03/08/2023

Curso Airas Nunes, en la Escola de Altos Estudos Musicais

 

 Cita a lo largo de la semana entre los días 3  y 8 de julio, en una nueva convocatoria  de actividades docentes y concertistas integradas en el Curso Airas Nunes, que promueven los hermanos Manuel y Javier López Jorge, que en esta ocasión llevarán a cabo su proyecto en la Escola de Altos Estudos Musicais (EAEM), centro del que surgen alumnos todas las temporadas, gracias a la colaboración de maestros de élite y músicos de nuestra RFG. Un ideario a seguir que desde su primera convocatoria conserva planteamiento de indiscutible solvencia y al que también se añade el chelista Millán Abeledo Malheiro. Un grupo de 54 alumnos, procedentes de los países más distanciados, desde Hungría, Polonia, Francia, Israel, Turquía, hasta completar Holanda, Croacia, Japón, Chipre, China, Suiza y España. Observamos a lo largo de tan dilatada trayectoria, la generosa colaboración en el cuadro del profesorado, con alguno de los maestros que la probaron las primeras experiencias, quizás un tanto arriesgadas, ofrecidas en el primer año. Optando a la serie de conciertos compartidos que nos llevaron desde el Paraninfo da Universidade, al Mosteiro de San Paio, el CGAC y el propio Casino compostelano.

El cuadro del profesorado, nos trae las docencias de los pianistas Claudio Martínez-Mehner, András Kemenes y Kennedy Moretti, cada uno de ellos con su procedencia reconocible. Martínez Mehner, en representación de la Hochschule für Musik Basel & Hochschule für Musik und Tanz Köln. András Kemenes, veterano y cabeza visible del curso desde el comienzo, es maestro de la Academie Ferenz Liszt, de Budapest y Kennedy Moretti, lo hace en nombre de la Escuela Superior de Música de Catalunya. Martínez Mehner, con raíces en Bremen, estudió en el Real Conservatorio de Música de Madrid, con Amparo Fuster, Pedro Lema y Joaquín Soriano, ampliando en el Conservatorio Tchaikovski, de Moscú, en la Escuela Reina Sofía y en la Hochschule für Musik, de Freiburg, en el Baltimore Peabody Conservatoire, y en la Fondazione per il pianoforte, realizando masters con Murray Perahia, Fou Ts-Ong y Dietrich Fischer Dieskau, Mstislav Rostropovich. Ganó importantes concursos internacionales y es un activo colaborador en las impagables programaciones de la Fundación Juan March. Kennedy Moretti, es pianista del que tenemos buena impresión desde su participación en el Certamen Todo Lírica, acompañando al bajo Simón Orfila. Nacido en Brasil, es pianista con fundamentos en la Academia Ferenc Liszt, de Budapest y en las Hochschule Wien, convirtiéndose en un excelente repertorista, de maestros como Alfredo Kraus, Marina Pardo, Aquiles Machado o Mariola Cantarero, compartiendo labores en la Escuela Superior Reina Sofía.

El chelista Xavier Gagnepain, tuvo la fortuna de asistir a las docencias de Maurice Gendron, músico que estrenó el Concierto para chelo de  Prokofiev; el segundo de Paul Hindemith, la Serenata de F.Poulenc o las Variaciones de Concierto de Pau Casals, quien le acogería en Prades. Ganó Premios en Sâo Paulo y Munich, y colaboró con formaciones como la London Symphony Orchestra o Los Solistas de Moscú. Es profesor en el Conservatorio Boulogne-Billancourt, al tiempo que se interesa por la dirección orquestal. Uno de sus registros recientes está dedicado a Gabriel Fauré.   El flautista André Cebrián, valor añadido del Curso Airas Nunes, es recibido como representante de la Scottish Chamber Orchestra; del Azahar Ensemble y de la Ac. de la Fundación filantrópica Baremboin-Said. Cebrián pasó por la Gustav Mahler Jugendorchester, por la JONDE, y es profesor en el Conservatorio Superior de Aragón. Fue dinamizador del Natalia Ensemble, grupo al que seguimos más de una vez en sus visitas por nuestra tierra.

