16/05/2024

Stabat Mater, el Haydn de la Catedral de San Esteban

  A Coruña - 16/05/2024

Conciertos que nos ofrecieron la Orquesta y Coro de la Sinfónica de Galicia, In memoriam de Maria Rosa Vázquez Vaamonde, integrante del  de coro desde 1998, tuvimos las direcciones respectivas  a cargo de Javier Fajardo y la general, en manos de Carlos Mena, un tándem por una química irreprochable. Como solistas, la soprano Sonia de Munck, el tenor Thomas Cooley, la mezzo Anna Reinhold y el bajo- barítono Ferrán Albrich, voces de contrastadas escuelas por sus procedencias, abarcando géneros como las escuelas barrocas o Les Illuminations (Britten); El Pierrot Lunaire (emitido por la Fundación Juan March; las experiencias compartidas con William Christie, en sus formaciones; o la Hochschule für Musik Detmold.    

Coralismo nos ofrecieron con ambos directores para El Mesías de Händel en esa ambición de demostrar su complacencia de los aficionados que responden a su entusiasta entregada.  Fajardo es un profesional asentado en ese cargo que supo compartir con el de la Universidad de Valladolid, mientras asistía a curso de formación con Gary Graden, Frieder Bernius o Simon Halsey y Gijs Leenars , preparando futuras colaboración con el Kammerchor Stuttgart, la Klassische Philharmonie Stuttgart o el Rundfunckchor Berlin. Una importante experiencia había sido su participación en el Teatro Calderón vallisoletano, para Le Martire de Saint Sebastian, de Claude Debussy, con la Fura del Baus, en tratamiento escénico o un Orfeo et Euridice, de Gluck, en la versión francesa. También con la OSG y su coro, una recuperación emblemática por la Misa In memoriam de Luys de Camôes, de Bomtempo, la temporada pasada. Su colaboración con Carlo Mena fue desde los comienzos  una garantía de resultados respetables, el maestro Mena, contratenor y director, nos ofreció la temporada pasada un programa con obras de Gesualdo, Caldara, Haendel y Vivaldi. Incluyendo del veneciano el Stabat Mater RV. 621, con las voces de María Espada, Lucia Caihuela y Beth Taylor. Mena siguió las escuelas de R. Levitt, Gustav Leonhardt, D. Goodwin, Andrea Marcon, Ottavio Dattone o Christophe Coin y René Jacobs.

Franz Joseph Haydn llegó con el Stabat Mater, en Sol m. Hob. XX.bis., obra encuadrable con piezas como el Te Deum Hob. XXIII, en Do M. o el Salve Regina  Hob, XXXb.2 y el Liberame, Domine Hob, XXIIb.1, en Re m., obras para iglesia de sus años en la Catedral de San Esteban- perteneciente a este período-, y que lograría una gran divulgación entre los asistentes al estreno, en preparación a la llegada de los grandes oratorios, Die Schöpfung (La Creación), Hob.XXI.2 y Die Jahreszeiten (Las Estaciones) Hob. XXI. 3. Obra en este caso cuyo autógrafo ha desaparecido aunque figure en el Entwurf- Katalog y en el Haydn Verzeinchis, contando con varias ediciones en vida del autor, que le permitieron una aceptación importante hasta una recuperación posterior, facilitada por una copia de Johann Elsser, con su firma.

Obra para  solistas y coro asistidos por una orquesta austera: dos partes de violín, viola, dos oboes, bajo y órgano; los oboes se sustituyen por cornos ingleses en el aria de contralto O quam tristis y en el cuarteto Virgo virginum praeclara, resaltando el tratamiento dentro de la estética del Sturm und Drang, para esta obra de fecha incierta que no acerca a 1767. En trato confidencial Haydn consultará a Adolf Hasse sobre el desarrollo de la obra para su aprobación y la memoria recuperará la correspondencia mantenida con Scheffstoss, hacia 1768, y descubierta en 1957. Manuscritos se hallarán de la primera edición en manos de John Bland, en Londres (1783/4); la de Sieber, en París al año siguiente, la de Breitkopf & Härtel (Lepzig, 1803), que presentaba texto alemán o la que  modernizará  su instrumentación, de Neukomm, en esas fechas

