coral protestante y la poética de Hermann Allmers.

Johannes Brahms, también con un reparto ente Duette y Lieder a solo, desde  los Duette Op. 28,   escritos entre 1860/2, en Hamburgo, destinados para contralto y bajo. Representan un claro progreso a nivel estilístico y el conjunto de los lieder comienzan con Die Nonne und der Ritter- Joseph von Eichendorf- un suspiro que se acentúa merced a la agógica del piano. Vor der Tür, sobre un texto anónimo alemán (Delante de la puerta), en el que la dama  rechaza al pretendiente, pieza en un estilo sencillo, con una impostación claramente popular. El embriagador Von ewiger Liebe Op. 43, que tendrían refrendo con otros dos del Op. 28, Es rauchet das Wasser y Der Jager und sein Liebchen. Un Brahms que recurría a poetas menos sublimes, que dejaría lieder como Immer leiser wird mein Schulummer o Auf dem Kirchhofe- Op. 105-; Dein blaues Auge Op. 59; Meine Liebe ist grün, del Op.63 o del Op. 85, Feldeninsamkeit.

Ramón García Balado  

Temporada Real Filharmonía de Galicia- Amigos de la Ópera de Santiago

Catriona Morison, Konstantin Krimmel/Ammiel Bushakevitz

Auditorio de Galicia, Santiago de Compostela

17/01/2024

Miñatos de Vran, zarzuela de Fernández Vide, por la Banda Municipal

 Banda Municipal, Auditorio de Galicia

Fernández Vide

  Concierto de la Banda Municipal en el Auditorio de Galicia- domingo día 21, a las 18´00 h.-, con la zarzuela Minatos de Vran, de José Fernández Vide, en colaboración con Amigos de la Ópera de Santiago, bajo la dirección de David Fiuza Souto y el protagonismo de las sopranos Patricia Rodríguez y Tamara Casás; los tenores Diego Neira y José L. Prado; los barítonos Gabriel Alonso y Julio Cores, además del Coro Liceo de Vilargarcía, de Josefa Dorado, la dirección escénica de José Álvarez, la agrupación Troyanos de Compostela, contando con arreglos musicales de Sergio Rodríguez. Troyanos de Compostela realizaron un registro en cd, en el que Fernando Reyes- Resonet-, fue parte activa del proyecto: A Música no tempo de La Casa de La Troya: Dende o inicio de noso proyecto- palabras de Fernando Reyes-, entendimos que sería una faceta difícil. Por un lado era imposible pensar que reproducíamos con exatitude os sons dunha agrupación como era nos tempos de La Casa de La Troya. Aquela Estudiantiana era moi diferente de calqueira tuna actua ao nivel de variedade de instrumentos e probablemente tamén da calidade interpretativa. Un grupo de cantores, varias frautas, varios violíns, violas, ás veces de un contrabaixo e os instrumentos que hoxe son habituais das tunas, bandurrias, laúdes e guitarras.   

Codo con codo para entrar en el mundo de Fernández Vide, que razones no faltan, y para ello, podremos centrarnos en el período cubano del ourensano en La Habana, ciudad a la que se trasladará en 1924, tras ser requerido por el Centro Gallego de la capital para ocupar la plaza de Eustaquio López. Veremos a Vide como dinamizador de rondallas, orfeones y agrupaciones de pulso y púa, coincidiendo entonces con otros maestros de la misma procedencia, R. Fortes Alvarellos, J. Guede, J.Zon, Maximino F. Saborido o David Rodríguez, en una afortunada experiencia de encuentros compartidos. La Galicia exterior que se beneficiará a hará partícipes a los vecinos isleños. Cantos y bailes de los que guardamos permanente memoria y con raíces en el período colonial desde tiempos inmemoriales. Las músicas de salón, carnaza irrenunciable en feliz camaradería, con ejemplos que dejarán impronta en maestros como Juan Montes o el compostelano Ángel Brage.