Yuval Gotlibovich, profesor de viola, en representación también de la Escuela  Superior de Música de Catalunya, es músico al que tuvimos con nuestra RFG como solista a comienzos de 2017, bajo la dirección de Pierre Dumossaud, para interpretar Harold in Italia Op. 16, de Héctor Berlioz, en una sesión que completaba la Sinfonía Italiana de F.Mendelssohn. Obtuvo galardones como los certámenes Lionel Tertis (GB), Fischoff (USA) o Aviv (Israel).Realizó arreglos como las Variaciones Goldberg, registradas por Sony, con el Trío Garnaty. Cuida en especial la combinación de la creación y la improvisación, cuyo producto se ve reflejado en sus  trabajos para el cine o las sesiones en directo de notables resultados artísticos. El sello Naxos, especializado en proyectos innovadores, hizo posible la publicación de la obra para viola de Ramón Paus.  Gotlibovich, es profesor en Suiza y en nuestro país, un maestro que se incorpora a las actividades del Curso Airas Nunes. También es profesor en la Universidad de Indiana y en el Conservatorio Dalla Svizzera (Italia) . Entre sus maestros, aparecen Anna Rosnovsky, Atar Arad y Lilach Levannon. Su Sonata para viola y piano, fue grabada por Nakubo Imai e Izumi Tatero, para el sello Da Vinci. Queda a la espera su publicación del Concierto para viola, de nuestro añorado Antón García Abril, con la RFG dirigida por Paul Daniel, uno de sus detalles de profundo agradecimiento.

Ramón García Balado

   

Cuarteto Quiroga: Haydn, Bartok y Brahms

 

Vilagarcía de Arousa - 04/07/2023

Impagable visita de nuevo del Cuarteto Quiroga al VI Festival Clasclâs de Vilagarcía de Arousa, para un programa en el que ofrecieron  obras de F.J.Haydn, B.Bartók y J.Brahms. Son ellos, como formación estable, los violinistas Aitor Hevia y Cibrán Sierra; el viola Josep Puchades y la chelista Helena Poggio. 

En su ideario bastará recurrir a los propios argumentos de su evolución y escuela. Aitor Hevia, nos pondrá  al tanto de quienes fueron sus maestros, en principio en la Escuela Reina Sofía con Rainer Schmidt, antes de seguir en la Hochschule  für Musik, de Basilea, con ese maestro y Walter Levin, reconociendo la labor de Hato Beyerle, con importante soporte, el músico que había sido viola fundador del Alban Berg Quartet, en la European Chamber Music Academy.

Para ampliar argumentos, Cibrán Sierra recordará las importantes influencias de Ferenc Rados, gran pianista y pedagogo húngaro; el compositor György Ligeti, András Keller, los eslabones de una cadena de cuartetos –Lasalle, Alban Berg, Hagen- de quienes sacarán su genealogía. Cibrán, justifica el nombre del grupo: du familia es de Pontevedra y su abuelo conoció mucho a Manuel Quiroga y a su hermano Emilio y él creció con la memoria de Quiroga. Para Helena Poggio, el hecho de un cuarteto requiere entrega y un sacrificio de intereses, refrendado por el paso del tiempo a través de las distintas escuelas. Para Josep Puchades, el cuarteto  goza de esa  inmensa fortuna por la suerte que les permite trasmitir lo recibido gracias a la docencia de sus maestros, avalada  por las escuelas que impregnarán una carrera reconocible.

F. Joseph Haydn con el Cuarteto para cuerdas Hob: III Op. 42, en Re m., obra perteneciente a breves cuartetos destinados a España, en 1784- en este caso al Marqués de Villafranca, obras que merecieron atención reciente en las actividades de la Fundación Juan March, en el ciclo Goya y el Haydn español-, datando su manuscrito autógrafo data del año siguiente, posiblemente una obra aislada. Composición que mostrará correcciones observables en el tipo de tinta diferente lo que asegura ese trabajo de revisión que constatamos especialmente en el Adagio.  Cuatro movimientos que no sobrepasan el cuarto de hora dejando una curiosidad  sobresaliente por sus resultados cargados de poderosa energía.

El Andante ed inocentemente, en Re m., se resolvía dentro de  la forma sonata sin excesos ni ostentaciones, a modo de una clara introducción, llegando al final con un detalle en pianissimo que preparaba el Minuetto (Allegretto), en Re M. de equilibradas proporciones que evocaban el conocido Op. 64, nº 5 (La alondra). El Adagio e cantabile, podía  tener familiaridad con Mozart, por su amplia melodía, serena y apacible, a lo largo de casi 50 compases. El Finale Presto, en Re m., destacó por su concisión remarcada por las técnicas de fugato, con la forma sonata. La segunda repetición, en ocho compases nos trasladaba del fortissimo al pianissimo, en su despedida.