Entre los posibles Stabat Mater, nos hallaremos con los de Caldara, Pergolesi, Traetta, Gassmann, Pergolesi, Draghi, Tuma, aceptando que Haydn realice por personal tratamiento para sus 13 números. Su respetado Hasse, no llegará a abordar un posible  Stabat Mater, con lo que perdía un modelo de referencia. En ciernes, obra en tempo moderato, podrá evocar oratorios posteriores, en una obra que algo conserva del estilo de cantata, con su influencia italianizante. Trece números comenzando por  El Stabat Mater dolorosa, para tenor y coro (largo en Sol m.) vino arropado como una larga introducción orquestal que se anunció por sus saltos de intervalos y contrastes dinámicos, sus unísonos y sus infrecuentes armonías, precediendo la llegada del solista y la creación de una atmósfera a la vez acogedora que concluía en un subyugante  pianissimo.   O quam tristis (larghetto en Mi b M, para voz de mezzosoprano, acompañada por dos cornos ingleses, dos oboes, de una sonoridad velada, por una orquesta que se pronunció en un trémolo acentuado por su tensión dramática.

Quis  est homo, para el coro (lento en Do m., un primer reconocimiento para la labor de Javier Fajardo, un reclamo a los Cielos de forma interrogativa Quis est homo?  Forma de queja acentuada e incisiva, que se remarcaba por un estilo fugado, expresando la opresión circundante.  Quis non posset, para soprano,  moderato en Fa M., preparó el estado de ánimo de Pro peccatis suae gentis, para voz del bajo-barítono (Allegro ma non troppo, en Si b. M.,) idea de aria seductora y enérgica, en mayor, de la tónica de la obra, concentrada en unísonos eficaces dentro de un tempo agitato, en oposición a la unidad atmosférica de la obra permaneciendo en una tonalidad bemolizada que abandonará en el tramo final.   Vidit suum dulcem natum, para tenor (lento e maestoso, en Fa m.), evoca la demanda de La Madre asistiendo a la muerte de su Hijo, tiempo en el que  Haydn recurre a esa tonalidad manifestando la desesperación más trágica.  Eja Mater, para coro (Allegretto en Re m.), tercera intervención del coro, en un lamento incandescente en una actitud animada de los extasiados creyentes.

Santa Mater, de nuevo para soprano y tenor- larghetto en Si b M.-, primera aparición de soprano y tenor, para un dúo perfectamente elaborado.  Fac me vere, para mezzosoprano- lacrimoso, en Sol m.-, precedido del relativo Mayor de la obra (Si b.), recuperando el estado atmosférico de súplica y lamento del comienzo.  Virgo virginum plaeclara, para cuarteto de solistas y coro-Andante en Mi b M.- acompañado de corno inglés, décimo número culmen de la obra tanto desde la idea arquitectónica como expresiva, que discurría dentro de una profunda respiración por su intensidad emotiva. Solistas y coro se opusieron claramente por necesidades expresivas.   Flaminis  orci ne succedent, para bajo- barítono- presto en Do menor-, repetición progresión tonal del comienzo, seguida de un aria espléndida propia del estilo Sturm und Drang, por su patetismo.  Fac me cruce, para tenor- moderato en Do M-contrasta por su aire sereno y etéreo, transición hacia el tiempo final. Quando corpus, para soprano, mezzo y coro- largo, en Sol m.- seguido por Paradis Gloria, alla breve, en Sol m., para soprano y coro.

Quando corpus, episodio final, en la tónica, como idea, no era idea común en el compositor. Le Paradis Gloria, perfecta conclusión que esclarecía  el conjunto del Stabat Mater. Virgo Virginum praeclara, pasaje sublime del Stabat Mater, fue el preciso para disfrutar del talento de una soprano de naturalidad expresiva, Sonia de Munck; un tenor robusto al tiempo que ligero y amplio, Thomas Cooley; la mezzo Anna Reinhold, por coloratura y dominios para estos repertorios y un bajo-barítono Ferrán Albrich, de recursos vibrantes que podrían acercarnos a la idea que tenemos de un barítono que se expresa con suficiencia entre dos cuerdas.

Ramón García Balado

 

Sonia de Munck. Thomas Cooley. Anna Reinhold. Ferrán Albrich.  

