23/04/2024

Pleasure Island, con la RFG dirigida por Sebastian Zinka

 Auditorio de Galicia, Santiago de Compostela

Programa de divulgación a partir del espacio de la danza con la RFG  por el director asistente Sebastian Zinka, y que incluye en programa las Danzas concertantes de Igor Stravinski e Internités de Januibe Tejera, a repartir en tres fechas- días 25 y 26, a las 11´00 h. y día 27 a las 18´00 h-, un espectáculo que tendrá como protagonistas  a Cristina Cubells, en dirección artística y a Estela Marlos y  Ariadna Montfort, como interpretes y autoras de las coreografías. Sebastian Zinka, quien tuvo ya el beneficio de dirigir a la RFG en programas que incluían obras de Inés  Badalo, Manuel de Falla y J.C. Arriaga, tras probar a gran altura con la Suite Alegrías del exiliado Roberto Gerhard y su Primera Sinfonía, es un músico que se forjó en la Ac. de Festival de Lucerna, para recibir un tercer galardón en el Concurso Antal Dorati (Budapest), llegando a ser asistente de Mark Wigglesworth, en el Teatro Real, en La Nariz (D. Shostakovich), idea de su interés por el género lírico. Estuvo al frente de orquestas europeas de primer rango, tras sus estudios de dirección en la Ac. Sibelius (Sakari Oramo) y en Berlín, con Harry Curtis, además de masters seguidos con Jorma Panula, Johannes Schaefli, N. Pasquet, Sussana Mälkii o P. Eötvös.   

Januibe Tejera- Internités-, es un compositor que trabajó con el Ensemble ICTUS, el Ensemble Modern, la O. Philharmonic de Radio France, el Festival Présences, las citas de Darmstadt o Milán y fue premiado por la Foundation Salabert, la de Radio France, la de Nadia y Lili Boulanger, el Ministerio de Cultura de la Comunicación de Francia, el Ministerio de Cultura de Brasil, el IRCAM parisino, la Escola de Música do Estado de Sâo Paulo o la Universidade Federal Rio Grande do Sur. Siguió masters de Gérard Pesson, Flávio Oliveira,Tom Mays, ejerciendo la dinamización del Festival Contemporâneo MS. La obra en cartel estuvo en cartel en las programaciones del Palau de la Música de Valencia, con estos intérpretes, en una iniciativa nacida en los proyectos del ESEMS, y que en lo esencial, remite al mundo onírico de los relatos de Franz Kafka y Julio Cortázar. Para el programa, el reparto comenzando por Non se culpa a ninguén (1956), de Cortázar, contando con el apunte instrumental de Internités, de Januibe Tejera (2020), en volandas según Estela Martos, con coreografías de ella y del Ariadna Monforte, quien también será responsable de la dirección. As preocupación dun pai de familia,nos lleva a Kafka y musicalmente a las Danzas concertantes de Stravinski, con el protagonis-mo de Estela y Ariadna

Igor Stravinski-Danzas concertantes-, obra para 24 intérpretes y que nos lleva  a su etapa americana, en respuesta a las demandas de Hollywood, de la que surgirán encargos como esta obra que desde su patrón nacerá como proyecto para el ballet, confiando en las coreografías de Balanchine, en 1942, aunque tardará dos años para que los Ballets Rusos de Montecarlo, lejanos de los de Diaghilev, tendrá como resultado un trabajo con decorados pintados por Eugène Berman, uno de los grandes amigos del compositor. Un proyecto artístico que decididamente poco guarda en común con La consagración de la primavera o Las Bodas. Sin ser obra de grandes ambiciones, merece un trato de debida consideración gracias a su eclecticismo extremado que aporta un mundo descarnado de una considerable simplicidad en lo esencial, que prefigura si cabe el estilo serial del compositor. La marcha inaugural, se asimila a un concerto grosso, con un pasaje medio de trompa y un solo de violín. El paso de acción realza contraposiciones estimulantes y las Variaciones centrales, suponen el pasaje magistral de la obra. Destacan los enlaces seductores de las cuerdas  y las maderas, además de las ornamentaciones. Un cortejo de citas imaginarias concluyen en pasajes abstractos, casi burlescos. El paso a dos es una  mezcla de episodios claramente enfrentados y líricos, ciertamente humorísticos que nos conducen al regreso de la Marcha que mantiene en lo primordial esa idea de obra del período neoclásico.