Músicas nacidas al amparo de los cafés y locales de variedades (La Bilbaina, El Lisardo, La Unión y tantos otros dispersos por villorrios y barriadas), y en ellos encontraremos a Fernández Vide, enriqueciendo su ingenio creativo con trabajos alimenticios. Fiestas de sociedad, serán lugares que garanticen ingresos para salir del paso, en un compositor cuya formación se había consolidado desde muy joven al amparo de la iglesia, al igual que otros de su generación. Entre sus maestros, destacarían Julián Ortiz Peña, Antonio Pérez y Sáez o José Luís Fernández Xesta, antes del salto atlántico que le descubrirá perspectivas insospechadas. Quedaban detrás y como experiencia de prueba, las primeras aventuras con orfeones y rondallas, logrando premios como una suite para piano y orquesta, en Santiago (1918) o la Muiñeira- concierto  A Montañesa, del año en el que se traslade a La Habana. El criollismo aportará material musical fundamental para enriquecer los resultados de sus zarzuelas y que en paridad de resultados, hallaremos en sus canciones. Canciones que irán cayendo cual racimo de uvas: La tropical; Comparsa de japoneses; Bella Mujer (canción criolla); Cubana ideal (son-rumba); Aguas risueñas (vals-serenata); Flor de pasión; Recuerdo triste (canción criolla); Se ve, y no se toca…siempre entre otras piezas de estilo para piano, en las que se entremezclan esas procedencias.


  Las zarzuelas serán compendio de todo ello y para modelo, esta Miñatos de Vran- Gavilanes de verano- (zarzuela de costumbres gallegas), en dos actos y que toma un libreto de Enrique Zas con estreno en La Habana en 1928, en el Teatro Nacional, el 18 de enero Ourense tardará en recibirla y será en el año 1959, con texto de Otero Pedrayo y revisión musical del compositor. Para llegar a la edición de referencia, habremos de referirnos a la de Javier Jurado. Proba d´ amor, una zarzuela en un acto, con libreto de Francisco Abelardo de Novoa, y que subirá a escena en el mismo Coliseo el 6 de septiembre de 1928. Un hueco pleno de dudas será el que nos participase la Revista Galicia, en la que daría noticia de otra zarzuela de su firma, hacia 1933 y que guardaba celosamente con la posibilidad de un estreno con fecha segura, sobre un libreto de Xavier Pardo, colaborador de aquella publicación. En resumen, la inspiración en sencillas comedias, los sainetes de costumbres, las coreografías elementales, los personajes bufos, las pastorelas festivas, los tentadores giros idiomáticos y los ritmos transformados de las contagiosas rumbas, los boleros, zarabeques y otros que asomen con irresistible descaro, siempre necesarios en este entrecruzamiento de culturas.

Ramón García Balado

 

16/01/2024

Sebastian Zinka: una apuesta por Roberto Gerhard

Santiago de Compostela / Vigo - 16/01/2024 

Principio del formulario

Composiciones imprescindibles del exiliado Roberto Gerhard en un monográfico en interpretación de la Real Filharmonía de Galicia dirigida por su director asistente Sebastian Zinca y comentarios de la musicóloga Rosa Fernández,  contando con la colaboración de alumnos de la EAEM, con dos obras del catalán y alumno de Schönberg:  la Suite del ballet Alegrías y la Sinfonía nº 1,la primera composición había sido ofrecida dentro de las actividades del LXV Curso U. I. de Música en Compostela por la Orquesta Sinfónica de Galicia dirigida por Pablo Rus-Broseta, en una sesión que también incluía la Quinta Sinfonía de David del Puerto; Homenajes, de Manuel de Falla y las Danzas fantásticas de J. Turina.

Flamenco- Alegrías, encargo de la Compañía Rambert, el 1941, será una encomienda de la coreógrafa Elsa Brunellescchi y que se encuentra desaparecida en la actualidad, para su estreno en el Caversham Court Open- Air Theatre (Londres), de dos años después, aunque previamente el coreógrafo Anthony Tudor le había tentado para un proyecto similar en Cambridge, con un ballet sobre temática andaluza Taverna Andalouse (1939), con varios miembros de aquella compañía. Los estilemas de corte andalucista, eran tema de dominio del compositor y la respuesta del coreógrafo había sido de reconocimiento al trabajo. Poco tiempo, para un resultado que no pasaría del trazado de típicos clichés, adaptados a las urgencias de la compañía, que dispondría de los oficios del diseñador Josef Karl, en sus bosquejos y detalles de vestuario. Un encargo previsto para acompañamiento con dos pianos y percusión, en previsión de las giras previstas pero el estallido de la Segunda Gran Guerra hizo imposible llevarlo a cabo.