Coro y Orquesta Sinfónica de Galicia / Javier Fajardo y Caros Mena

Haydn: Stabat Mater. Hob.XX. bis

Palacio de La Ópera, A Coruña

publicado en RITMO, edición digital

14/05/2024

Enrico Onofri con la RFG, entre Beethoven y compositores del clasicismo

 Círculo das Artes, Lugo

Auditorio de Galicia, Santiago de Compostela

Visita de Enrico Onofri de nuevo con la RFG, siempre con la actitud entusiasta para un programa que le viene a su medida, para los dos conciertos, el primero en el Círculo das Artes de Lugo día 15 a la 20´00 h-, y el segundo al día siguiente en el Auditorio de  Galicia-20´30 h-, añadiendo sesión previa de Conversando con…19´45 h., en charla distendida con los aficionados, anunciando en programa obras de A. Sachini, J.M. Kraus, F. Paër y L. v. Beethoven, Onofri es un talentoso maestro que probó la dirección con formaciones como La Toscanini (Parma); Münchener Kammerochester; National d´Auvergne; Haydn Philharmonie; Ac. Montis Regalis; siempre atendiendo a criterios musicalmente informados. Tuvo primeras experiencias con J. Savall, en la Capella Reial, como concertino,  para seguir con Concentus  Musicus WIen; Ensemble Mosaiques e Il Giardino Armonico, comenzando largas giras mientras probaba como director residente en la Wiener Kammerorchester, el Festival de Lucerna, el Maggio Musicale Fiorentino, además abordar producciones operísticas en un intercambio de proyectos. Sus registros recibieron premios como Grammophon Award; Grand Prix des Discophiles; Fondazione  Cini (Venecia); Diapason D´ Or o Choc de la Musique, Ejerce la docencia en el Conservatorio A. Scarlatti de Palermo.

 Onofri, en libertad de ingenio por el programa elegido y en especial por obras nacidas del espacio escénico nos ofrecerá: Antonio Sacchini- Ciaccona en Do m-, florentino igualmente, sabrá seguir los dictados de las docencias en el Cons. San Onofre (Napoli), siendo un apreciado compositor de óperas de género serio: Allesandro nell´Indie (libreto de Metastasio); Olimpiade; L´Isola d´Amore, preparando su traslado a Venecia como director y probar después en Londres, con títulos como Didone abandonata (Metastasio, como garante), o Tamerlano, para el Haymarket, de la capital. Célebre había sido su disputa con Piccinini, por Chimene, en la Guillard Opéra, en 1784, un músico afecto a las formas clásicas en sus propuestas más convencionales.  

Josef Martin Kraus- Sinfonía en Do m.-, alemán destinado a ejercer su carrera en Estocolmo y atento a esas corrientes clasicistas que determinarán a toda una generación, marcado por sus estudios en Maguncia, con los jesuitas en las aulas del abad Vogler, probando de cierto en otras materias ajenas a la música. Hacia 1778, se decidirá por ese traslado a Suecia que resultará definitivo, acaparando obligaciones directoriales en la Orquesta de la Ópera Real de la Corte, oficio que redundará en una carrera con seguras perspectivas y que le permitían giras por Europa, conociendo a maestros como Franz J.Haydn; Christoph Willibald Gluck o Albrechtsberger. La música instrumental será uno de sus grandes recursos y para muestra la obra que se nos ofrece, impregnada de los modismos que anuncian nuevos estilismos.

Ferninand Paër, compositor parmesano con otra obertura, en concreto de su ópera Leonora, músico que siguió la escuela del napolitano Gaspare Ghiace quien orientó su futuro en óperas como Orphée et Euridice (en francés), destinada a Parma. Maestro de capilla, fue afortunado en este espacio del género lírico, con óperas como Le Astuzie amorose; I Pretendenti burlati, poco antes de ser invitado a Viena acompañado de la cantante Riccardi- su mujer-, para trabajos como esta Leonore ossia l´amore conjugale, a partir del conocido texto de Bouilly, merito que le facilitará su incorporación a la corte napoleónica, desde la ocupación en Varsovia hasta su vuelta parisina, como sucesor de la Capilla Imperial. No fue ajeno a las notorias influencias de las músicas de su tiempo, desde Cimarosa a Guglielmo o Cherubini y Mozart.