Cristina Cubells- dirección artística- se formó en la Universidad UC3M. y recibió una beca INPPhiINT, realizando masters con en teoría y crítica cultural, probando también en la ESMUC, en piano y pedagogía y en la Universidad de  Barcelona, en psicología. Realizó proyectos profesionales entre los que destacan Sempederitiques- para la ESMUC-;  talleres de especialización para varias editoriales; Tenorio, obra escénica para el Teatro Real, esta Pleasure island; el Proyecto Grimm, dirigido por Malvat Alramli, su ayudante en labores coreográficas. También Struwwelpeter, sobre relatos estremecedores de H.Hoff que se destinará al Palau dels Arts, y los Teatros del Canal.   Ariadna Montfort, se formó en la Escuela Atelier, en el Rudra Bejart (Suiza), teniendo como maestros a Stijn Celdos, Ohad Naharin, Sharon Eyal y Yo Strongs. Creó la Compañía La Veronal (2013)-galardonada estos  días en los Premios Talía- que con el espectáculo Muaré, logró el Premio de Danza Sala Mínima, contando a la vez con dos denominaciOnes para los Premios Max.  Estela Merlos, fue protagonista en proyectos como Internites (2021), un proyecto dentro de las iniciativas del Palau de les Arts (Valencia). Es bailarina y coreógrafa profesional, con larga experiencia como free-lance. Sus años de formación la llevan a la Escola Danza Madó antes de trasladarse a Inglaterra, para continuar en la Central School of Ballet, destacando en espectáculos como The Coast of Living. Otras iniciativas la llevaron a colaborar con el Teatro Kirov- La Bayadera-, el Northern Ballet Theatre- El lago de los cisnes-; el Cannes Jeune Ballet Rossetta Hightower, dirigida por Monique Loudiers o espectáculos como IT Dansa; la Compañía Rambert, disfrutando de la colaboración de artistas como Jiri Kylian; Nacho Duato; Christopher Bruce; Carolyn Carlson; Ohad Naharin; Merce Cunningham o Stijn Celis.

Ramón García Balado

Fotografía Rocío Chacón

21/04/2024

Los Vier letzte Lieder de Strauss, el desvelo de Claire Booth

 A Coruña - 20/04/2024

Concierto de la Orquesta Sinfónica de Galicia  bajo la dirección de Jonathon Heyward, destacando como solista la soprano Claire Booth, para los Vier letzte Lieder de Richard Strauss, en un programa que anunciaba el estreno de Records from Vanishing City, de Jessie Montgomery y la Sinfonía nº 10, de Dmtri Shostakovich.

Claire Booth, colaboró con la Nordwestdeutsche Philharmonic O, bajo la tutela del propio  Jonathan Heyward y en el  Festival Janacek (Praga), con un repertorio mozartiano para seguir con la O. F. Nacional de Armenia, eligiendo en programa Der Knaben Wunderhorn, de Gustav Mahler; en este espacio tan significativo, también aportó un par de registros, uno de ellos destacando Pierrot Lunaire,  de Arnold Schönberg, con el Ensemble 360, dentro del Festival de Aldebourgh y un segundo centrado en el Expresionismo musical de esa escuela.  La BBC Scottish O, con Ryan Wiggleswort, la secundó en otra iniciativa dedicada a los estilos de las cabaret songs, de Arnold Schönberg y artistas cercanos a ella, son Helen Grime y Zoe Martlew, de quien presentó un trabajo de canciones con el pianista Jóms Coleman, estrenadas en el Wigmore Hall, siempre con atenciones cuidadas al mundo de estas formas que la llevan desde M.Moussorgski a Edward Grieg. 

Johathon Heyward, nacido en Charleston (Carolina del Sur), se formó como chelista, siguiendo la docencia de Timothy O. Malley, antes de entregarse a la dirección, en el Conservatorio de Boston, con Andrew Altenbach, precisamente con un sólido compromiso con la Nortwestdeutsche Philharmonie O., tras forjarse como director asistente en la Boston Opera, en producciones como La Bohème, Die Zauberflöte o The Rape of Lucretia (Benjamin Britten). En 2013, obtuvo el First Price de Berason y en 2016, pasó a tomar la dirección de The Hallé para ampliar en 2021, en los certámenes de los Proms, preparando su titularidad con la Baltimore S. O. al año siguiente, y desde 2023, ocupa plaza en el Lincoln Center for Performing Arts.

Jessie Montgomery con Records from a Vanishing City, un canto del Lower Side de Manhattan, compositora que se confirmó por obras como Shift, Chang, Turn, encargo de la Orpheus C.O.o las Coinicident Dances para la Sinfónica de Chicago  y Coughty by the Wind, para la Sinfónica de Albany, participó en la conmemoración del 200 Aniversario de The Star Spangler Banner para la Sphinx Organitation y es promotora de la Fundación Joyce, para el apoyo a jóvenes afroamericanos y latinos. La obra escuchada, no muy extensa, era fiel reflejo de aquella inspiración latinoafricana tan común en compositores actuales.