Quedará el boceto de un segundo ballet para la Compañía Rambert, dentro de esas exigencias de ballet aflamencado, en una forma de divertimento de raíces, con coreografía de Brunelesschi  disponiendo entonces de una bailaora gitana en una especie de síntesis de confluencia con las formas clásicas, huyendo de la estilización para llegar a una reivindicación de los valores flamencos y en el que el oficio de Rambert, recurriría al ballet Don Qujote, como argumento de inspiración, evitando caer en una repetitiva. Gerhard y Marie Rambert no tuvieron una relación  muy fluida tras representar Don Quijote, y en el contexto de la producción del compositor, el ballet Flamenco y la suite Alegrías, derivada del anterior, mostrarán un uso sistemático de aquel modelo andalucista ansiado, aprovechando el músico los precisos perfiles del modelo de sátira.

En 1963, habría espacio para presentar en la BBC el programa Primitive Folk Music from Spain, en una intención divulgativa con emisiones de músicas flamencas, aunque Gerhard se opuso a los excesos de ideario show-business y el exhibicionismo de rebuscados clichés y amaneramientos empalagosos, evitando una simple postal turística. El Ballet Flamenco, resultaba un reflejo de esas precisas sonoridades flamencas al servicio del encargo, con su carga de parodia y síntesis, evidentemente propicia en el autor y que nada debe asimilarse a motivos de Merimée o Bizet. Por detalles, el tema de la Farruca se mostraba como una paráfrasis de una inversión de roles como los de el hombre y el toro o la mujer y el toro, funcionaban como una superposición de caracteres. La música, compuesta en un estilo politonal (especialmente en esta Farruca), puede tener referencias a posibles tópicos al uso y que en un salto aceptable, nos llevará a Chabrier y E. Lalo, en un ensamblaje  con las raíces requeridas de los maestros por excelencia, Manuel de Falla, Albéniz o Pedrell.

Sebastian Zinca, recientemente elegido como asistente de Bronnimann, pudo mostrar su versatilidad en este espacio gracias a los dominios adquiridos por sus estudios en la Juilliard School neoyorquina, la Ac. Sibelius, con Sakari Oramo, los maestros Péter Eövöst, Hannu Lintu, Jorma Pakula o Susanna Mälkki  y su decidida entrega a la lírica contemporánea.

La Sinfonía nº 1 (1953), en profundo contraste resulta una personal dedicatoria a su compañera, utilizando la serie de exploración al límite de sus posibilidades combinatorias, realzando con imaginación los detalles tímbricos y que para él mismo, es obra de notable envergadura tal cual una cadena ininterrumpida de invención musical, sin traicionar la tradicional estructura sinfónica: Allegro animato; Adagio y Allegro spiritoso. A efectos reales, una obra a medida para comprender la previsible evolución de este compositor. Una obra que fue estrenada en el Festival de la SIMC (1955), y que en una carta dirigida a Pau Casals, confesaría: Se trata de una obra dodecafónica- el débito con Arnold Schönberg- , un poco a lo humano y un poco a lo divino. Época en la que las atenciones a las urgencias del serialismo, exploraba las posibilidades del sonido puro y de las llamadas músicas concretas, a través de las manipulaciones electrónicas (fundamentalmente en las formas incidentales, en proyectos como la obra de teatro El Prisionero o bandas sonoras con cinta magnética para DNA In Reflection.

Estamos en este período ante obras parejas en ambición, como esta Sinfonía nº 1, el Concierto para clavecín, cuerdas y percusión; el Nonet, mientras se aventuraba con la instalación en su domicilio de un laboratorio de música electrónica  y que fase evolutiva, compartirá con amigos e ingenieros expertos, Ricard Gomís y Joaquim Homs. Recientes documentos pusieron a nuestro alcance el documental Revolutionary Quartet, realizado por Xavier Bosch y Josef Badell, estrenado en el Festival In-Edit (2023), valorado como el mejor documental de ese certamen, y que trata de poner al día una de las dimensiones artísticas de referencia de Roberto Gerhard, una producción que hicieron posible la Fundación La Caixa; Trementina y TV 3, disponible en visionado abierto desde la plataforma CaixaFurum +, desde estas fechas.

Ramón García Balado     

 

Sebastian Zinca. Real Filharmonía de Galicia.

Obras de Roberto Gerhard

Teatro Afundación, Vigo

Auditorio de Galicia, Santiago de Compostela

publicado en. ritmo-auditorio

 

 

Conciertos de alumnos del Curso de Cámara Airas Nunes en el CGAC

  Centro Galego de Arte Contemporánea,  Santiago de Compostela Para culminar las actividades del Curso de Cámara Airas Nunes de Cámara , con...