 Beethoven y la Sinfonía nº 4 M. Op. 60, obra del período vienés y destinada al Palacio del Príncipe Lobkowitz, uno de sus habituales mecenas, con estreno en 1806, antes de su presentación púbica poco después en el Hofftheater, en donde fue bien acogida. El conde Oppersdorf, apreciado melómano y mecenas ilustrado, fue uno de sus mayores defensores, para esta obra que culminaba un período de buenas noticias tras la recepción de los exigentes Cuartetos Razumovsky y el estreno del Concierto para violín Op. 61, quedando en medio, la noticia incierta de sus devaneos amorosos con la condesa Therese von Brunsvik. Cappelletto no negará el reconocimiento de la obra, aceptando que era una composición alegre y luminosa, ajena a la marcha fúnebre de la Heroica, para esta obra encuadrable entre la segunda repetición de Fidelio y un viaje a Hungría, precisamente para encontrarse con su apreciado conde von Brusnvi

El Adagio inicial, una deuda con el viejo Haydn, resulta un tiempo inusualmente largo dentro del sinfonismo beethoveniano, concediendo protagonismo a lo instrumentos de viento y una recreación misteriosa de las cuerdas propiciando el encanto sonoro de los clarinetes y con la vista puesta en el realce por el batir de timbales mientras tímidamente asoman detalles, para un tutti que de ofrece en forma de cantábile gracias al clarinete  y  resto de maderas y trompas sobre un acompañamiento orquestal que aboca a un panissimi al que sigue un fortissimo,  que nos llevan   al Allegro vivace, Si b M., en forma de doble scherzo acompañado por dos tríos, tiempo tenso en fortissimo a partir de los primeros violines, clarinetes y fagotes, sobre un acorde perfecto de Si b. y una vuelta al scherzo. Un pocco meno allegro, resurge en las maderas y trompas con respuesta en primeros violines, hacia la entrada de fagotes, segundos violines y violas, en una pronunciada acentuación. El Allegro ma non troppo final, expresa una ligereza apacible que deriva en un vértigo que desdice el planteamiento de las sinuosidades de los violines, entre arabescos instrumentales que facilitan el enérgico final en tutti, en su cascada de acordes desde el primer tema enunciado, preparando otras figuraciones coloristas de oboe y arpegios de violines culminados en una detallada reexposición y la correspondiente coda vivaz y entusiasta, propiciada por un breve desarrollo entre frases omnipresentes que arrastran al resto de la orquesta sin concesión alguna.

Ramón García Balado  

11/05/2024

Dende a sétima arte: Banda Municipal en A Quintana

 A Quintana, Santiago de Compostela

Concierto en A Quintana de la Banda Municipal con su titular David Fiuza Souto  la colaboración de Paula Cereixo y Monti Castiñeiras, para un programa dedicado íntegramente a bandas sonoras de dominio público entre los aficionados-día 12, a la 19´00 h-, comenzando por John Williams-The Cowboys-maestro que destacará igualmente por algún curioso documental o las adaptaciones a partir de obras como Goodbye Mr, Chips, o The Fiddle on the Roof- tomando canciones de Jerry Bock y Sheldon Hamick. Viajero incondicional, se trasladaría desde la Costa Este a Los Ángeles, en donde completará su formación en la UCLA, mientras asiste a la docencia de maestros que determinarán su futuro, músicos como Mario  Castelnuovo Tedesco, en primera línea. Durante una etapa primeriza, se centrará en arreglos para bandas militares pero en su vuelta a Nueva York, su incorporación a la Juilliard School, le facilitará el poder estudiar con Mme Rosina Lhevine, probando sus aproximaciones al mundo del jazz, en un espacio de aclimatación a los géneros cinematográficos.  En Los Ángeles, se incorporará a la orquesta de los Estudios de la Columbia, en donde conocerá a insignes maestros como Bernard Hermann, Albert Newman o Franz Waxman, cuyas bandas cubrirán una etapa del cine dorado de los cincuenta, mientras le encontramos compartiendo como pianista, importantes experiencias con las orquestas de André Previn o Henry Mancini- registrando vinilos en los estilos más diversos con garantía de éxito comercial-, ejemplo será Hollywood Composers con André Previn.  La televisión le reclamará inmediatamente, logrando a través de ese medio un par de Premios Emmy, recibiendo de nuevo la invitación como arreglista para la 20 Th, Century Fox. Género de rango, serán aquellos filmes de gran aparato de recursos como La Guerra de las Galaxias, experiencia para la qu recurrirá en su dimensiones más ambiciosas a orquestaciones desmesuradas y recursos técnicos apabullantes. Un cambio de orientación y por sus connotaciones específicas, será La lista de Schindler, quedándonos perceptibles influencias de William Walton, Aaron Copland, Vaughan- Williams o Erich W. Korngold.