Béla Bartók con el Cuarteto para cuerdas nº 3, Sz. 85, en Do sost. m., obra de 1927, estrenada en Londres por sus colegas el Cuarteto Waldbauer-Kerpely, en 1929, pocos días antes de que el histórico Cuarteto Kolisch lo ofreciese en una segunda audición, formación  que contribuyó a difundir la obra de los músicos de la Segunda Escuela Vienesa. Será el más breve de sus impresionantes seis cuartetos, siendo con ello el revelador de una densa escritura  muy elaborada a partir de cortos motivos melódicos que llegarán a considerarse como micromelodías, un anticipo de corrientes que tendrán vigencia en la actualidad –hablamos de Ligeti-, y cuyo personal resultado será una clara tensión dramática a consecuencia de su densidad, verdadero elemento conductor, gracias a una escritura contrapuntística y de tintes enmarañados, determinados por la diversidad de formas de ataque (armónicos, glissandi, martellato, sul ponticello, etc…). La idea conceptual del cuarteto, en lo tonal estará condicionada por el cromatismo. En definitiva, será el más audaz de los seis cuartetos.

Johannes Brahms y el Cuarteto para cuerdas Op. 51, nº 1, en Do m., obra que se desarrolla en los tiempos Allegro-Romanza (Poco Adagio)-Allegretto molto moderato e comodo y Allegro, perteneciente al grupo de dos cuartetos dedicados a Theodor Billeroch, ilustre cirujano vienés, además de dotado pianista, violista y violinista. Dos obras que materializan la fusión de ideas y que para Deiters, con respecto a la que tendremos, nos hallamos ante una paleta rica en colores maravillosos: tintas variadas, el más sombrío abatimiento en los  lances de pasión y que culmina en una tumultuosa energía en la coda. Un Brahms frisando la cuarentena, la noticia de estos dos cuartetos nos llegará por Clara Schumann.

Ya en el Allegro, a pesar de su continua tensión dramática, destaca por las diversas voces con la típica alternancia de la escritura polifónica de notable poderío de comunicación. La romanza, revela las cualidades del cuarteto, que se distancia de cualquier desmesura gracias a su voluntad expresiva que se mantiene con una entrega absoluta.

La emoción es siempre intensa y generosamente lírica. El Allegretto, presenta una singular forma tan de su estilo, a medias entre el intermezzo y el scherzo, sustentado por un espectro emotivo amplio y poco definido, impregnado en lo posible de un humor nórdico característico, al que se añade un trío de gracioso ritmo. El Allegro Final, observaba pues  un despliegue de riqueza melódica fuera de lo común y que para ciertos especialistas no deja de bascular dentro de un academicismo forzado, que logra fundir episodios excitantes con envolventes alientos de dulzura. Un cuarteto que se presentó el 29 de noviembre de 1873, en el Tonkunslerverein de Hamburgo en interpretación privada, casi al tiempo de la pública de los dos en el domicilio del doctor Billroth.

Soberbias lecturas tanto de Bartók como de Brahms y un detalle reseñable porque la velada lo exigía. El bis, mano de santo del Cuarteto Quiroga, el arreglo de la Panxoliña para Nadal de 1829, del m.c. José Pacheco, de la Catedral de Mondoñedo, cuyo legado fue estudiado por Carlos Villanueva en su tesis Los villancicos gallego de la Catedral de la Catedral de Mondoñedo. Esta pieza exultante, elegida para los bises levanta entusiasmos arrebatados entre los adicionados y como tal, está incorporada a su registro The London Music Nights. Corren a  otras latitudes divulgadas, interpretaciones como las de Efraim Díaz o Bandas tradicionales. Siempre los cancioneros y las herencias legadas por los maestro de capilla, son fuente inagotable de fecundas sorpresas.  

Ramón García Balado        

    

Festival Clasclâs, Vilagarcía de Arousa

Cuarteto Quiroga

Obras de F.J. Haydn, Béla Bartók y J. Brahms

Auditorio de Vilagarcía de Arousa


17/07/2023

Carlos Mena: Vivaldi, entre Gesualdo, Caldara y Händel

A Coruña - 22/02/2023

El contratenor Carlos Mena en su función como director del Coro de la OSG, presentó un programa plenamente barroco en el que tuvo como solistas a las sopranos María Espada y Lucía Caihuela, y a Beth Taylor, en la cuerda de alto, con páginas escogidas de Carlo Gesualdo, Antonio Caldara y G.F.Händel y dos obras profundamente significativas de Antonio Vivaldi: el Stabat Mater RV, 621, y el Gloria RV 589, además del motete Filiae maestae Jerusalem RV. 638. Carlos Mena, que tan gratas sesiones nos ha ofrecido como contratenor, es un cantante con raíces en la Schola Cantorum Basiliensis, en sus años de formación con Levit y Jacobs, y que tras larga experiencia fue probando con repertorios que trascendían los barrocos, para adentrarse en espacios como el Ars subtilior, Juan Hidalgo o Tomás Luís de Victoria, en perspectiva inversa o contemporáneos como Sánchez-Verdú, Alberto Iglesias o Benjamin Britten.