Detalles sonoros efectivamente reconocibles para el aficionado y que en manos de Jonathon Heyward, alentaba una segura identificación con la temática concentrada en esta personal pieza con pinceladas de banda sonora.   En el ámbito del canto, compuso el ciclo Five Freedom Songs para la soprano Julia Bullock y la obra en cartel, Records from a Vanishing City, es reflejo de su ideario reivindicativo en respuesta a una invitación de la Orpheus C.O., dedicada a la memoria de James Rose, una referencia en lo sonoro a las ancestrales memorias de las tradiciones angoleñas, partiendo de un recuerdo de una cantinela de cuna para engarzar  con reminiscencias heredadas en el Manhattan de los ochenta y noventa, procedencias caribeñas y detalles de danzas intercalados entre citas de los grandes del jazz, desde Coltrane, Miles Davis, Thelonius Monk y Ornette Coleman.   

Richard Strauss con esos Vier Lezte Lieder cumbre de la hipersensibilidad de un creador que, a esas alturas, se aferraba a una criba de conciencia en un depurado ejercicio confesional en su retiro en Suiza, ya en los meses finales de su agotadora vida plena de equívocos. Claire Booth se entregó al reto con una interpretación respetuosa con el espíritu straussiano  gracias a la atención supeditada a las exigencias vocales y dramáticas de la importancia  de unos textos que las convirtieron en devoción irrenunciable del autor, esa profunda meditación  sostenida  en las poéticas de Hermann Hesse-en los tres primeros- y de Eichendorff. Las penurias de años recientes se condensan en las  poéticas que no podrían resultar más opuestas. Piezas que no llegó a oír y que no dejarán indicación alguna del orden en que deberían ser tratadas, aceptando la sugerencia del doctor Ernst Roth, su editor para aceptar la resolución final.

Im Abendrot (Eichendorff), fue el primer lied del ciclo que le animará a componer los otros tres sobre Hermann Hesse: Frühling, Beim Schalfengehen y September, valdría como un repaso desde la juventud al ocaso final.  Frühling, una alabanza a la primavera en un canto transparente en un lied estrófico y  variado. September, presentaba su colorido otoñal  gracias a sus modulaciones ostentosas que nos sugerían cierta serenidad, ante la juventud que se va perdiendo. Beim Schlafengehen (Al irse a dormir), último lied sobre Hesse, en el que la línea vocal, se  expresaba en amplia tesitura auspiciando los sueños metafóricos de la vida. Im Abendrot(Eichendorff), supuso un canto de perfiles románticos con evocaciones schumannianas.

Dmtri Shostakovich con la Sinfonía nº 10, en Mi m. Op. 93, una escritura apurada para el autor, como las obras recientes para esta obra de la que tendrá sus  quejas personales, sin necesidad de revisar lo que iba concluyendo. Obra que estrenará a finales de 1953, bajo la dirección de Evgeni Mravinski y después de un período dilatado de silencio recalcando con detalle los pasajes umbríos en respuesta al momento de presiones sociales que pesaban sobre el autor.

Jonathon Heyward, fue excelente traductor de ese Shostakovich implacable y descarnado desde  el  Moderato, en el que se expresó por la importancia del protagonismo de las cuerdas graves, con respuesta de clarinete y flauta, preparando significativos acordes desgarradores remarcados por trinos desesperantes y una acentuación final en estilo de vals. Para el autor, el realce de los pasajes heroico- dramaticos y trágicos.  El Allegro, descarnado e implacable, se expuso como un grito de respuesta, en un movimiento corto en comparación con el anterior. En el horizonte, la épica de Borodin, a través de los instrumentos de metal. 

El Allegreto, siempre determinado por el uso testimonial de sus siglas DSCH, detalle  para su escritura  que recuperaba aspectos del primer movimiento, destacando la trompa que recreaba esa atmosfera pesimista. El Andante-Allegro, permitió a oboe, flauta y fagot mostrar extensas y amargas quejas en medio de una manifestación colectiva, popular y desengañada, con un asomo concentrado propuesto por un cantus-firmus de trompeta y que conduce al Allegro en un estilo de bacanal. Viktor Vanslov, crítico de opiniones poco gratas, uso un tono duro con respecto a la obra, tildándola de composición de ideario trágico unilateral, cuyos colores e imágenes sombríos, además de uso exagerado del pesimismo de la obra, tenía poco que ver con el realismo.