Leonard Bernstein, para no ser menos, apunta a las Four dances del filme y musical West Side Story, modelo e idea que también descubrimos en Candide, Trouble inTahiti o los ballets Fancy Free y The Dybbuk Variations. El primer musical sinfónico del autor fue estrenado en 1943, compuesto para el teatro, poco antes de que su trabajo On the Town, obtuviese el Premio de la Crítica neoyorquina. Hasta 1954, no conseguirá firmar una banda sonora para el cine y será por La ley del silencio, dirigida por Elia Kazan, marcada por un romanticismo de temple intenso y saturado, en años en los que su compromiso social, será patente de una actitud ética y artística. Bernstein es será el primer americano en dirigir a la mítica Maria Callas (1953), en el Teatro alla Scala (Milán), aventura europea ligada a la ópera, que tendrá continuidad en los sesenta con la Wien Oper, de la que sería nombrado miembro honorífico. Todo ello venía precedido de los conciertos propuestos por la CBS, interpretando la Quinta Sinfonía de Beethoven, en la serie de Concerts for Young People.   Bernstein, en sus comienzos, habría de agradecer a  Bruno Walter, quien le invitó a ocupar su plaza como director de la New York Philharmic, en 1943, que supondrá una exitosa transmisión radiofónica.

Howard Shore- The Lord of the Rings-, un músico saxofonista e improvisador virtuoso, se decantará por el cine curiosamente tras haber recibido claras influencias de Art Blakey, Bobby Timmons, Cannonball Adderly a la par que de Bernard Hermann, Samuel Barber o Ennio Morricone, un creador pues de amplia paleta de recursos, no resultará extraño que le encontremos rompiendo lanzas con artistas de todo género, entre los que también tendrán cabida los cómicos. Un salto al vacío será la serie The Lord of the Rings o The Return of the King (2003), o las series televisivas Saturday Night Live, Scales of Justice y Late Night with Conan.  La  prestancia y habilidad en aprovechar recurso, dejará consecuencias positivas en la trilogía dirigida por Peter Jackson- El Señor de los Anillos-, con la que conseguirá varios Premios de la Academia.

Hans Zimmer- Music from Gladiator-, director de los Estudios Dream Works, había comenzado su carrera con sencillos jingles publicitarios, para la Air Edel Asociates, uniéndose a Trevor Horn y Geoff Downes, logrando un primer gran éxito por Video Killed the Radio Star. La música electrónica acaparará sus preferencias convirtiéndose en pionero de técnicas avanzadas por vía digital de ordenadores, entremezcladas con orquesta sinfónica, recreando ritmos espectaculares siempre manejando complejidades acústicas, en beneficio de bandas sonoras de apoyo. Ya en 1997, había recibido la confianza de asumir máximas responsabilidades en los Estudios Dream Works, a medias con Steven Spielberg, puesto que le permitirá elaborar bandas sonoras compartidas con el cuadro de colaboradores, en un estilo de renovador clasicismo grandilocuente, perfecto para los medios a los que estaba destinado. Entre aquellos músicos, aparecerán Gavin Greenway, Harry Gregson-Williams, Heitor Pereira, Mark Mancina, Bruce Fowler, Klaus Badelt o Patrickv Cassidy.