La opción de dirigir, fue una trayectoria cautelosa desde que había probado con la Capilla de Sta María, impulsada por la fundación de la Catedral de Vitoria, preparando excelentes resultados que se convertirán en garantía de futuro y ahí nos encontramos con la producción para el Teatro de La Zarzuela con De lo humano y lo Divino, de Juan Hidalgo o una aventura posterior exhumando Il trionfo d´amore, del portugués Francisco António de Almeida.

Carlos Mena, llegó a coincidir con las cantantes en proyectos precedentes, una María Espada de claridad expresiva y una notable dicción, fruto de esa madurez cimentada por años de profunda experiencia en el ámbito de repertorios barrocos al que añade un timbre de grato colorido sonoro. Lucía Caihuela, contribuía gracias a una regocijante proyección en un reconocible equilibrio en el que sobresaldría un detallado tratamiento a la par que un respeto de estilismos de género, beneficiándose de un agudo bien proyectado, no menos que la contralto Beth Taylor, como comprobamos en la obra en la que su protagonismo no permitía concesiones, concediendo un registro grave corpóreo y dramáticamente solvente.

Carlo Gesualdo en un Miserere, salmo de absoluta intensidad patética idea de la pasión cegadora el Príncipe de Venosa de funesta biografía que en este salmo obliga a una profunda reflexión que no deja de constatar una actitud que ayuda a descubrir su complejo carácter digno de los más temibles augurios y que se materializará en sus obras de peso, gracias al uso premonitorio del sentido de los cromatismos, en un complejo equilibrio entre los aspectos complejos y los más simples y que en esta pieza se observa en menor medida. Perfecta consecuencia en este músico admirado y temible, que es un ejemplo de la transición del Renacimiento al Barroco en sus primeros resultados. Carlos Mena como oficiante y contratenor, aportó su protagonismo para un lamento salmodiado al que secundaba el coro en un segundo plano de discreto apoyo.

Antonio Caldara con el aria de Maddalena…In lagrime stemprato, un veneciano que se hará apreciar en Viena, y posible alumno de Legrenzi, siendo a la par un virtuoso de instrumentos de cuerda sin renunciar a las obras escénicas con resultados como Ifigenia in Aulide, Scipione nelle Spagne, Andromaca o L´Inganno tradito dall´amore y oratorios como Maddalena ai piedi di Cristo, Il Re di dolore, San Pietro in Cesarea o Gesú presentato nel tempio, obras que en su mayoría se conservan en la Biblioteca Nacional de Viena, junto a vísperas, motetes, ofertorios y otras pieza de oficio. Veremos en su manera de hacer, inevitables influencias admitidas de la escuela veneciana, la de Cavalli y Monteverdi y que en el aria que escuchamos, que conserva un detallado tratamiento del texto para realzar la acción dramática, que era una evidencia del conjunto de su obra, en la que no descuida el reconocible equilibrio entre las tendencias conseguidas entre las culturas musicales recibidas a consecuencia de las escuelas asimiladas.

G.F. Haendel con el aria de Maddalena y su recitativo- Notte funesta…Ferma l´ali-, perteneciente a su primer oratorio sacro La Resurrezone HWV 47, sobre un libreto de Carlo Sigismondo Capece, estrenado en Roma el 8 de abril de 1708, en el Palacio de Bonelli, en el que destacaron dos sopranos, una voz de alto, además de tenor y bajo. Obra surgida de un encargo del Príncipe Francesco Maria Ruspoli, en enfrentamiento de posturas con una Passione de Alessando Scarlatti. . Para ese oratorio, no se escatimaron medios artísticos, y en especial de cantantes, contando con la dirección de A.Corelli, pensando para el evento con un público selecto. El rol de Maddalena, sería interpretado por un castrato, para un rol en el que junto a Cleofas, llevarán a su más encendido lamento, las exigencias del estado emocional. Un oratorio que sobresale por las arias y recitativos, típicamente italianas y con el detalle de que uno de sus coros, dejará elementos para una bourré de la Wasser Musik. En otra de las arias de Maddalena, Ho un non so che nel cor, tomará una melodía próxima a Arcangelo Corelli, que se convertirá en una tonada popular.

Antonio Vivaldi con tres obras comenzando con el motete Filiae maestae Jerusalem RV 638 , un estilo de introduzzioni, con dos recitativos y un aria y que sería compuesto con un Miserere en Do m. que se perdió definitivamente, destaca en la breve composición el valor concedido a la serie de largos acordes de solemne consideración para buscar un sentimiento conmovedor. La Biblioteca Nacional Giordano, de Turín, conserva un documento un tanto a la sombra de grandes oratorios como los que completaron la sesión. Motete de concedería razones para confirmar en excelente grado de gracia de la intérprete en una pieza que requiere un punto de precisión y perfecta compenetración con la orquesta que la acompañaba.