Ramón García Balado

 

Claire Booth

Orquesta Sinfónica de Galicia / Jonathon Heyward

Obras de Jessie Montgomery, Richard Strauss y Dmitri Shostakovich

Palacio de la Ópera, A Coruña

publicado en RITMO, edición digital

19/04/2024

Carlos Sancho Cantus, director invitado con la Banda Municipal

 Teatro Principal. Santiago de Compostela


Concierto de la Banda Municipal bajo el reclamo Dende o Mediterráneo,  dirigida en esta ocasión por Carlos Sancho Cantus, ganador del II Concurso de Dirección Xoan Montes convocado por nuestra Banda compostelana y que se ofrece en el Teatro Principal- día 21, a las 12´00 h-, méritos reconocidos y adquiridos en una ambiciosa oposición por parte de quien accedió a la plaza  de la Banda de la Sociedad L´ Entusiasta Benifiaró, por recomendación de Teo Aparicio Barberá tras su paso por  la Banda de la Sociedad Musical Sta Cecilia (Fortaleny).  Estudió con Eduardo Arnau, en sus años de formación en Tavernes de la Valldigna, especializándose en trompeta con Julio Puig, Fernando Sansaloni, en el Conservatorio Superior de Valencia y a partir de 2004, en Castelló, con Vicente Campos, mientras probaba con sus primeras ambiciones profesionales con la Big Band de la Universtat Jaume I, de Ramón Cardo, ampliando en este espacio jazzístico con Voro García. En 2006, participó en el Festival Junger Kunstler (Bayreuth), realizando masters con Will Sanders. Un primer registro discográfico, dejó como resultado el trabajo Vares Velles, con All Tall, a la vista de la ampliación de conocimientos en estudios de dirección con Cristóbal Soler y Salvador Sebastià en la Nueva Universidad Búlgara (Sofía). Otras materias le permitirán acceder a cursos de Maurizio Colasanti (Sta Cecilia de Culleres) y maestros de prestigio como Alex Schilligs, Johan de Meij, Jan Cobber, tras reconocimientos obtenidos como el Premio del Concurso de Dirección Lifelong Learning Course & Contest, de Mezzocorona (Italia), puerta abierta hacia el Concurso Internacional de Kerkrode, de Holanda.

Para su matinal, tendremos obras de Manuel Palau, Miguel Asins, Andrés Valero y una suite de la ópera La Bohème, de Giacomo Puccini.  Manuel Palau Boix (1893/ 1967)  con Las Coplas de mi tierra, destacado maestro como dinamizador de agrupaciones de reconocido prestigio histórico, las históricas Bandas de Lliria y de Moncada ya desde los inicios de su carrera profesional, además de fundar la orquesta de cámara Pro Arte, agrupación que ampliará con el paso de los años, pasando a recibir el nombre de Orquesta Sinfónica Pro Arte, preparando un mundo de gran perspectiva en la que se darán cita la Banda Municipal, la Orquesta Sinfónica de Valencia, el Orfeó Valencià, la Sinfónica Madrileña o la Clásica de Madrid. Destacó precisamente como compositor cultivando con premura una estética cercana a las raíces de su tierra, en la que no estarán ajenas las innovaciones de su tiempo, con preferencia a las influencias del impresionismo francés que impregnará a tantos compositores de su generación. De refilón, tomará algunos aspectos de las tendencias de otra vertiente, pero centrándose en las apetencias más personales. En el espacio dedicado a las músicas para banda, se le recordará por trabajos como Bétera; Marcha Valenciana nº 2; estas Coplas de mi tierra o Les dances valencienes y la Marcha burlesca. No menor interés merecen las obras para coro y voz solista; las piezas para conjuntos instrumentales y piezas incidentales que ampliarán el catálogo de obras para orquestal. Entre sus maestros, destacaron Charles Koechlin, Albert Bertalin y en especial, por su admiración, Maurice Ravel y Jacques Ibert, en orquestación.

Miquel Asins Arbó (1916/ 1997), con Aném!, también valenciano en esta nómina de compositores mediterráneos, discípulo de Manuel Palau, con quien se formaría en Armonía y Composición, desarrollando su carrera en el ámbito militar, entre Valencia y Madrid, llegando a ocupar en 1980, el cargo como miembro en la Academia de San Carlos de Valencia. La dedicación a las obras para banda acaparará un rango de preferencia, de ahí su inclusión en las principales bandas españolas. Para ejemplo, composiciones como  Capotes y capotazos; Ripalda sogueros; El cornetilla; Marcha al combate; Diego de Acevedo; Dos marchas sinfónicas; Los madriles; Regimiento inmemorial; Viejos aires de la Nueva España; La noche de San Juan o Aire y Donaire. En el planteamiento de sus obra, se observa una aproximación a un regionalismo folklorista de variados matices, fruto de su carácter ecléctico que descubrirá aspectos cercanos al neoclasicismo muy en boga. Las seis canciones españolas (1950), sobre la  poética de Antonio Machado, fueron galardonadas con el Premio Nacional de Música de 1950, y en el espacio del cine, colaboró con Marco Ferreri y Luís García Berlanga.