John Barry- Out of Africa-, compositor complejo en el que se aceptan influencias de Samuel Barber o Gustav Mahler, o las evidentes de creadores para el cine como Franz Waxmann, había nacido en un medio propio para ese espacio por su padre, propietario de una sala de cine, en donde pudo impregnarse hasta el agotamiento de las influencias de bandas sonoras que serán decisivas en su futuro. En 1962, estrenará la primera banda sonora, en la que aportará ideas fundamentales,  para la película de James Bond: Agente 007, contra el Doctor No, banda firmada por Monty Newman y en la que John Barry  por sugerencia del productor Albert Broccoli, será responsable para su conclusión. Un paso seguro que tras instalarse en Londres, tendrá como compañero de aventuras a Michael Caine, quien le sugerirá probar como compositor en la película Zulú, y de esa forma irán llegando sus aportaciones para el mundo del cine.

Nino Rota-Nino Rota,film Music-, siempre con Federico Fellini como telón de fondo y cuyas influencias  primeras le  vendrán por Ildebrando Pizzetti o Malipiero, aproximándose de manera ingeniosa al folklore italiano, pasado por su propio filtro, perfectamente asimilado a este medio escénico. Siempre habrá una tonada suya que reverbere en la memoria sonora de nuestra sensibilidad más aguda, entre el puro lirismo y la ternura a flor de piel, reverdeciendo precisamente en cada una de sus grades películas. No dejaremos al margen alguna de las óperas que compuso como Ariodante, Torquemada y el curioso musical Il cappello di paglia di Firenza, auténtica inspiración en la Commedia dell´arte , que también encontraremos en el cine.  

James Horner-The Mask of The Zorro-, músico formado como trompista de atril y pasado a proyectos en estas dimensiones, tras recibir enriquecedoras clases de György Ligeti, una tentación para secundar experiencias en los géneros contemporáneos, pero la historia deparará un futuro conocido en otros ámbitos. En los comienzos, John Williams pudo aparecer como colega de travesía, aunque su personalidad será claramente distinta. En el mundo sinfónico, dejó una obra de éxito notable, Spetral Shimmers, a la que se añadirá  Capitan Eo, para la que usará recursos en tres dimensiones.

Ramón García Balado

10/05/2024

La fabbrica Illuminata, de Luigi Nono en el VII Festival Resis de A Coruña

 Fábrica de Tabacos, Praza das Cigarreiras, A Coruña


Un espacio propicio para el programa del VII Festival Resis de A Coruña, la Fábrica de tabacos-día 11, a las 20´00 h-, para un programa que incluye La fabbrica illuminata, de Luigi Nono y el estreno  de Oda Ludita/ Sereas, de Xoán Xil, obra en la que colabora Alba Cid, para la elaboración del texto. Como intérpretes, tendremos a la soprano  Adriana Aranda; Eva Vieites- relatora-; Nikola Tenaskovich-acordeón-; Noè Rodrigo- percusión-; y el chelista Millán Abeledo.   Sereas (Oda Ludita), encargo del festival, se inspira en el levantamiento que tuvo lugar en la Fábrica de Tabacos de A Coruña en 1857, por parte de los trabajadores soliviantados que arrojaron al mar las máquinas recientemente adquiridas en paradójica respuesta a la tecnología y los medios de producción. Obra escrita para voz de soprano, relatora, acordeón, chelo, percusión y medios electrónicos, cuyo resultado sonoro es el diálogo entre seis sirenas mecánicas de la propia fábrica, hecho que permanece en la memoria imaginaria de muchas personas, representado por set de sirenas mecánicas que pueden controlarse manualmente para generar diferentes armonías complejas, entre glissandi y batimentos, manteniéndose en forma de instalación sonora activada tras el concierto.

Luigi Nono-La fabbrica illuminata-, obra clave de la sesión, nos traslada al período de compromiso social y tecnológico, con los medios electroacústicos, previos a los años sesenta, en medio de su asistencia a las clases de Mayer  Eppler, en Darmstadt sobre física acústica, frecuentadas por Bruno Maderna y Stockhausen, que continuaban la etapa de estudios con Schaeffe, en París.  Una primera experiencia había sido Omaggio a Emilio Vedova, con la ayuda de Marino Zuccheri, retransmitida por la RAI, pero el verdadero ingreso de Nono en este espacio de la electrónica, dará el salto con La fabbrica illuminata, resultado de la profundización dentro de estos recursos expresivos y el  planteamiento de su actitud intelectual y ética. Obra ésta plenamente significada por los materiales que la integran: sonidos concretos (ruidos de fábricas, más o menos transformados electrónicamente), la voz humana (a distintos niveles, pues nos encontramos con esa voz de soprano que canta-grita, los versos de Giuliano Scabia y de Pavese, así como con un coro mixto y con las intervenciones de los trabajadores de Italsider, de Génova  (Cornigliano)- en el original-, pero sobre todo, es la contaminación e interacción de los materiales hasta entonces inmiscibles, en aras de una pureza electrónica, la que torna revulsivo el resultado. Esa pretendida pureza se convierte respecto a la música electrónica, en la última avanzadilla de las teorías de la música pura.