El Gloria en Re M.RV. 589, del año 1713, reservado para el final tras una breve pausa, tras la escucha del resto de las obras y un ejemplo de cuando componía para la Pietà, tras ocupar la plaza de Gasparini. Obra en 12 números en combinación con diversos, tempos y estilos, logrando una variedad de recursos. Acordes de imponente poderío abren el Gloria in excelsis Deo, con fulgurantes figuras de las cuerdas, cercano al tenebrismo de otros compositores. Et in terra Pax, con la presencia del coro, nos ofreció a una atmósfera melancólica, ajena al Vivaldi más entusiasta. Laudamus te, fue tiempo para el lucimiento de las dos sopranos, una pura calidad en el discurso armónico.

Importancia tuvo en el Gloria, el coro Gratias agimus tibi, y el Propter magnam gloriam tuam, en un engarce con la parte instrumental, en un conseguido dinamismo. El Domine Deus, destacó a la segunda soprano, asistida por un oboe obligato, para destacar la devoción y la pureza, gracias a la delicadeza de la melodía, preparando el coro Domine Fili unigenite, en un contraste luminoso para pasar al Domine Deus Agnus Dei, dedicado a la voz de contralto y coro, que mantuvo un protagonismo fundamental, sosteniendo la unidad esperada. Quoniam tu solus Santus, recuperó aspectos del Gloria del principio. Cum Santo Spiritu, para prestigiosos analistas, viene a resultar el argumento de la forma en la que los compositores recurrían al uso de préstamos comunes en un particular beneficio, en un tributo a la majestuosidad requerida.

El Stabat Mater RV 621, sobre un texto cercano al franciscano Francesco da Todi, reclama una voz de contralto a solo y para ratificarlo, la arrebatada entrega de Beth Taylor, arropada por orquesta de cuerdas y continuo. Una ruptura del compositor con respecto a las reglas vigentes, propias en otras obras suyas. Renuncia a la alternancia de tiempos vivos y lentos, optando por los segundos desde el Largo al Andante, el Lento y el Adagio. Obra que se resuelve en una serie de números desde el Stabat Mater, al Cujus abimen gementem, O quam tristis..Quae moerebat, Eja Mater, fons amoris , Fac ut ardeant cor meus (en forma de siciliana) con el Amen, de conclusión. La parte musical e instrumental, se atiene a resaltar la importancia del texto, entregada a una actitud discreta, facilitada por esa forma musical de una serie de Adagios encadenados, entre amplios recitativos, extremadamente lentos. Melodías de un ámbito sin alardes, remarcados por el continuo. Los violines, se sujetan al silabismo textual, en forma de unísono rítmico con las voces. Un arrebato vivaldiano en la cumbre de un sentimiento de aflicción, en reclamo de la meditación ansiada.

Ramón García Balado



LucíaTavira y Alejandra Esteba: Premios Compostela Lírica

Diez fueron los elegidos para la final del “Primer Concurso de Canto Compostela Lírica”, promovido por “Amigos de la Ópera de Santiago”, y  convocado en el Teatro Principal, el fin de semana pasado. Presidía el tribunal Arturo Reverter, absoluto garante en este tipo de convocatorias y que no precisa presentación. Entre sus habituales charlas, recordaremos la reciente dedicada al bajo Hans Hotter y la que sirvió para presentar su publicación su libro “Las mejores 50 arias de Verdi”. También el director del coro de la “OSG”, Joan Company Florit, la compañera de Reverter en muchas de sus ponencias, Victoria Stapells; la mezzo Graziela Valceva Fierro; el tenor y promotor musical Miguel Borrallo y el secretario de la asociación, José Mº Miranda Boto, quien, discretamente, prefería situarse en un segundo plano, dejando las decisiones al resto de sus compañeros.

Prueba de tanteo en esta primera convocatoria, que promete corregir ciertas urgencias en próximas citas. De hecho, en la primera jornada, el entusiasmo llevó a resistir la prueba maratoniana de seis horas, por la que pasaron parte de los 43 inscritos-6 no hicieron acto de presencia-, y con el curioso añadido  de que las voces femeninas superaron en número y calidad a las masculinas, que anunciaban 7 cantantes, y de los que 2, faltaron a la sesión.  Es verdad que el apoyo de la “Fundación José- Otero- Carmela Martínez”, fue clave en la concesión de los dos premios otorgados, el primero para la soprano Alejandra Esteban y el segundo a la también soprano Lucía Tavira. Es verdad que la posible participación en galardones, podría ampliarse con una mayor implicación de los entes culturales tanto municipales como autonómicos- una sugerencia-, también, en otra a mayores, la posibilidad de incorporar el proyecto a las actividades de temporada del “Auditorio de Galicia” y a la “RFG”, como es el caso del ciclo “Ángel Brage”. En manos de la directiva de “Amigos de la Ópera”, queda el tema.