Andrés Valero nos aporta Polifemo, una especie de poema sinfónico de este creador con estudios en el Conservatorio Superior Profesional de Valencia, y que siguió las docencias de Leonardo Balada, R.Ramos, Manuel Gadulf, Enrique García Asensio, E. Cifre, F.Tamarit y J.M. Vives. Desde 2004, es responsable de la Cátedra del Conservatorio de esa capital, siendo miembro activo  de la Asociación de Compositores Sinfónicos, tras pasar como miembro en residencia del Festival Spannish Brass Alzira (2005), y de la Joven Orquesta de la Generalitat Valenciana, a partir de los dos años siguientes. Participó en el Festival Brassrround (Torrent). Presentó una obra en estreno en el Palau de Les Arts Reina Sofía, en Valencia y en calidad de dirección, incluyó en sus programaciones obras de autores contemporáneos desde Luciano Berio a Salvatore Sciarrino; Leonardo Balada, R. Mira. M.Daugherty, J.Lord, H. Mertens y algunos trabajos propios en esas tendencias.  Para completar programa, una suite de la ópera La Bohème de Giacomo Puccini, ópera por excelencia del verismo sobre libreto de G.Giacosa y L. Illica, basada en el relato de Henri Murger, Escenas de la vida bohemia, y estrenada en el Teatro Reggio de Turín, el 1 de febrero de 1896, bajo la batuta de Arturo Toscanini, que, curiosamente, no tendría una gran acogida.

Ramón García Balado        

 

17/04/2024

La Passion de Simone Weil según Kaija Saariaho

 Santiago de Compostela - 17/04/2024

Kaija Saariaho, en su tercera comparecencia en colaboración con Amigos de la Ópera de Santiago, esta vez dirigida por Joana Carneiro, conocedora de esta obra estreno en España y que ya había abordado en otros compromisos, tras la primera cita con Ciel d´Hiver, abriendo curso y  cuando contábamos con la autora como artista en residencia que por obvias razones fue una experiencia que no pudimos compartir, la segunda había sido con D´om le vrais sense, para lucimiento de su dedicatario, el clarinetista Kari Kriikku.

Solistas en canto fueron la soprano Karen Vourc´h, y el cuarteto formado por Ângela Alves, Joanna Valente, André Lacerda y Luís Pereira además de la bailarina Inês Pedruco y la narradora Inés Salvado Gontad. En conjunto, la propia Simone impregnaría  su mística obsesiva a través de cada uno de los intérpretes, apoyados en el texto tramado por Maaluf y Peter Sellars. En su homenaje y acompañándonos,  la presencia de su compañero Jean Baptiste Barrière.  

En atriles, se nos ofreció la versión camerística, una obra que había tenido su estreno en el Festival de Salzburgo, en un homenaje a la pensadora y con un tratamiento escénico de Peter Sellars, en lo que se anunciaba como Festival New Crowner Hope (Nueva Esperanza Coronada), nombre de la logia masónica cofundada por el entorno mozartiano en sus años finales, poco después de la Revolución Francesa, que prohibía las logias en Austria. Un nombre que resultaba significativo aludiendo con ello a la antorcha de confianza que guiaría a las nuevas generaciones, una producción para aquel certamen, que contaría con la colaboración del bailarín congolés Faustin Linyekul.

La Passion de Simone Weil, resulta encuadrable dentro del género del oratorio, cercano en lo posible a sus óperas como L´Amour de loin, encargo para el Festival de Salzburgo y del período en el que Gérard Mortier ejercía como director en el Théâtre du Chatelet parisino, comienzo de una etapa fructífera de la compositora finesa, muy relacionada con el escritor libanés Amin Maaluf a la que seguiría poco después otra ópera de gran aceptación, Adriana Mater, en la Opéra de Paris, encargo igualmente de Mortier y dramaturgia de Sellars. Obra de relumbrón sería Château de l´âme, un ciclo embriagador de mélodies que llevaría a la cumbre Dawn Upshaw, junto a Esa-Peka-Salonen (Sony) o las sugerentes Du Cristal…à la fumée, Septs papillons (para chelo solo) o L´aile du song, Graal Théâtre (violín y orquesta), para Gidon Kremer.  D´om le vrais sense, aquella apoteosis sonora que nos dejó traspuestos tras la lectura de Kari Kriikku, había sido estrenada por el intérprete con la O. de la Radio de Finlandia tutelada por Sakari Oramo, fruto del compromiso de esa orquesta, la Fundaçao Casa de Musica, la BBC, y la O. de la Radio Sueca, mientras abordaba la ópera Adriana Mater (2006).