La fabbrica illuminata observa una lectura añadida en esa relación del músico con la tecnología electrónica, superadas ciertas reticencias puramente éticas propias de los cincuenta, en lo relativo a los medios de producción musical, presume quizás con más nitidez, como el obrero, el intelectual, el músico, deben sin cortapisas apropiarse y servirse de las más avanzadas tecnologías- la electrónica en este caso-, con los que Nono define su propia postura, predicando con el ejemplo. Por sus convicciones personales, la obra fue pensada para interpretarse en fábricas como parte de sus protestas y manifestaciones. La parte de cinta magnética incluye como es sabido sonidos de maquinas manipuladas y gritos de manifestantes. Obra definida como diario sonoro de la  lucha de los trabajadores, usando los sonidos del entorno auditivo en esa búsqueda precisa del punto de vista semántico con respecto al hombre actual situado en el lugar de su liberación del sometimiento.

Dentro del contexto expresivo e ideológico, podremos hallarnos en las cercanías de Hymen (Himnos, 1967), de Stockhausen, en ese recurso de manipular grabaciones de himnos; Joji Yuasa, en Voices coming  (Voces que vienen, 1969, sobre Martin Luther King Jr.) o de forma similar,  Olly Wilson, en Sometimes (A veces, 1976, para tenor y cinta magnética), una transformación del spiritual Sommetimes a Feel Like a Motherless Child, con acompañamiento de sonidos electrónicos y la voz manipulada del tenor William Brown. Obras coincidentes con Nono, en el momento, podría ser el drama Die Ermittlung (El sumario), de Peter Weiss,   y de su propia firma, A floresta è jovem e cheja de vida, dedicada al Frente Nacional de Liberación de Vietnam, para el Living Theatre.

Xoán Xil-Oda Ludita/Sereas-, artista e investigador, está especializado en el campo de la investigación fonográfica con resultados como su tesis de doctorado en Bellas Artes, Señal/Ruido. Algunos usos del paisaje sonoro en el contexto del arte, centrada en la utilización de sonidos ambientales de creación contemporánea, Entre sus proyectos: Mediateletipos (Arte sonoro); Ulobit (improvisación); Voltage Opposite (danza), ampliando colaboraciones con Vertixe Sonora, la Compañía Gigacurcus, y las propuestas electrónicas Haarvöl, Trabajos de interés, merecen mención Air, sound and power (ZKM, Karlsruhe); El Ángel (ARTeSONoro, la Casa Encendida de Madrid); Continent Rouge (Mai Numérique, Carcassone),en colaboración con Gigacircus;  White Walk (para KUMU Art Museum, Tallin); Organscope, galardonado con la Mención Honorífica de los Prix Ars Electrónica (2021) y de las fecundas en nuestro país, recordar a mayores sus colaboraciones con el CGAC o la participación en De Lugares e Órganos, que promueven Belén Bermejo y Andrés Díaz. Fue artista en Residencia artística en Medialab-Prado, para abordar Krystallos, una instalación audivisual multicanal, presentada con otras dos instalaciones sonoras, Flautas olvidadas y Ceniza, en el Festival de arte sonoro IN-SONORA. Participó en la muestra ECHO, con la instalación Organismo, dentro del Festival Internacional Schlossmediale 2022, en Werdenberg, en Suiza.

Ramón García Balado

Alma y esencia en el VIII Curso Airas Nunes

  Santiago de Compostela, del día 1 al 6 de julio   Manuel López Jorge Metidos en la octava edición del Curso Airas Nunes , será un buen mom...