Decía Joan Company, sentirse muy gratamente sorprendido por la calidad de voces de las finalistas, y en especial por la amplitud de repertorios abarcados: belcantismos donizettianos, bellinianos o rossinianos; el Mozart abordado con mimo y precisión de estilo; el arrebato del verismo, en su desgarrada hondura, con el alma entregada a Puccini, A. Catalani o F.Cilea; el repertorio francés desde Massenet y Bizet y hasta el Falla de inspiración jonda por “La vida breve” y la tradición eslava de raíces por Rimsky-Korsakov. O los barrocos “alla” Haëndel y Vivaldi.  Dos fueron las ganadoras, pero desde cualquier columna de opinión, nuestro más agradecido reconocimiento a Marina Penas Chaves, Alba Taberna Callen, Patricia Illera, Anastasia Storcevaja, Patricia Castro Recuero, Laura Cruz Bautista o Bárbara Fuentes y al resto de los participantes que no disfrutaron del privilegio de optar a la final, al tiempo que se les pide disculpas por los inconvenientes de las premuras.

Premio con derecho añadido a un concierto remunerado con la “Banda Municipal de Santiago”, en el mismo Teatro Principal”, con excelente recuerdo para Casiano Mouiño Maquieira, cuya fecha queda por determinar. De las premiadas, nos hemos quedado con las arias elegidas para la final. Lucía Tavira, venía precedida por el aria de gracejo belcantista, una excelente carta de presentación, con “Col sorriso d´innocenza…Oh sole! Ti vela”, de V. Bellini, acompañada al piano por Irina Moryatova Yakimicheva.  En la tarde del domingo, cambio de rumbo hacia el verismo de puro desgarro por “Sola, perduta, abbandonata”, de “Manon Lescaut” de Puccini. Ya en el Acto IV y telón, tras el abandono de De Grieux, en la inhóspita  Louisiana. Fiel al belcantismo, nada tan apreciable y sentido como “Piangete voi…Al dolce guidami”, de la “Anna Bolena” donizettiana, todo un ofrecimiento para el alarde canoro en la cabaletta final, en ese Acto II, para la sufrida esposa del implacable Enrico VIII, amargada y repudiada. Delirio febril en su arrebato enloquecido, al servicio de la soprano. Buen planteamiento en su propuesta.

Primer Premio para la soprano Alejandra Esteban, quien había optado a la prueba previa con “Morró, ma prima in grazia”, de “Un ballo in maschera”, de Verdi, asistida al piano por Carlos Enrique Pérez, uno de los cinco pianistas repertoristas del primer maratón, y que quedaría haciendo funciones en la final, con Irina Moryatova Yakimcheva, repartiéndose los diez aspirantes. La soprano ganadora, abrió en la primera parte con “Je dis que rien ne m´épouvante”, de la “Carmen” bizetiana. Rol que corresponde a “Micaela” y que, ante una situación que la sobrepasa, reconoce  que “Digo que nada me asusta”, ya metidos en el Acto III.  Un Mozart que siempre es una garantía, más aún si se trata del “Don Giovanni”, y con “Donna Anna”, en el Cuadro IV   del Acto II, “Crudele?...Non mi dir”, recitativo y aria de un mujer dolida por la incertidumbre. La presencia mayoritaria de sopranos, nos invita a consultar el recetario del propio Reverter en “El arte del canto. El misterio de la voz desvelado”, que nos describe detalladamente los tipos de voces, desde las “ligeras”, a las “lírico-ligeras”, las “líricas” o “spinto”, a las “dramáticas”, “dramáticas de agilidad” y “falcón”. Lo dicho, su presencia en la presidencia del jurado, es absoluta garantía de la fiabilidad de rendimientos. 