Casi ochenta minutos para La Passion de Simone Weil, obra con notable despliegue de plantilla, rica en recursos contrastantes, en versión orquestal: 3 flautas; 2 oboes; 2 clarinetes; 2 fagotes; 4 trompas; 2 trompetas; 2 trombones; tuba, timbales, percusiones (bombo, concha, crótalos, carrillones de vidrio, glockenspiel, marimba, placa metálica, platillos suspendidos, tam-tam, triángulo, vibráfono y bloque de madera), arpa, celesta, cuerdas, electrónica (además de voz hablada, solo de soprano y coro, para su estreno con la Los Angeles Orchester  Philharmonic, en un planteamiento que respondía a sus pretensiones del dominio propuesto en el rango de las texturas sonoras, la amplitud de registros y las resonancias tímbricas, en beneficio de las cualidades sonoras en su conjunto.

Todo ello producto de una asumida experiencia ya cimentada en los años de formación en la escuela del IRCAM, de Pierre Boulez, por la que había pasado en la década de los ochenta. Será precisamente la realidad del sonido quien obtenga argumentos que se harán tangibles en el conjunto de sus obras, en este caso por su confluencia posible con la tradición barroca-las Pasiones bachianas o las de sus contemporáneos-, trasladadas al tiempo presente y el emparejamiento con el misticismo sincrético del ideario filosófico de Simone Weil (1909/1943) sobre una fuerte acentuación de un estado emocional hipersensible y profundamente dramático.

A efectos reales, nos centramos con la versión camerística (2013),destinada al Musik Centre Slovakia, en iniciativa del Crossroads de Lubin,  trabajo recibido por sugerencia de los directores  Aleksi Barriére, de la que saldría esta reducción que facilitaría su divulgación en este formato, por las menores exigencias instrumentales. Una orquestación para 19 instrumentistas y sus planteamientos electrónicos, tan habituales en muchas de sus obras. Cuatro voces solistas ocupan el espacio del coro- soprano, alto, tenor y bajo-, motivos algunos que recuperará en Only the Sound Remains, que comenzará de inmediato, tras el arreglo de esta obra. La versión camerística, con segura aceptación, se dio a conocer el 14 de noviembre de 2013, en Bratislava, en las actividades del Festival Melos-Ethos, dedicado a la Música Contemporánea, contando con la Compañía musical La Chambre aux échoes, precisamente con el protagonismo de la soprano Karen Vourc´h, asistida por un cuarteto vocal y una actriz, además de la O.C. de la Secesión, dirigida por Clement Mao- Takacs y una dirección escénica de Aleksi Barriére.

Producciones posteriores contarán con la soprano Sayuri Araida y otras en su planteamiento escénico, recuperaron a Peter Sellars, con la figura de Julia Bullock (Deutsche Oper Berlin), en 2015; Ojai Music Festival, del año siguiente, o el de la  Sidney Chamber Opera (2019), con la soprano Jane Sheldon, con las direcciones de Jack Symonds e Imara Savage.

Karen Vourc´h, la soprano que nos acompañó es una voz especializada en roles de similares exigencias tanto vocales como actorales y para muestra en producciones como Pelléas et Mélisande, de Claude Debussy; Vanessa, del mismo título de Samuel Barber; Marzeline, de Fidelio (Beethoven), roles mozartianos como Fiordiligi (Cosí fan tutte) o Donna Elvira (Don Giovanni); La Femme (La Voix Humaine), de F.Poulenc/J. Cocteau), además de Blanche de la Force( Dialogue de Carmelites); Quatre Instants, de Marko Letonja; Sept poémes de Alexandre Bloch; L´enfant et les sortilèges (Maurice Ravel). Cantante con estudios en la École Superieur de París, mientras se especializaba en actividades ajenas al mundo de la música en la DEA, recibiendo en el año 2009 el mérito como Revelation Artiste Lyrique Victoires Musique Classique. Un canto en forma sprechgesang dentro de un contexto en el que sus compañeros en escena, sublimarían el misticismo agónico de la pensadora.

Ramón García Balado

Karen Vourc´h / Ângela Alves / Joana Valente / André Lacerda / Luis Pereira / Inês Pedruco.

Real Filharmonía de Galicia / Joana Carneiro

Colaboración con Amigos de la Ópera de Santiago

Kaija Saariaho. La Passion de Simon Weil

Auditorio de Galicia, Santiago de Compostela

 

 publicado en RITMO, edición digital

16/04/2024

Colores de la memoria: Itziar Viloria Céspedes y Huang Ruo

 Teatro Afundación, Vigo

Auditorio de Galicia, Santiago de Compostela

Wu Wei

Programa en los límites de ciertas polémicas recientemente vividas en cuanto a división de opiniones y que vistos los resultados,  no tendrá resolución posible entre opiniones encontradas, vuelve Baldur Brönnimann a decidirse por el planteamiento previsto para la temporada y que en esta ocasión se decide por dos creadores que mantendrán el proyecto: Itziar Viloria Céspedes-con obra  de encargo de la RFG y la Euskadiko Orkestra, Oihartzun gorriak (ecos rojizos) y el compositor chino/americano Huang Ruo- The color yellow for shêng (instrumento  con el que podremos familiarizarnos) y orquesta, y que interpretará Wu Wei, quien ya ofreció la tarde de martes una muestra de los recursos del ancestral instrumento a alumnos del Conservatorio Profesional de Santiago, a las que se añade El pájaro de fuego de Igor Stravinski- versión de 1945-, en interpretación de nuestra orquesta, con una primera sesión en el Teatro Afundación de Vigo- día 17, a las 20´00h-, y la siguiente en el Auditorio de Galicia- día 18, a las 20´30­, y cita previa de Conversando con…19´45, con el propio director. Polémicas siempre tendremos por obras como las  de Roberto Gerhard, del que tuvimos presencia en dos conciertos y hasta las propuestas de Timothy Brook, que curso a curso supo añadir el detalle sonoro  para las jornadas de Cineuropa; las dudas en cuanto a la pertinencia de programar barrocos, vistos los recursos que aportan formaciones con planteamientos históricamente informados y tantas otras diatribas pero a la postre, queda la definitiva  urgencia de buscar el insalvable punto de equilibrio.

Itziar Viloria Céspedes, es una joven artista dedicada a proyectos multidisciplinares en colaboraciones con profesionales de otros ámbitos como las artes escénicas, la arquitectura y los medios pujantes en los tiempos presentes, tuvo como primeros maestros a Mauricio Sotelo, Christophe Havel y Pierre Jodlowski logrando desde los comienzos integrarse en iniciativas como Gaudeamus Muziekweek, perteneciente al IRCAM Composers Journey, el IMPULS Festival; el Ulysses Network Programe Creative; el Bernaloa Festibale; el MIXTUR Fest., la Orkestra Nacional Vasca o curiosidades como la ofrecida en el Teatre de Liceu de Barcelona en la II Convocatoria del (Ò )Pera del Liceu, supervisada por Àlex Ollé, que reunía cuatro semi-óperas de Carlos de  Castellarnau; Marian Márquez y Andrey Gallen. Su obra se presentaba con el título de In the biggining everything was White, en colaboración con la soprano Adriane Arana y la dirección de Jordi Oriol; otras aportaciones suyas había sido Dialogues with de City, para el Norwegian Theatre Accademie y el Lliure y para la ABAO, Gazteam, además de Formas circulares con recursos electrónicos para el Ernst von Siemens M.Festival o Sustraiak , para cuarteto de saxofones estrenado por el Aslan Ensemble.

Huang Ruo- The colour Yellow for Shêng and Orchestra- estreno el España del compositor chino asentado en los Estados Unidos, formado en el Conservatorio de Shangai, y con ascendente familiar para ampliar en su salto americano a la Juilliard School of Music neoyorquina. Músico prolífico en el encuentro de tendencias diversas desde las influencias académicas a las confluencias con los estilos en boga. Obras suyas fueron dirigidas por reconocidos maestros: Wolfgand Sawallish; Michael Tilson Thomas; James Conlon, Dennis Russell Davis, Alex Liebsrich, Marion Alsop o Ed Spanjaard, por formaciones como la Seattle P. O.; la de San Francisco; la O. f. de Kiel, la de la Radio Polaca, la Philharmonic de Hong Kong o la New York Philarmonic. Grupos cameristicos también le encargaron obras: la London Sinfonietta, el Diotima Quartet, el Ethel Quartet, el Asko- Schönberg Ensemble o el REMIX Ensemble. Es autor de la ópera Paradis Interrupted, destinada al Lincoln Center y dirige el Mannis College of Music de la New York School y el Ensemble FIRE (Future in Reverse).