Ramón García Balado


 

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16/07/2023

VI Xornadas de Música Contemporánea CNDM 2017

     Eduardo Soutullo: Jobs and gates at down

Eduardo Soutullo es uno de los compositores gallegos con mayor proyección cuyos años de docencia en Madrid, le permitieron profundizar en composición con J.M. López López, David del Puerto y Jesús Rueda.  Fue seleccionado para participar en los Encuentros de los Ateliers de Composition Acanthes en Metz.  Se le situó  en la escuela del espectralismo francés, con anclajes en la personalidad de Gérard Grisay, aunque se siente más próximo a la estética post-espectralismo y neo-modal, reconociendo su proximidad a Olivier Messiaen, Toru Takemitsu,  Marc-Antoine Dalbavie y Magnus Lindberg.  Jobs and gates at down( and other uchroninias), da idea del peso del sentido envolvente por su forma de tratar el sonido, que siempre transmite una sensación de ocultos secretos crípticos. Un arriesgado sentido del tratamiento orquestal que demuestra su dominio de tan compleja maquinaria sonora cuya garantía se reafirma por la asimilación de las escuelas a las que se les adscribe. Agotador, si cabe, pero en beneficio de unos resultados creíbles.  Stravinky con su Concierto para violín en Re M, compuesto para David Dushkin, en un presumible acercamiento al barroco, sugerido por los cuatro movimientos que lo integran. Se prescinde del sentido dialogante de solista, para concederle un protagonismo total y así se resolvió la intriga perceptible por las evoluciones expresivas de Matthieu Arama. Armonías e ideas barroquizantes desde el prisma neoclasicista. Campo abierto para Arama, un portento de alto aliento, con especial incidencia en la Toccata y en el Capriccio.

Magnus Lindberg, cuya obra orquestal se caracteriza  por ahondar en la calidad tímbrica de cada instrumento y la fusión de todos en un complejo entramado al servicio de nuevas maneras de expresión musical. Siempre supo responder a la pluralidad estilística típica de los repertorios de las décadas finales del siglo XX, recogiendo su obra las influencias de diversas procedencias.  Feria, quiere ser una fiesta en espacio abierto por la exuberancia manifestada desde las fanfarrias de trompetas, entre un flujo de sonidos en sentidos alternos, ejemplo claro de esa evolución, son los elementos post-modernistas que recrean el madrigal de Monteverdi Lasciate mi moriré, observado de forma sesgada y la aparición del piano antes de la culminación de trompas y percusiones que sacuden un tema triunfal.     En esta presencia finesa, le precedió Lotta Wennäkoski con Jong. Música para malabarista y orquesta de cámara.  Pablo Reboleiro, contorsionista y malabarista, con recursos ad hoc, contestado en lo musical y escénico por los miembros de la propia RFG, entre voces que creaban un climax de inquietud, auspiciado por una orquestación dominante de las cuerdas que contribuían a una inmersión en una recreación inquietante.

Matthieu Arama, Pablo Reboleiro. Real Filharmonía de Galicia/ Paul Daniel. Obras de Eduardo Soutullo, Igor Stravinsky, Lotta Wennäkoski y Magnus Lindberg,
Auditorio de Galicia, Santiago de Compostela
VI Xornadas de Música Contemporánea. Santiago de Compostela. 

Sigma Project: Lecturas diferenciadas

Cuarteto de saxofones, con el programa que se manifestaba a través de su título: Lecturas diferenciadas. Sigma Project se siente como un laboratorio sonoro y por sus resultados artísticos pudimos comprobarlo. Han trabajado sobre proyectos de Alberto Posadas en el ciclo Poéticas del laberinto y con Sánchez Verdú en el ciclo KHÔRA. Las piezas apuraban agilidades y resoluciones de máxima exigencia para gramáticas sonoras que acentuaban los límites de cada una, usando las llaves de cada instrumento como puntos de acentuación. Cada autor, resultaba a la postre un mundo cerrado en sí mismo.    Jacobo Gaspar con un estreno encargo de CNDM, Figuras con sólido e líquidos, cuya complejidad acústica y de dinámicas aceradas, ponía su obra al límite de la resistencia física. El músico realizó en posgrado de Composición en el Conservatorio Profesional de Aragón con J.M.López López y se doctoró en musicología en Oviedo.  

Alberto Posada con Knossos, definida como un itinerario por los niveles microscópicos instrumentales y el uso de microintervalos que deviene en una transformación de las digitaciones tradicionales del saxofón. El final, parecía rozar las yemas de los dedos con la obra de G.Friedrich Haas. Posadas siguió la escuela de Francisco Guerrero, a quien considera su maestro. Se interesó por la aplicación de procesos matemáticos y físicos al desarrollo y construcción de los fenómenos sonoros. Parte de sistemas combinatorios y evolutivos para llegar a una puesta en  práctica de la teoría fractal.  La relación de música y matemáticas obedece a un intento de trasladar los mecanismos de regulación de la naturaleza a procesos de construcción musical.  Lectures différentes,  de Peter Eötvös, una obra a la sombra de K.Michael Grüber, que emulaba juegos de roles entre actores, en combinaciones de gestualidades claramente enfrentadas, en su traslado al lenguaje musical.  Siempre tuvo un enfoque muy personal de la composición en el que aúna la sensibilidad para los juegos de las sonoridades, esa atracción por lo teatral y el constructivismo casi matemático.

La mejicana Hilda Paredes también con Espacios intemporales, impactante por la puesta escénica, con los músicos ubicados en cuatro puntos distantes y en rotación permanente. Economía de medios expresivos, urgida por la estructura de una pieza, en la que algo tuvo que ver el Arditti Quartet.    Del austríaco Georg Friedrich Haas,  Saxophon Quartet, un permanente flujo continuo dentro de una métrica reconocible que repite constantemente notas de un pulso concreto, que concita la plástica de Roy Lichtenstein. Músico  formado en la Musikhchschule für Musik Graz, con Gosta Newirth e Ivan Eröd, centro en el que ejercerá posteriormente la docencia en contrapunto, técnicas de composición contemporánea, análisis e introducción a la  música microtonal. Se graduó en la Hochschule für Musik Wien con Friedrich Cerha y en cursos de computadores en el IRCAM.

Sigma Project/ Alberto Chaves, Andrés Gomis, Josetxo Silgueiro y Andrés Soria (saxofones). Obras de G.Friedrich Haas, Jacobo Gaspar, P. Eötvös, Hilda Paredes y A.Posadas
Igrexa da Universidade, Santiago de Compostela
VI Xornadas de Música Contemporánea. Santiago de Compostela

Visiones de Ensemble y Video

Vertixe Sonora es una agrupación con sede artística en el propio CGAC  a través de los ciclos Música e Arte. Correspondencias sonoras y la idea y pauta que marcó el programa elegido para esta sesión con ocho intérpretes con la parte de importancia de Ángel Faraldo, precisamente en el sección de electrónica y difusión multimedia, fueron claves para los resultados que se deseaban, cuyo título era suficientemente ilustrativo: 4VEV- Visiones de Ensemble y Vídeo, por las cuatro obras  que exploraban los espacios de convivencia entre música y vídeo. Para situarnos en la propuesta artística es necesario, como ya nos tienen acostumbrados, una actitud ajena a todo prejuicio. Nos recibieron de entrada dentro de una ambientación sombría y no era para menos por lo que íbamos a encontrarnos. Del  portugués Igor C.Silva, Smart-alienation (2016), para ensemble, cinta y vídeo, un músico que viene desarrollando un importante trabajo como Residente en la Casa da Música de Porto, epicentro luso de las vanguardias. Cuida con especial interés la modalidad de workshops, que suele programar con el Remix Ensemble. Obra expansiva entre inmersiones psicodélicas para propiciar experiencias sensoriales por una instrumentación aireada por saxofón, violín, percusión y recursos electrónicos. 

El colombiano Daniel Zea añadía nuevos impactos por Desplazados, un alegato reivindicativo dentro de una coreografía sonora estremecedora que evocaba la sobrecarga de imágenes de nuestro mundo, siempre vigilante en la que la temporalidad aparece manipulada, grabada y reproducida hasta convertirse en viral. Pieza para cuatro intérpretes, electrónica y vídeo generado en tiempo real, comenzaba con un largo juego de imágenes y sonidos que parecían no dejar opción a su impactante presión sin concesiones.

El chipriota aunque con  residencia en Gran Bretaña, Yiannis Kyriakides, fue elegido por The arrest, para ensemble, cinta y vídeo y de nuevo el conflicto del individuo contra sí mismo y el medio. G.Peret desde La Boutique Obscure, un texto en interacción con el ensemble y los dispositivos electrónicos en capas sucesivas que no dudan en adaptarse a una ensoñación de pesadilla que el relato nos anima a seguir a golpe de click visual.   Simon Steen-Andersen- Study for String Instrument 3-, efectivamente una obra para violonchelo tratado por Thomas Piel, mientras un sencillo sampler se repite de continuo, descomponiéndose lentamente en sus elementos individuales. El chelo, en sus evoluciones, realizada algo parecido a una danza desquiciada rebuscado inusuales resultados impredecibles. El autor fue compositor residente en la O.S. de Aalborg entre 204/5 y profesor de la Real Ac. de Aarhus y de la de Berlín.

Vertixe Sonora/ Ramón Souto/ Pablo Coello. Obras de Daniel Zea, Yiannis Kyriakides, Simón Steen-Andersen e Igor C.Silva
Auditorio del Centro Galego de Arte Contemporáreo. 
Santiago de Compostela 

por Ramón García Balado 

Noviembre 2017

 

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