 Para su obra, un instrumento de sonoridades que nos acercan a las posibilidades de los órganos de boca, en Shêng,  ancestral en la cultura mítica china y cuya clasificación se verá condicionada por los materiales usados en su fabricación muy cercano al Shô japonés. En su origen, una calabaza valdrá como material de uso primario primando el añadido de lengüetas metálicas y tubos vegetales de bambú y embocadura en forma de cuello de oca. Suele componerse de 16 tubos de bambú de distinta longitud de los cuales el más largo puede llegar a  medir unos 50 centímetros y colocados en círculo; en principio se sitúan enfrentados dos a dos, los más pequeños pegados y los más grandes simétricamente separados. Todos ellos se juntan en la cámara de aire que es de madera labrada y lacada en su parte externa. El Shêng es el único instrumento chino afinado por semitonos que permite emitir simultáneamente-además de las notas dobles a distancia de cuarta y de quinta-, tres o cuatro notas e incluso más; la extensión abarca desde La 3, al Mi b 5, es decir, una octava y media aproximadamente, siendo utilizada la escala pentatónica (por ejemplo: La, Si, Re, Mi, Fa sost). La sonoridad es de una delicadeza extrema y el timbre suave y velado, especialmente apropiado para las orquestas de la Corte o del teatro en las que los acordes prolongados del Shêng, acompañan al canto de manera admirable.     

Igor Stravinski para acomodarnos en repertorio reconocible gracias a El pájaro de fuego, destinado a las evoluciones estéticas de Fokine, con atrezo de Golovine, excepto en un par de escenas de Leon Bask y en atención a la Karsvina. Veníamos de soportar la presión del Grupo de Los Cinco, agobiantes por su intenso nacionalismo, frente a la presencia de la pujanza wagneriana, entre otros del momento. Cruce de influencias,  que se desdicen por evidentes enfrentamientos, todo cambiará a partir de ahora por la conquista de nuevas expresividades, dentro de un polémico estilo aparentemente neutro, quizás en fase transitoria, momento en el que muere quien había sido su preceptor Rimski-Korsakov, siempre para mejor por esas urgencias que definirán su obra desde entonces. Una primera idea de Diaghilev, se engarzará con sugerencias de Fokine, confluyendo en esta obra apoteósica, desde un argumento asimilable al arte coreográfico que sabrá electrizarnos. El mago Katch chei, el universo seductor del pájaro sobre el enfrentamiento de Ivan Tsarevich, príncipe- héroe que logrará sobrevivir precisamente gracias al apoyo del pájaro, contextualizado en 19 números que partiendo de la escena en los jardines de Kachtei, nos llevará a espacios como el juego de las princesas con las manzanas de oro; el carrillón mágico- aparición de los monstruos guardianes; La danza del séquito; la infernal de Kachtei y sus súbditos; su muerte que cerrará con el derrumbe del Palacio de Kachtei y la pérdida de los encantamientos.

Pura fastuosidad de un relato fantástico-orientalizante, que poco tiene que ver con una revolución en lo musical que facilitaría su éxito respondiendo con su rechazo a los modelos wagnerianos o debussystas, dentro de un planteamiento armónico de ideas eficaces en un mundo luminoso. De Rimski-Korsakov mantiene ciertos orientalismos procedentes de El gallo de Oro, Sadko o el Zar Saltan. Entre diatonismo y cromatismo, se revelan los detalles orientalizantes, con aspectos como la danza infernal de Kachtei, en el plano rítmico, pudo conservar su energía por el rigor de su actitud. Es el timbre igualmente quien resuelve aspectos decorativos, y para mayor confirmación, el reconocimiento recibido por los grandes- Ravel, Manuel de Falla, Florenz Schmitt o Satie, mientras establecía buenas  relaciones con Puccini; A. Casella; Sara Bernhardt, Proust, Giraudoux y P.Claudel.

El pájaro de fuego, obra tentadora, de unos tres cuartos de hora, usa en principio una gran orquesta sinfónica, (maderas a cuatro), y que llevará a nuevas suites y arreglos tomados de la obra, como la de 1911 aunque también para gran orquesta, que opta por cinco números, concluyendo con la Danza infernal, se publicará ocho años después, con maderas a dos y realizada por Morges, que pronto tuvo aceptación. La del año 1945, elegida para el concierto de hoy, fue preparada en los Estados Unidos, recibiendo el previsible nombre de Suite de ballet  y recurriendo a diez de sus números en un resumen de media hora. Quedarán otros trabajos de interés camerístico: violín y piano, de la firma del propio autor y perfilada a salto de mata entre 1929 y 1933, además de Summer Moon, un slow sobre el tema del Khorovode de las princesas, con las manzanas de oro (Summer moon, you bring the end of my love story… sobre lyrics de John Klenner en arreglo de Lou Singer.

Ramón García Balado                                                                                           

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